Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

lunes, 6 de octubre de 2025

CON DIOS NO SE JUEGA

 


Por MONS. VIGANO

La Iglesia Católica Apostólica Romana está fundada sobre la Roca: no sobre las arenas movedizas del Vaticano II, no sobre el pantano de la sinodalidad, no sobre el hielo del “pacto verde” y de la “conversión ecológica”.

El fin inexorable de las sectas —no menos el de los anglicanos, con su “arzobispa” abortista y favorable a los homosexuales, y su rey, “cabeza de la Iglesia de Inglaterra”, que se postra ante los mahometanos y promueve el Nuevo Orden Mundial— comienza en el momento en que Nuestro Señor Jesucristo, la piedra angular, es rechazado por los constructores y reemplazado por grotescos sustitutos inspirados por Satanás.

Si el Vaticano cree que está exento del mismo trágico destino de perdición, al continuar por el mismo camino que otros herejes, pronto descubrirá que con Dios no se juega.

https://x.com/CarloMVigano/status/1974770765598806143


"LA LITÚRGIA ES LA TRANSMISIÓN VIVA DE LA FE DE LA IGLESIA"

 

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

 



Por P. FLAVIO MATEOS, SAJM

 

“…el Señor Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob por los siglos, y su reinado no tendrá fin”.

 

“El Universo no es un proceso natural, como piensan los evolucionistas o naturalistas, sino que es un poema gigantesco, un poema dramático del cual Dios se ha reservado la iniciación, el nudo y el desenlace; que se llaman teológicamente Creación, Redención, Parusía”. Así lo llamaba el padre Castellani.

Nuestra vida es una aventura espiritual rumbo a la eternidad. Y, lo queramos o no, nuestra vida está inserta en ese combate gigantesco entre el Cielo y el Infierno. Es lo que vimos brevemente días pasados cuando la fiesta de San Miguel Arcángel. Esto es así porque somos creaturas e hijos de Dios. Nuestra alma inmortal, a veces incomprensible hasta para nosotros mismos, indiferente para el resto del mundo, ha motivado que un Dios se encarnara y sufriera la muerte en la cruz para rescatarnos. Como si fuera poco, nos ha dado en herencia a su Santísima Madre. Y Ella, personalmente, se involucra en nuestra vida, al parecer insignificante, como se involucra en los combates más trascendentes de la Iglesia, especialmente a partir del siglo XIII, donde le reveló a santo Domingo de Guzmán el santo Rosario.

Ese combate recrudece, esa guerra se hace más pesada, más cruel, más dura, a medida que nos acercamos al desenlace de la guerra, con el esperado triunfo de Cristo Rey. En esa guerra iniciada por Lucifer en los comienzos, vivimos y recibimos nuevos ataques contra el Reinado de Cristo.  

Hace unos pocos días, el nuevo papa, nuevo por su elección pero viejo y rancio en sus ideas, que no hacen sino continuar los errores y la apostasía iniciada con el Vaticano II, particularmente agudizados con Francisco, hizo su video mensual del mes de octubre, pero no para alentar el rezo del Rosario, como había hecho en doce encíclicas su predecesor onomástico León XIII, sino para festejar los 60 años del documento Nostra Aetate, la carta más señalada de la rendición vaticana ante la Sinagoga de Satanás.

Dice León XIV a manera de oración, titulada “Por la colaboración entre las distintas tradiciones religiosas”:

Que los ejemplos concretos de paz,
justicia y fraternidad en las religiones
nos impulsen a creer que es posible vivir
y trabajar juntos, más allá de las diferencias.

Que las religiones no sean usadas como arma ni muralla,
sino vividas como puentes y profecía:
haciendo creíble el sueño del bien común,
acompañando la vida, sosteniendo la esperanza
y siendo levadura de unidad en un mundo fragmentado.

Tristemente sigue la línea inaugurada en el Vaticano II: derrotismo ante los poderes mundanos y descoronamiento de Cristo Rey. Con un lenguaje humanista, pacifista y vacuo pide que las religiones no sean usadas como arma ni muralla. Sin embargo, las falsas religiones son usadas por el diablo como armas para destruir la única religión verdadera y para perder las almas que la Iglesia católica tiene por fin rescatar.

Ya dijo N.S. Jesucristo que Él no vino a traer la paz:

 

No creáis que he venido a traer la paz sobre la tierra. No he venido a traer paz, sino espada”. (Mt. 10,34)

“¿Pensáis que vine aquí para poner paz en la tierra? No, os digo, sino división. Porque desde ahora, cinco en una casa estarán divididos: tres contra dos, y dos contra tres. Estarán divididos, el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra”. (Lc. 12,51-53)

 

El rosario es un arma

 

Nuestro Señor sabía que iba a ser rechazado por el mundo y que ese combate de los suyos contra el mundo sería hasta el fin. Por eso Él, pacífico y pacificador, Príncipe de la paz, sin embargo, no vino a prometer una falsa paz irénica, en una “cultura del encuentro” utópica y una fraternidad universal que no puede existir fuera de su Reino, o sea fuera de la Iglesia católica.

Porque el que no acepta a Cristo está bajo la influencia del Enemigo. Por lo tanto, existe una muralla invisible entre uno y otro, entre la verdad y el error.

¿Qué la religión no debe ser usada como un arma? Desde el momento en que Lucifer declaró la guerra, y San Miguel contraatacó, el hijo fiel de Dios no puede estar desarmado nunca. ¿No se representa a San Miguel acaso con una espada en la mano?

Y acá precisamente entra en la historia el santo Rosario, tal como lo conocemos hoy. ¿Qué ha sido el Rosario desde sus inicios, sino un arma en defensa de la fe católica?

Pero el lenguaje sentimental y humanista cree que las armas con que nos defendemos son un símbolo del mal que infligimos. Errado. Combatimos en defensa propia y porque amamos al enemigo, deseando que éste se convierta. Reconocemos que existen las legiones que son instrumentalizadas por las fuerzas del mal y debemos repelerlas, a la vez que rezamos por ellos. Eso se ve claramente en la aparición del Rosario.

UN RECORDATORIO DEL COMBATE HEROICO POR LA FE DE S.E. MONS. MARCEL LEFEBVRE

 



Boletín de los Amigos de San Francisco de Sales N.º 229 –
Mayo–Julio de 2024

 

Introducción

 

13 de octubre de 1962: Dos días después de la apertura del segundo Concilio del Vaticano, desde el inicio de la primera congregación general, el cardenal Achille Liénart, con la bonachona bendición de Juan XXIII, declara la “tercera guerra mundial”, más mortífera para las almas que todas las guerras precedentes reunidas. Esta guerra durará hasta el 8 de diciembre de 1965. Concluirá con una declaración de amor al mundo y un llamado a la libertad. Desde entonces, el mundo ha sabido servirse de esta apertura tan liberal para imponer a los miembros de la Iglesia sus propios “valores” liberales y su espíritu de no-dependencia. Desde ese 8 de diciembre de 1965, la paz no ha progresado mucho en la tierra y la misma Iglesia ya no vive en paz.

1.º de noviembre de 1970: La Fraternidad Sacerdotal San Pío X, fundada por Mons. Marcel Lefebvre, es erigida oficialmente y sus estatutos son aprobados por un período de seis años “ad experimentum”. Antiguo miembro de la comisión central preparatoria del Concilio y miembro activo durante su desarrollo del “Coetus Internationalis Patrum” para la defensa de la tradición doctrinal, había rehusado su “placet” a los documentos más impregnados del espíritu nuevo.

21 de noviembre de 1974: Mons. Marcel Lefebvre declara su fidelidad a Roma y su oposición a las reformas neo-protestantes. A pesar de las declaraciones de paz, amor y libertad del Concilio, las autoridades romanas y el episcopado de Francia lanzan entonces un proceso de guerra contra su persona y su obra: advertencias, sanciones, vejaciones contra los sacerdotes y los fieles, con una única respuesta a sus preguntas y objeciones: ¡Obedezcan!

29 de agosto de 1976: En Lille, Mons. Marcel Lefebvre, quien acaba de ser sancionado por Roma por haber procedido a ordenaciones sacerdotales en Ecône el 29 de junio, reafirma su rechazo a pactar con el espíritu del mundo y a trabajar en la destrucción de la Iglesia. Recuerda fuertemente la necesidad del reinado social de Nuestro Señor Jesucristo. Desde ese día, la prensa, que hasta entonces lo consideraba más bien como retrógrado y era más burlona que maliciosa, se vuelve odiosa y no lo califica sino de extrema derecha, fascista, racista, etc.

23 de septiembre de 1979: Jubileo sacerdotal de Mons. Marcel Lefebvre, en la Puerta de Versalles. Invita a quienes comprenden, aprueban y siguen su acción, a unirse a él en la Cruzada que es suya desde el Concilio.

 

Profesión de fe católica

 

«Profesamos íntegra y totalmente la fe católica tal como ha sido profesada y transmitida fiel y exactamente por la Iglesia, los Soberanos Pontífices, los Concilios, en su perfecta continuidad y homogeneidad, sin excluir un solo artículo, especialmente en lo que concierne a los privilegios del Sumo Pontífice tal como han sido definidos en el Concilio Vaticano I.

Rechazamos y anatematizamos igualmente todo lo que ha sido rechazado y anatematizado por la Iglesia, en particular por el Santo Concilio de Trento.

Condenamos con todos los Papas del siglo XIX y del siglo XX el liberalismo, el naturalismo, el racionalismo bajo todas sus formas, como lo han condenado los Papas.

Rechazamos con ellos todas las consecuencias de esos errores que se llaman “las libertades modernas”, “el derecho nuevo”, tal como ellos mismos las rechazaron.

En la medida en que los textos del Concilio Vaticano II y las reformas post-conciliares se oponen a la doctrina expuesta por estos Papas y dan libre curso a los errores que ellos condenaron, nos sentimos en conciencia obligados a hacer graves reservas sobre dichos textos y dichas reformas.

Mons. Marcel Lefebvre

Hecho en Roma el 26 de febrero de 1978.»

 

Llamado a la Cruzada

 

S.E. Mons. Marcel Lefebvre con ocasión de su Jubileo Sacerdotal
23 de septiembre de 1979, en París.

 

“Mis queridos hermanos,

Permítanme, antes de comenzar las breves palabras que quisiera dirigirles con ocasión de esta bella ceremonia, agradecer a todos los que contribuyeron a su magnífico éxito.

Personalmente, había pensado hacer una reunión en torno al altar de Ecône, de manera discreta, privada, con motivo de mi jubileo sacerdotal, pero el clero de Saint-Nicolas-du-Chardonnet y los queridos sacerdotes que me rodean me invitaron con tanta insistencia a permitir que todos aquellos que lo desearan se unieran a mi acción de gracias y a mi oración en esta ocasión, que no pude negarme. Por eso estamos hoy reunidos, reunidos tan numerosos, venidos de todas partes, venidos de América, venidos de todos los países de Europa libre, aún libre, y nos encontramos aquí reunidos con ocasión de este jubileo sacerdotal.

Y entonces, ¿cómo definiría esta reunión, esta manifestación, esta ceremonia? Un homenaje, un homenaje de vuestra fe en el sacerdocio católico y en la Santa Misa Católica.

Realmente pienso que es por eso que habéis venido: para manifestar vuestro apego a la Iglesia católica y al más bello tesoro, al más sublime don que Dios ha hecho a los hombres: el sacerdocio, y el sacerdocio para el sacrificio, para el sacrificio de Nuestro Señor continuado sobre nuestros altares.

II JORNADAS DE HISPANIDAD EN EL RIO DE LA PLATA

 



EL PLAN OCULTO TRAS LA GUERRA EN UCRANIA: LA DESTRUCCIÓN TOTAL DE EUROPA

 

APOSTILLAS DEL PANORAMA MUNDIAL N° 29

 

"LA SABIDURÍA DEL MUNDO" por Agnus Dei Prod.

 

miércoles, 17 de septiembre de 2025

EL CONCILIO VATICANO II Y EL MODERNISMO

 


El Concilio y el modernismo

 

 

Le Sel de la terre n° 60, Printemps 2007, p. 1-7.

 

En su discurso de apertura del Concilio, el papa Juan XXIII afirmaba que la Iglesia debía proceder a actualizaciones oportunas (opportuni aggiornamenti [1]).

Una enseñanza de la Iglesia que convenía actualizar era la del modernismo.
Se sabe que el papa san Pío X había condenado solemnemente este «compendio de todas las herejías» en su encíclica Pascendi dominici gregis, de la cual celebramos este año el centenario (8 de septiembre de 1907).
Era necesario, pues, que el Concilio revisara esta enseñanza, porque, nos dice todavía el papa Juan XXIII en el mismo discurso:

Hoy, la Esposa de Cristo prefiere recurrir al remedio de la misericordia, más que blandir las armas de la severidad. Ella estima que, más que condenar, responde mejor a las necesidades de nuestra época poniendo más en valor las riquezas de su doctrina.

El cardenal Ratzinger – convertido desde entonces en el papa Benedicto XVI – confirma expresamente que era necesario revisar «las decisiones antimodernistas del inicio de este siglo»:

En tanto que grito de alarma delante de las adaptaciones apresuradas y superficiales, ellas permanecen plenamente justificadas; una personalidad como Johann Baptist Metz ha dicho, por ejemplo, que las decisiones antimodernistas de la Iglesia le han rendido el gran servicio de preservarla de hundirse en el mundo liberal-burgués. Pero en los detalles relativos a los contenidos, ellas han sido superadas, después de haber cumplido su deber pastoral en un momento preciso [2].

El punto clave del modernismo

Si se consultan las tablas de los textos del Concilio (ediciones del Centurión), no se encuentra la palabra «modernismo». Parece que este tema no haya sido abordado allí.

Pero si se estudia el pensamiento del Concilio, como lo han hecho los cuatro Simposios de teología de París (2002 a 2005, ver la reseña al final de este número de Sel de la terre), se constata que las ideas modernistas sí han sido presentadas allí.

El punto clave del modernismo es la noción de verdad. «Henchidos de una ciencia orgullosa, [los modernistas] han llegado a esta locura de pervertir la eterna noción de la verdad» [Pascendi § 14].

La verdad es la adecuación de la inteligencia con la realidad. Nuestro conocimiento es verdadero cuando alcanza la realidad tal cual es.
Pero un modernista calificará una tal visión de las cosas con el término de «intelectualismo», «sistema que hace sonreír con piedad, y desde hace mucho tiempo caducado» [Pascendi § 6].

La inteligencia, nos explicará doctamente, no es capaz de conocer la realidad tal cual es sin el auxilio de la vida, de la experiencia [3].

En la búsqueda de la verdad, continúa nuestro modernista, el hombre no es puramente pasivo, como lo imaginaba santo Tomás de Aquino, él es también activo: es el gran descubrimiento de Emmanuel Kant, el ancestro del modernismo.

En realidad, estos modernistas son «absolutamente cortos de filosofía y de teología serias, impregnados al contrario hasta la médula de un veneno de error tomado de los adversarios de la fe católica» [Pascendi § 2]. Porque la verdadera filosofía, la del Doctor común, nos enseña que la inteligencia humana no es puramente pasiva en la búsqueda de la verdad. Ella es activa en la medida en que «lee dentro» (intus legere, en latín, de donde el verbo intelligere) de la realidad el contenido inteligible (el concepto), un poco como un aparato de rayos X pone en evidencia los huesos a través de la carne. En cambio, la inteligencia es pasiva en la medida en que no fabrica el contenido inteligible: ella no hace más que ponerlo en evidencia. De la misma manera, el aparato de rayos X no fabrica el dibujo de los huesos: no hace más que revelarlo.

Sin embargo, esta explicación de santo Tomás no satisface a los modernistas, porque deja al hombre demasiado pasivo. Para ellos, el hombre no se contenta con descubrir la verdad en la realidad: él hace de ella una experiencia viva que modifica el contenido mismo de lo que es conocido. Así, la verdad no será la misma para los hombres del siglo XXI que para los de la Edad Media. «La verdad no es más inmutable que el hombre mismo, porque ella evoluciona con él, en él y por él [4].»

Se puede resumir la diferencia de concepción entre el modernista y «el hombre normal»: para el primero la verdad depende (al menos en parte) de nosotros mismos, ella es subjetiva; para el segundo la verdad es la misma para todos, ella es objetiva.

 

Un pecado de omisión

 

El Concilio había sido seriamente preparado por una comisión preparatoria que había elaborado, en particular, un esquema «sobre el depósito de la fe a conservar en su pureza». Después de haber recordado en un preámbulo el grave deber de conservar este depósito, el primer capítulo de este esquema concernía – no es casualidad – a la «noción de verdad». Se leía allí en particular:

BENEDICTO XVI JUDAIZANTE – SEGUNDA PARTE

 


Por DON CURZIO NITOGLIA

 

La shoah es el fruto del Antisemitismo cristiano, de ella nacen “Nostra aetate” y el “Estado de Israel” (Benedicto XVI)

 

En la página 39 del libro Judíos y Cristianos (Cinisello Balsamo, San Paolo, 2019) se encuentra la primera conferencia de JOSEPH RATZINGER – BENEDICTO XVI, Gracia y Llamada sin arrepentimiento. Observaciones sobre el tratado de Judaeis.

Ratzinger comienza, de inmediato, con la shoah, escribiendo:
“Desde los tiempos de Auschwitz, está claro que la Iglesia debe repensar la cuestión de la naturaleza del Judaísmo. El Vaticano II – con su Declaración Nostra aetate – ha dado, al respecto, las primeras indicaciones fundamentales” (Judíos y Cristianos, cit., p. 39).

Por lo tanto, la shoah, según Ratzinger, es el principio y fundamento de la teología judaizante de Nostra aetate y del Vaticano II.

Ratzinger vuelve varias veces sobre la cuestión de la shoah y pone de relieve su importancia no solo “teológica”, sino también geopolítica; por ejemplo, en la página 65 escribe: “Los acontecimientos de la shoah hicieron aún más urgente la existencia de un Estado para los Judíos”.

Así pues, la shoah no es importante solo teológicamente, siendo el terminus a quo de Nostra aetate, sino que reviste una importancia política y social tan grande que justifica el expolio super-liberal, a partir del 15 de mayo de 1948, por parte de los Sionistas de la mitad de Palestina, que estaba habitada por “no/judíos” desde el 135, hasta llegar actualmente al ulterior expolio de otro 30% de la tierra palestina. Finalmente, la shoah haría lícito incluso el actual genocidio (2024), que se está perpetrando contra los Palestinos de la franja de Gaza y de Cisjordania.

¿Cómo justificar tal “expropiación plutocrática”?

Ratzinger lo intenta en la página 66, escribiendo: “El pueblo judío en base al derecho natural, como cualquier otro pueblo, tiene derecho a un propio territorio”, pero no me parece que pudiera robarlo a los legítimos propietarios que vivían allí desde hacía unos 1900 años: los Palestinos, que en gran parte han sido expulsados de sus casas desde 1948 y en muchos casos asesinados brutalmente. Sin embargo, el derecho a robar y a matar no está contemplado por la Ley natural y divina, que es decididamente preconciliar.

PERMITIR LA TRADICIÓN NO ES VICTORIA. ES CONTENCIÓN.

 


Por MONS. VIGANO

 

Los titulares de la semana lo cuentan todo. Un altar acoge al cardenal Burke para la misa tradicional, con permiso. Otro altar recibe a James Martin y sus peregrinos arcoíris, con permiso. En Castel Gandolfo, León construye un altar a la ecología. Permitir la tradición no es victoria. Es contención. Permitir el pecado es promoción. Y la ecoaldea es el santuario de la nueva religión que los engloba a ambos. La decisión no es si obsesionarse con los titulares papales. La decisión es si reconocer que el propio papado se está transformando en el motor de la apostasía.

https://x.com/CarloMVigano/status/1965101580849758462

 

«En los primeros años de su pontificado (2013-2014), Jorge Mario Bergoglio solía hacer declaraciones escandalosas en las entrevistas que concedía periódicamente a Eugenio Scalfari. Inmediatamente después llegó el "conservador" de turno (en aquel momento se destacaba en La Bussola, entre otros, Massimo Introvigne) que tuvo que tranquilizar a las masas y nos explicó que el pobre Bergoglio había sido engañado por Scalfari, que cada vez falsificaba sus pensamientos. Cuando Bergoglio recogió en un libro sus entrevistas con Scalfari, hasta los más tontos comprendieron que éste no había falsificado nada. Ahora Robert Prevost usa el mismo método con James Martin y Monseñor Savino. Los envía a declarar que el Papa apoya las causas LGBTQ+. El Vaticano no solo no lo niega en absoluto, sino que, de hecho, organiza el circo arcoíris que Bergoglio deseaba y que Prevost podría haber evitado. Y eso ya lo explica todo. Prevost no comenta directamente el asunto, porque si lo hiciera, perdería inmediatamente parte del bando conservador del papado. Pero, al mismo tiempo, se cuida de no contradecir a los Martin y los Savino. Esta ambigüedad entre la verdad y la mentira es repugnante. Prevost es un Bergoglio con rostro humano. El estilo es diferente, la esencia es la misma.

Prof. Martino Mora.

 

ISRAEL Y CHARLIE KIRK

 



ISRAEL NO MATÓ A CHARLIE KIRK

“Si bien llevamos tratando el asunto Charlie Kirk en el canal de comentarios desde el primer día, hemos rehusado hasta ahora hacerlo en el Canal por evidentes motivos, dada la confusión rampante que se ha generado tras su asesinato, y que ha hecho realmente difícil distinguir los hechos de las meras palabras, de las burdas opiniones, y de la {{propaganda}}, en una ceremonia de la confusión como pocas otras.

Y sabíamos desde el principio:

• que Charlie Kirk era un cristiano sionista empedernido;

• que últimamente había comenzado a hablar de la Cuestión Judía y a criticar a Israel en diversos ámbitos, cuestionando TODA la narrativa judía, empezando por Epstein y el Mossad, y terminando por la falsa bandera del ataque de Hamás a Israel del 7 de Octubre

• que un mes antes, Charlie Kirk había confesado a un amigo muy cercano que tenía miedo de que Israel le matara si dejaba de apoyarles;

• que el primer medio de comunicación en hacerse eco de la noticia fue el Jerusalem Post;

• que el primer mandatario en publicar sus condolencias fue Netanyahu;

• que el primer detenido por el asesinato fue George Zinn, para quien no lo sepa, un ‘sayanim’ judío que se autoinculpó para favorecer la huída del asesino, y que ya estuvo implicado en el 11-S, en el atentado de la maratón de Boston, y que ahora ha sido acusado de posesión de pornografía infantil

• que MUY recientemente Netanyahu le había ofrecido a Kirk $150 millones de dólares –doblar el presupuesto de su organización–, y un viaje de “reeducación” a Israel, a cambio de que siguiera apoyando a Israel; y que Kirk rechazó ambas cosas;

• y que el recinto donde fue asesinado tenía el diseño de una menorah judía, y más concretamente de una menorah del Chabad, no en vano la organización judía más poderosa del mundo.


https://t.me/tirachinass/5178

LA VERDAD SOBRE SAN MARTÍN - TERTULIA SANMARTINIANA

 

LA OTRA CAMPANA N°15 - FIN DEL “RÉGIMEN REPUBLICANO” Y DE LA “FICCIÓN DEMOCRÁTICA” - 2DA PARTE

 

APOSTILLAS DEL PANORAMA MUNDIAL N° 28 - 13 DE SEPTIEMBRE DE 2025

 

VLADÍMIR PUTIN: SU VIDA PARA ENTENDER SU MODUS OPERANDI Y SU PENSAMIENTO

 



Vladímir Vladímirovich Putin:

su vida para entender su modo de operar y su pensamiento

 

 

 Por DON CURZIO NITOGLIA

Publicado el 11 de enero de 2016.

 

Prólogo

Los recientes sucesos bélicos en Crimea y en Ucrania (enero/septiembre de 2014) nos hacen tocar con la mano lo que hasta ayer podía parecer, para la mayoría, solo una probabilidad. El Nuevo Orden Mundial quiere destruir a Putin y a la Rusia putiniana, porque juegan el papel del katéjon, es decir “el obstáculo que retiene” (San Pablo) las fuerzas de la Subversión mundialista y globalizadora (Israel, EE.UU. y Arabia Saudita wahabita). Si no hubiera existido Putin, los EE.UU. habrían hecho con Siria lo mismo que hicieron con Irak. El obstáculo que detuvo la invasión de Siria, luego de Irán y finalmente de Rusia fue Putin. Esto es un hecho y “contra el hecho no vale el argumento”. [Nota del blog: nueve años después, y tras mucho insistir, finalmente EE.UU. y aliados le torcieron el brazo a Rusia en esos países, aunque no del todo: Irán aún resiste, y sin el apoyo de Rusia no podría hacerlo].

Putin se ha convertido ya, para los medios financiados por la “contra‑iglesia”, en el neo-Hitler, el neo‑Saddam, el neo‑Gadafi o el neo‑Assad a eliminar.[Nota del blog: especialmente a partir de 2022, los hechos le dan la razón] Se empieza con la manipulación del pensamiento (Putin ya es dado por loco) mediante prensa, televisión y radio para culminar con una condena capital pública y ejemplar (como ocurrió con Saddam y Gadafi), una especie de “Nuremberg 1946/permanente” que no pasa y no debe pasar como el Shoá.

Europa e Italia del siglo XX, esclavas de los EE.UU. ya desde la Primera y sobre todo la Segunda Guerra Mundial, se han convertido en mera base logística de aterrizaje y lanzamiento para los aviones de EE.UU. e Israel (que también desde hace algunos años tiene parte de su flota aérea apostada en Cerdeña). La Unión Europea del siglo XXI es geopolítica y financieramente un apéndice de Norteamérica, de hecho una apendicitis inflamada y ya purulenta próxima a la peritonitis.

Además, la política de la UE hacia Rusia, como ocurrió con Irán y Libia, es autolesiva para la economía de la Vieja Europa. De hecho, el embargo decretado por EE.UU. y la UE contra Rusia tiene repercusiones muy graves en la economía europea, ya en semibancarrota declarada desde 2010.

El aliado natural (físico, histórico, cultural y geográfico) de Europa quizá deberían ser precisamente las naciones limítrofes del este europeo y del Mediterráneo: Rusia occidental o europea (no necesariamente la asiática), Siria y Libia.

¿No es quizá el Atlántico un espacio demasiado vasto (comparado con el Mediterráneo y Europa del Este) para poder ser cruzado fácilmente y abastecer, por ejemplo, a Europa occidental de gas, que Rusia ya no nos dará y que los yihadistas de Daesh (ISIS‑ISIL…) han casi completamente quemado en Libia después de la desaparición (ordenada por EE.UU. del presidente Obama y ejecutada por la Francia del presidente Sarkozy) de Gadafi?

Sin embargo, la UE se ha alineado, suicidamente, contra sus vecinos de tierra y mar, con quienes comerciaba (importando y exportando) y con quienes ya no podrá hacer negocios justo en el momento de su mayor necesidad.

Los políticos europeos (marionetas en manos de la Alta Finanza y los Clubes o Think‑Tank mundialistas israelo/americanos) fingen que el rey está vestido (es decir, que Europa e Italia están en plena “salud”, véase Matteo Renzi), mientras en realidad “el rey está desnudo” (véase Andersen). En verdad hay que despertar y unir nuestras fuerzas para detener el “trasvase ideológico/financiero inadvertido” hacia la plutocracia israelo/americana y entender si no nos conviene estar con Putin antes que con Washington, Tel Aviv o “Bruselas”.

Para comprender mejor la cuestión, es útil conocer la vida y el pensamiento de Vladímir Putin. En este sentido nos sirve un buen libro, bien documentado, recién salido de la editorial Mondadori de Milán, titulado Putin. Vida de un zar, escrito por Gennaro Sangiuliano, vicedirector del TG1 y colaborador del Sole 24 Ore. Me baso en él para presentar al lector los rasgos esenciales de la personalidad de Vladímir Putin.

Introducción panorámica

Vladímir Putin nació el 7 de octubre de 1952 en Leningrado (la actual San Petersburgo), ciudad soviética que sufrió el asedio más masivo y cruel durante la guerra entre Alemania y la URSS, un sitio de unos tres años en el que murieron cerca de un millón de ciudadanos. Sus padres, que vivían en Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial, escaparon de la muerte, pero su madre corrió riesgo de morir de hambre y su padre quedó gravemente herido en una pierna en batalla, lesión que lo dejó semi invalido para el resto de su vida.

domingo, 7 de septiembre de 2025

EL NUEVO ORDO MISSAE

 



Por GUSTAVO CORÇÃO

publicado en O Globo en enero de 1970

Ya fue comentada por el padre D’Elboux S.J., y por el profesor Gladstone Chaves de Melo, la desgraciada traducción portuguesa del llamado nuevo rito de la misa. El próximo número de la revista Permanência publicará íntegramente ambos trabajos.

Pero ahora diré que el famoso nuevo “ordo missae” trajo consigo algo más grave y doloroso que la mala traducción, que es, digamos así, la contribución indígena que nosotros aportamos a la depredación general, a la dilapidación universal desencadenada contra la Iglesia de Cristo. Sí, peor que la traducción irrespetuosa y degradante es la nueva definición de misa que vino injertada en la Institutio Generalis a modo de introducción. Y esa verruga, esa excrecencia del rito, es mucho peor que la mala traducción, primero porque no es apenas fruto del progresismo vulgar de los trópicos; vino de Roma, probando así que la “marcha sobre Roma” ya llega a su término: el cerco del Vaticano por los enemigos de la Iglesia. En segundo lugar, la malignidad de la nueva “definición” de la misa excede todas las irreverencias y faltas de respeto, porque en ella lo que es directamente marginado y menospreciado, en favor de un triunfante naturalismo democrático, es la propia Sangre de nuestro Salvador.

He aquí la sacrílega, herética e infinitamente insensata definición:

“La Cena del Señor, también llamada Misa, es la santa asamblea o Congregación del pueblo de Dios que se reúne bajo la presidencia del sacerdote a fin de celebrar el memorial del Señor. Y por eso, a esta reunión local de la Iglesia se aplica eminentemente la promesa de Cristo: ‘Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estaré yo en medio de ellos’ (Mt. XVIII, 20).”

Ahora bien, no es esa la definición que aprendimos en el regazo de la Iglesia. No es en la asamblea de los fieles donde reside el núcleo, la esencia, la causa formal de la misa, como brutalmente nos quieren inculcar los que cercan el Vaticano. La misa es, siempre fue y siempre será el sacrificio incruento, un mismo y único sacrificio como el de la Cruz. Es la misma la víctima y el mismo el sacrificador, aunque aquí, en la misa, presentados bajo el velo del misterio sacramental. “Una eademque est hostia, idem nunc offerens sacerdotum ministerio, qui se ipsum tunc in cruce obtulit, sola ratione offerendi diversa”, dice el Santo Concilio de Trento (sess. XXII, c. 2).

La misa es, pues, el sacrificio del Cuerpo y de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, ofrecido en los altares para representar y perpetuar el sacrificio de la Cruz, y para ofrecernos los méritos del sacrificio de Cristo.

Así, cuando nosotros vamos a la misa no vamos a constituirla, a hacerla lo que ella es por nuestra reunión. Vamos a misa para aprovechar la maravillosa y misteriosa oportunidad que Dios nos ofrece de estar místicamente, pero realmente, al pie de la Cruz, en aquel día y en aquella hora de la Salvación.

Y así, cualquier católico alfabetizado, y aún no idiotizado por la ola de novedades, comprenderá que definir la misa por la asamblea de los fieles es sacrílego, herético y estúpido. Diríase que somos nosotros, asamblea de fieles, quienes hacemos a Cristo el favor de rememorar sus hechos, y no que es Cristo quien nos hace el infinito e incomprensible favor de ofrecernos una oportunidad de recoger los frutos del árbol de la salvación, y una posibilidad de participar en su obra.

No concuerda con lo que sabemos de la misa el texto evangélico Mt. XVIII, 20 tomado como fundamento de la nueva definición de misa. Ese pasaje no se aplica, evidentemente, a la presencia eucarística de Jesús y a la reunión en torno al altar. De ser así, todos estaríamos dispensados de ir a misa ya que el sacrificio nada le añadiría: bastaría quedarnos dos o tres en casa, pensando en Jesús. Los textos olvidados en la “definición” nueva son aquellos que todo el mundo conoce (Mt. XXVI, Mc. XIV, Lc. XXII), donde Nuestro Señor nos dice: “Tomad y comed… esto es mi cuerpo… esto es mi sangre… haced esto en memoria mía.”

¿Cuál es la idea subyacente a la “nueva definición” que mañana o pasado, para perdición de muchos y para ruina de la fe católica, será oficialmente enseñada? La “idea” es la del naturalismo que pretende horizontalizar la fe; es la del “humanismo” que pretende imponerse a la trascendencia de una religión revelada e intolerablemente sobrenatural.

La Iglesia de Cristo está siendo rifada, y los boletos que los nuevos Judas distribuyen llevan el mismo título de las rifas de bicicletas y tocadiscos: acción entre amigos. Los seguidores del nuevo y más orgulloso modernismo pretenden que los hombres puedan realizar directamente, de uno a otro, horizontalmente, el vínculo de la amistad perfecta. Nosotros, católicos, sabemos que solo puede haber amistad perfecta, amistad de caridad, entre dos de nosotros si ella se afirma en el tronco de la vid. Es en Cristo que somos hermanos, que vivimos el verdadero amor al prójimo, y sin Él vana es la amistad y vacía la caridad. Las ramas de la vid no se unen unas a otras: es en el tronco donde se hermanan y tienen la savia común.

Todo esto fue olvidado, escamoteado y rebajado por los redactores de la pretendida “nueva definición” de la misa. Algún lector dirá tal vez que soy irreverente y falto de respeto respecto de un documento venido de Roma.

No. Simplemente rehúso respeto y reverencia a aquellos que tan ostensiblemente faltan al respeto a la Sangre de nuestro Salvador. La forma de este artículo podría ser otra, pero en cuanto al fondo debo declarar en alta voz que nunca me fue exigido por la Iglesia, en los benditos días de mi conversión, ningún voto de hipocresía ni de estupidez.

 

https://www.mosteirodasantacruz.org/post/o-novo-0rdo-missae

 

EL MISTERIO DE ISRAEL

 




Por PADRE JEAN JACQUES MARZIAC

Y colaboradores. Del libro PRÉCIS DE LA DOCTRINE SOCIALE DE L’ÉGLISE A L’USAGE DES CHEFS D’ÉTAT, Les éditions pontificales suppléantes, France, 1991.

 

Ningún jefe de Estado puede ignorar que el problema judío es mundial, que tendrá repercusiones en todos los países del mundo. Vean los hechos bíblicos, históricos.

La cuestión judía existe desde la Pasión de Cristo, en el año 33 de nuestra era.

Todo hombre sabe, en efecto, que la Santísima Virgen María y su hijo JESÚS, Dios hecho Hombre, eran de pura raza judía. Que esta raza había sido preparada desde la Antigüedad para su misión de traer a la humanidad al Mesías Redentor y que había recibido para ello dones de inteligencia, de celo y de corazón.

Pero este pueblo que debe traernos al CRISTO, lo repudia. «Pilato, habiendo convocado a los sumos sacerdotes, a los notables y al pueblo, les dijo: "Ustedes me han presentado a este hombre como incitando al pueblo a la sedición. He instruido el asunto delante de ustedes, y no lo he encontrado culpable de ninguno de los crímenes de los que lo acusan. Herodes tampoco, puesto que lo ha enviado de vuelta. Lo ven, no hay nada que merezca la muerte. Voy pues a soltarlo después de haberlo hecho azotar."» (San Lucas XXIII, 13).

Los judíos, a pesar de esta negativa de condena a muerte de Pilato, «insistían a grandes gritos reclamando que fuese crucificado y sus clamores iban en aumento.» (San Lucas XXIII, 23) «Entonces Pilato, viendo sus esfuerzos inútiles y que el tumulto no hacía más que aumentar, tomó agua, se lavó las manos en presencia de la multitud y dijo: "Yo soy inocente de esta sangre. ¡Es asunto de ustedes!"» (Mateo XXVII, 24).

Sigue la frase que explica todo el misterio de Israel en la historia desde la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo: «Todo el pueblo respondió: ¡QUE SU SANGRE CAIGA SOBRE NOSOTROS Y SOBRE NUESTROS HIJOS!» (Mateo XXVII, 25).

Esto es lo que explica por qué uno de los grandes rabinos de PARÍS escribió en 1989 con ocasión del rechazo de la cruz erigida en el Carmelo de Auschwitz: «¡Pero esta querella tiene 2000 años!»

En efecto, habiendo sido roto el pacto de alianza por Israel, la gracia de Dios se transfirió directamente a las naciones. Es lo que San Pablo explica a los Romanos cuando dice que «por la caída de Israel, la salvación ha llegado a las naciones y que esta caída ha sido la riqueza del mundo» (Rom. XI, 11-12). La Santa Iglesia Católica Romana, que se ha desarrollado maravillosamente en el curso de estos dos últimos milenios, sin duda no habría tenido la misma forma si Israel no hubiera traicionado su misión y hubiera permanecido «un reino de sacerdotes, una nación santa» destinada a iluminar e instruir a la humanidad.

Pero Israel, habiendo rechazado al verdadero Mesías, se dará otro Mesianismo, temporal y terrestre: la dominación del mundo por el dinero, por la francmasonería, por la revolución, por la democracia socialista.

No debemos olvidar sin embargo que son judíos, discípulos del verdadero Mesías, quienes fundarán el verdadero Israel, la Iglesia, reino espiritual, preparando un Reino Celeste.

“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”

  “ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”           Por FLAVIO MATEOS   El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...