ALEKSANDR
DUGIN: ¿OTRO APÓSTOL DEL NIHILISMO POSMODERNO?
Por DON
CURZIO NITOGLIA
Dugin y la posmodernidad
Aleksandr
Dugin es un pensador ruso, nacido en Moscú el 7 de enero de 1962, de corte
fuertemente esotérico y gnóstico, con tendencias abiertamente nihilistas; es
decir, partidario de la "metafísica del no-ser/ser", que nada tiene
que ver con la metafísica grecorromana y tomista, es decir, la "metafísica
del ser", que es, por el contrario, su negación directa y diametral.
Por
desgracia, algunos católicos -en estos tiempos de confusión doctrinal y moral-
se dejan seducir por las sirenas del error y del vicio, entre los que destaca
Dugin, pero no sólo.
Por lo
tanto, no me parece ni exacto ni correcto atribuir al "tradicionalismo"
católico (es decir, a la "tradición
apostólica/patrística/escolástica") un vínculo con la filosofía de Dugin.
Por el contrario, sería más correcto destacar el vínculo de cierto falso
tradicionalismo fideísta de formación demaísta con el esoterismo en general, y
especialmente con el ruso, habiendo vivido el conde Joseph de Maistre en Rusia
durante no poco tiempo.
Es ciertamente lícito, loable y excelente
criticar a Dugin, pero no se debe pasar a manchar a Monseñor Carlo Maria Viganò
y con él a la reacción anti-mundialista.
Por lo
tanto, voy a destacar los puntos oscuros del pensamiento de Dugin, sirviéndome
de unos ensayos muy bien hechos del padre Paolo Maria Siano (La metafísica del Caos e il Soggetto Radicale
di Aleksandr Dugin, 14/19/24/29 de julio de 2021, en "CR").
La
esencia de la "metafísica de la nada" de Dugin, es decir, la
contra/metafísica, se encuentra en su libro, también traducido al italiano, La Quarta Teoria Politica, Milán,
NovaEuropa Edizioni, 2017.
El padre
Siano muestra con acierto, con citas en la mano, que el principal maestro de
Dugin es Julius Evola, no sin una pizca de Guénon también.
Un elemento poco explorado del duginismo es su amor por la llamada "revolución conservadora", que no puede remontarse al evolucionismo, ni siquiera al guénonismo o a los pensadores de la extrema derecha europea, sino al neoconservadurismo estadounidense, que tanto ha contaminado Europa e Italia y que tantas víctimas se ha cobrado gracias a los llamados teo-con pensadores, que intentan mezclar el liberalismo filosófico conservador, con el liberalismo económico salvaje y finalmente con una pizca de catolicismo, para acabar contaminando el ambiente católico conservador y moderadamente liberal.