Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

Mostrando las entradas con la etiqueta Consagración de Rusia. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Consagración de Rusia. Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de julio de 2025

CAMPAÑA DE RECOLECCIÓN DE FIRMAS PIDIENDO AL PAPA LEÓN XIV QUE REALICE LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA QUE NUESTRA SEÑORA SOLICITÓ EN FÁTIMA

 


Aun pesimistas, llamamos a adherir a esta campaña. Comentarios del blog entre corchetes.

 

En 1917, Nuestra Señora de Fátima se apareció a tres niños pastores con un mensaje urgente del Cielo: Dios deseaba salvar al mundo mediante la devoción al Inmaculado Corazón de María. Este mensaje venía con instrucciones claras. El principal de ellos fue la consagración de Rusia —sólo Rusia— por el Papa en unión con todos los obispos del mundo. [Pedido solemne en medio de una Teofanía Trinitaria a la Hna. Lucía, el 13 de junio de 1929] Este acto, junto con el establecimiento de la devoción de los Cinco Primeros Sábados, provocaría la conversión de Rusia y un período de paz para el mundo.

Más de un siglo después, esta consagración aún no se ha cumplido como se había solicitado. Si bien varios papas han hecho intentos parciales —incluido el más reciente del Papa Francisco en 2022—, ninguno ha cumplido las condiciones simples pero precisas establecidas por el Cielo. ¿El resultado? Sin paz, sin conversión y la continua propagación de la guerra, el caos y la confusión espiritual.

Ahora, en este momento de cambio histórico en la Iglesia, tenemos una oportunidad providencial.

El Papa León XIV ha inspirado esperanza y apertura entre los fieles.  [No entre nosotros, lamentablemente, que sabemos es una continuidad light de lo que se viene enseñando desde el Vaticano II y más recientemente con la “iglesia sinodal” de Francisco] Tiene la oportunidad de hacer lo que nadie antes que él ha hecho: cumplir finalmente la petición de Nuestra Señora y hacer descender las gracias prometidas al mundo.

Por eso les instamos a firmar nuestra petición, solicitando respetuosamente al Papa León XIV que realice la consagración plena, pública y colegiada de Rusia al Inmaculado Corazón de María, exactamente como lo describió Nuestra Señora de Fátima.

El estudioso de Fátima, Christopher Ferrara, afirmó claramente: “Aún no ha habido una consagración colegiada del Papa y los obispos juntos de Rusia —sólo Rusia— al Inmaculado Corazón”. Intentos como el de 2022 han consagrado “a la humanidad,” “a Ucrania,” e incluso “a nosotros mismos,” pero Nunca Rusia explícitamente y sola, según lo solicitado. Y ninguno se ha hecho en plena unión con los obispos del mundo, ni se han incluido los actos de reparación y promoción de los Cinco Primeros Sábados devoción, que Nuestra Señora insistió que eran partes esenciales del mensaje. [Es lo mismo que venimos diciendo en solitario desde hace tres años, contra la corriente conservadora que aceptó y aplaudió entusiasmada el acto de Francisco, con los resultados hoy a la vista].

El obispo Joseph Strickland y el obispo Bernard Fellay —junto con muchos líderes laicos, sacerdotes y eruditos— estuvieron de acuerdo: la consagración de 2022 no fue suficiente. Carecía de la claridad, el enfoque y la obediencia que el Cielo exige. [El obispo Fellay fue confuso, titubeante y apagado en su cometario de entonces, lo hemos señalado en un artículo de nuestro blog. Puede verse el enlace al pie de este artículo. No sabemos qué es lo que piensa hoy Mons. Fellay, porque de ese tema se habla cada vez menos en la FSSPX]

Y, sin embargo, el llamado sigue siendo claro: Dios todavía está esperando que la consagración se haga correctamente. Como Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía en 1931: “Lo harán, pero será tarde.” La petición del Cielo se cumplirá—pero ¿a qué costo si continuamos demorándonos?

El Papa León XIV representa un nuevo capítulo en la vida de la Iglesia. Ya están surgiendo señales de apertura al mensaje completo de Fátima. Incluso las conferencias episcopales que antes eran indiferentes ahora respaldan los Cinco primeros sábados de devoción—un desarrollo sorprendente y esperanzador. [Excelente de ser así. Por el momento no tenemos esas noticias]

Ahora es el momento de actuar. Con urgencia orante, debemos presentar nuestra súplica al Santo Padre. Como fieles laicos, es nuestro deber recordar con amor a nuestros pastores la sencilla petición del Cielo— y unirnos para pedir al Papa León XIV que logre el triunfo del Inmaculado Corazón de María.

Esta petición no trata de críticas, sino de caridad. No se trata de política, sino de obediencia. No se trata de nostalgia, sino de salvación.

Como explica David Rodríguez del Centro Fátima: “Una verdadera consagración podría completarse con una oración que dura menos de cinco minutos y puede realizarse de forma gratuita.” El costo es pequeño. La recompensa es inconmensurable: paz, conversión y una Iglesia renovada.

Por favor firme la petición y compártala con otros. Que el Papa León XIV sepa que los fieles están dispuestos a estar con él en obediencia a la voluntad de Dios.

El mundo gime bajo el peso de la guerra, el pecado y el error. Se nos ha dado un remedio. Es hora de usarlo.

Al final, Su Inmaculado Corazón triunfará. Ayudemos a acercar ese día. Firma la petición ahora.

La petición y el artículo en el siguiente enlace:

https://lifepetitions.com/petition/consecrate-russia?utm_source=www_home

 

ENTRADAS RELACIONADAS EN NUESTRO BLOG:

 

https://agendafatima.blogspot.com/2022/03/responde-la-consagracion-de-rusia-por.html

https://agendafatima.blogspot.com/2022/03/linea-media-conforme-y-acomodada-con-la.html

https://agendafatima.blogspot.com/2022/04/rusia-consagrada.html

https://agendafatima.blogspot.com/2022/04/falsificacion-de-fatima-i.html

https://agendafatima.blogspot.com/2022/04/falsificacion-de-fatima-ii.html

https://agendafatima.blogspot.com/2022/06/la-consagracion-realizada-por-francisco.html

https://agendafatima.blogspot.com/2022/11/que-es-una-consagracion.html

https://agendafatima.blogspot.com/2023/05/consagro-el-papa-francisco-rusia-como.html

https://agendafatima.blogspot.com/2023/05/13-de-mayo-de-2023-nuevo-fruto-de-la.html

https://agendafatima.blogspot.com/2023/08/rosario-por-la-consagracion-de-rusia-al.html

https://agendafatima.blogspot.com/2024/12/se-consagro-exactamente-rusia-maria.html

https://agendafatima.blogspot.com/2025/01/la-consagracion-de-rusia-al-inmaculado.html

https://agendafatima.blogspot.com/2025/05/dios-quiere-salvar-rusia-solo-traves-de.html

https://agendafatima.blogspot.com/2025/06/pasaron-96-anos.html

 

lunes, 16 de junio de 2025

SANTISIMA TRINIDAD

 


«Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todas las cosas que os he mandado. Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».

Mt. 28, 18-20

 

 

Amados hermanos:

El misterio de la Santísima Trinidad es base, centro y sublime cumbre de toda la vida cristiana. La subsistencia de tres personas, en la unidad de la naturaleza divina, es el fundamento del orden sobrenatural.

“Hay tres que dan testimonio en el Cielo, dice el apóstol S. Juan, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son una misma cosa. (I. 7.)

Como vemos, los Evangelios son por demás explícitos al manifestar este sublime misterio. Y en este Evangelio de hoy, el final de san Mateo, Nuestro Señor expone claramente varias cosas importantes, en pocas palabras: Él es Dios puesto que todo poder le ha sido dado en el cielo y en la tierra. Investido de ese poder lo comunica a sus Apóstoles, como sus únicos representantes. Luego, les comunica esa autoridad para que cumplan lo que les manda, para que enseñen a todo el mundo todo lo que Él les enseñó, su palabra, su ley, la doctrina del Padre. Y así enseñadas las gentes, habrán de ser bautizadas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Allí tenemos el fundamento de nuestra fe, el misterio más sublime, y la misión de la Iglesia, su razón de ser: hacer hijos de Dios, del Dios uno en tres personas, para que le den gloria eternamente.

Poco ecuménico o democrático resultó ser Nuestro Señor Jesucristo: no dice “id y dialogad con todo el mundo, da lo mismo creer o no creer”. No les dice que enseñen la libertad religiosa puesto que es bueno que haya una diversidad de religiones. No les dice, como dice el nuevo Catecismo promulgado por Juan Pablo II, que "El designio de salvación comprende también a los que reconocen al Creador. Entre ellos están, ante todo, los musulmanes, que profesan tener la fe de Abraham y adoran con nosotros al Dios único y misericordioso que juzgará a los hombres al fin del mundo" (CIC 841). Pero, ¿acaso los musulmanes adoran a la Trinidad? Y, sin embargo, el mismo Catecismo había citado antes al perfectamente ortodoxo Símbolo "Quicumque" atanasiano, que dice: "La fe católica es ésta: que veneremos un Dios en la Trinidad y la Trinidad en la unidad, no confundiendo las Personas, ni separando las substancias; una es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo; pero del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo una es la divinidad, igual la gloria, coeterna la majestad". Con lo cual vemos la típica contradicción liberal, que genera confusión, y luego de haber proclamado una verdad, astutamente introduce un error, destruyendo así la verdadera enseñanza divina que no puede ser contradictoria.

Nuestro Señor no podía ser más claro en sus palabras. Él no es liberal ni ecumenista, como dijo una vez Monseñor Lefebvre. Y sin embargo, como acabamos de ver, los herejes, liberales, modernistas dentro de la Iglesia han torcido sus palabras, las han desvirtuado o mejor dicho, las han “cancelado”, volviendo a los bautizados indiferentes a su fe y al destino eterno de sus almas y de sus prójimos. ¿Qué reacción ha habido, luego del Vaticano II? Casi nula, apenas la encabezada por Mons. Lefebvre y otros preclaros varones de Dios. Pero es con ellos, con los que continúan enseñando su palabra, su doctrina, rectamente, sin temor a denunciar los errores y a quienes los difunden, es con ellos con quienes Él sigue estando, como lo dice al final de este Evangelio: “Estaré con vosotros hasta el fin del mundo”. Con los otros, por lo tanto, no está. Pero porque ellos se han alejado de Él, lo abandonaron y enseñan una nueva religión que llaman “cristiana” pero que es más bien “mundana”.

Y bien, al mundo no le interesa la Santísima Trinidad, qué más da, ¡por eso es mundo! Pero, lo que nos ha llevado hasta esta situación gravísima en la Iglesia y el mundo entero, es ese abandono de los principios, de los fundamentos, esa traición a la doctrina, a la verdad y por lo tanto a la Trinidad, de los propios católicos. A los católicos les tiene sin cuidado la Santísima Trinidad, ¡por eso se han vuelto en masa liberales!

“El deber y la necesidad de la Iglesia es de confesar a Dios primero que nada –decía el cardenal Pie-. Es su deber. Como Cristo que la fundó y mandó, la Iglesia nació y no vive sino para dar testimonio de la verdad, y en primer lugar, de aquella en la cual todas las otras tienen su origen y su apoyo”. Y esto está condensado en el Credo o Símbolo de los Apóstoles.

Decía Pío XII: “La raíz de los males presentes y de sus funestas consecuencias no está, como en los tiempos anteriores al cristianismo o en las regiones paganas, en la invencible ignorancia de los destinos eternos del hombre o de los caminos reales para conseguirlos, sino más bien en la insensibilidad del espíritu, en la dejadez de la voluntad y en la frialdad de los corazones… El origen y persistencia de un estado general que no dudamos en llamar explosivo a cada instante, debe buscarse en la tibieza religiosa de tantos, en el bajo nivel moral de la vida pública y privada, en la sistemática obra de intoxicación llevada a cabo en las almas sencillas, a las que se propina el veneno después de haberlas narcotizado el sentido de la verdadera libertad”.

Este enemigo de la fe católica es el que ha suprimido a Dios de la sociedad, ya sea negándolo abiertamente, ya deformándolo, en todo caso, colocando al hombre en su lugar. ¡De eso se trata la nueva misa ecuménica, de reunirse en asamblea democrática y profana, evacuando el misterio de la cruz! Y hacemos mención de esto porque para muchos parece un tema menor, de poca importancia. Pero se equivocan. No hay nada que dé tanta gloria, una gloria infinita a la Santísima Trinidad, como el santo Sacrificio de la Misa. Es el acto supremo de amor de Nuestro Señor, derramando hasta la última gota de su sangre, acto al cual se une toda la Iglesia. Por eso haber inventado otra misa que no manifiesta claramente esta gloria debida a la Trinidad por el sacrificio propiciatorio y de alabanza, sino que lo diluye para acomodarse a los heréticos protestantes, ha sido la mayor afrenta posible contra Dios y contra el mandato que dio Nuestro Señor a sus discípulos. “El demonio no se engaña –dice Mons. Lefebvre- cuando lucha encarnizadamente por hacer desaparecer el sacrificio, pues sabe que ataca la obra de Nuestro Señor en su centro vital, y que toda forma de subestimar este sacrificio acarrea la ruina de todo el catolicismo en todos sus aspectos”.  Y decía luego el gran arzobispo: “La Santísima Trinidad corona todo el año litúrgico. Es, en efecto el gran misterio por el que se realizan todos los designios de Dios. De Ella procede todo y todo vuelve a Ella. Nada se explica, se comprende ni subsiste si la Santísima Trinidad, fuente inagotable y eterna de caridad en la Trinidad misma y fuera de ella”.

Y bien, entre tantas cosas desfiguradas o suprimidas en el Novus Ordo Missae, se encuentra también la palabra Trinidad. Las dos oraciones del Ordo Missae tradicional, “Suscipe Sancta Trinitas” y “Placeat tibi Sancta Trinitas” desaparecieron en el nuevo misal, al igual que el Prefacio, que fue conservado solamente para el día de la fiesta de la Santísima Trinidad, en lugar de rezarlo, como se hacía hasta la reforma y seguimos haciendo nosotros, todos los domingos del tiempo “durante el año”.

viernes, 13 de junio de 2025

PASARON 96 AÑOS…

 

…Y SIGUEN SIN OBEDECER EL PEDIDO DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

 


‘Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo Padre que haga, en unión con todos los Obispos del mundo, la Consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón; prometiendo salvarla por este medio.

Son tantos los pecadores que la justicia de Dios condena por pecados cometidos contra Mí, que vengo a pedir reparación. Sacrifícate por esta intención y reza’.

Tuy, 13 de junio de 1929.

“RUSIA SE CONVERTIRÁ”

 


Por FRERE FRANCOIS DE MARIE DES ANGES

Del libro “Fatima. Joie intime, événement mundial”, Abrégé de “Toute la verité sur Fatima”. Éditions de la Contre-Réforme Catholique, France, 1991.

[Comentarios nuestros entre corchetes]

 

Cuando en 1946 John Haffert le preguntó a Lucía si la conversión de Rusia seguiría ciertamente a la consagración de esa nación, la vidente declaró:
“Sí, eso es lo que prometió Nuestra Señora. Eso ocurrirá” (1). Del mismo modo, cuando el P. McGlynn quiso saber si la promesa de la conversión de Rusia era absoluta o condicional, Lucía respondió: «Al final», en el texto del Secreto, significa que es absoluta” (2). Y cuando el P. Alonso le preguntó sobre la palabra de Nuestro Señor: “El Papa consagrará Rusia, pero será tarde” (3), ella le indicó que: “La consagración de Rusia y también el triunfo final del Corazón Inmaculado de María que le seguirá son absolutamente ciertos y se realizarán a pesar de todos los obstáculos” (4).

Después de la aprobación oficial de la devoción reparadora de los primeros sábados de mes y de la consagración colegiada de Rusia, la Virgen de Fátima —que en 1917 provocó la caída del sol— realizará otro milagro inaudito: la conversión de Rusia. Y lo sabemos con absoluta certeza. ¡Qué promesa prodigiosa, que nos permite imaginar ya con precisión las maravillas del futuro triunfo de su Corazón Inmaculado! Rusia, esa nación actualmente poseída por Satanás [escrito poco antes de la caída del comunismo, en 1991. Nota del blog], se convertirá. ¡Qué consuelo, qué alivio, estar seguros de que los rusos, por tanto tiempo perseguidores de la Iglesia, cantarán pronto las alabanzas del dulce Corazón de María y le rendirán fervientes acciones de gracias!

El oscurecimiento y la pérdida de la fe, que hoy obstaculizan el cumplimiento de la consagración de Rusia en las condiciones pedidas por la Virgen, impiden de igual modo conservar la esperanza que de ella se deriva. Los teólogos conciliares no sueñan más que con una Rusia en la que la libertad religiosa y los derechos humanos sean respetados en una república democrática. ¡La idea de una libertad religiosa concedida por un poder leninista, hoy por Mijaíl Gorbachov [escrito en 1991. Nota del blog], es absolutamente ajena e incluso contraria al mensaje de Fátima! Porque si algunos textos parecen anunciar “el fin de la persecución” (5), esa expresión dista de ser exclusiva. Está rodeada de otras mucho más explícitas donde la Virgen nos asegura que Ella convertirá (6) a Rusia, que Ella la salvará (7). Cuando, en el gran Secreto, Nuestra Señora del Rosario promete solemnemente que Rusia se convertirá, anuncia que esa nación se volverá católica, es decir, que será liberada tanto del comunismo como de su cisma secular. Varios expertos en Fátima, influenciados por las doctrinas ecuménicas del Concilio Vaticano II, no quisieron admitirlo y llegaron a mutilar la promesa de Nuestra Señora. Por ejemplo, el P. Richard escribió: “Muchas veces, rusos que viven en Europa se han conmovido e incluso se han sentido heridos por esa pretensión de convertir Rusia, como si fuera un pueblo pagano, como si el cristianismo ruso necesitara ser autenticado como cristiano, como si incluso su sello cristiano debiera llevar el estampado romano” (8) ¿Qué perversa inversión ha transformado la voluntad enteramente misericordiosa de Nuestra Señora de «convertir Rusia» en una «pretensión» injuriosa y dolorosa? Habiendo pedido Nuestra Señora la consagración de Rusia al Papa y solo a los obispos católicos, es evidentemente a ellos a quienes Ella prometió convertirla: por lo tanto, no puede tratarse más que de una conversión a la única Iglesia verdadera, a la Iglesia una, santa, católica, apostólica y romana. «Lucía siempre pensó», señalaba por otra parte el P. Alonso, «que la conversión de Rusia no se entiende solamente como un regreso de los pueblos de Rusia a la religión cristiana-ortodoxa, rechazando el ateísmo marxista de los soviets, sino que se refiere simplemente y plenamente a la conversión total e integral mediante un retorno a la única y verdadera Iglesia católica romana». Esta nación será salvada de su cisma por la Mediación todopoderosa de Nuestra Señora, a petición de todos los obispos católicos obedientes a su jefe, ese Papa de Roma a quien los rusos se niegan, en su rebelión endurecida, a reconocer la primacía de jurisdicción universal propia del sucesor de Pedro. Cuando la Inmaculada Madre de Dios exorcice a Rusia, cuando la libere de los demonios que la poseen, derramará sobre esta pobre nación gracias sobreabundantes de conversión, y en el combate espiritual de los últimos tiempos entre la Virgen y Satanás, ya en curso, es evidente que las fuerzas demoníacas no abandonarán a este país desgraciado hasta que hayan sido completamente vencidas y expulsadas. Rusia se convertirá entonces en una gran nación católica, en sus dirigentes y en sus instituciones. Porque un gobierno nunca es neutro: trabaja siempre o en armonía con la Iglesia o, como la Bestia del Apocalipsis, contra ella y al servicio del Príncipe de este mundo. El poder político en Rusia dejará de ser anticristo solamente al volverse abiertamente católico. [En tanto que grandes pasos ha dado en ese último sentido, desde la asunción en el gobierno de Vladimir Putin, aún persisten las fuerzas quintacolumnistas liberales anticristianas dentro de Rusia. Nota del blog]

El gran milagro prometido no carece de precedentes históricos que nos permitan, de manera analógica, entrever al menos su posibilidad divina.

viernes, 30 de mayo de 2025

RUSIA, VASO DE ELECCIÓN

 


Del mayor perseguidor de la Iglesia a instrumento en las manos de Nuestra Señora

 

Por JAMES HANISCH

 

Marx y Lenin son malos guías para la verdadera naturaleza del comunismo. Como bien lo demuestra el erudito en Fátima, Frère Michel de la Sainte Trinité, en su monumental obra La verdad sobre Fátima, podemos aprender mucho mejor de la historia misma que de sus textos confusos y mentirosos sobre el propósito de la Revolución Rusa. Pero Frère Michel señala una línea de los delirios de Lenin que ha demostrado ser absolutamente cierta: a saber, su afirmación apocalíptica de que no hay fuerza en el mundo que pueda impedir que los bolcheviques logren su objetivo de una Revolución Socialista Mundial. [1] Esa diabólica jactancia no es más que otra forma de expresar la admonición de Nuestra Señora del Rosario en Fátima: «Solo yo puedo ayudarte».

El hermano Michel explica:

Desde 1917, hemos presenciado un verdadero drama apocalíptico, un drama sin precedentes en la historia de la humanidad. Nunca las fuerzas del mal se habían desatado con tanta fuerza, sin encontrar nada capaz de oponérseles. La otra cara del drama, y ​​el hecho más asombroso del siglo, es que todo Occidente (y en gran medida la propia Iglesia…) se negaron obstinadamente a admitir estas dos realidades que les saltaban a la vista: el comunismo hoy es el instrumento de la dominación satánica, y si no encuentra obstáculos, pronto amenazará con extenderse a todo el planeta. Porque, aunque la Rusia bolchevique se convirtió en un espantoso «escaparate del infierno», la ceguera de Occidente es tan grande que las predicciones de Lenin se están cumpliendo al pie de la letra: el comunismo seduce a todas las naciones antes de someterlas implacablemente a la servidumbre. [2]

Solo el Cielo, insiste, puede detener esa “siniestra conflagración que, de lo contrario, poco a poco, devastará a todas las naciones”. [3] La intervención del Cielo solo se producirá mediante el acto definitivo de reparación al Inmaculado Corazón de María solicitado por Nuestra Señora de Fátima, la Consagración de Rusia, pues la conversión de Rusia no puede lograrse por ningún otro medio. Como Nuestra Señora le dijo a Sor Lucía en 1952 (para disipar la confusión en torno a la consagración del mundo por parte del Papa Pío XII [4] ): “Hazle saber al Santo Padre que aún espero la Consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón. Sin esa Consagración, Rusia no podrá convertirse, ni el mundo podrá tener paz”. [5]

En 1929, el Cielo estaba preparado para poner fin al Terror Ruso. La hora —el momento— había llegado, dijo Nuestra Señora, tan ansiosa estaba por liberar a la «pobre Rusia» de la posesión diabólica y los horrores infernales a los que ya había estado sometida durante doce años, y por detener la propagación de sus errores por el mundo. Mediante la conversión de Rusia, se eliminaría el impulso de la irresistible expansión del comunismo.

¿Pero eso es todo? ¿Se eliminaría la influencia de Rusia, no se redirigiría?

Como explicó el Padre Gruner en innumerables ocasiones, el papel que le corresponde a Rusia en el triunfo venidero de Nuestra Señora es sumamente privilegiado. Una vez que el Papa y los obispos católicos hayan consagrado debidamente a Rusia al servicio de Nuestra Señora, Ella la convertirá y la utilizará como instrumento en sus manos para establecer la verdadera fe y la devoción a su Inmaculado Corazón en todo el mundo.

El Padre Gruner dedicó gran atención a este hecho en sus charlas y escritos, pero la idea no fue original suya. En una sección de Toda la Verdad sobre Fátima titulada “Un Gran Diseño de Misericordia: La Salvación de la Cristiandad mediante la Conversión de Rusia”, [6] el Hermano Michel establece estrechos paralelismos entre Rusia y San Pablo en cuanto a que ambos fueron elegidos por Dios para el apostolado de las naciones. El Hermano Michel explica el papel de Rusia preguntando retóricamente sobre la caída de Rusia en 1917 ante las fuerzas anticristo de la judeo-masonería y su cómplice, el bolchevismo estalinista: “¿No permitió Dios que este desencadenamiento del mal hiciera de esta nación, como hizo con Saulo, el perseguidor que asoló la Iglesia, un 'vaso de misericordia'?” [7]

Más adelante en esta misma discusión, enfatizando de nuevo el mismo paralelismo entre Rusia y San Pablo —ya que ambos pasan de ser un perseguidor desorientado, incluso enloquecido, de la Iglesia a ser su mayor apóstol—, el Hermano Michel afirma que Dios, en efecto, ha ordenado tal papel para Rusia. Debe ser elevada a este exaltado propósito, sirviendo instrumentalmente para establecer el triunfo universal de Nuestra Señora: «Dios no quiere abandonarla a la perdición, sino, por el contrario, hacer de ella un 'vaso de misericordia', levantándola de nuevo y encendiendo su llama una vez más en la casa de la unidad romana, para el triunfo universal del Inmaculado Corazón de María». [8]

El Hermano Michel no cita ninguna fuente para este punto, como cabría esperar si hubiera provenido explícitamente de la Hermana Lucía o del Padre Alonso, archivista oficial de todos los documentos relacionados con Fátima durante 16 años. Por lo tanto, es posible que fuera original del Hermano Michel. Sin embargo, el Padre Gruner encontró mucho en su apoyo y buenas razones para explicárselo a los devotos de Nuestra Señora.

En primer lugar, el surgimiento de Rusia como el mayor perseguidor de la Iglesia en nuestro tiempo queda claramente establecido por la Hermana Lucía como un elemento del Mensaje de Fátima. En su famosa entrevista con el P. Agustín Fuentes en diciembre de 1957, dijo: «Dígales, Padre, que muchas veces la Santísima Virgen les dijo a mis primos Francisco y Jacinta, así como a mí, que muchas naciones desaparecerán de la faz de la tierra. Dijo que Rusia será el instrumento de castigo elegido por el Cielo para castigar al mundo entero si no logramos antes la conversión de esa pobre nación».

Y en sus Memorias, Lucía relata la descripción de Nuestra Señora de cómo se concretará ese castigo: “[Dios] está a punto de castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre y las persecuciones de la Iglesia y del Santo Padre”. Así, el comunismo de raíces rusas ha sido la fuente última no sólo de las guerras que han plagado el siglo pasado, sino también de las persecuciones que han reducido a la Iglesia a su actual condición lamentable.

Además, el paralelismo con la conversión de San Pablo, del más virulento perseguidor de la Iglesia a su mayor apóstol, lo sugiere con fuerza el propio Cielo. «No en vano», señaló el Padre Gruner, «Nuestra Señora dio su Gran Señal en 1938, de que la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de estallar, el 25 de enero, festividad de la Conversión de San Pablo». [9]

La Sagrada Escritura nos dice que Saulo se había enfurecido contra la secta cristiana hasta la locura cuando Nuestro Señor intervino para detener su frenesí asesino con una gracia milagrosa que produjo su repentina y completa conversión. Como Nuestro Señor explicó posteriormente al profeta Ananías, Saulo era un instrumento de elección, a quien había escogido para dar testimonio de Él en todo el mundo, para que todos los hombres se convirtieran del poder del diablo a Dios.

De la misma manera, Rusia será convertida milagrosamente por Nuestra Señora al ser debidamente consagrada a Su Inmaculado Corazón. «Y la conversión de Rusia a la fe católica», añade el padre Gruner, «será el instrumento por el cual el mundo entero se convertirá a la fe católica». Mediante su Consagración a Su Inmaculado Corazón, Nuestra Señora rescatará a Rusia del servicio del diablo, quien sacrílegamente se apoderó de esa nación, otrora católica, para convertirla en sede y centro de control de la Revolución Socialista Mundial, una campaña organizada y militante para expulsar a Dios de todos los niveles de la sociedad humana en todo el mundo. Ella hará suya esa nación, tras haber sido consagrada con autoridad a Su servicio por la jerarquía de la Iglesia, y se convertirá en un motor de evangelización para que el mundo entero se convierta a la verdadera fe a través de ella.

Este punto también se evidencia en que Nuestra Señora de Fátima pidió la Consagración de Rusia, no solo su exorcismo. El primer efecto de su Consagración será el de un exorcismo, liberándola de los diversos errores e "ismos" diabólicos que se importaron allí, para que Rusia, como nación (tanto individualmente como con todas sus instituciones), se convierta completamente. Pero el efecto principal y propio de la Consagración será ennoblecer y dedicar esa nación a un propósito sagrado, apartándola para el servicio especial del Inmaculado Corazón de María. [10] Cuando Rusia haya sido así puesta en manos de Nuestra Señora como su instrumento y posesión especial, Ella la usará para vencer (como las llamó el Padre Gruner) a las bestias demoníacas y humanas del mundo que luchan contra Dios.

Finalmente, el Padre Gruner vio este papel especial para el cual Rusia ha sido elegida por Nuestra Señora, representado en una de las visiones proféticas o "sueños" de San Juan Bosco. [11] Según lo relató el Padre, en este sueño vemos que los ejércitos rusos invadirán Occidente. San Juan Bosco los vio marchar hacia Europa, por así decirlo, bajo un estandarte negro, llegando no como amigos, sino como un castigo de Dios sobre las naciones culpables del mundo. Pero mientras estén en Francia, su estandarte cambiará de negro a blanco. Ese es el momento en que Rusia será consagrada y luego convertida milagrosamente por Nuestra Señora. En ese momento, los ejércitos rusos permanecerán en Francia y Europa Occidental, ya no como enemigos, sino para defender a Europa de los invasores del Sur. San Juan Bosco resumió así su sueño: "La salvación viene del Norte; el peligro viene del Sur" (lo que significa que los rusos convertidos salvarán a Europa derrotando a las hordas islámicas). [12]

Hoy en día, toda nación necesita la conversión, como lo demuestran las oraciones que Nuestro Señor enseñó a Lucía en Rianjo, España, que imploran al Inmaculado Corazón de María por la conversión del mundo entero. Que Rusia haya sido especialmente elegida por Dios y designada para la consagración no es una condena, sino un honor que indica el alto propósito al que Dios ha destinado a esa nación al servicio de Nuestra Señora. El Padre Gruner comprendió acertadamente que la Consagración de Rusia la capacitará para desempeñar ese papel fundamental en el venidero triunfo del Inmaculado Corazón de María.


NOTAS FINALES:

[1] Cfr . Lenin, Sur la grande révolution socialiste d'Octobre, 1917-1977 , págs. 15, 34; citado en Frère Michel, Toda la verdad sobre Fátima , vol. II, pág. 459.

[2] TWTAF, loc. cit.

[3] Op. cit ., pág. 461.

[4] Cabe destacar que las palabras de Nuestra Señora siguen vigentes, incluso hoy en día. El acto del Papa Juan Pablo II del 25 de marzo de 1984 fue simplemente una renovación de la consagración del mundo realizada por Pío XII el 31 de octubre de 1942, mientras que Sor Lucía insistió repetidamente en que Rusia debía «aparecer claramente como el único objeto de la Consagración» porque Dios quiere «la Consagración de Rusia, y solo de Rusia, sin ninguna adición». De igual manera, el acto de Francisco del 25 de marzo de 2022 fue una consagración del propio celebrante en primer lugar, mencionado en plural, junto con toda la Iglesia y toda la humanidad, a la que añadió una mención especial de Rusia y Ucrania, y finalmente incluso del futuro, las necesidades, expectativas, ansiedades y esperanzas de todos en el mundo:

“Por tanto, Madre de Dios y Madre nuestra, a tu Inmaculado Corazón nos encomendamos y consagramos solemnemente, a la Iglesia y a toda la humanidad, especialmente a Rusia y Ucrania. Acepta este acto que realizamos con confianza y amor. Concede que la guerra cese y la paz se extienda por todo el mundo. El «Fiat» que brotó de tu corazón abrió las puertas de la historia al Príncipe de la Paz. Confiamos en que, a través de tu corazón, la paz amanezca de nuevo. A ti consagramos el futuro de toda la familia humana, las necesidades y expectativas de cada pueblo, las angustias y esperanzas del mundo”.

También faltó la participación de todos los obispos católicos del mundo y la orden formal del Papa para su participación, convirtiéndola en un acto público de obediencia. Sin embargo, lo peor de todo fue la inclusión de una invocación a la "tierra del Cielo", una expresión ambigua a veces asociada con el culto a la Pachamama.

[5] Informado en la publicación de los obispos italianos, Il pellegrinaggio delle meraviglie , 1960, p. 440. Cfr . Frère Michel, Toda la verdad sobre Fátima, vol. III, pág. 327.

[6] Volumen II, a partir de la página 441.

[7] op. cit ., vol. II, pág. 472.

[8] Ibíd. , págs. 478-479. El Padre Gruner explica este tema con mucha mayor amplitud que el Hermano Michel, pero conviene destacar aquí el testimonio de este último. Troleadores de internet y blogueros católicos han atacado al Padre Gruner por este punto, alegando que se trata de un error peligroso ajeno al Mensaje de Fátima. Esta perspectiva errónea no tiene en cuenta el significado del término «consagración». Ciertamente, en su actual estado no consagrado, Rusia no puede ser un instrumento de salvación, pero eso cambiará drásticamente una vez que esté debidamente consagrada al Inmaculado Corazón de María, como manda el Cielo.

[9] Discurso de la Conferencia de Roma de 2010, “La necesidad actual de la consagración de Rusia”, 41:02. Véase https://www.youtube.com/watch?v=D1k5-JXtNQQ&t=2651s

[10] «Consagrar» se define como separar una cosa o persona de un uso común y profano para dedicarla a uno sagrado, o dedicarla al servicio de Dios. Si Rusia está realmente consagrada y pertenece a Nuestra Señora, entonces, por supuesto, la usará como instrumento para el bien.

[11] La del 5 de enero de 1870, en la que se ve a soldados rusos ocupando Francia. Dado que esto no ha ocurrido desde 1814, durante las Guerras Napoleónicas, esta profecía debe referirse a un acontecimiento futuro.

[12] Cf. Discurso de la Conferencia de la India de 2008: «El Mensaje de Fátima impone una obligación a la Iglesia», 46:10. Véase https://www.youtube.com/watch?v=hXqq5XG7Jp4

 

https://fatima.org/news-views/russia-a-vessel-of-election/

 

viernes, 23 de mayo de 2025

DIOS QUIERE SALVAR A RUSIA SÓLO A TRAVÉS DE UN ACTO DE FE ABSOLUTAMENTE SOBRENATURAL DEL PAPA

 



Por P. GERARD MURA

De su libro Fátima, Roma, Moscú. La consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María aún está pendiente. AMF Santiago de Chile, 2005.

 

No cabe duda que el Papa Juan Pablo II tenía buena voluntad cuando, después del atentado, intentó obedecer a la Virgen de Fátima. Se puede considerar como signo el hecho que cada mañana haya renovado la consagración al Corazón Inmaculado de María. Sin embargo, por la oposición entre Fátima y la teología progresista, hoy en día omnipresente, no ha podido realizar la consagración tal como el Cielo lo ha pedido expresamente. Esta teología determina en medida variable el pensamiento de los laicos "emancipados", el pensamiento de la Jerarquía eclesiástica y de las autoridades vaticanas, y no deja de afectar el del mismo Papa. Juan Pablo II afirma que se ha efectuado cuanto era posible -considerando las circunstancias-, ¡y que por ende el Cielo ha aceptado la consagración! A estas "circunstancias" pertenece, sin embargo, el pensamiento, marcado por el progresismo, que domina en la actualidad a la Iglesia y según el cual se piensa tan humanamente y tan poco sobrenaturalmente. Y este progresismo no manifestará comprensión ante una solemne consagración que atropelle tan abiertamente las reglas de la diplomacia.

Se puede objetar: es verdad, se ha hecho todo lo que era posible en la perspectiva humanista, diplomática y progresista. Sin embargo, Dios quiere, como dejaremos en claro a través del acto de esta consagración, vencer justamente la actitud humanista, diplomática y progresista de la Iglesia, para lograr un acto de fe realmente sobrenatural ("sobrehumanista") de la jerarquía, y este deseo, el Cielo lo ha reforzado con la promesa de abundantes milagros.

Con todo, quedará de manifiesto que Dios aparentemente ha aceptado la consagración de Juan Pablo II, pero no como la consagración específica de Rusia, sino como consagración del mundo, tal como la de Pío XII. Veremos que con el acto de esta consagración, probablemente se conjuró el peligro de una Tercera Guerra Mundial gracias a una intervención del Cielo.

Recapitulando lo ya expuesto resulta que:

 

---Para salvar al pueblo ruso, que se encuentra desde hace mucho tiempo en cisma con la Iglesia Católica y que, en el siglo XX, ha caído en el comunismo ateo, el Cielo pide un acto de Fe sobrenatural de parte del Papa. Rusia debe ser salvada, no solamente por los esfuerzos naturales del Papa, sino por un acto de Fe del Santo Padre de tal magnitud, que logre sobrepasar los falsos criterios diplomáticos y refutar el omnipresente modo de pensar progresista, solo así, se podrá efectuar debidamente la consagración.

---Dios quiere precisamente ahora un acto de Fe de la Jerarquía de la Iglesia, ya que la desintegración de la Fe ha surgido de una desmesurada admiración por los éxitos naturales logrados en el manejo del mundo moderno y sus posibilidades, y además, porque la actual crisis de Fe partió desde la mismísima Jerarquía.

---Dios quiere destacar también en contra del concepto de la democrática teología del Pueblo de Dios, que la gracia divina es algo sobrenatural y que llega a los hombres exclusivamente desde arriba, es decir, desde El, y a través de la Jerarquía eclesiástica.

 

Así, la consagración de Rusia, evidentemente, no sólo encamina a la conversión de este pueblo; más bien, y a pesar de su modesta apariencia, será un verdadero medio de sanación para la crisis interna de la Iglesia, que es una grave crisis de Fe. El Papa, o permanece en el progresismo y rechaza hacer la consagración tal como la pide el Cielo: o bien, efectúa la consagración rechazando claramente con ello el progresismo. No parece existir otra posibilidad. Los frutos provenientes de la consagración serán, según la promesa del Cielo, magníficamente coronados por una intervención diáfana de la Bienaventurada Virgen María: "Pero, finalmente, mi Corazón Inmaculado triunfará". Dios quiere salvar al mundo de hoy a través del Corazón Inmaculado de María, y a través de un verdadero acto de Fe de la Jerarquía Católica”.

 

miércoles, 12 de marzo de 2025

REEDICIÓN: “FÁTIMA Y RUSIA”

 


Presentamos a nuestros lectores una reedición de nuestro libro “FÁTIMA Y RUSIA”, en versión corregida y en un solo tomo (776 págs.) toda la obra.

El libro se consigue en Amazon.

Reseña:

“¿Qué hacer?” Esta es la pregunta que se hace el hombre sensato y despierto ante el vértigo de estos tiempos atribulados, turbulentos y confusos que, especialmente desde la aparición de la "pandemia" de Covid-19, parece haberse acelerado, amenazándonos con una catástrofe como nunca antes ha sufrido el mundo. Una tiranía mundial se cierne y la posibilidad de una guerra mundial no parece remota. ¿Qué hacer cuando todo parece perdido?

Pues bien, el Cielo ya nos ha dado la respuesta, pero los hombres siguen ignorándola, desdeñándola o, los pocos que saben el compromiso que significa, ocultándola. Estamos hablando de las apariciones y el mensaje de la Virgen en Fátima.

Los revolucionarios comunistas –con Lenin en primer lugar- se vieron interpelados y estimulados cuando leyeron una novela llamada “¿Qué hacer?” (Chernyshevski, 1864). Sin dudas ellos tomaron muy en serio las elucubraciones ideológicas fruto del orgullo, a impulsos del diablo que los conminaba a comprometerse en un camino de odio y violencia en un horizonte revolucionario. Pero, ¿qué pasa con los hombres de fe, que no se sienten llamados a pelear, cuando se les ha advertido de lo que ocurriría por anticipado, en caso de no seguir el camino por Dios trazado?

Sí, el Corazón Inmaculado de María triunfará, Rusia será consagrada y se convertirá, pero eso no será sin un costo, no será sin antes afrontar las gravísimas consecuencias de las propias negligencias de los cristianos, porque no se ha respondido al llamado de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. En eso estamos, pero podemos acelerar este triunfo, si hacemos lo que la Virgen nos ha demandado.

Globalismo, sionismo, masonería, conjuración anticristiana y crisis de la Iglesia: cóctel mortífero de la Contra-Iglesia luciferiana. “Fátima y Rusia”, aporta muy abundante documentación y testimonios nunca antes reunidos en un libro, para ofrecer al lector un panorama muy amplio de cómo hemos llegado hasta aquí, y de lo que podemos esperar en los tiempos que vienen. Historia y Profecía se encuentran e iluminan nuestros pasos. No podemos, como Pilatos, seguir lavándonos las manos, no si conocemos el mensaje de Fátima. Poseemos la Esperanza que no defrauda: en el Corazón Inmaculado.

“¿Qué hacer?” fue un libro que, como afirmó Lenin, creó centenares de revolucionarios. De nuestra parte, ¿será posible que este libro despierte siquiera algunos cristianos, ávidos de militar bajo el estandarte del Corazón Inmaculado y combatir por el Reino del Sagrado Corazón de Jesús, contra las fuerzas del Infierno que se han desatado? El lector es parte de la respuesta.

 

martes, 14 de enero de 2025

LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA SERÁ EL SIGNO DE LA ADHESIÓN DE ROMA A LA VERDADERA FE

 


Breve extracto de libro de Gérard Mura Fátima-Roma-Moscú, la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María.

Este pasaje pone de relieve la incompatibilidad radical entre la petición de la Santísima Virgen y las falsas opiniones teológicas combinadas con la Ospolitik de la Roma conciliar actual.

La consagración de Rusia presupone el retorno de Roma. El día en que se cumpla exactamente como lo pidió la Virgen, podremos creer que Roma se ha convertido: «Simón, Simón, he aquí que Satanás te ha llamado para cribarte como el trigo. He rezado por ti, para que tu fe no desfallezca. Cuando hayas vuelto (conversus), confirma a tus hermanos» (Lc 22, 31-32).

Le Sel de la terre Nº 36, Printemps 2001.


 

La consagración, entendida como una condena del comunismo

 y de la Ostpolitik

 

Mirando hacia atrás en el tiempo, es posible ver en la consagración solicitada una estigmatización de las falsas opiniones teológicas y de los errores de la diplomacia vaticana respecto a la actitud de los últimos Papas hacia el comunismo. Una medida tan universal y solemne por parte de la autoridad de la Iglesia contra el comunismo ruso, como implica la consagración solicitada, representa una condena inequívoca del comunismo. Este es ya el primer efecto de la consagración. El comunismo ateo ha sido señalado al mundo como el problema número uno a escala global, un problema que ya no puede ser resuelto por medios humanos. [Nota de Agenda Fátima: Si bien el comunismo ya no vige en Rusia, el acto de consagración en sí es una condenación del comunismo, que hoy puede ser llamado “Globalismo” o “Nuevo Orden Mundial anticristiano”, del cual vimos un ensayo estremecedor en los casi tres años de confinamiento “sanitario”. Pero todos los papas conciliares han promovido un gobierno mundial, que no es el de Cristo Rey y la preeminencia de su única Iglesia]

El Concilio Vaticano II rechazó tal condena. Este rechazo se hizo evidente cuando la petición de una condena formal del comunismo, firmada por 450 padres, desapareció en las mazmorras vaticanas. Esto explica por qué los papas, desde el Concilio, no han llevado a cabo la consagración. [Nota Agenda Fátima: Y caído el comunismo soviético, sólo una manera de llevar a cabo el comunismo, los conciliares encontraron un mayor motivo para negarse a realizar la consagración tal como la pidió Nuestra Señora]

La consagración de Rusia es incompatible con toda tentativa de Ostpolitik vaticana que se quisiera como una tentativa de resolución del problema comunista con medios diplomáticos.

La consagración es incompatible con cualquier intento puramente natural y humano de paz mundial. Se opone a las soluciones de los grandes problemas mundiales que se basarían únicamente en la buena voluntad de los hombres y en los medios diplomáticos ignorando a Nuestro Señor Jesucristo y la acción sobrenatural de Dios en el mundo. [Nota Agenda Fátima: Es por eso que se anuncia una paz entre Rusia y Ucrania mediada por el presidente USA Trump, que no dará resultado duradero, pues no hay otro camino a la paz sino regresar a Dios, y los hombres de hoy son todos, con sus variantes, liberales, por no hablar de las autoridades de la Iglesia].

 

La consagración presupone una teología de un verdadero

 retorno a la fe de la Iglesia

 

El alcance de la consagración, y lo que también la hace tan difícil, es el hecho de que presupone necesariamente ciertas opiniones teológicas y se opone a otras. En este caso, se trata del caballo de batalla de la teología progresista, a saber, el ecumenismo.

A. La consagración de Rusia y la conversión prometida presuponen una teología de unión con las Iglesias orientales. Esto significa que el objetivo de las relaciones con las Iglesias orientales es su retorno al redil de la Iglesia católica. Y aquí es donde radica el problema, ya que la política actual de la Iglesia, imbuida de un falso ecumenismo, es lo contrario de esta actitud. La unión ecuménica que se busca hoy reconoce en la Iglesia ortodoxa una «Iglesia hermana», no buscando su retorno a la Iglesia romana, [sino] que al contrario, anima a los uniatas a unirse a Moscú. Volveremos sobre eso más adelante.

El Papa Juan Pablo II abandonó a los católicos uniatas, especialmente a la Iglesia ucraniana. Esto está muy claro en el documento firmado en Balamand, que fue elogiado por el Papa.

B. La devoción al Inmaculado Corazón de María, tal como es pedida en la consagración de Rusia, es fundamentalmente antiecuménica. No agrada ni a los protestantes ni a los ortodoxos, porque sólo se ha desarrollado en la Iglesia en los últimos siglos. La unión que hoy se busca con los cismáticos y herejes se basa en unos pocos denominadores comunes, negando en el proceso todas las verdades específicamente católicas.

El Cielo prometió la unión con los ortodoxos, insinuando incluso el regreso de otros herejes (siempre mediante la consagración). Pero el medio designado por el Cielo presupone poner en evidencia estas verdades, que ninguna comunidad cismática o herética acepta, verdades que no son cláusulas accidentales de la fe, sino verdades importantes y sobrenaturalmente fecundas: la devoción al Corazón Inmaculado de María y al Sagrado Corazón de Jesús, el primado de jurisdicción del Papa, la Inmaculada Concepción, la mediación universal de gracias y la corredención de María; éstas son las verdades connotadas por el acto de consagración de Rusia. Este es también el catálogo de las verdades específicas de la Iglesia Católica Romana.

El pedido de consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María y sus presupuestos teológicos nos revelan el antídoto perfecto dado por el cielo contra el ecumenismo, antídoto al que van unidas muchas promesas, sobre todo la de una posible y rápida «reunificación» de la Iglesia.

Mientras la jerarquía eclesiástica siga impregnada de modernismo y no esté dispuesta a volver a la verdadera fe, es imposible que cumpla hasta el final las exigencias del Cielo.

[Fin del extracto del libro Fátima-Roma-Moscú, del Padre Mura, página VII].

  

“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”

  “ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”           Por FLAVIO MATEOS   El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...