Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

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martes, 17 de octubre de 2023

LA CLARIDAD DE IDEAS

 


Por GIL DE LA PISA

 

Me comentaba un nuevo y joven lector que le había llamado la atención la frecuente alusión en mis escritos a la “claridad de ideas”… Mi respuesta  fue  inmediata, rotunda y de elogio por haber captado rápidamente cual ha sido siempre la columna vertebral de mi larga guerra contra la Sinagoga de Satanás,  de  casi ochenta años. Lucifer -como nos lo explica muy bien el capitán Ignacio de Loyola, herido en la defensa de Pamplona-, ataca siempre al hombre en la niebla y el humo, lo que dificulta mucho la visión del ataque. Soy un “fan” acérrimo de “sus” Ejercicios Espirituales porque son el mejor instrumento conocido de “clarificación de las ideas”.

Precisamente, publiqué mi primer libro “ESTO VIR”—impulsado por la convicción  de que es necesario llenar de practicantes las “casas de ejercicios espirituales—pues, a mi entender,  no hay mejor  regalo para un amigo que convencerle de lo maravilloso y necesario que resulta encerrarse, cuanto antes, y de ese modo enfrentarse con uno  mismo en presencia del Divino Maestro. Me apena ver cómo tantos amigos desaprovechan uno de los mayores tesoros de la vida de un hombre. Pueden estar seguros de que no exagero. Sé de qué hablo, he hecho en torno a sesenta tandas. Me lo agradecerían toda la vida si me hicieran caso.

No tengo la menor duda de que el hombre que no tiene las ideas claras malgasta su vida sin enterarse. Por supuesto para que me den la razón es preciso conocer que entiendo por “tener las ideas claras”.

La expresión sugiere la existencia de una comparación con otras ideas que son confusas. Tener las ideas claras supone desechar otras sin gran sentido. Nuestra mente recibe constantemente abundante información pero no toda es aprovechable ni nos ayuda a elegir el mejor camino. Tenemos que decidir ininterrumpida e incesantemente, cuáles de esos impactos son buenos para nosotros ya que de la elección que hagamos depende nuestro acierto o nuestra equivocación en el aprovechamiento de la vida.

¿Cuáles son los cimientos de una buena elección? A mi entender sólo hay uno y es la claridad de ideas: La capacidad para entender el origen de tu existencia y la razón de la misma.

Mi larga vida -y mis amplísimas experiencias consecuencia de los años-,  junto con el interés, desde que fui capaz de razonar, por intentar comprender todo cuanto veo y sucede y el don impagable de unos excelentes maestros, me han convencido de lo que yo llamaría “razón de la existencia humana” y es simplemente,  la armadura, el esqueleto, la estructura  de tu existencia, de la mía y la de cualquier ser humano, y que se puede resumir en un párrafo no muy extenso: “El hombre fue creado por Dios para gozar a su lado de una felicidad eterna, previo el aprobado -con su ayuda- de una prueba”.

No creo que sea una noticia nueva para ti porque en España  -por ahora—es aún de común conocimiento para la inmensa mayoría de los ciudadanos no inmigrantes, la teoría católica. Ahora bien, también es cierto que semejante cognición es más bien estéril  pues, a la inmensa mayoría,  les resbala e influye poco o nada en su vida y en su razonar.

Precisamente esa realidad ha sido el motor que me ha movido a intentar cambiarla empujando a mis amigos y a cuantos puedo llegar a la práctica de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, obra genial que, durante cuatrocientos años, ha  vitalizado la Iglesia Católica. No entiendo cómo la Jerarquía busca descubrir la sopa de ajo, cuando tiene probado y a mano el  plato más exquisito.

Lo he denunciado siempre que he tenido ocasión: considero una traición a nuestra santa Madre la Iglesia, la desaparición de las “Misiones parroquiales” y el arrinconamiento de los “Ejercicios Espirituales ignacianos”. La razón de esta denuncia es muy simple: ambas prácticas son los mejores métodos para “clarificar las ideas”.

La meditación de las postrimerías iluminan las mentes como el sol del mediodía. Es un método excelente la claridad de ideas para no malgastar tu vida.

Para tener claridad de ideas no hay nada mejor que conocer el porqué y el para qué estás en esta vida. Este conocimiento te permite aprovechar mejor tu tiempo. Si haces un viaje a Japón para buscar la última palabra de una técnica empresarial y, una vez allí,  te dedicas a presenciar combates de artes marciales olvidando el motivo de tu viaje… ¿cómo te calificarías a ti mismo? Lo menos feo sería considerarte un estúpido. ¿Qué pensarás de ti,-cuando veas que la vida se te acabe-  si te fue regalada para conocer a Dios, amarle y servirle al comprobar que te has olvidado por completo de Él y de la razón de tu existencia?

Tenemos ya  en el año de gracia 2023, todo lo necesario para disfrutar de la vida, muy lejos de lo poco que, en comparación, tuvieron nuestros antepasados,…  pero ellos fueron más felices porque conocían mejor la razón de su existencia: ¡Tenían las ideas más claras!

 

FUENTE:https://ntvespana.com/17/10/2023/la-claridad-de-ideas-por-gil-de-la-pisa-antolin/


lunes, 31 de julio de 2023

miércoles, 8 de marzo de 2023

UNIDAD CATÓLICA Y NUEVO ORDEN MUNDIAL

 


Por GIL DE LA PISA ANTOLÍN

 

Lo que parecía difícil , o sea, encontrar el modo de suplir la desaparición de la revista “Siempre p’alante” que, bajo la dirección del querido y admirado don José Ignacio Dallo –el sacerdote navarro víctima de la indignidad  de los obispos de Pamplona durante cuatro décadas, por oponerse a la ineficaz “absolución colectiva” que ha inutilizado  los confesionarios, — contribuyó a la difusión de la buena doctrina y del amor España desde principio de los años ochenta, ha tenido un final feliz, con la aparición de la nueva publicación “Unidad Católica”. Gracias al interés de los antiguos colaboradores y al indudable espíritu de servicio de algunos, representados por el Director de la misma, D. Pablo Gasco de la Rocha y al administrador D. José Mª Beperet. Es el momento de felicitarnos todos –lectores, colaboradores, gestores…—cuando ya llevamos un año y varios meses disfrutando de su llegada puntual a nuestros hogares.

La guerra de los católicos y de los españoles que sienten el orgullo de serlo, en defensa de sus valores, se ha convertido en una “lucha de guerrilleros” contra el Ejército del Mal. Y es que los traidores –infiltrados en la dirección del Ejército del Bien– impidieron el presentar batalla por lo que el campo quedó libre al enemigo. Evidentemente Dios, “que dirige los acontecimientos”, ha promovido ese modo de batallar “individualmente o por pequeños grupos” de verdaderos creyentes en su Religión y en su Patria.  No somos muchos, pero sí damos la cara; en cierto modo los mantenemos a raya y nos respetan.

Haré a continuación algunas reflexiones necesarias a propósito del tema. La primera es que tanto los libros del Antiguo Testamento, como los Evangelios y demás textos sagrados del Nuevo, dejan muy claro que “la vida es milicia”. Sí, ya sé que está de moda predicar la “paz” y estoy de acuerdo en que es querida por Dios –y Él siempre nos la da y nos invita a fomentarla y repartirla–, pero esa actitud no está reñida con la obligación de luchar contra la Sinagoga de Satanás y sus lacayos.  A Lucifer, el divino Maestro, lo define clara y expresamente como “homicida” y “padre de la mentira”– y la experiencia nos enseña que maneja magistralmente el arte del engaño, haciendo que la gente sencilla y sin formación tenga un embrollo mental y, como dice el pueblo “confunda la velocidad con el tocino”.

Repito, nuestros enemigos infiltrados en el Estado y en la Iglesia, han conseguido con maestría luciferina, vaciar de contenido ciertos vocablos y los han “sustituido” por otros ajenos totalmente a lo que realmente significan. Entre esas palabras están: “dialogo”, “consenso”, “paz”, “progreso”…  Por otra parte, a otras realidades repelentes  y  criminales, les han cambiado el nombre por otro que a primera vista “lava la parte criminal”  como  estas dos: “aborto” que ellos llaman “interrupción del embarazo”, y “asesinar ancianos indefensos” que  llaman “eutanasia”…  Y, de paso, destruyen el idioma y de ese modo impiden a los hombres enterarse de lo que pretenden hacer, convirtiendo el idioma en un perfecto instrumento de guerra, “minando así el camino” de bombas que matan cuando no se espera…

Otra aclaración fundamental para entender cómo debemos luchar –con inteligencia– los buenos españoles católicos es saber que, nuestros intelectuales: ¡Desconocen la “Ley de la Historia”!  Ignoran lo que es imprescindible para poder hablar de la Historia y de la actualidad…  Es como pretender enseñar Trigonometría, desconociendo las matemáticas. Algo imposible.

De ahí que, por más que se esfuercen los tertulianos no consigan explicar los acontecimientos pasados y presentes.

En mi tesis de grado dejé claro que la “Ley de la Historia” se expresa en pocas palabras, –exactamente siete–: “Guerra a muerte entre las dos Ciudades” (La Civitas Dei versus la Civitas Terrae.) Y, la definición de la Historia es igualmente corta: “El balance periódico de esa guerra”. Ambas son breves y definitivas.

Toda la Historia de la Humanidad, desde el Paraíso, se explica con esa Ley y con una lección que vale la pena recordar: La primera derrota del hombre se debe a un “diálogo”, de ahí que la Ciudad de Satanás no se canse de “predicar el ’dialogo’”; es una de sus armas preferidas. Los jóvenes no lo recuerdan, pero yo sí: Los primeros ataques victoriosos contra el “franquismo” se iniciaron con “Cuadernos para el diálogo”. Anzuelo que picaron gente inteligente como, en su momento, el cardenal Marcelo… por dar un nombre. Es una prueba de lo listo que es Lucifer. Ha conseguido hacer del “dialogo” casi un sacramento…

Corto porque me llevaría muy lejos este camino.

La “Ciudad de la Tierra” forma un cuerpo con la “Sinagoga de Satanás” y está dirigida por esa organización sionista bimilenaria, y ahora tiene un objetivo que han explicado amplia y claramente: un “Nuevo Orden Mundial” absolutamente satánico. El Gobierno de España asesorado –o más bien, dirigido– por ella, lo ha hecho suyo y Pedro Sánchez es uno de los agentes más activos del mismo.

“Unidad Católica” tiene claro que, como servidora de la “Civitas Dei”, de la Ciudad de Dios, ha de enfrentarse a ese proyecto diabólico y a quienes trabajan para hacerlo triunfar.

Debemos empeñarnos en que los españoles vean claro que sin la unidad religiosa, nuestra Patria caerá en manos de sus enemigos y acabará destruida. Solo un milagro y con la ayuda de Dios será posible conseguirlo. Debemos pues sacar las consecuencias y la primera de todas es que pedirá años, fe y constancia:

Años, porque somos una minoría los que aun creemos en la importancia de esa “unidad católica”; Fe porque, humanamente, ya no hay horizonte y es fundamental pedirlo a Nuestro Señor y a la Virgen del Pilar; y constancia, porque no se conseguirá en una generación, es preciso hallar el modo de enrolar a las próximas generaciones en el logro de ese objetivo.

 

Fuente:https://ntvespana.com/20/02/2023/unidad-catolica-y-nuevo-orden-mundial-por-gil-de-la-pisa-antolin/

 

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  “ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”           Por FLAVIO MATEOS   El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...