Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María
jueves, 26 de junio de 2025
martes, 17 de octubre de 2023
LA CLARIDAD DE IDEAS
Por GIL DE LA PISA
Me comentaba un nuevo y joven lector que le había
llamado la atención la frecuente alusión en mis escritos a la “claridad
de ideas”… Mi respuesta fue inmediata, rotunda y de elogio
por haber captado rápidamente cual ha sido siempre la columna vertebral de mi
larga guerra contra la Sinagoga de Satanás, de casi ochenta años.
Lucifer -como nos lo explica muy bien el capitán Ignacio de Loyola, herido en
la defensa de Pamplona-, ataca siempre al hombre en la niebla y el
humo, lo que dificulta mucho la visión del ataque. Soy un “fan”
acérrimo de “sus” Ejercicios Espirituales porque son el mejor instrumento
conocido de “clarificación de las ideas”.
Precisamente, publiqué mi primer libro –“ESTO VIR”—impulsado por la
convicción de que es necesario llenar de practicantes las “casas de
ejercicios espirituales—pues, a mi entender, no hay mejor regalo
para un amigo que convencerle de lo maravilloso y necesario que resulta
encerrarse, cuanto antes, y de ese modo enfrentarse con uno mismo en
presencia del Divino Maestro. Me apena ver cómo tantos amigos desaprovechan uno
de los mayores tesoros de la vida de un hombre. Pueden estar seguros de que no
exagero. Sé de qué hablo, he hecho en torno a sesenta tandas. Me lo
agradecerían toda la vida si me hicieran caso.
No tengo la menor duda de que el hombre que no
tiene las ideas claras malgasta su vida sin enterarse. Por supuesto para que me
den la razón es preciso conocer que entiendo por “tener las ideas
claras”.
La expresión sugiere la existencia de una
comparación con otras ideas que son confusas. Tener las ideas
claras supone desechar otras sin gran sentido. Nuestra mente
recibe constantemente abundante información pero no toda es aprovechable ni nos
ayuda a elegir el mejor camino. Tenemos que decidir ininterrumpida e
incesantemente, cuáles de esos impactos son buenos para nosotros ya que de la
elección que hagamos depende nuestro acierto o nuestra equivocación en
el aprovechamiento de la vida.
¿Cuáles son los cimientos de una buena
elección? A mi entender sólo hay uno y es la claridad de ideas: La
capacidad para entender el origen de tu existencia y la razón de la
misma.
Mi larga vida -y mis amplísimas experiencias
consecuencia de los años-, junto con el interés, desde que fui capaz de
razonar, por intentar comprender todo cuanto veo y sucede y el don
impagable de unos excelentes maestros, me han convencido de lo que yo
llamaría “razón de la existencia humana” y es
simplemente, la armadura, el esqueleto, la estructura de tu
existencia, de la mía y la de cualquier ser humano, y que se puede
resumir en un párrafo no muy extenso: “El hombre fue creado
por Dios para gozar a su lado de una felicidad eterna, previo el aprobado -con
su ayuda- de una prueba”.
No creo que sea una noticia nueva para ti porque en
España -por ahora—es aún de común conocimiento para la inmensa mayoría de
los ciudadanos no inmigrantes, la teoría católica. Ahora bien, también es
cierto que semejante cognición es más bien estéril pues, a la inmensa
mayoría, les resbala e influye poco o nada en su vida y en su razonar.
Precisamente esa realidad ha sido el motor que me
ha movido a intentar cambiarla empujando a mis amigos y a cuantos puedo llegar
a la práctica de los Ejercicios Espirituales de San
Ignacio, obra genial que, durante cuatrocientos años,
ha vitalizado la Iglesia Católica. No entiendo
cómo la Jerarquía busca descubrir la sopa de ajo, cuando tiene probado y a mano
el plato más exquisito.
Lo he denunciado siempre que he tenido ocasión:
considero una traición a nuestra santa Madre la Iglesia, la desaparición de las
“Misiones parroquiales” y el arrinconamiento de los “Ejercicios Espirituales
ignacianos”. La razón de esta denuncia es muy simple: ambas prácticas
son los mejores métodos para “clarificar las ideas”.
La meditación de las postrimerías iluminan las
mentes como el sol del mediodía. Es un método excelente la claridad de
ideas para no malgastar tu vida.
Para tener
claridad de ideas no hay nada mejor que conocer el porqué y el para qué estás
en esta vida. Este conocimiento te permite aprovechar mejor tu
tiempo. Si haces un viaje a Japón para buscar la última palabra de una técnica
empresarial y, una vez allí, te dedicas a presenciar combates de artes
marciales olvidando el motivo de tu viaje… ¿cómo te calificarías a ti mismo? Lo
menos feo sería considerarte un estúpido. ¿Qué pensarás de
ti,-cuando veas que la vida se te acabe- si te fue regalada para conocer
a Dios, amarle y servirle al comprobar que te has olvidado por completo de Él y
de la razón de tu existencia?
Tenemos ya en el año de gracia 2023, todo
lo necesario para disfrutar de la vida, muy lejos de lo poco que, en
comparación, tuvieron nuestros antepasados,… pero ellos
fueron más felices porque conocían mejor la razón de su existencia:
¡Tenían las ideas más claras!
FUENTE:https://ntvespana.com/17/10/2023/la-claridad-de-ideas-por-gil-de-la-pisa-antolin/
lunes, 31 de julio de 2023
miércoles, 8 de marzo de 2023
UNIDAD CATÓLICA Y NUEVO ORDEN MUNDIAL
Por
GIL DE LA PISA ANTOLÍN
Lo que parecía difícil , o sea, encontrar el modo
de suplir la desaparición de la revista “Siempre p’alante” que,
bajo la dirección del querido y admirado don José Ignacio Dallo –el sacerdote
navarro víctima de la indignidad de los obispos de Pamplona durante
cuatro décadas, por oponerse a la ineficaz “absolución colectiva” que ha
inutilizado los confesionarios, — contribuyó a la difusión de la
buena doctrina y del amor España desde principio de los años ochenta, ha
tenido un final feliz, con la aparición de la nueva publicación “Unidad
Católica”. Gracias al interés de los antiguos colaboradores y al
indudable espíritu de servicio de algunos, representados por el Director
de la misma, D. Pablo Gasco de la Rocha y al administrador D. José
Mª Beperet. Es el momento de felicitarnos todos –lectores, colaboradores,
gestores…—cuando ya llevamos un año y varios meses disfrutando de su llegada
puntual a nuestros hogares.
La guerra de los católicos y de los españoles que
sienten el orgullo de serlo, en defensa de sus valores, se ha convertido en una
“lucha de guerrilleros” contra el Ejército del Mal. Y
es que los traidores –infiltrados en la dirección del Ejército del Bien–
impidieron el presentar batalla por lo que el campo quedó libre al enemigo. Evidentemente
Dios, “que dirige los acontecimientos”, ha promovido
ese modo de batallar “individualmente o por pequeños grupos” de
verdaderos creyentes en su Religión y en su Patria. No somos muchos, pero
sí damos la cara; en cierto modo los mantenemos a raya y nos respetan.
Haré a continuación algunas reflexiones necesarias
a propósito del tema. La primera es que tanto los libros del Antiguo
Testamento, como los Evangelios y demás textos sagrados del Nuevo, dejan
muy claro que “la vida es milicia”. Sí, ya sé que está de moda
predicar la “paz” y estoy de acuerdo en que es querida por Dios –y Él
siempre nos la da y nos invita a fomentarla y repartirla–, pero esa actitud no
está reñida con la obligación de luchar contra la Sinagoga de
Satanás y sus lacayos. A Lucifer, el divino Maestro, lo
define clara y expresamente como “homicida” y “padre de la
mentira”– y la experiencia nos enseña que maneja
magistralmente el arte del engaño, haciendo que la gente sencilla y sin
formación tenga un embrollo mental y, como dice el pueblo “confunda la
velocidad con el tocino”.
Repito, nuestros enemigos infiltrados en el Estado
y en la Iglesia, han conseguido con maestría luciferina, vaciar de contenido
ciertos vocablos y los han “sustituido” por otros ajenos totalmente a lo que
realmente significan. Entre esas palabras están: “dialogo”, “consenso”, “paz”,
“progreso”… Por otra parte, a otras realidades repelentes y
criminales, les han cambiado el nombre por otro que a primera vista “lava
la parte criminal” como estas dos: “aborto” que
ellos llaman “interrupción del embarazo”, y “asesinar
ancianos indefensos” que llaman “eutanasia”…
Y, de paso, destruyen el idioma y de ese modo impiden a los hombres enterarse
de lo que pretenden hacer, convirtiendo el idioma en un perfecto instrumento de
guerra, “minando así el camino” de bombas que matan cuando no se espera…
Otra aclaración fundamental para entender cómo
debemos luchar –con inteligencia– los buenos españoles católicos es saber
que, nuestros intelectuales: ¡Desconocen la “Ley de la Historia”!
Ignoran lo que es imprescindible para poder hablar de la
Historia y de la actualidad… Es como
pretender enseñar Trigonometría, desconociendo las matemáticas. Algo imposible.
De ahí que, por más que se esfuercen los
tertulianos no consigan explicar los acontecimientos pasados y presentes.
En mi tesis de grado dejé claro que la “Ley de
la Historia” se expresa en pocas palabras, –exactamente siete–: “Guerra
a muerte entre las dos Ciudades” (La Civitas Dei versus la
Civitas Terrae.) Y, la definición de la Historia es igualmente
corta: “El balance periódico de esa guerra”. Ambas son
breves y definitivas.
Toda la Historia de la Humanidad, desde el Paraíso,
se explica con esa Ley y con una lección que vale la pena recordar: La
primera derrota del hombre se debe a un “diálogo”, de ahí
que la Ciudad de Satanás no se canse de “predicar el ’dialogo’”; es
una de sus armas preferidas. Los jóvenes no lo recuerdan, pero yo sí: Los
primeros ataques victoriosos contra el “franquismo” se iniciaron con “Cuadernos
para el diálogo”. Anzuelo que picaron gente inteligente como, en su
momento, el cardenal Marcelo… por dar un nombre. Es una prueba de lo listo
que es Lucifer. Ha conseguido hacer del “dialogo” casi un sacramento…
Corto porque me llevaría muy lejos este camino.
La “Ciudad de la Tierra” forma un cuerpo con la
“Sinagoga de Satanás” y está dirigida por esa organización sionista
bimilenaria, y ahora tiene un objetivo que han explicado amplia y claramente:
un “Nuevo Orden Mundial” absolutamente satánico. El Gobierno
de España asesorado –o más bien, dirigido– por ella, lo ha
hecho suyo y Pedro Sánchez es uno de los agentes más activos del mismo.
“Unidad Católica” tiene claro que, como
servidora de la “Civitas Dei”, de la Ciudad de Dios, ha de enfrentarse a ese
proyecto diabólico y a quienes trabajan para hacerlo triunfar.
Debemos empeñarnos en que los españoles vean claro
que sin la unidad religiosa, nuestra Patria caerá en manos de sus
enemigos y acabará destruida. Solo un milagro y con la ayuda de Dios
será posible conseguirlo. Debemos pues sacar las consecuencias y la primera de
todas es que pedirá años, fe y constancia:
Años, porque somos una minoría los
que aun creemos en la importancia de esa “unidad católica”; Fe porque,
humanamente, ya no hay horizonte y es fundamental pedirlo a Nuestro Señor
y a la Virgen del Pilar; y constancia, porque no se conseguirá en
una generación, es preciso hallar el modo de enrolar a las próximas
generaciones en el logro de ese objetivo.
Fuente:https://ntvespana.com/20/02/2023/unidad-catolica-y-nuevo-orden-mundial-por-gil-de-la-pisa-antolin/
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