Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María
martes, 31 de diciembre de 2024
lunes, 30 de diciembre de 2024
PABLO MARINI ANALIZA REDIMIDOS, EL LIBRO DEFINITIVO PARA COMPRENDER A FONDO LA PASIÓN DE MEL GIBSON
Por JAVIER
NAVASCUÉS
Pablo
Marini, casado, 8 hijos, es licenciado en Filosofía (UNSTA) y licenciado en
Educación religiosa (UFASTA). Durante más de 30 años se desempeñó como docente
universitario dictando las materias de formación (Teología, Filosofía y Ética)
en distintas universidades católicas. Autor de más de 10 libros, artículos y
conferencias de esas disciplinas, también ha realizado investigaciones de
política internacional. Ha ocupado cargos de gestión educativa de Nivel
secundario en distintas instituciones educativas. Siendo también editor, estuvo
a cargo de proyectos de libros de textos para colegios católicos. Actualmente
sigue ejerciendo la docencia. Esta obra es el fruto de las charlas y
conferencias que hace 20 años dicta sobre el tema.
¿Por
qué decidió escribir un libro siguiendo el itinerario de la Pasión de Mel
Gibson?
Hace
19 años, aproximadamente un año después del estreno en la Argentina (que fue el
25 de marzo de 2004), preparé una charla de la película, dividiendo la
exposición en dos partes: un análisis cinematográfico y un análisis teológico.
El film me había impactado como a tantos, pero enseguida me di cuenta de las
posibilidades de evangelizar a través de esas imágenes tan potentes, y del tono
marcadamente católico (a diferencia de tantas películas anteriores que casi siempre
decepcionan) del enfoque de Mel Gibson. Además, me ayudó con sus sugerencias
enriquecedoras el comentario (que luego, también, tomó forma de libro) del
experto en cine y recientemente ordenado sacerdote católico Flavio Mateos (al
que Uds. entrevistaron en alguna oportunidad) con el título de “El Triunfo de
la Cruz” y que me permitió profundizar en varios de los puntos de mi charla.
Posteriormente esta charla, que di a lo largo de los años con muy buena
repercusión, me animó a escribir el libro.
¿Por qué le interesa ahondar en las motivaciones
del autor y las fuentes que utilizó?
Como
pasa siempre en la historia del arte (y qué duda cabe que este film es una obra
de arte), así como se indaga en las motivaciones y fuentes del autor de una
pintura, de una escultura, de una obra literaria, para entender mejor qué quiso
decirnos el artista, qué mejor que hacerlo con las motivaciones de Mel Gibson.
Además, al indagar sobre las fuentes (Sagrada Escritura, Tradición,
revelaciones privadas, la Sábana Santa de Turín, el arte universal…), me
permitió explicar mejor en el libro la riqueza de los enfoques del Director.
¿Por
qué analiza los personajes en dos bloques: masculinos y femeninos?
No
era obligatoria hacer esa distinción, pero es obvio que Gibson presentó esos bloques
muy bien diferenciados. El de las mujeres (y no por ninguna concesión a lo
políticamente correcto, sino porque la historia evangélica es clara al
respecto) las presenta con actitudes valientes, piadosas, compasivas, llenas de
amor y decisión. En contraste, las figuras masculinas (excepto Jesús, como es
obvio), en general, no salen bien paradas: brutalidad, crueldad, son comunes en
muchos de los personajes; cobardía, indecisión, dudas, traición en otros; odio,
ofuscación, ceguera en varios más.
Pero
me sorprendí a mí mismo de cómo, ahondando en los personajes, la riqueza de
cada uno da pie para reflexiones interesantísimas sobre el tema de la verdad y
la obligación que tiene el hombre de buscarla, siguiéndola hasta donde lo lleve
a uno. Y las opciones que hizo Gibson respecto a cada uno de los personajes
(tanto los femeninos como masculinos) son brillantes. Por ejemplo, la
indiferencia frente a la verdad de personajes como Pilato o Herodes, y el
cambio de ánimo de un personaje como el Cireneo, con el que tantos nos
identificamos. Encima, Gibson tiene la virtud de poder definir de manera
notable con pocos minutos en pantalla a cada uno de los personajes. Y, además,
eligió actores poco conocidos en el cine de masas para evitar distracciones
innecesarias. También, por supuesto, están incluidas en el libro, las historias
de conversión de los actores, siendo el más conocido el caso de Pietro Sarubbi
(“Barrabás”), quien después de haber cruzado su mirada en el mismo momento de
filmar su escena, con el rostro de Jim Caviezel (“Jesús”) quedó totalmente
conmovido, iniciando un sorprendente camino de regreso a la fe católica.
¿Por
qué analiza la ambigüedad de la figura de Satanás y su complejo simbolismo?
La
aparición de Satanás es uno de los grandes logros de la película. No es
simplemente una figurita decorativa, como en tantas películas del género (en la
miniserie de Zeffirelli, en “Jesús de Nazaret” ni siquiera aparece). En otras
películas, se limitan a poner el episodio de las tentaciones y cuando aparece,
o es ridículo, o causa indiferencia o lo reemplazan por una voz en off. Aquí
directamente Gibson toma la decisión de ponerlo como ANTAGONISTA de Cristo y de
la Virgen María. Y como usted señala, lo rodea de un halo de ambigüedad muy
sugerente. Pero, además, lo presenta como un ser personal, “una inteligente
voluntad de poder” sugiriendo una mente calculadora y fría, que de alguna
manera parece tener la capacidad de influir, hasta cierto punto, en las
acciones de los demás personajes. Rosalinda Celentano cumplió ampliamente con
las expectativas que Gibson esperaba de un personaje tan difícil de plasmar
artísticamente. Y no es un dato menor, que el filme presenta a la figura de
Satanás en coincidencia total con la doctrina de la Iglesia sobre el tema.
Ninguna presentación “jolidudense” ridícula, sino un papel ajustado a lo que la
Iglesia ha enseñado: que el demonio, en definitiva, interesa solo porque es el
enemigo del Reino de Dios y porque puede apartarnos de la salvación. Un acierto
total del director.
¿Por
qué analiza otros elementos como la fuerza del idioma, de las miradas, de la
música…?
Tres
aciertos fabulosos de la película. Cuenta uno de los socios de Gibson en Icon
Productions (Bruce Davey) que cuando el director les contó que quería
hacer una película sobre Cristo hablando éste arameo, no se pusieron muy
felices. Y Gibson les dijo: “Tal vez sea un idiota, o tal vez, un genio”. Davey
confesó después, con las primeras tomas, que lo de Gibson era absolutamente
genial.
Además,
nos evitamos escuchar a Cristo diciendo “this is my Body”. Y les pido
encarecidamente a los lectores de Infocatólica que no cometan el “crimen” de
escuchar las versiones dobladas al español. No solo se pierde muchísimo en
cuanto al tono dramático de las escenas, sino que, además (no sé por qué), los
responsables del doblaje han “falsificado” la traducción, cambiando totalmente
en varias ocasiones el sentido de las frases dichas en arameo y en latín.
En
cuanto a la música, el trabajo de John Debney es brillante. Logró un clima
increíble, acompañando cada escena y representando cada personaje
adecuadamente. Y pensemos que se trataba de ponerle música a escenas terribles
como la de la flagelación.
Y
dejo para el final el asunto de las miradas: todo el film “está lleno de
miradas” (Flavio Mateos). Y en esa línea, la actuación de Jim Caviezel
(“Jesús”) y de Maia Morgenstern (“Virgen María”) es impresionante. Pero los
demás actores también no solo no desentonan para nada, sino que cumplen el
marcado del director de manera tan fiel, que todo esto hizo de este film una
especie de “hazaña cinematográfica”.
Aprovecho
para agregar que el libro no elude ningún tema ríspido. Y dedico especialmente
todo un apartado al “problema de la violencia” del film, en comparación,
especialmente, con otras realizaciones del cine actual.
¿Cómo
refleja la película la relación entre la Última Cena, el Calvario y la Santa
Misa?
Nadie
anteriormente había hecho algo así. Y esto Gibson lo ha logrado mediante el
recurso de poner en paralelo –y en secuencia– escenas del Calvario en
comparación con flashbacks de la película, pero, especialmente de la Última
Cena. Gibson se atiene admirablemente a la teología católica sobre la Santa Misa,
poniendo ante nuestros ojos la “anticipación sacramental” y su realización
efectiva al día siguiente, el Primer Viernes Santo de la historia. Por eso el
padre Di Noia, de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe decía
asombrado: “Para muchos católicos que vean estas imágenes, la Misa nunca será
lo mismo”. Además, deja en claro la identificación del sacrificio del Calvario
con la Santa Misa, evitando lo que hoy se da en algunos ambientes católicos,
contaminados de “protestantismo”, de reducir la Misa a una cena o un simple
recuerdo.
¿Cómo
se percibe el papel de María como Corredentora?
Es
uno de los puntos “más católicos” del film, si no el más demostrativo de lo
manifiestamente católica que es la película. En todas las demás realizaciones,
la Virgen (estamos hablando especialmente del papel de la Virgen durante la
Vida Pública de Jesucristo) se reduce a un “acompañamiento de estampita”,
cuando no su figura es maltratada teológicamente, llegando a dar una idea
totalmente equivocada de la figura mariana (por ejemplo, es famosa la chocante
y desequilibrada escena de la Virgen María, interpretada por Olivia Hussey, en
la miniserie de Zeffirelli, llorando de manera desconsolada y con llantos
desgarradores sobre el cuerpo exánime de Su Hijo, sin un mínimo atisbo de
fortaleza ni serenidad, y Zeffirelli, atribuyéndole, en cambio, de manera
arbitraria ese temple y serenidad a María Magdalena (interpretada por la
estupenda Anne Bancroft). Un error no solo cinematográfico (por la pobreza de
la puesta en escena) sino un error teológico de bulto, que muestra la poca
sensibilidad del director italiano hacia la teología y el sentir católico (a
pesar de que él se declaraba católico). Compárese esa escena de la miniserie
del italiano, con la fabulosa “Pietá” dinámica del casi final de la película de
Gibson, con Maia Morgenstern perforando “la cuarta pared” y mirando
directamente al espectador. Los sollozos ahogados en la sala de cine después de
esa escena impresionante eran lo común que uno podía percibir y demostraba la
grandeza del cine de Gibson. Todo en este film es “mariano”. Nunca se vio algo
parecido. En el libro hago todo un análisis de cada escena y cómo expresan la
verdad teológica profunda (aún no definida como dogma) de la Corredención. Es
insuficiente todo lo que se pueda decir al respecto. Y es notable la escena en
donde la Virgen, en paralelo, “se enfrenta” por así decir a Satanás, recordando
también que “el linaje de la Mujer aplastará la cabeza de la serpiente”.
¿Cómo
queda reflejada la actitud del pueblo judío y sus dirigentes religiosos?
Gibson
tuvo que soportar “su propia pasión” perseguido implacablemente por toda una
campaña en contra que quiso atribuir “antisemitismo” a la película. Hasta que
Gibson pudo rechazar esas calumnias y acallar esas voces destempladas y
fanáticas de grupos judíos (incluido The New York Times), pasó como
un año, tiempo que se demoró en estrenar el film, cuando ya lo tenía casi
concluido. Pero la verdad se abrió paso, y Gibson no solo refutó a sus
críticos, sino todas esas calumnias e injurias terminaron sepultadas por el
aluvión de éxitos y premios que tuvo la película en todo el mundo (salvo en
Hollywood). Además, de que, como demostramos en el libro, las acusaciones eran
totalmente infundadas, reconocido esto por críticos de todos los sectores,
incluidos, por supuesto, periodistas judíos como David Klinghoffer del Jewish
Forward, quien pidió que “se dejara en paz a Gibson” porque lo que él
mostraba en el film no era ni más ni menos que lo que dice el Talmud judío y lo
que decía en su momento el más grande filósofo judío del último milenio,
Maimónides. “Así que, concluía, “si Gibson es antisemita, también lo es el
Talmud y Maimónides”.
Todos
los críticos y periodistas católicos (incluso los que tienen sus reservas por
cierto modernismo teológico) coincidieron en que el film trataba a los judíos,
al pueblo y a sus dirigentes, en perfecta coincidencia como lo que muestran
claramente los Evangelios y con lo que ha enseñado la Iglesia durante siglos,
como no podía ser de otro modo.
¿Cómo
valora la breve escena final de la resurrección, que deja con ganas de una
segunda parte?
La
última escena es lo que se llama un “epílogo” en sentido estricto, es decir,
“la última parte de una obra, en la que se refieren hechos posteriores a los
recogidos en ella”. Porque es un hecho posterior al tema central del film, es
decir, la Pasión de Cristo. Pero, como señalamos en varias partes del libro y
explicamos largamente, Gibson no debía de ningún modo omitirla por razones
cinematográficas, pero, mucho más era necesario incluirla por motivos
teológicos. Se explica, también, en abundancia, los motivos que llevaron a
Gibson (guiado y asesorado teológicamente de manera brillante, como en todo el
film) a desarrollar la escena de la manera en que la hizo, con ese “desinflado”
de la sábana, todo acompañado por la oportuna banda sonora, para dar término a
esta verdadera obra de arte.
¿Cuál
su conclusión y valoración general de la película?
Como
señalo en la Conclusión del libro, este film ha terminado
resultando una verdadera hazaña cinematográfica, y una especie de “milagro
teológico”. Hazaña, por la cantidad de dificultades, obstáculos, sinsabores,
ataques, que sufrieron sus realizadores. Como ellos mismos indicaron, “hubo
mucha interferencia” (y la principal, sospechamos, no fue humana). Pero también
se beneficiaron con alguna “ayudita de Arriba”. Y es lógico que eso pasara,
teniendo en cuenta que se celebró la Santa Misa en el set casi todos los días
de filmación. Como me dijo alguien muy cercano, perspicazmente, “esta
película resultó lo que resultó porque se hizo en ‘estado de gracia’”.
Y
eso, también, puede explicar lo del “milagro”, porque, contrariamente a lo que
ha sucedido con casi todos los films, por no decir todos, que se han hecho
sobre el tema en los últimos 60 años (piénsese solo, por ejemplo, en los
“dolores de parto” con que se ha mostrado el nacimiento de Cristo, o las
deformaciones de la figura de Cristo, como en el mamarracho de Scorsese “La
última tentación de Cristo”), es el primero en donde se puede afirmar, sin
temor a equivocarnos, que se ha mostrado de una manera contundente y plena la
doctrina revelada tal como la ha enseñado la Iglesia Católica secularmente. De
todos modos, hay que advertir que jamás la película pretendió ser una especie
de “versión canónica” de los Evangelios, sino que es la manera en que Gibson de
manera artística y con una enorme belleza, plasmó su mirada católica de esas
últimas horas que cambiaron la historia del mundo.
Hemos
quedado en deuda imperecedera con el señor Mel Gibson por esta enorme obra de
arte que nos ha obsequiado, que es “católica hasta la médula”, y que tanto bien
ha hecho a tantas personas en todo el mundo. Solo espero que los lectores
puedan comprobar que el libro Redimidos haya estado a la
altura y termine siendo un digno intérprete de lo que Gibson ha logrado. El
tiempo lo dirá.
Pedidos a: Librería y Editorial Santiago
Apóstol.
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«VELA DE ARMAS»
Ha muerto
Federico Mihura Seeber, verdadero caballero cristiano, que
vivió «velando sus armas», en oración, hasta librar, con seguridad
victoriosamente, su batalla final. En su homenaje vayan estas líneas de su
autoría que bien transparentan su espíritu.
Por FEDERICO MIHURA
SEEBER (1939-2024)
Gladius
Spiritus: la espada que nos asistirá en el Último Combate, la tenemos.
Falta saber si tenemos el espíritu que se exige en nosotros para usarla.
Por eso:
«vela de armas». La vigilia del otrora destinado a la caballería tiene un
profundo sentido para nuestra situación actual, en la contienda actual, con las
armas actuales. La única arma que nos ha quedado, a partir de la derrota del
Estado cristiano, es la Palabra de la Verdad: «Gladius spiritus». He dicho, la
tenemos. Bruñida y filosa, cada día más efectiva a medida que las tinieblas del
error se hacen más espesas. A medida que la imbecilidad, que
acompaña a la Mentira, se hace más imbécil. A medida que la razón y el discurso
del Enemigo se hacen más obtusos, más «romos». De un solo tajo, la espada de la
Verdad puede descalabrar el balbuceo de la Mentira.
¿Sabremos
usarla, al llegar la hora del testimonio?
Dios nos
la ha puesto en las manos, las circunstancias la han ido afilando. Aún es
cierto, también, que nosotros mismos nos habremos ejercitado en la
peana. Guardémonos de usarla antes de tiempo, e imprudentemente, en
escaramuzas. El transcurso de estos últimos tiempos crepusculares va
embotando los machetes del error y va bruñendo y afilando más y más nuestra
espada. Apliquémonos a la «gimnasia del espíritu», más efectiva que la del
cuerpo, al decir del Apóstol.
Pero más
que eso todavía: «vela de armas». Y en esta vela de armas, oración.
La única fuente de nuestra eficacia guerrera de allí procede: del altar donde
nuestra espada descansa. Pedir esa eficacia, pedir insistentemente lo que es su
condición imprescindible, pedir coraje. Y pedirlo humildemente,
conscientes de nuestra propia y raigal cobardía para las batallas del espíritu.
Pedir coraje, porque sin él no hay espada bruñida, ni destreza física que
valgan.
Pedir el
coraje (la fuerza) del espíritu, pedir ese «resurgimiento», ese
«apresto» del alma que para nosotros, discípulos del Crucificado, pasa por
el anonadamiento. Exaltación del ánimo humillado –exaltación
de la Cruz–. La verdadera y definitiva preparación del
caballero no se hacía en el patio de armas, sino de rodillas frente al altar,
dejando descansar la espada.
Y esta
ofrenda del alma guerrera, y esta impetración del don de la Fortaleza,
hagámosla –como se hacía entonces– por mediación del ser más dulce y humilde –y
poderoso– de la creación de Dios: Nuestra Señora la Virgen María.
* En
«Revista Gladius», Año 13 - Nº38 - Abril de 1997 - Págs. 69-70.
https://blogdeciamosayer.blogspot.com/2024/12/vela-de-armas-federico-mihura-seeber.html
DEMOCRACIA
Por MONS. DOM TOMÁS DE AQUINO O.S.B.
Prácticamente
todos los países tienen hoy algún tipo de culto a la democracia. Pero la
democracia moderna, heredada de la Independencia (Norte)Americana y de la
Revolución Francesa, es una democracia revolucionaria. Esta noción de
democracia debe ser totalmente rechazada, porque dice que la autoridad proviene
del pueblo y no de Dios. En consecuencia, la legitimidad de las leyes también
proviene del pueblo y no de Dios. Si este es el caso, ¿qué valor tienen los
diez mandamientos de la ley de Dios? Dios dice no matar. Las democracias
modernas de muchos países dicen: «Puedes matar». Y por eso legalizan el aborto
y la eutanasia. ¿Quién tiene razón? ¿El pueblo y sus representantes o Dios? El
absurdo de la democracia moderna es evidente.
Otro
aspecto de la democracia religiosa son las libertades modernas: libertad de
culto, libertad de expresión y de prensa, libertad de enseñanza y libertad de
conciencia.
Todas estas
libertades son condenadas por la Iglesia. La libertad de culto reivindica el
derecho de todas las religiones a gozar de la protección del Estado para su
culto, predicación y otras actividades. Esto es contrario a la Revelación,
porque una religión falsa no tiene derechos. Puede ser objeto de tolerancia,
pero nunca de un derecho.
La
libertad de prensa es un principio liberal igualmente absurdo. Incluso entre
los defensores de esta libertad, vemos a un gran número combatiendo a sus
adversarios, tratando de silenciarlos a toda costa y por todos los medios, en
contra de sus propios principios. Pero lo peor es este mismo principio,
condenado también por la Iglesia, porque sólo la verdad y el bien pueden gozar
de la libertad de ser propagados por la prensa y la palabra. El mundo moderno
no entiende esta condena, porque el mundo moderno no cree en la Iglesia.
Europa, cuya misión era ser la luz del mundo, deriva cada vez más hacia la
apostasía total. Estando en apostasía, no acepta ni comprende que la Iglesia condene
la libertad de prensa y de expresión.
La
libertad de enseñanza se basa en el mismo principio. El hombre puede decir o
enseñar lo que quiera. Las universidades actuales son centros de difusión de
todo tipo de errores, al igual que la prensa moderna y todos los medios de
comunicación. Hay una justa libertad de investigación, de indagar los hechos,
pero no debe haber libertad para enseñar lo que es contrario a la Revelación.
La
libertad de culto es otra libertad con la que los revolucionarios pretenden destruir
la fe de los países católicos. Los liberales del Concilio Vaticano II
consiguieron que se aprobara el Decreto de Libertad Religiosa, en contra de las
condenas de la Iglesia.
Todo esto
ha hecho que la democracia moderna provenga de principios revolucionarios.
Revolucionarios y falsos.
Tanto
Brasil y los países de América del Sur, como los EE.UU. y los países de Europa,
siguen estas falsas doctrinas. Mientras estos países sigan estas falsas
doctrinas, no tendrán verdadera paz, no tendrán una vida social justa y nunca
merecerán ser llamados países civilizados, aunque sus finanzas vayan bien.
No en
vano San Pío X eligió el lema «Instaurare Omnia in Christo». Sin esta
restauración, el mundo estará cada vez más perdido.
Debemos
esperar esta restauración de la Mediadora de todas las gracias.
+ Tomás
de Aquino O.S.B.
https://www.mosteirodasantacruz.org/post/democracia
lunes, 23 de diciembre de 2024
¡FELIZ NAVIDAD!
HIMNO
DE NAVIDAD
Oh
Jesucristo, Redentor de todos,
Que
antes de que la luz resplandeciera
Naciste
de tu Padre soberano
Con
gloria semejante a la paterna:
Tu
que eres luz y resplandor del Padre
Y
perpetua esperanza de los hombres,
Escucha
las palabras que tus siervos
Elevan hasta Ti de todo el orbe.
Oh
Creador de todo lo creado,
Acuérdate
del día en que este suelo
Te
vio nacer del vientre de la Virgen
Vestido
con un cuerpo igual al nuestro.
Hoy
es el día en que conmemoramos
El
hecho portentoso de aquel día,
Cuando
dejando el seno de tu Padre
Viniste
a darnos la salud perdida.
La
tierra, el mar, el cielo y cuanto existe
Bajo
la muchedumbre de sus astros
Rinden
tributo con un canto nuevo
A
quien la nueva salvación nos trajo.
Y
nosotros, los hombres, los que fuimos
Lavados
con tu sangre sacratísima,
Celebramos
también con nuestros cantos
Y
nuestras alabanzas tu venida.
Gloria
sea al divino Jesucristo,
Que
nació de tan puro y casto seno,
Y
gloria igual al Padre y al Espíritu
Por
infinitos e infinitos tiempos.
(Himno
del Breviario Romano)
AL NIÑO DIOS
El
alba tomó cuerpo en tu figura,
el
aire se hizo carne, los rosales
desangraron
sus rosas virginales
para
crear tu piel silente y pura.
Desparramó
la brisa su ternura,
la
luz cuajó en tu forma sus cristales,
la
luna derramó sus manantiales
para
crear en Ti nuestra ventura.
Divinidad
que, tan pequeña y suave,
se
hace niña en tu carne redentora,
en
lo infinito ni siquiera cabe.
En
Ti la eternidad tiene su aurora,
En
Ti nada se halla que se acabe,
oh,
alba de Dios, que entre la paja llora.
Rafael
Morales
EL ENEMIGO DE OCCIDENTE ES LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Virgen
de Kazan.
Por DANILO QUINTO
Fuentes
estadounidenses han hecho saber en los últimos días que Francia ya ha enviado
un centenar de soldados de la Legión Extranjera al campo de batalla de la
región de Donetsk y que tiene la intención de reforzar este contingente en un
futuro próximo hasta alcanzar unos 1.500 hombres. Emmanuel Macron afirma que si
los rusos rompen las líneas del frente y hay una petición ucraniana para
hacerlo, «deberíamos plantearnos legítimamente la cuestión» del envío de tropas
de la OTAN. En opinión de David Cameron, Ucrania -el único Estado del mundo que
tiene un componente sustancial en su ejército que es abiertamente neonazi-
puede utilizar las armas suministradas por Gran Bretaña para atacar objetivos
dentro de Rusia. En Italia, las elucubraciones belicistas proceden de muchos
lados, pidiendo un aumento del gasto militar al 2% o el envío de tropas de la
OTAN a Ucrania. Son ejemplos de una Europa al servicio de élites carentes de
toda legitimidad, autorreferenciales y sin escrúpulos, que pretenden conducir
al mundo hacia la catástrofe. La acción de venganza emprendida por Israel desde
el pasado mes de octubre contra la población palestina, que en cualquier
momento podría deflagrar de forma aún más dramática, es otro aspecto que va en
este sentido. Su enemigo -el enemigo de todo Occidente- no es Rusia. Es la
Santa Virgen María.
En la
segunda edición de su obra maestra Ipotesi
su Maria (2016), Vittorio Messori retoma las revelaciones del historiador
ruso Edvard Radzinsky en Stalin: la primera biografía en profundidad
basada en nuevos y explosivos documentos de los archivos secretos rusos
(1997), (pp. 472-481). Radzinsky relata que en junio de 1941, debido al
formidable ataque de Alemania, la Unión Soviética estaba a punto de sucumbir.
El jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo, el general Boris Shaposhnikov, héroe de guerra, llevó a Stalin una carta de un místico libanés, un tal padre Elías, que había pasado tres días y tres noches en la cripta
de su iglesia, sin beber, comer ni dormir, de rodillas y en oración: pedía a la
Madre de Dios una señal para impedir la victoria de los nazis. En la carta, el
místico reveló que, el último día, la Santísima Virgen María se le había
aparecido sobre una columna de fuego: le dijo que, para salvar Leningrado,
había que reabrir las iglesias y
monasterios rusos, liberar al clero encarcelado y llevar en procesión el icono
de Nuestra Señora de Kazán a Leningrado, Moscú y Stalingrado.
La Virgen
de Kazán es una imagen de la Virgen con el Niño, de origen bizantino, que data
del siglo XI. Se supone que el icono original fue pintado probablemente en
Constantinopla a principios del segundo milenio y luego transportado desde la
capital del Imperio bizantino a un monasterio de Kazán, a 800 kilómetros al
este de Moscú, de donde había desaparecido en 1209, presumiblemente a causa de
la invasión tártara. Tras la conquista del janato de Kazán por Iván el Terrible
en 1552, fue, según la leyenda, milagrosamente encontrada el 8 de julio de 1579
en Kazán, de donde toma su nombre, después de que un violento incendio hubiera
destruido casi por completo la ciudad. Según la tradición, fue la propia Virgen
María quien se apareció en sueños a una niña, hija de un soldado cuya casa
había sido devastada por el fuego, para indicarle el lugar donde encontrar el
icono: bajo los escombros de su propia casa. El santo icono salió así a la luz,
envuelto en una vieja tela y perfectamente conservado. Desde el descubrimiento
del prototipo, se hicieron innumerables copias del icono original. La Virgen de Kazán pronto se convirtió en
la patrona de Rusia. La obra original consistía en un panel de madera
pintado y cubierto parcialmente con una línea tachonada de piedras preciosas;
todas las copias reproducen el mismo modelo de forma más o menos rica. Tras su
redescubrimiento, pronto se convirtió en el icono mariano más venerado en Rusia
a finales de la Edad Media. Se la consideraba la protectora de la familia: se
entregaba una copia a los novios inmediatamente después de la ceremonia nupcial
y se colocaba en el carruaje que los conducía a su nuevo hogar, y según la
tradición, el icono debía entrar primero en la casa, como la Dama del Hogar.
Stalin
hizo cumplir lo escrito en la carta al pie de la letra. Se ordenó a los
oficiales que volvieran a la antigua práctica zarista, según la cual las tropas
eran conducidas a la batalla al grito de ¡Adelante con Dios! Se les asignó un
buen número de esos capellanes que no existían desde los primeros tiempos de
Lenin. Se reabrieron al culto 20.000
iglesias y dos de los santuarios más venerados por el pueblo: el Monasterio de
la Trinidad en San Sergio y el Monasterio de las Tres Cuevas en Kiev. Pravda
informó de que Stalin había recibido a una delegación eclesiástica y escribió
que «el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas y Jefe del gobierno expresó
su comprensión por la propuesta de los clérigos de elegir un Patriarca y
declaró que el gobierno no pondría ningún obstáculo». Fue una primicia para el
régimen. En Leningrado, sitiada por los nazis, se celebró una procesión con el
icono de la Madre de Dios de Kazán. Otra procesión se celebró en Moscú,
mientras era bombardeada. Finalmente, el icono fue llevado en procesión a
Stalingrado. Los rusos resistieron. Los nazis se vieron obligados a huir.
Occidente
-culpable de no haber hecho un solo acto de paz, porque no quiere la paz,
habiendo pretendido desde 2014 utilizar Ucrania para atacar a Rusia- debería
pedir perdón a Dios y comprometerse a invocar la protección de la Madre de
Dios. Rusia -tan querida por la Madre de
Dios, que en Fátima pidió su consagración, algo que la Iglesia en más de cien
años nunca ha hecho en la forma que ella indicó- nunca perderá ninguna guerra.
Fuente:https://www.maurizioblondet.it/il-nemico-delloccidente-e-la-santa-vergine-maria/
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