“No hablemos nunca
de Dios con voz meliflua”.
Nicolás Gómez Dávila
“El liberal de
buenas intenciones es el candidato escogido para los errores graves”.
Nicolás Gómez Dávila
Inaceptable. Repudiable. Abominable. Así, debido a
nuestra cortedad verbal y para no incurrir en exabruptos propios del energúmeno
de la mediática pelambrera, debemos designar, como mínimo, la actitud de ciertos
católicos que se han atrevido a usar a la Santísima Virgen María para apoyar el
voto a un farandulero economista liberal, a un confeso depravado, a un apóstata
religioso, a un apologista de la usura, a un negador de la familia y un enemigo
de la patria argentina, como es el recientemente elegido Javier Milei, que por
si fuera poco cuenta además con el apoyo de las logias masónicas, enemigas
acérrimas de la Iglesia católica.
Publicada la información por la prensa republicana liberal
pseudo-católica adicta al sionista libertario, que dirige uno de los
integrantes del “dúo imbatible” (según el encomio de un desertor del
nacionalismo católico), dice así:
Católicos
llaman a votar a Javier Milei
La Asociación Civil Fátima La Gran Esperanza
(ex Tradición, Familia y Propiedad), entidad cuyo objeto central es
difundir las devociones tradicionales católicas con el fin de avivar la
práctica de las virtudes en nuestros hermanos en la Fe; ante el pedido de sus
socios y simpatizantes, ha decidido dirigirse a la opinión pública con motivo
de las elecciones del próximo 19 de noviembre, dada la relevancia excepcional
de las mismas para el futuro de nuestra vida política y social.
Nuestro análisis es el de seglares católicos que
tenemos el deber de impregnar y perfeccionar el orden temporal, en virtud del
Bautismo y de la Confirmación.
Inspirados en esa responsabilidad, al cuestionar
aspectos opinables en materias sociales, procuramos no seguir nuestro propio
criterio sino atenernos firmemente a la realidad de los hechos, expresando:
Todo régimen político, económico y social, se basa,
en último análisis, en una metafísica y en una moral
Por el propio hecho de existir, por el natural
prestigio del Poder Público, bien como por la enorme fuerza del ambiente y del
hábito, un régimen vigente induce a la población a aceptar como buenas, normales,
hasta indiscutibles, la cultura y el orden temporal en que vive, cultura y
orden que son consecuencias de los principios metafísicos y morales dominantes.
El orden temporal ejerce, pues, una acción formadora
o deformadora profunda sobre el alma de los pueblos y de los individuos. (cfr
Plinio Correa de Oliveira, “La libertad de la Iglesia en el estado comunista”,
obra oportunamente alabada por la Santa Sede).
Así las cosas, entramos a ponderar el legado inicuo
que ha dejado el kirchnerismo y que aqueja la vida social de la Argentina.
[Sigue un
listado de la espantosa herencia que deja el kirchnerismo, que en realidad no
puede achacársele sólo al kirchnerismo sino al macrismo, el radicalismo, el
menemismo, la socialdemocracia, o sea en definitiva, las diversas variantes de
la democracia liberal partidocrática masónica. Nota nuestra]
La única alternativa de que hoy dispone la
ciudadanía para oponerse al torrente de infamias que sufrimos, es la fórmula
opositora que, al menos, defiende la vida, la libertad como está consagrada en
nuestra Constitución y se opone a la infame “Agenda 2030” dictada por funestas
organizaciones internacionales inspiradas en un espíritu anti cristiano.
Así siendo, pedimos — con todo respeto y derecho — a
nuestros Obispos y Sacerdotes, se pronuncien sobre la trágica situación que
enfrenta nuestro país ante la posible continuidad del perverso régimen que
estamos sufriendo.
Por nuestra parte, habida cuenta de la utilidad
común, planteamos en conciencia a la ciudadanía la responsabilidad de votar por
la fórmula opositora: se trata de una buena acción en cuanto apunta a oponerse
a un proceso que quiere comunizar nuestra Patria.
Se busca ese efecto y no otro que pueda ser
objetable. Existe una causa proporcionada a la gravedad del peligro que
enfrentamos y que pone en riesgo la existencia misma de una Argentina
auténtica, cristiana y fuerte.
Imploramos a la Mediadora Universal de todas las
gracias, bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján, Reina de la Patria,
inspire a los ciudadanos a rechazar el régimen perverso que padecemos, votando
por la única alternativa posible para preservar los valores esenciales en
juego.
Carlos A. Benitez Meabe
Presidente (1)
Como se ve, estos católicos sostenedores de Milei son gente que ha salido de la organización llamada “Tradición, Familia y Propiedad” (T.F.P.). Esta organización en Argentina siempre ha combatido denodadamente a la verdadera Tradición católica (por caso enfrentándose al “lefebvrismo”) como así también al Nacionalismo católico, lo cual es comprensible puesto que su fundador y líder supremo (“el cruzado del siglo XX”), que suele aparecer como un gran referente contrarrevolucionario, en realidad ha tenido aceitados vínculos con la derecha norteamericana vinculada a la masonería, mientras se ocupaba de formar una secta farisaica y mesiánica con ramificaciones en varios países del mundo, especialmente numerosa –y adinerada- en el Brasil, sosteniendo una “tradición” meramente vestimentaria y ornamental, antes que doctrinal o litúrgica. (2)
La T.F.P. y su fundador Plinio Correa de Oliveira
–este último muy renombrado en el sitio informativo que citamos, donde fungen algunos
de los groupies de Milei- ha tenido
(¿sigue teniendo?) relaciones con la nueva derecha norteamericana, así como con
la Heritage Fundation, think thank de
tales grupos. Es una constante de estos apuntar en su retórica solamente al
comunismo y la izquierda (o “marxismo cultural”) como fuentes de todos los
males del universo, retomando un lenguaje de los años cincuenta pero en un
renovado y juvenil formato de las redes sociales. Los estudiosos Agnoli y
Taufer (ver nota 2) ponen el dedo en la llaga sobre esta postura:
“Lo que asombra de la continua denuncia de los males
del social-comunismo por parte de la TFP es el silencio constante sobre la
colusión entre las altas finanzas -y por tanto la masonería y sus dirigentes
secretos- por un lado, y el socialismo por otro, colusión que proporciona una
clave muy importante para descifrar el proceso revolucionario. Este silencio es
aún más asombroso si se tiene en cuenta el nivel de conocimientos que se exige
a los miembros sobre este tema”.
Y eso no es
todo:
“La T.F.P. parece desconocer la estrategia mundialista,
como admitió Brzezinski en vísperas del colapso del comunismo en su libro La gran bancarrota: "El comunismo
ya no tiene ninguna misión histórica. Proclamo que en un tiempo históricamente
previsible el comunismo, tal como lo ha vivido nuestro siglo, dejará de
existir" (3). ¡Una profecía fácil para un insider! Además, no era imprescindible pertenecer a altos círculos
ocultistas para prever el destino del comunismo soviético. Bastaba con leer lo
que el Gran Oriente de Francia había anunciado en 1964: "El comunismo sólo
puede ser una etapa, no un fin". Así, en medio del júbilo general de los
demócratas, la antigua Unión Soviética y sus satélites abandonaron el llamado
socialismo "real" y, bajo el efecto explosivo del nacionalismo
(Solve), emprendieron el camino del socialismo tecnocrático occidental, cuyo
pivote hoy es la ONU, mañana el gobierno mundial (Coagula)”.(4)
Si bien es cierto que alguno de los publicistas de
la nueva derecha hacen mención del Globalismo o la Agenda 2030, np sólo se
hacen sus cómplices alineándose con sus agentes promotores cuales son los
Estados Unidos e Israel, sino que además nunca van al fondo del tema y jamás se
refieren a la Masonería o el Sionismo, los cuales resultan para ellos innombrables,
intocables, invisibles e inexistentes. ¡La culpa de todo la tiene el marxismo
cultural! ¡No seamos conspiracionistas! No, ni la usura ni la democracia partidocrática
se cuestionan. El liberalismo no sólo no es un pecado, un error, un mal, sino
que es para ellos “la solución”. Pero ha sido precisamente del liberalismo de
donde ha surgido el socialismo y el comunismo. Y es por eso que cada victoria
liberal, preanuncia una nueva victoria socialista en el futuro. ¿Esta gente es
tan tonta que no se da cuenta? ¿O se hace la tonta? (No soslayamos el hecho de
que se especula que algunos de estos publicitados y exitosos “combatientes de
la batalla cultural antimarxista” son sindicados como agentes pagos de agencias
u organizaciones norteamericanas. Evidentemente fondos y difusión, no les
faltan).
Siguiendo con el informe sobre la T.F.P., sobre cuya
base doctrinal parece armada la nueva derecha republicana pro-Milei, leemos:
“En la enseñanza de Plinio Correa de Oliveira hay
otro error que no está tanto en Revolución
y contrarrevolución como en el resto de su "magisterio": acaba
confundiendo revolución con comunismo y contrarrevolución con anticomunismo.
Basta leer el primer volumen de la réplica al Informe francés para comprobarlo
más allá de toda duda posible.
Pero una concepción tan restrictiva lleva a hacerle
el juego a la revolución.
Siempre nos hemos esforzado, de acuerdo con la
enseñanza tradicional, en repetir que el primer enemigo de la Iglesia no es el
comunismo, sino el liberalismo, es decir, la doctrina política que ha separado
la sociedad de la religión, la ley humana de la ley divina, tomando al hombre y
su voluntad como fuente de la ley y medida de lo justo y lo injusto. Siempre
hemos dicho: abolid el liberalismo, restaurad una sociedad imbuida de lo
sagrado, donde toda autoridad esté ligada a Dios, y el comunismo desaparecerá
como la nieve al sol; abolid el comunismo y dejad vivir al liberalismo, y todas
las monstruosidades, incluido el comunismo, seguirán siendo posibles. Puedes
estar seguro de que la arbitrariedad y el crimen seguirán siendo la norma de
gobierno y continuarán extendiéndose por toda la sociedad. Los acontecimientos
de 1989 y la caída del comunismo nos han dado la razón: ¿quién se atrevería a
afirmar hoy que la revolución terminó con el "colapso" del imperio
soviético? Al contrario, fue una nueva etapa importante en el establecimiento
del nuevo orden mundial masónico. Por lo tanto, está claro que la Declaración
de los Derechos Humanos es mil veces más peligrosa que el Manifiesto o El
Capital de Karl Marx. No es sólo la Declaración francesa de 1789, sino también
su actualización por la ONU en 1948, la que cumple el proyecto prometeico de
Rousseau de fundar la sociedad sobre la arena del Contrato Social, abandonando
la roca de la ley divina”.(5)
Tales errores doctrinales, aun suponiendo que haya
buena intención en los militantes de esa causa, lleva inevitablemente a
colaborar con los enemigos de la Iglesia, y por lo tanto de las patrias que han
nacido católicas:
“Según el
número de octubre de 1988 de Catolicismo, la revista oficial de la TFP, el
profesor Plinio Correa no ha dudado en entrar en contacto público con
representantes del establishment norteamericano y, durante una conferencia
conjunta con ellos, llegó a reconocer que los Estados Unidos de América son
"el mayor baluarte temporal de Occidente contra el comunismo". Sí, se
trata de los Estados Unidos nacidos de la herejía calvinista y de la masonería,
hasta el punto de que el teórico más autorizado de esta secta, el Hermano
Ernest Nys, los define resueltamente como una creación masónica, cuya
constitución anticipa la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano. Tal comportamiento no habría sido posible si la T.F.P. hubiera
tenido una noción exacta de la esencia del fenómeno revolucionario y hubiera
estudiado cuidadosamente la conspiración anticristiana. Todos sus miembros
habrían tenido claro que no se puede luchar contra la revolución asociándose a
los sistemas políticos y a los hombres que son una expresión tan cualificada de
ella.
En efecto, esta mirada restrictiva, y de hecho el
juego dialéctico al que juegan “derecha-izquierda” es siempre funcional a la
Revolución. Pero se nos quiere hacer creer que se trata de una renovación de un
combate, cuando sólo es una vuelta de turca más en la eficaz dialéctica
hegeliana. Ellos son los defensores del “mundo libre” encabezado por EE.UU. Lo
mismo ocurre con la derecha “católica tradicional” en Italia, véase la Corrispondenza Romana de R. de Mattei, por
ejemplo, que se posiciona del lado del “mundo libre” (sic).
Tres agentes de la Revolución.
La conclusión de los autores que citamos sobre la
T.F.P. es por demás clara:
“Al
final de esta investigación podemos decir:
- que la T.F.P. aplica toda su atención al comunismo
y reduce a él el fenómeno revolucionario;
- que guarda silencio sobre sus orígenes sectarios y
ocultos;
- que también guarda silencio sobre sus fuentes
financieras, sin embargo bien conocidas. Los eruditos genuinamente católicos
que han estudiado la cuestión han llamado repetidamente la atención de sus
lectores sobre este punto.
Ahora bien, el conocimiento de la matriz ideológica
y financiera del comunismo es del mayor interés para cualquiera que desee
estudiar y combatir la Revolución. Remontándose a través de ella hasta la
masonería y las altas finanzas apátridas, descubrimos que la Revolución
liberal-democrática y la Revolución bolchevique provienen de la misma fuente y
culminan en un solo poder. Es entonces cuando empezamos a darnos cuenta de que
el proceso revolucionario era homogéneo, no sólo a nivel intelectual, como lo
nota el profesor Plinio Correa, sino también en cuanto al programa y la
organización.
Así, las falsas antítesis (capitalismo-socialismo;
fascismo-comunismo; mundo comunista-mundo libre) caen por sí solas. La atención
del observador se aleja de las marionetas y comienza a buscar los planes y el
manuscrito del director ocultos al público. Es precisamente la distracción del
pueblo en este sentido, el desvío de su atención de la gran comedia política, lo
que fue la fuerza principal de la Revolución. Este ilusionismo superior
consiguió alistar bajo una u otra de sus muchas banderas falsamente
antagónicas, todas las fuerzas que podrían serle un obstáculo y hacerlas
cooperar, más allá de contrastes incluso violentos, al objetivo universal
conocido por los altos iniciados.
En este orden de ideas, Albert Pike, el gran teórico
de la Masonería, en Morals and Dogma,
escribió en el siglo pasado que la acción de la Masonería hacia las masas es
comparable a la de los antiguos reyes de Egipto que aprovechaban las aguas del
Nilo para sus propios fines.
Captando solamente las afinidades intelectuales
entre la revolución liberal y la revolución socialista, sin distinguir su común
dependencia de los centros de poder, fue que la T.F.P. pudo, como hemos visto,
tomar posición en favor del establishment masónico norteamericano, viendo en él
un baluarte contra el peligro comunista.
No intentaremos determinar aquí si esta actitud es
fruto de un error o de una elección deliberada. Pero hay que señalar que el
poder globalista, a través de Weyrich, Helms y la Nueva Derecha en general,
está en vías de lograr, via la
T.F.P., una operación magistral, la de encauzar la propia tradición católica en
su propio provecho, haciéndola cooperar en el advenimiento de la nueva era, de
esta nueva era caracterizada por la desaparición de la Iglesia como
institución, y que la T.F.P. también espera, llamándola la "Era de
María".(6)
El último punto es sumamente interesante, puesto que
los agentes (heraldos o arautos) de la T.F.P. se valen del mensaje de Fátima
para conducir a ese supuesto milenario “Reino de María”. Hay allí una gran
confusión, probablemente debido a alguna contaminación gnóstica, que en verdad
desvía del verdadero combate mariano por el Reinado social de Cristo. Como
fuere, y retomando el motivo inicial, en base al gastado esquema “combatamos al
monstruo comunista apoyándonos en la nueva derecha” (antes con Trump y
Bolsonaro, ahora con Milei) sólo se está reforzando a lo que hay detrás: el
interés judeo-masónico, hoy encabritado en Israel.
Lo interesante de este asunto es que si los
liberales de derecha se presumen como unos “cruzados” (incluso con una
motosierra en la mano, en vez de una espada), los católicos que apoyan esta
causa, lejos de serlo, más bien resultan ser los actores de reparto, o ni eso:
apenas pronuncian la consabida línea junto al banquete: “La mesa está servida”,
cuando no terminan siendo los comparsas, los aplaudidores o apenas los extras
cinematográficos. Estos católicos ya no saben por qué uno debe batirse, ya no
saben a quién debe servir, ni cuál es su combate. Y no lo saben por la simple y
sencilla razón de que ya no saben identificar a su enemigo. O, si alguna vez lo
identificaron, un temblequeo en el cuerpo los llevó a negarlo, y dar vuelta la
cara.
Dejemos que nos lo cuente Chesterton, que de esto
sabía y mucho. Lo ponemos citado por Eduardo Allegri, así:
Mac Ian y Turnbull tratan de batirse. Ya se sabe, es
La Esfera y la Cruz, de Chesterton.
Al montañés escocés católico, recién llegado a
Londres, lo ofendió un panfleto contra la Virgen María que había publicado el
escocés ateo y que tenía expuesto en la vidriera de El Ateísta, su periódico, a
la vera de la catedral de San Pablo.
Desde entonces tratan de batirse, porque ambos creen
que vale la pena, y nadie los deja. Literalmente nadie. Porque nadie entiende
que haya que batirse. Por nada. Y menos por eso.
Entre tantos 'nadie', aparece, en el capítulo V, un
discípulo de Tolstoy y Shaw. Un gordo pacifista que insiste en tratar de
impedir el duelo.
Ni siquiera Turnbull, y mucho menos Mac Ian, lo
soportan más, ni a él ni a sus discursos sobre el amor y la paz y el principio
superior y la no violencia. De modo que, finalmente, y entre ambos, logran
ahuyentarlo.
Pero Mac Ian cree que ha sido un ángel. Una
aparición que le permitió ver de un trazo lo que podría haber sido de ambos:
- ¡Y qué! Ése hombre era un ángel -dijo Mac Ian.
- No sabía yo que fuesen tan triste cosa -respondió
Turnbull.
- Sabemos que los diablos citan a veces la Escritura
y falsifican el bien -replicó el místico-. ¿Por qué los ángeles no han de
mostrarnos alguna vez el negro abismo en cuyo borde estamos? Si ese hombre no
hubiese intentado contenernos... yo acaso... acaso me hubiese contenido.
- Ya entiendo lo que usted dice -contestó Turnbull
ásperamente.
- Pero ese hombre vino -prorrumpió Mac Ian- y mi
alma me dijo: abandona el combate, y te convertirás en algo como Eso. Abandona
juramentos y dogmas, y los principios sólidos, y te irás pareciendo a Eso.
Aprenderás también una filosofía turbia y falsa. Te aficionarás a esa ciénaga
de moral cobarde y rastrera, y vendrás a pensar que un golpe es malo porque
hace daño, no porque humilla. Vendrás a pensar que dar muerte es malo porque es
violento, no porque es injusto. ¡Oh blasfemo del bien, hace unas horas creí que
le amaba a usted! Pero ahora ya no hay que temer por mí. He oído la palabra
amor pronunciada con su entonación, y sé exactamente lo que significa. ¡En
guardia!
Las espadas se buscaron y se oyó el ludir
formidable, animado del odio y la energía antiguos; y se atacaron una vez y
otra. De nuevo, el corazón de cada uno vino a ser el imán que atraía a una
espada loca...” (7)
Acabamos de ver, en el reciente circo democrático, un
bochornoso espectáculo, probablemente como nunca antes se había visto. Registramos
a quienes han abandonado los principios sólidos y han enfundado la espada,
prefiriendo a cambio, por no pasar por “puristas”, alancear con una papeleta en
la mano, camino de la masónica urna, y al grito de “viva la libertad”, con el
riesgo ya irresistible de resignarse, y peor aún, aficionarse, a esa ciénaga de moral cobarde y rastrera, para
convertirse en “Eso”. “Eso” tan penoso que se llama católico liberal.
NOTAS:
(1)https://prensarepublicana.com/catolicos-llaman-a-votar-a-javier-milei/
(2)Puede indagarse con
provecho y en abundancia acerca de la T.F.P. en el libro La maschera e il volto, de Carlo Alberto Agnoli & Paolo Taufer.
El mismo se reprodujo casi en su totalidad en la revista Le Sel de la terre, números 7, 8 y 10 (1993, 1994): T.F.P. Le masque et le visage. El N° 8
aporta también un interesante testimonio del Padre Emmanuel du Chalard.
Asimismo, Le Sel de la terre N° 25,
del verano de 1998 ha publicado una extensa y rigurosa recensión por parte de
Roger Berrou, del libro-panegírico Le
croisé du XXe siècle : Plinio Corrêa de Oliveira, escrito por Roberto De
Mattei. Sobre este último autor:
http://www.unavox.it/ArtDiversi/DIV921_Nitoglia_Putin_Dugin.html#6_
(3)Se habla allí, desde
luego, del comunismo sovietizante de la hoz y el martillo. La versión del
comunismo, en cambio, como control absoluto del poder, en un socialismo
tecnocrático panteísta, daríase en una fusión gayfriendly de capitalismo y comunismo, más fácil –o en realidad
menos difícil- de obtener por los Estados Unidos que por el modelo de la Unión
Soviética. De modo que el comunismo propiamente dicho, muta en mundialismo,
teniendo como meta final siempre el poder total y absoluto sobre la humanidad,
a ser entregado finalmente en manos del Anticristo.
(4) Agnoli y Taufer, ob. cit.
Posteriormente a la redacción de aquel informe, las cosas viraron en Rusia.
Contra toda previsión, y cuando parecía que los oligarcas judíos al servicio de
la banca occidental iban a operar a sus anchas en la ex URSS, para ampliar el
horizonte globalista-democrático a todo el mundo, surgió un nacionalista
llamado Putin que se abrió de la élite anglosajona, lo cual está llevando a lo
que, parece, será una tercera guerra mundial. Hoy Rusia no es en absoluto
socialista, ni menos liberal en el sentido occidental.
(5) Agnoli y Taufer, Le
Sel N° 8, p. 245.
(6) Agnoli y Taufer, Le
Sel N° 10, p. 174.
(7)https://revistaens.blogspot.com/2004/09/mac-ian-y-turnbull-tratan-de-batirse.html