Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

miércoles, 29 de marzo de 2023

NEUTRALIZACIÓN DEL TERCER SECRETO DE FÁTIMA – Parte 2 (final)

 


Neutralización

del tercer secreto de Fátima

 

Parte 2 (final)

 

por Frère Louis-Marie O.P.

Le Sel de la terre N° 53 ÉTÉ 2005

 

 

 

Integralidad

 

Segunda pregunta: ¿tenemos ahora, uniendo el texto revelado el 26 de junio de 2000 a lo que Sor Lucía había revelado en 1941, todo el secreto revelado el 13 de julio de 1917 por Nuestra Señora?

Oficialmente, y a primera vista, la respuesta es: sí.

Sin embargo, se han planteado tres hipótesis para defender la idea de que queda algo por desvelar, y merecen ser presentadas brevemente aquí:

1)                   La hipótesis de un texto amputado (el texto revelado el 26 de junio de 2000 sería auténtico, pero habría sido amputado por el Vaticano de algunos pasajes embarazosos);

2)                  La hipótesis de un tercer secreto en dos partes (se dice que el texto publicado el 26 de junio de 2000 es auténtico y completo; pero existe otro texto, escrito por separado, que lo completa y que aún no ha sido revelado);

3)                  La hipótesis de un segundo secreto incompleto (el tercer secreto estaría ahora completamente revelado, pero el segundo no; la incisión "En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe" no sería el comienzo del tercer secreto de Fátima, sino el comienzo de una parte del segundo secreto aún desconocida).

Veamos brevemente estos tres supuestos

 

¿Un texto truncado?

 

La hipótesis de que el texto revelado el 26 de junio de 2000 fue amputado de ciertos pasajes es, por así decirlo, la hija natural del trabajo de la C.R.C. Dado que el secreto revelado no correspondía a lo que se suponía que debía ser, se vislumbró una solución en la existencia de pasajes censurados por el Vaticano. Esta hipótesis vale, pues, lo que valían los argumentos de la C.R.C., que ya hemos examinado. Su única ventaja teórica sería vincular el tercer secreto a la frasecita "En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe", y así explicarlo. Pero en la práctica, y considerando el texto que nos ha sido entregado, es difícil ver cómo esto es posible, ya que la primera frase enlaza directamente las dos partes anteriormente reveladas con la visión[1], sin dejar espacio para posibles palabras de Nuestra Señora. Es difícil ver dónde encajarían los pasajes omitidos. Además, se sabe por diversos relatos que el tercer secreto debe ser relativamente corto, y los añadidos lo harían necesariamente aún más largo.

En resumen, esta hipótesis, que no se basa en ninguna prueba ni indicio positivo, plantea más dificultades de las que resuelve.

 

¿Un tercer secreto en dos partes?

 

La hipótesis de un tercer secreto en dos fragmentos, que habrían sido escritos separadamente por Sor Lucía y transmitidos por separado a la Santa Sede fue propuesta por Andrew M. Cesanek. Ya ha sido presentada anteriormente en Sel de la Terre[2]. Se basaba en una ambigüedad en la traducción inglesa de una carta de Sor Lucía, así como en las discrepancias entre ciertas fuentes en cuanto a la fecha del traslado del secreto a Roma, la fecha de su lectura por Juan Pablo II, etc. (discrepancias que, en realidad, se explican mejor por los errores o imprecisiones de ciertos autores que por la hipótesis gratuita de dos redacciones diferentes; las diferencias de detalle son casi inevitables, incluso entre testigos de perfecta buena fe [3]).

El único testimonio que se puede aducir en favor de esta tesis es la confidencia de un jesuita, el padre Schweigl, profesor de la Universidad Gregoriana y del Russicum. Encargado por Pío XII de interrogar a Sor Lucía sobre la consagración de Rusia en 1952, el jesuita austriaco confió, a su regreso, a uno de sus parientes (cuyo nombre no se da):

“No puedo revelar nada de lo que conocí en Fátima sobre el tercer secreto, pero puedo decir que tiene dos partes: una se refiere al Papa; la otra, lógicamente -aunque no debo decir nada-, debería ser la continuación de las palabras: "En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe".[4]

Se trata de un testimonio interesante, aunque indirecto (el padre Schweigl ha fallecido y no se sabe hasta qué punto el amigo anónimo que transcribió sus palabras pudo garantizar su exactitud literal). Pero es difícil encontrar un argumento sólido a favor de la tesis de Cesanek. La expresión "dos partes" no significa "dos textos escritos por separado". De hecho, se puede constatar que el texto revelado por el Vaticano sí contiene dos visiones diferentes y, por tanto, dos partes. Y que la segunda de estas partes concierne efectivamente al Papa. En cuanto a la primera parte, el padre Schweigl se limita a decir que "lógicamente debería ser" la continuación de la frase sobre Portugal. Se trata, pues, de una suposición, no de un testimonio real sobre el contenido del secreto. En resumen, nada permite dudar seriamente de la integridad de lo que tenemos.

Uno se pregunta además por qué Sor Lucía habría dividido el tercer secreto en dos documentos, escritos con pocos días de diferencia y guardados por separado.

A falta de pruebas positivas a favor de esta tesis, debe considerarse inverosímil.

 

¿Un segundo secreto inconcluso?

 

Tercera opinión: el "eslabón perdido" no se encuentra en el tercer secreto, sino en el segundo. Esta idea fue desarrollada (como hipótesis) por el abate Knittel:

COMENTARIOS SOBRE LA NEUTRALIZACIÓN DEL TERCER SECRETO DE FÁTIMA

 




Por FLAVIO MATEOS

 

---El artículo del Padre dominico Louis-Marie que hemos publicado en dos partes nos parece el más juicioso y esclarecedor de cuantos hemos leído acerca del polémico tema llamado “Tercer secreto” de Fátima, que, como sabemos, es en realidad la tercera parte de lo revelado el 13 de julio de 1917.

 

---Prácticamente todos los “fatimistas” e interesados en el tema, han adoptado –con bastante precipitación- la tesis propalada especialmente por el Hno. Michel de la Sainte Trinité en su monumental obra “Toute la verité sur Fatima”, acerca de la falsificación o la omisión por parte de las autoridades vaticanas de ese tercer secreto, cuando fue revelado, llegando a hablar algunos incluso de un “cuarto secreto” (¡!). Nos incluimos entre los que han adoptado (mea culpa!) esa opinión, basada sobre todo en conjeturas y sospechas pero no en hechos ciertos y probados. Es por eso que hemos debido hacer necesarias rectificaciones a nuestro libro “Fátima y Rusia”.

 

---Creemos, pues, que el secreto, hasta donde podemos saber y mientras no haya prueba en contrario, ha sido revelado completo, pero, como dice el autor que hemos citado, se lo reveló a fin de neutralizarlo, al darle una interpretación falsa e incongruente y de ese modo dejar todo el mensaje de Fátima bien enterrado en el pasado.

 

---Una observación sobre esto que dice el P. Louis-Marie: “En cuanto a la instrucción de Nuestra Señora: "A Francisco se lo puedes decir", no hay ninguna razón de peso para relacionarla exclusivamente con la tercera parte del secreto. Podría muy bien referirse a las palabras pronunciadas por Nuestra Señora durante la segunda parte. Por tanto, el argumento es, una vez más, irrelevante”.

En efecto, pero también podría relacionarse con el tercer secreto, puesto que si éste es una visión (texto revelado el 26/6/2000), y Francisco, como sabemos, podía ver pero no escuchar lo que decía la Virgen, entonces lo que podían decirle a Francisco era la explicación de esa visión del “tercer secreto” que podría haberles dado la Virgen. Recordemos, por ej., que cuando la Virgen les mostró el infierno a los pastorcitos (primera parte de lo revelado el 13 de julio), luego la Virgen se los explicó: “Habéis visto el infierno, adonde van las almas de los pobres pecadores…”. Además, cuando el 3 de enero de 1944 la Sma. Virgen se apareció a sor Lucía para pedirle que redactase el “tercer secreto”, le dijo que escribiese “lo que ellos te piden, pero no lo que te ha sido dado comprender de su significación”. Así, sor Lucía nunca habría escrito el significado de esa visión, pero sí se la podría haber contado a Francisco.  Y en esa explicación podría estar el porqué de esos mártires y ese papa mártir: apostasía en la Iglesia, etc.

DOS PLANES: EL DE DIOS Y EL DE SATANÁS

 



Por GIL DE LA PISA ANTOLÍN

26/03/2023

Ese excelente entrevistador que es el periodista –y amigo– Javier Navascués y subdirector de este medio publica una entrevista al conocido intelectual y tertuliano Miguel Ángel Quintana Paz sobre el proyecto conocido como “ciudades 15 minutos”. Como todos los proyectos diabólicos, de entrada parecen una broma o un chiste de mal gusto, pero encierran siempre veneno letal. Quintana Paz con la penetración que conocemos nos hace ver toda la maldad que encierra. Y en mí ha provocado la decisión de tocar un tema que hace tiempo tenía pensado comentar y no es otro que la última explicación de cuanto ocurre en el mundo, es decir, de la Historia que sabemos echó a andar en el Paraíso Terrenal.

Aunque tengo explicado centenares de veces que la historia empieza como consecuencia de un “dialogo”: el de la astuta serpiente con la cándida mujer de Adán… Por otra parte, desde ese diálogo nada ha cambiado en la táctica satánica y ha demostrado ser…:   “¡un enamorado del DIALOGO! (Amor y encandilamiento que infunde a sus fieles y leales servidores; les invito a recordar a aquel primer traidor a la Cruzada que sirvió a su amo, con la revista “Cuadernos para el diálogo”). No les extrañe pues considerar de interés iniciar el tema con el breve comentario precedente que nos ayudará a conocer mejor al “enemigo del hombre” como llama San Ignacio al ángel caído.

Antes de seguir adelante vamos a elegir una imagen que nos sirva para “situarnos” rápidamente. Y, de ese modo copio al autor de los Ejercicios Espirituales quien siempre aconseja que nos ayudemos en la meditación con una imagen que llama “composición de lugar”. En nuestro caso no parece complicada la elección y, el plan de Dios, lo vamos a representar mediante las “tablas de la Ley” y el plan de Satanás, con una foto del “Boletín Oficial del Estado” (el “BOE”). Difícilmente encontraremos nada mejor para mostrar la infinita distancia entre las pocas limitaciones divinas a la Libertad del hombre y las casi infinitas trabas que van inventando sin parar los hijos de Satanás. Imposible hallar mejores símbolos para, sin gran esfuerzo, intuir la esencia diferencial de los dos “planes”.

La infinita Sabiduría de Dios considera que con solo diez mandamientos tienen los hombres marcados los límites de lo permitido y el campo de su Libertad. Por el contrario, Satanás tiene muy claro que al hombre hay que “inmovilizarlo” con centenares de miles de “leyes” y “prohibiciones”.  Él “odia la Libertad” que el Creador ha regalado a su criatura predilecta –el ser humano—y el objetivo final diabólico es hacer del hombre un “esclavo inmovilizado”.

PANORAMA GENERAL

 



Por MONS. WILLIAMSON

25 de marzo de 2023


Dios dice a los hombres malvados: «Esta es vuestra hora,

Pero sólo yo concedo a vuestras tinieblas el poder». (cf. Lc. XXII, 53)


Para todos los lectores que tengan acceso a Internet y que quieran mantener la cabeza libre de la sarta de mentiras que componen la narrativa oficial sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, hay, todavía accesibles en You Tube, al menos cuatro notables narradores de la verdad que, al menos hasta ahora, han demostrado ser reporteros en los que se puede confiar para saber lo que realmente está sucediendo en la desafortunada Ucrania. Se trata de tres estadounidenses, el coronel Douglas MacGregor, Scott Ritter y Gonzalo Lira, y un equipo de dos griegos que se hacen llamar The Duran, Alex
Cristoforou, y Alexander Mercouris que vive en Londres. En
 youtu.be/021JkYHJy1Y se puede encontrar a los Duran en una fascinante conversación sobre todo el trasfondo de la Guerra, que data de justo antes de Navidad del año pasado, pero no desactualizada. He aquí un resumen de la conversación:

El objetivo de Occidente en Ucrania es destruir a Rusia. El suministro de misiles de largo alcance y drones por parte de la OTAN no es para que Ucrania logre una victoria militar. Se trata de crear el caos y sembrar el malestar y la división en Rusia.

sábado, 25 de marzo de 2023

LA MADRE DEL SALVADOR Y LA ANUNCIACIÓN

 


Por R.P. REGINALD GARRIGOU-LAGRANGE

 

 

El día de la Anunciación señala un gran progreso de la gracia y de la caridad en el alma de María.

 

Conveniencia de la Anunciación

 

Como lo explica Santo Tomás (1) convenía que el anuncio de la Encarnación fuese hecho a María, para que fuese instruida y pudiese dar el consentimiento. Por él, dicen los Padres, concebía espiritualmente al Verbo, antes de concebirlo corporalmente. Dio este consentimiento sobrenatural y meritorio, añade Santo Tomás, en nombre de la humanidad, que tenía necesidad de ser regenerada por el Salvador prometido. Convenía también que la Anunciación fuese hecha por un ángel, como embajador del Altísimo. Un ángel rebelde había sido la causa de la perdición y de la caída, un ángel santo, el más elevado de los arcángeles, anuncia la redención (2).

Convenía también que María fuese instruida del misterio que se iba a realizar en ella, antes que San José, pues era superior a él por su predestinación a la maternidad divina. Convenía, en fin, que la Anunciación se hiciese por una visión corporal acompañada de una iluminación intelectual, porque la visión corporal, en estado de vigilia, es más segura que la visión por la imaginación que se hace algunas veces en sueño, como aquella con que fue favorecido San José, y la iluminación sobrenatural de la inteligencia indicaba infaliblemente el significado de las palabras anunciadas (3). La alegría y la seguridad sucedieron al temor y al asombro, cuando el ángel dijo a María: No temas, María, porque has encontrado gracia delante de Dios. He aquí que concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le darás el nombre de Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo... El Espíritu Santo vendrá sobre ti y te hará sombra la virtud del Altísimo. Y por eso lo santo que nacerá de ti, será llamado Hijo de Dios (Luc, I, 30-35). El ángel añade una señal y la razón del suceso: Ya Isabel, tu parienta, ha concebido también un hijo en su vejez., y éste es su sexto mes, en ella que es llamada la estéril: porque no hay cosa alguna imposible para Dios (ibíd., I, 36-38).

NEUTRALIZACIÓN DEL TERCER SECRETO DE FÁTIMA

 


    Neutralización 

    del tercer secreto 

 de Fátima


Parte 1


por Frère Louis-Marie O.P.

 

Le Sel de la terre N° 53. ÉTÉ 2005

 

 La cuestión que aquí se aborda es compleja y muy debatida. El siguiente artículo no pretende zanjarla definitivamente, sino aportar información y elementos de reflexión. Se inspira libremente en las obras públicas o privadas de diversos autores, entre los que queremos dar las gracias en particular a los Padres Fabrice Delestre, François Knittel y Gérard Mura, cualesquiera que puedan ser las divergencias de apreciación en los detalles.

Le Sel de la Terre.

   

Breve historia del secreto de Fátima

Tres partes de un mismo secreto

 

Es el 13 DE JULIO DE 1917, durante su tercera aparición en Cova de Iría, que Nuestra Señora confía a los niños de Fátima lo que comúnmente se conoce como el Secreto de Fátima (sólo Lucía y Jacinta oyen las palabras de Nuestra Señora; Francisco ve pero no oye).

En julio-agosto de 1941, escribiendo su tercera Memoria sobre las apariciones, Sor Lucía precisa, por primera vez, que ese secreto contiene tres elementos diferentes: “El secreto contiene tres cosas distintas, escribe ella, y yo develaré dos”.

Ella da entonces la descripción de la visión del infierno (primer elemento del secreto) y después las palabras que pronunció la Virgen después de esta visión (segundo elemento[1]).

Unos meses más tarde, sin embargo, en octubre-diciembre de 1941, redactando su cuarta Memoria, Lucía añadió una pequeña frase al final de las palabras de Nuestra Señora: "En Portugal se conservará siempre el dogma de la verdadera fe" ("Em Portugal se conservará sempre o dogma da fé"). Sigue a esta frase un "etc." que sin duda ocupa el lugar de la tercera parte del secreto.

Esas palabras hicieron correr mucha tinta. En primer lugar, por su significado implícito (tal promesa implica que no será así en otros países [2]). Pero sobre todo por su proximidad a la tercera parte. ¿Esta breve frase, difícil de relacionar con la parte anterior, anuncia el tema de lo que sigue?

 

Lucía redacta la tercera parte (enero de 1944)

 

Es en 1944 que recién Sor Lucía pone por escrito el tercer secreto [3]. El 7 de octubre de 1941, presionada por el canónigo Galamba, había respondido que aún no había recibido permiso del Cielo. Pero en octubre de 1943, el obispo da Silva se lo ordenó formalmente. Sor Lucía, dividida entre la obediencia al obispo y la obediencia al Cielo (que aún no había dado su consentimiento), sufrió una terrible agonía durante casi tres meses. El 2 de enero de 1944, Nuestra Señora  se le apareció en la enfermería de Tuy, la consoló y le confirma la autorización divina. Al día siguiente, Lucía escribe el secreto. El 17 de junio, envía el sobre que lo contiene al obispo da Silva. El obispo no se atrevió a abrirlo. El 8 de diciembre de 1945, introdujo el sobre de Sor Lucía en otro sobre, lacrado, que guardó en la caja fuerte de la Curia Episcopal hasta 1957.

 

La fecha de 1960

 

¿Cuándo debía ser revelada esta tercera parte del secreto? Sor Lucía dijo a varios  testigos: en 1960 [4]. ¿Por qué en esta fecha? Sor Lucía respondió: "Porque la Santísima Virgen así lo quiere". [5] Y al Cardenal Ottaviani, que la visitó en Coimbra el 17 de mayo de 1955, Lucía le dijo: "Porque, entonces, aparecerá más claro".

Se acercaba la fecha fatídica y, a finales de 1956 o principios de 1957, el Santo Oficio exigió el manuscrito que Mons. da Silva no había querido leer. En marzo de 1957, monseñor Venancio llevó el sobre lacrado que contenía el  secreto al Nuncio Apostólico en Lisboa. El sobre llegó al Vaticano el 4 de abril. Pío XII no lo abrió, sino que lo guardó en su despacho personal, en un pequeño cofre marcado Secretum Sancti Officii. Murió el 9 de octubre de 1958, sin haber leído el secreto.

Su sucesor, Juan XXIII, que había anunciado la convocatoria del Vaticano II el 25 de enero de 1959, se enteró del secreto en agosto. “Eso no concierne a los años de mi pontificado”, declaró él inmediatamente.[6] Lo hace leer al cardenal Ottaviani y decide no publicarlo. El 8 de febrero de 1960, un comunicado de la agencia de noticias portuguesa A.N.I. anuncia: "El Vaticano hace saber que el secreto no será divulgado”.

Juan XXIII denuncia a los "profetas de desgracias" en su discurso de apertura del Concilio en 1962 y muere el 3 de junio de 1963, sin haber hecho ninguna declaración pública sobre el secreto.

Ese mismo año, Luis Elrich publicó en el diario alemán Neues Europa una versión falsa del secreto, que hablaba de una guerra terrorífica; se reprodujo en varios periódicos (Agora, de Lisboa; El Pueblo, de Madrid; La Voz de España, de San Sebastián, etc.) y se reeditará regularmente (aún circula por Internet).

Pablo VI lee el verdadero secreto el 27 de marzo de 1965, junto con el sustituto, monseñor Angelo Dell'Acqua; decide no publicarlo. No se sabe si su sucesor, Juan Pablo I tuvo tiempo de leerlo, pero él había estado muy marcado por la entrevista que había tenido con Sor Lucía el 11 de julio de 1977, poco antes de su elección al soberano pontificado.

Juan Pablo II, elegido Papa en 1978, ¿leyó personalmente el secreto antes del atentado del 13 de mayo de 1981? Los testimonios difieren. En cualquier caso, era consciente de su contenido, aunque no parece que le prestara mucha atención en aquel momento.[7] Interrogado por unos peregrinos en Fulda (Alemania), en noviembre de 1980, confesó:

«PASIÓN Y GLORIA DE LA VENDÉE». POR ANTONIO CAPONNETTO

 


Reseña del libro de Marie de la Sagesse Sequeiros, Pasión y Gloria de la Vendée. Héroes del genocidio francés, Buenos Aires, Parresía, 2023, 428 pp.

El libro puede adquirirse, en Argentina, aquí: https://editorial.quenotelacuenten.org/

En Amazon, aquí: https://www.amazon.com/dp/B0BW2GL76N

 

Por ANTONIO CAPONNETTO

 

         Estamos ante un libro deslumbrante; lo cual –si no nos fallan las etimologías- quiere decir que nos deja pasmados e impresionados por la luz que arroja u ofrece. Esa luz es la del martirio heroico; esto es, la del testimonio, ya no de palabra o de conducta sino de sangre. De sangre derramada por los hijos fieles de la francesa tierra vandeana, quienes “de pie reconocían a su rey ungido y de rodillas a su único Dios Verdadero. Ambos amores inseparables engendraron el alma” de esos singulares combatientes, “y fueron eternizados en su divisa con dos corazones entrelazados bajo la inscripción: utrique fidelis, fiel al uno y al otro” (p. 416).

         Los hechos con sus protagonistas, que van desfilando a lo largo de una veintena dinámica de capítulos, constituyen un repertorio edificante de causalidades ejemplares, un despliegue de paradigmas notables, un muestrario de sublimes dechados. Bendita guerra justa, que terminó con la “victoria de los vencidos”, al buen decir del padre Billaud (p. 144). Porque la vera historia es una aristocracia que se asoma a las almenas de los castillos y alcázares para flamear tributos de gloria en homenaje a los honorables derrotados. Amén de que nunca hay derrota, sobrenaturalmente hablando, cuando se lucha para que Cristo venza.

 Le es imposible a un espíritu sano permanecer indiferente frente a estos relatos enhebrados con pericia por la Hermana Sagesse –monja andariega y abadesa andante, la llamaría Braulio Anzoátegui-, que armonizan la erudición con la pasión, la solvencia investigativa con el júbilo contagioso ante lo sublime, la ciencia del académico y el pálpito cordial de quien posee la fe intrépida y valerosa, la prolífica bibliografía con el fervor apostólico, las ilustraciones artísticas y la prosa sin descuidos. Le es imposible al lector la apatía; y hasta cualquier asepsia o neutralidad queda vedada al leyente, como se decía en la vieja lengua castellana.

Por el contrario, al transcurrir de estas crónicas, página tras página, el leedor se siente transportado a un mundo arquetípico, conviviendo al fin con las hazañas y las gestas, familiarizándose con los sacrificios y las abnegaciones de los perseguidos, con el rayar de los sables y la galopada briosa de los jinetes diestros del Gran Ejército Católico y Monárquico. Un afán de emulación y de mímesis nos sacude de la vida muelle y nos convoca a quebrar la confortabilidad burguesa a la que hemos sido rebajados.

 A riesgo de que se nos incomprenda o se ironice luego, no dejaremos de asentar que el llanto nos sobrevino con frecuencia al fluir de las hojas; y que un cierto desborde emocional se apoderó de nuestro ánimo, convirtiéndolo a veces en un haz de anhelos épicos, líricos, cultuales e hímnicos. No es fácil que un libro suscite estos efectos. Y es nada más que uno de sus tantos méritos.

Acaso por los genes humorísticos que recibió en herencia, o por los influjos paradojales de Chesterton, la autora le ha dado a su obra un sesgo claramente binario, en un mundo enfermo que se enorgullece de abolir tamaña categoría. Pero no únicamente de un binarismo conceptual -los santos contrarrevolucionarios son los buenos y los terroristas revolucionarios los infames- sino de un binarismo de género, en el que tanto monta y monta tanto, las agallas de las damas legendarias como los actos de arrojo de los varones sin tacha. Tanto se nos presenta a Perrine Loiseau, que “maniobraba la espada como un terrible molino” (p. 156), como a Jacques Cathelineau, que pasó de conducir mesnadas de peregrinos hacia la capilla de Notre-Dame de la Charité, a conducir ejércitos corajudos cuanto piadosos (p. 164). En el universo de las normalidades ejemplares sólo hay espacios para los hombres y las mujeres, como Dios lo dispuso.

UN LIBRO PARA ESTE TIEMPO

  “Fátima y Rusia”, por Flavio Mateos. Disponible en todo el mundo a través de Amazon y Mercado Libre.   Tomo I - 438 páginas ·     ...