Por
MONS. WILLIAMSON
DCCCXIII
#813
11
de febrero de 2023
La Consagración de Rusia no puede esperar.
Por
lastima, Nuestro Señor ha dicho: “será tarde”.
En
su última novela, Los hermanos Karamazov (1879), el célebre novelista ruso
Fedor Dostoievski (1821–1881) puso en boca de un monje ruso, el padre Zossima,
otras profundas reflexiones sobre el el fracaso del Occidente liberal y
la posible importancia futura para el mundo del Oriente cristiano, del monacato
ruso en particular. El tiempo lo dirá, pero así como América y Rusia se
preparan para el estallido de la Tercera Guerra Mundial, así también la
consagración de Rusia, como la pidió Nuestra Señora de Fátima, adquiere cada
vez más importancia, al paso que la línea de pensamiento del padre Zossima
reviste un creciente interés. He aquí un extracto, libremente adaptado y
abreviado de la novela, Libro VI, Capítulo 3, Sección (e):—
De
estos mansos monjes, que anhelan la oración solitaria, vendrá tal vez la
salvación de Rusia una vez más! … en su soledad, ellos conservan la imagen de
Cristo bella e inmaculada, en la pureza de la verdad de Dios, desde los tiempos
de los Padres de la antigüedad, los Apóstoles y los mártires. Y cuando llegue
el momento la mostrarán a los credos tambaleantes del mundo. Este es un gran
pensamiento. Esa estrella saldrá de Oriente.
…
Mirad a las “élites” mundanas, y a todos los que se erigen por encima del
pueblo de Dios. ¿No se ha distorsionado la imagen de Dios y Su verdad? Pueden
tener ciencia; pero en la ciencia no hay nada más que lo que es objeto de los
sentidos. El mundo espiritual, la parte superior del ser humano, se rechaza por
completo, descartada con aires triunfales, incluso con odio.
El mundo ha proclamado el reino de la libertad,
sobre todo últimamente, pero ¿qué vemos en esta libertad suya? ¡Nada más que
esclavitud y autodestrucción!
Pues
el mundo dice: “Tenéis deseos, entonces satisfacedlos, pues tenéis los mismos
derechos que los más ricos y poderosos. No tengáis miedo de satisfacerlos, e
incluso multiplicad vuestros deseos”. En eso ven su “libertad”. Sin embargo,
¿qué se deduce de este derecho a multiplicar los deseos? Que el mundo está cada
vez más unido, cada vez más como una comunidad global, a medida que se superan
las distancias y los pensamientos vuelan por el aire? No confíes en tal
libertad, porque distorsiona la naturaleza dada por Dios a los hombres,
fomentando en las clases altas y medias muchos deseos y hábitos insensatos y
ridículos. Los hombres viven en una permanente envidia mutua, ávidos del lujo y
la ostentación, que llegan a ser vistos como una necesidad tal, que incluso se
suicidan si no pueden satisfacer tan insensatos deseos. En cuanto a los pobres,
son propensos a ahogar su necesidad insatisfecha y su envidia en la embriaguez,
pero pronto beberán sangre, porque los están llevando a las guerras mundiales.
Yo os pregunto, ¿son libres esos hombres?
Objeción:
¡lucharán por la humanidad! Respuesta: no podrán resistir mucho tiempo. En
lugar de ganar libertad se han hundido en la esclavitud, y en vez de servir a
la causa del amor fraternal y a la unión de la humanidad han caído, por el
contrario, en la disensión y el aislamiento . . . . . De ahí que el servicio a
la humanidad, el amor fraterno y la solidaridad humana, aparecen cada vez más
vacíos. ¿Cómo puede un hombre librarse del hábito de satisfacer los
innumerables deseos que él mismo se ha creado? Aislado como está por su
“libertad”, ¿qué preocupación tendrá por el resto de la humanidad? Esos hombres
pueden poseer más “cosas”, tener una mayor masa de objetos, pero la alegría ha
desaparecido de sus vidas.
El
camino monástico es muy diferente. Pero ellos se burlan de la obediencia, del
ayuno y la oración, aunque sólo a través de estos se encuentra el camino hacia
la verdadera libertad. Suprimo mis deseos superfluos y innecesarios, castigo mi
voluntad propia con obediencia, y con la ayuda de Dios alcanzo la libertad
espiritual y la alegría… La salvación de Rusia viene del pueblo. Y el monje
ruso siempre ha estado del lado del pueblo… El pueblo enfrentará al ateo y lo
vencerá, y Rusia será una y Ortodoxa. Cuida del campesino y guarda su corazón.
Educarlo en silencio es vuestro deber como monjes, pues el campesino tiene a
Dios en su corazón.
Kyrie
eleison