Bajorrelieve
que muestra el saqueo del templo por los romanos, tras la destrucción del
Segundo Templo de Jerusalén.
Por FLAVIO MATEOS
“Quien trate de ver las profundas “señales de
los tiempos”, tendrá que conservar siempre a la vista lo que acontezca a los
judíos, como comunidad, en el mundo”.
Josef
Pieper (1)
“Los destinos del pueblo judío en el mundo
político no hay que pensarlos en última instancia desde la esfera política,
sino desde la teológica”.
Erik
Peterson (2)
“…y Jerusalén será pisoteada por gentiles hasta que el tiempo de los
gentiles sea cumplido”
Lc. XXI, 24.
La candente “Cuestión Judía”, que parecía desplazada
totalmente de la opinión pública -mas no para los católicos conscientes que el
camino de la historia está signado por la guerra entre la Iglesia de Cristo y
la Sinagoga de Satanás-, ha vuelvo a asomar al horizonte mundial como un
atronador estallido, a partir del pasado 7 de octubre, y se ha instalado al
parecer no sólo para quedarse, sino para incendiar el mundo entero. El católico
no puede dejar, además, de advertir tal fecha, negación rotunda hacia Ntra.
Sra. del Rosario, cuya fiesta se celebra ese día, pues fue la misma Señora del
Cielo quien nos advirtió en Fátima que sólo Ella podía darnos la paz, para lo
cual nos pidió, entre otras cosas, el rezo diario del santo Rosario. ¿Quizás
pre-figuración de la Fiera del Apocalipsis, el dragón de siete cabezas y diez
cuernos, completando el número 17 que, una y otra vez se repite, desde el
Apocalipsis hasta las revoluciones modernas y el mismo comienzo del moderno
Israel?
Así pues, si hay algo de lo que no se habla, en la
generalidad de los medios, al tratar de la actual ofensiva israelí sobre Gaza,
es de su aspecto o trasfondo religioso. De entre la inmensa cortina de humo que
lo cubre todo, a partir del bombardeo sistemático, aniquilador, genocida de
Israel sobre el pueblo palestino, con su impresionante saldo de víctimas
civiles, especialmente niños, las especulaciones o análisis no atinan demasiado
a comprender el porqué de esta situación. Es muy llamativo el grado de
exasperación y casi diríase sobreactuación de Israel, en una reacción absolutamente
fuera de proporciones respecto del ataque recibido. Además de que no está libre
de sospechas, sino todo lo contrario, el disparador de esta ofensiva. “Falsa
bandera”, conjeturan muchos, sin atentar contra la razón.
Son muy de considerar las razones de peso económico y
geo-estratégico de Israel, puesto que en el mar de Gaza se halla una
importantísima reserva de gas. De hecho, ya hace diez años se podía leer un
anticipo de lo que ocurriría:
“Israel lanzó una invasión (7 de octubre de 2023)
de la Franja de Gaza.
Como lo describió con visión
de futuro Felicity Arbuthnot hace 10 años en un artículo del 30
de diciembre de 2013:
“Israel se convertirá en un importante exportador
de gas y algo de petróleo, “si todo va según lo planeado”.
En el contexto actual, la
opción de Israel de "Todo va según el plan" consiste
en pasar por alto a Palestina y " borrar a Gaza del mapa",
además de confiscar TODAS las reservas marítimas de gas en el alto mar
de Gaza, por valor de miles de millones de dólares.
El objetivo final no es sólo excluir a
los palestinos de su patria, sino
que consiste en confiscar las reservas
multimillonarias de gas natural en el alto mar de Gaza, es decir, las
que pertenecen al BG (Grupo BG) en 1999, así como los
descubrimientos del Levante en 2013”. (3)
De hecho esto se ha confirmado por un memorando de
inteligencia de Israel, fechado el 13 de octubre (fecha también significativa,
para nosotros los cátólicos):
Un
memorando oficial “secreto” escrito por el Ministerio de Inteligencia de Israel “recomienda
el traslado forzoso y permanente de los 2,2 millones de residentes palestinos
de la Franja de Gaza a la península egipcia del Sinaí”, es decir, a
un campo de refugiados en territorio egipcio. Hay indicios
de negociaciones entre Israel y Egipto, así como de consultas con
Estados Unidos.
El
documento de 10 páginas, fechado el 13 de octubre de 2023, lleva el logo del
Ministerio de Inteligencia... evalúa tres opciones con respecto al
futuro de los palestinos en la Franja de Gaza... Recomienda un traslado
total de la población como su curso de acción preferido. … El
documento, cuya autenticidad fue confirmada por el ministerio, ha sido
traducido íntegramente al
inglés aquí en el +972. (4)
De manera tal que esta guerra y particularmente esta
acción ofensiva de Israel –que para tener visos de legitimidad debió ser
presentada al mundo como “guerra de defensa”- comenzó hace ya mucho tiempo:
“Avance rápido hasta octubre de 2023
La declaración de guerra de Netanyahu en octubre de
2023 contra 2,3 millones de personas de la Franja de Gaza es una continuación
de su invasión de Gaza de 2008-2009 bajo la “Operación Plomo Fundido”.
El objetivo subyacente es la ocupación
militar abierta de Gaza por las fuerzas de Israel y la
expulsión de los palestinos de su tierra natal.
Sin embargo, debo mencionar que existen poderosos
intereses financieros que pueden beneficiarse de la empresa criminal (genocidio)
de Israel dirigida contra
Gaza. ” (5)
Es llamativo lo que está pasando, decimos, porque
Israel está llevando a cabo una limpieza étnica “en vivo y en directo” para
todo el mundo, provocando reacciones de rechazo no sólo en los países vecinos o
en el resto del mundo, sino hasta en parte considerable de su pueblo y sobre
todo de los rabinos “tradicionalistas”. Si se pensara desde un punto de vista
estratégico, y mediático, esto no hace sino perjudicar a Israel o por lo menos
a las actuales autoridades, que ya venían siendo muy cuestionadas y enfrentadas
por multitudes de manifestantes. Hasta la ONU se ha mostrado decididamente contraria
a sus acciones. Sin embargo, el apoyo decisivo del imperialismo
anglo-norteamericano tiene su peso y es indeclinable. Lo mismo para sus países
satélites de la OTAN, en particular los dos países más colonizados por el
judaísmo: Alemania y Francia (a los que ahora se suma Argentina, pero luego
iremos a eso). Y decimos además que se está provocando una “oleada de
antisemitismo” en el mundo entero, que bien puede servir de nueva excusa para
las maniobras conducentes a que Israel cumpla sus objetivos. No es la primera
vez que se ve impulsada una oleada mundial de “antisemitismo” muy aprovechable
por sus propias víctimas (aparentes o reales). Esto ya ocurrió en la Segunda
Guerra mundial (comenzó en verdad en 1933 cuando los sionistas declararon la
guerra públicamente a Alemania), con su efecto del “holocausto” y posterior
fundación del “Estado de Israel”. Ahora, estamos viendo una continuación y acrecentamiento
de lo ocurrido en Ucrania. A partir de la Revolución de Maidán del 2014,
comenzó la transformación de Ucrania en un estado judío, llegando hasta decir
su presidente judío Zelensky que Ucrania debía convertirse en un nuevo gran
Israel. Así pues provocó, mediante bombardeos sistemáticos sobre las
poblaciones rusas de Donetsk y Lugansk, la consiguiente reacción de Rusia.
Luego lanzó a una verdadera carnicería a los habitantes del país,
mayoritariamente cristianos. Ahora están enviando al frente a hombres de 50 y
60 años y aún más. A esta altura Ucrania ha perdido ya –entre muertos y
exilados- la mitad de su población. Ucrania, recordemos, es el lugar donde
nació la cristiandad en Rusia, y parece ser que la OTAN y aliados quieren que
sea allí donde también termine. Luego de la alianza occidental a favor de la
Ucrania judía, y ante el fracaso de debilitar a Rusia, ahora la ofensiva se ha
trasladado a Medio Oriente, donde Israel parece dispuesto –o por lo menos el
ala más dura de la derecha sionista- a expulsar completamente a los palestinos
y, sobre todo, reconquistar cada palmo de Jerusalén. Este tema particularmente
debe ser considerado. ¿Qué persigue Israel con todo esto? ¿Por qué se presta a
recibir la repulsa de casi todo el orbe, arriesgando incluso su propia
integridad territorial? El medio israelí Haaretz
afirmó que si Israel continuaba la guerra corría riesgo aún de no llegar a
seguir existiendo en el 2030. Entonces, ¿a cuento de qué viene esta
provocación? ¿Qué efectos se pretenden producir con su desaforada reacción? Cui bono?