Por RORATE CÆLI
27/04/2023
Los cardenales Arthur Roche y Raniero
Cantalamessa han reconocido de modo indirecto (tal vez involuntariamente)
lo que los críticos del Novus Ordo Missae de Paulo VI llevan más de cincuenta
años diciendo: que el nuevo rito corresponde a una nueva teología que «se aleja
de manera impresionante, en conjunto y en detalle, de la teología católica de
la Santa Misa, tal como fue formulada en la XXII Sesión del Concilio de
Trento» [1].
El 19 de marzo pasado, al ser
interrogado por sus compatriotas de la radio BBC sobre las restricciones a
la celebración del rito latino tradicional, el prefecto del
Dicasterio para el Culto divino declaró: «Como ustedes
saben, la teología de la Iglesia ha cambiado. Antes el
sacerdote representaba, a distancia, a todo el pueblo: [los fieles] se
canalizaban a través de esta persona que era la única que celebraba la
Misa. No es sólo el sacerdote el que celebra la liturgia, sino
también los que están bautizados [junto] con él; ¡nada
menos!» [2] [Todo lo destacado en negrita lo hemos resaltado nosotros.]
Pocos días más tarde, en el cuarto sermón de Cuaresma para la Curia Romana, el cardenal Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia, remachó: