Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María
jueves, 21 de noviembre de 2024
sábado, 18 de noviembre de 2023
viernes, 10 de noviembre de 2023
GRAVÍSIMO: EL VATICANO PERMITE A HOMOSEXUALES Y TRANSEXUALES SER PADRINOS EN BAUTISMOS Y TESTIGOS EN MATRIMONIOS
Fuente: Infovaticana
El
Dicasterio para la Doctrina de la Fe que dirige Víctor Manuel Fernández ha publicado
una nota aclaratoria -a su manera- sobre seis preguntas
planteadas por un obispo brasileño.
El 14 de
julio de 2023, el Dicasterio recibió una carta de Monseñor José Negri, obispo
de Santo Amaro en Brasil, que contiene algunas preguntas sobre la posible
participación en los sacramentos del bautismo y del matrimonio por personas
transexuales y personas homosexuales.
El
documento publicado por el Dicasterio lleva la firma de Víctor Manuel
Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y del propio Papa
Francisco. El texto, fiel al estilo de los dos argentinos, deja en manos «de la
prudencia pastoral» algunos asuntos de especial calado. Desde la llegada de
Tucho Fernández a Doctrina de la Fe, estamos empezando a acostumbrarnos a que
en sus documentos se deje una amplia interpretación y que cada uno actúe según
le venga en gana o le interese. Y esto, lejos de despejar dudas y unificar
criterio, genera aún más confusión tal y como les sucedió a los cardenales que
presentaron las últimas dubias.
Las
siguientes respuestas reproducen esencialmente los contenidos fundamentales de
lo que ya ha dicho al respecto este Dicasterio1 en el pasado.
El
"Guardián de la fe"
La
primera pregunta que plantea el obispo brasileño es si se puede bautizar a un
transexual. Doctrina de la Fe asegura que «un transexual, que también se
había sometido a un tratamiento hormonal y a una cirugía de
reasignación de sexo – puede recibir el bautismo, en las mismas condiciones de
los demás fieles, si no existen situaciones en las que exista riesgo de generar
escándalo público o desorientación entre los fieles. En el caso de niños o
adolescentes con problemas naturales transexuales, si están bien preparados y
dispuestos, pueden recibir el Bautismo».
«Al mismo
tiempo, es necesario considerar lo siguiente, especialmente cuando existen
dudas sobre la situación moral objetiva en la que se encuentra una persona, o
sobre sus disposiciones subjetivas hacia la gracia. En el caso del Bautismo, la
Iglesia enseña que cuando se recibe el sacramento sin arrepentimiento por
pecados graves, el sujeto no recibe la gracia santificante, aunque recibe el
carácter sacramental», se lee en el documento.
Víctor
Manuel Fernández señala que «así podemos entender por qué el Papa Francisco
quiso subrayar que el bautismo «es la puerta que permite a Cristo Señor
establecerse en nuestra persona y a nosotros sumergirnos en su Misterio»
Esto implica concretamente que «ni siquiera las puertas de los Sacramentos
deben cerrarse por ningún motivo. Esto es especialmente cierto cuando se
trata de ese sacramento que es «la puerta», el Bautismo […] la Iglesia no es una
aduana, es el hogar paterno donde hay lugar para todos con su vida agotadora».
«En
cualquier caso, la Iglesia debe recordarnos siempre vivir plenamente todas las
implicaciones del bautismo recibido, que siempre debe ser comprendido y
desarrollado dentro de todo el camino de la iniciación cristiana», agrega el
cardenal.
Transexuales
padrinos de bautismo y testigos de bodas
En
relación a la pregunta de si puede un transexual ser padrino o
madrina en el bautizo, responden que «en determinadas condiciones, un
transexual adulto que además haya pasado por un tratamiento hormonal y una
cirugía de reasignación de sexo puede ser admitido para el papel de
padrino o madrina«. Acto seguido, explica el prefecto de Doctrina de la Fe
que «sin embargo, dado que esta tarea no constituye un derecho, la prudencia la
pastoral exige que no se permita si existe riesgo de escándalo, legitimación
indebida o desorientación en el ámbito educativo de la comunidad eclesial». Es
decir, deja en manos del sacerdote adoptar la decisión.
Sobre si
puede un transexual ser testigo en una boda, el Vaticano responde escuetamente
diciendo que «no hay nada en el actual derecho canónico universal que prohíba a
una persona transexual ser testigo de una boda».
"Esta
hora y el poder de las tinieblas son vuestros" (Lc 22,
53).
Padrinos
homosexuales
Otra
cuestión planteada es si pueden dos personas homosexuales aparecer como
padres de un niño, que debe ser bautizado, y que fue adoptado u obtenido
por otros métodos como el vientre alquilado. Roma responde también escuetamente
argumentando que «para que el niño sea bautizado debe haber una esperanza
fundada de que será educado en la religión católica (cf. can. 868 § 1, 2 o CIC;
can. 681, § 1, 1° CCEO)».
Por otro
lado, sobre si puede una persona homosexual que convive en pareja ser
padrino de un bautizado, Doctrina de la Fe explica que «de conformidad con
el can. 874 § 1, 1.º y 3.º CIC, puede ser padrino o madrina quien posea aptitud
para ello (cf. 1.º) y «lleva una vida conforme a la fe y al papel que asume»
(cf. can. 685, § 2 CCEO). Diferente es el caso en el que la convivencia de dos
personas homosexuales consiste, no en una simple convivencia, sino en una
relación estable y declarada más uxorio, bien conocida por la comunidad».
De nuevo,
el Dicasterio apela a que «la debida prudencia pastoral exige
considerar sabiamente cada situación, para salvaguardar el sacramento del
bautismo y, sobre todo, su recepción, que es un bien precioso que hay que
proteger, por ser necesario para la salvación».
«Al mismo
tiempo, es necesario considerar el valor real que la comunidad eclesial da a
las tareas de los padrinos y madrinas, el papel que estos tienen en la
comunidad y la consideración que muestran hacia la enseñanza de la Iglesia.
Finalmente, también se debe tener en cuenta la posibilidad de que exista otra
persona del círculo familiar que pueda garantizar la correcta transmisión de la
fe católica al bautizado, sabiendo que todavía se puede asistir al bautizado,
durante el rito, no sólo como padrino o madrina sino, también, como testigos
del acto bautismal», se lee en la resolución de Doctrina de la Fe.
Por
último, sobre si puede una persona homosexual conviviente ser testigo de una
boda, el Vaticano lanza balones fuera afirmando que «no hay nada en la actual
legislación canónica universal que prohíba a una persona homosexual y
conviviente ser testigo de un matrimonio».
https://nonpossumus-vcr.blogspot.com/2023/11/gravisimo-el-vaticano-permite.html
martes, 12 de septiembre de 2023
martes, 5 de septiembre de 2023
MONS. VIGANÒ: “LA ESENCIA DEL GLOBALISMO ES SATÁNICA Y LA ESENCIA DEL SATANISMO ES GLOBALISTA”
El arzobispo Carlo
Maria Viganò ha condenado una vez más el ascenso del “globalismo”, en una
entrevista del 24 de agosto con la organización francesa Civitas. El
arzobispo explicó que existe un vínculo entre globalismo y satanismo,
argumentando que son casi sinónimos: “La esencia del globalismo es satánica y
la esencia del satanismo es globalista. Porque el plan de Satanás es establecer
el reino del Anticristo, dándole la oportunidad de parodiar la vida terrenal de
Cristo, imitar Sus milagros con prodigios grotescos, arrastrar a las multitudes
no con la sencillez de la Verdad sino con engaños y mentiras. El globalismo
constituye, por así decirlo, el montaje panorámico, el guión y la escenografía
que debe preparar a la humanidad para el ascenso político del Anticristo, a
quien los gobernantes del mundo -sus servidores- cederán las soberanías
nacionales para que se convierta en una especie de tirano mundial”.
Ampliando cómo se
podría lograr tal “escenario”, Viganò escribió que “lo que queda del reinado de
Cristo” será “borrado de las instituciones, la cultura y la vida
cotidiana de los ciudadanos”. Una forma de lograrlo sería implementar una
“disolución moral”, argumentó, que alentaría a la gente “al vicio y a burlarse
de la virtud”.
El divorcio, el
aborto, la eutanasia, el homosexualismo y el pansexualismo, la mutilación por
transición de género han demostrado ser herramientas eficaces para eliminar no
sólo la Fe revelada, sino también los principios más sagrados de la Ley
Natural.
Viganò, quien
anteriormente se desempeñó como nuncio papal en Estados Unidos entre 2011 y
2016, destacó un patrón de “censura de información no alineada con la historia
oficial, llevada a cabo con la complicidad de las plataformas sociales y los
medios de comunicación”. Esto, argumentó, se ha empleado en la sociedad
moderna, promoviendo la difusión del espíritu anticatólico.
También expresó
dudas sobre la independencia actual y la veracidad de los procesos electorales,
afirmando que la “democracia” era una ilusión a la que la “oligarquía masónica”
permite que los ciudadanos se entreguen. No basta con llamar “democracia” a una
dictadura para que lo sea por arte de magia.
Si la democracia
funcionara, no dejarían que los ciudadanos jugaran con la farsa de las
elecciones y la ilusión de estar representados en el Parlamento. Si lo permiten
es porque la oligarquía masónica sabe que puede controlarla a través de sus
emisarios, colocados por todas partes. Por otro lado, el Anticristo será rey,
no presidente; ejercerá el poder de manera absoluta, totalitaria y dictatorial.
Y quienes creen en la fábula de la democracia descubrirán demasiado tarde que
han sido engañados.
Sostuvo que es
“esencial” que los católicos “comprendan que el Concilio Vaticano II y el
Novus Ordo fueron para la Iglesia lo que la Revolución y la Declaración de los
Derechos Humanos fueron para las sociedades civiles, porque en la raíz de ambos
se encuentra el germen venenoso de la Revolución, es decir, de la subversión
del orden natural que Dios estableció para el hombre y las sociedades humanas”.
Instó a las
familias a formar parte de un movimiento para resistir la agenda de
“reconstruir mejor” del Gran Reinicio y, en cambio, “reconstruir lo que ha sido
destruido”.
Entrevista del
arzobispo Viganò con Civitas:
¿Considera que el
globalismo es esencialmente satánico?
La esencia del
globalismo es satánica y la esencia del satanismo es globalista. Porque el plan
de Satanás es establecer el reino del Anticristo, dándole la oportunidad de
parodiar la vida terrenal de Cristo, imitar Sus milagros con prodigios
grotescos, arrastrar a las multitudes no con la sencillez de la Verdad sino con
engaños y mentiras. El globalismo constituye, por así decirlo, el montaje
panorámico, el guión y la escenografía que debe preparar a la humanidad para el
ascenso político del Anticristo, a quien los gobernantes del mundo -sus
servidores- cederán las soberanías nacionales para que se convierta en una
especie de tirano mundial.
Pero el reino del
Anticristo no surge de la nada: primero es necesario borrar lo que quedó del
reino de Cristo en las instituciones, en la cultura y en la vida cotidiana de
los ciudadanos. La disolución moral es uno de los caminos más simples para
subyugar a las masas, incitándolas al vicio y burlándose de la virtud; y,
obviamente, destruyendo la familia natural, célula fundamental de la sociedad,
que una vez eliminada hace posible que los niños se conviertan en mercancías,
productos que quienes tienen dinero pueden pedir en Internet, alimentando una
red criminal cada vez más vasta y cada vez más floreciente, por no hablar de la
industria de la maternidad subrogada. El divorcio, el aborto, la eutanasia, el
homosexualismo y el pansexualismo, las mutilaciones para la transición de
género han demostrado ser instrumentos eficaces para eliminar no sólo la Fe
revelada, sino también los principios más sagrados de la Ley Natural.
Y es de hecho una
religión la que se está instaurando con la ideología woke; una religión que
como la verdadera, pero con finalidades diametralmente opuestas, pretende
imponerse en la sociedad, impregnar con sus propios dogmas las instituciones,
las leyes, la educación, la cultura, las artes y las actividades humanas. Los
globalistas aplican los principios católicos de la “realeza social”, pero
proclaman a Satanás rey de las sociedades: A ti los Príncipes de las naciones
te proclaman Rey con honra pública: te adoran los maestros, los jueces; las
leyes y las artes lo expresan. Estas son las palabras del himno de Cristo Rey,
pero las vemos aplicadas blasfemamente por los sacerdotes del Nuevo Orden
Mundial a su rey, el Príncipe de este mundo, y al Anticristo en su tiempo.
Pero atención: el
globalismo, como emanación del pensamiento masónico y revolucionario, proclama
aparentemente la democracia y condena los regímenes absolutos, aunque en
realidad sabe muy bien que la Monarquía de derecho divino es la mejor forma de
gobierno posible, porque somete a todos -incluso al Rey mismo, que es vicario
de Cristo en las cosas temporales- a una ley trascendente a la que todos deben
obediencia.
La censura de las
noticias no alineadas con la narrativa oficial, llevada a cabo con la
complicidad de las plataformas sociales y los medios de comunicación, es la
misma censura que los liberales del siglo XIX condenaron en sus hojas
clandestinas, pero cuando se aplicaba para evitar la difusión de errores
filosóficos y doctrinas contrarias a la verdadera religión católica. Y no es
casualidad que la ficción democrática recurra a medios de represión violenta de
las protestas populares que en una democracia libre deberían llevar a
barricadas y a la execración internacional -pienso, entre otros, en Macron,
alumno de los Jóvenes Líderes para el Mañana del Foro Económico Mundial de
Klaus Schwab. No basta con llamar “democracia” a una dictadura para que se
convierta en eso por arte de magia, sobre todo cuando el consentimiento de los
ciudadanos para quienes interpretan su estado de ánimo y sus expectativas
constituye una peligrosa amenaza a la supervivencia de estos parásitos
subversivos.
Por otra parte, el
Anticristo será rey, no presidente; ejercerá el poder de forma absoluta,
totalitaria, dictatorial. Y los que hayan creído en la fábula de la democracia
descubrirán demasiado tarde que han sido engañados.
-El ministro del
Interior quiere disolver Civitas, el único partido católico en Francia. ¿Qué
mensaje le enviaría a Civitas, a sus dirigentes, a sus miembros y a sus
simpatizantes?
Les pregunto,
¿preferirían ser aprobados y alentados por el Ministro del Interior de una
nación que se enorgullece de estar fundada sobre la sangre de los soberanos
legítimos de Francia, que niega la Fe revelada por Cristo y pisotea Su Ley, que
impone el culto público al ateísmo, a la impiedad, a la perversión? Los
católicos no son enemigos del Estado ni de la Autoridad civil. Si quienes
gobiernan los consideran así es porque están utilizando las instituciones
(temporales y espirituales) y la autoridad para sus propios fines, y no para el
bien común: este golpe de Estado global es la verdadera amenaza a la que hay
que hacer frente.
Si ustedes vuelven
a poner la esperanza en su acción mediática o en la estrategia a adoptar en el
tribunal, entrarán en un campo en el que el adversario está ciertamente en
ventaja y probablemente será el vencedor; si ustedes saben ser, con la
coherencia de la vida diaria, católicos dignos de militar bajo las insignias de
Cristo Rey, la victoria será segura, porque Cristo ya venció al mundo, y no
serán estos políticos corruptos que se oponen a ustedes, estos personajes sin
moral, sin columna vertebral y sin honor los que impedirán la derrota del
Enemigo.
-Un ex Ministro de
Educación nacional escribió hace un año que era necesario inventar una religión
republicana, es decir, el secularismo. ¿Qué se podría decir a todos los que,
entre los católicos pero también entre los que buscan una referencia
espiritual, se preguntan cómo actuar?
Es un error enorme
creer que el secularismo es una elección de neutralidad del Estado: su misma
imposición se basa en un presupuesto teológico que decreta ex cathedra la
indiferencia de la autoridad civil hacia la Ley de Dios y hacia el Señorío de
Cristo, que es real y del que nadie tiene derecho a sustraerse. No se trata de
una elección de neutralidad, sino de una declaración de guerra basada en una
visión del mundo que no acepta servir a Cristo, para servir a Satanás. Las
ceremonias de inauguración del túnel del San Gotardo, las ceremonias de
inauguración de los Juegos Olímpicos de 2012 y los Juegos de la Commonwealth
del año pasado, con machos cabríos y símbolos esotéricos, son la contrapartida
de las procesiones, de los templos votivos y de los actos con los que las
autoridades civiles de las naciones católicas reconocían públicamente la
Realeza social de Cristo. La psicosis climática es también un culto público,
científicamente infundada en su totalidad, pero que se impone a las masas como
una verdad indiscutible que legitima religiosa y, por tanto, moralmente, la eliminación
física de las personas, consideradas culpables de emitir dióxido de carbono y,
por eso mismo, merecedoras de penas extremadamente graves y de extinción.
Ayer, en nombre de
la Verdad y del Bien se prohibían los sacrificios humanos y los ritos paganos;
hoy, en nombre del “bien de la comunidad” se ha impuesto un suero génico
experimental que cosecha millones de víctimas, y en nombre de la ideología del
despertar se amputan los cuerpos de menores para hacerles parecer lo que no son
y nunca serán, y quien se opone a ello es criminalizado, condenado al
ostracismo y señalado como enemigo público. Los excomulgados vitandi del
pasado, contra los cuales la retórica anticlerical se ha desgarrado las
vestiduras, hoy se nos vuelven a proponer no en el papel de un Loisy, sino en
el de un no-vax o de alguien que cuestiona los suicidios políticos verdes. Los
buenos son perseguidos, los malos recompensados. Es el reino distópico de
Satanás: sólo puede ser lo contrario del Reino social de Cristo.
Fuente:
martes, 29 de agosto de 2023
MONS. VIGANÒ: “DESPUÉS DE LAS PALABRAS DE SPADARO SE COLMÓ LA MEDIDA"
Indiferente
al sufrimiento, irritable e insensible, inmisericordemente duro, teólogo
inmisericorde, burlón e irrespetuoso con la pobre madre, protagonista de una
caída de tono, de estilo y de humanidad, cegado por el nacionalismo y el
rigorismo teológico, rígido, confuso y necesitado de conversión, enfermo y
prisionero de la rigidez y de los elementos teológicos, políticos y culturales
dominantes de su tiempo, alabador de la fe pagana. Este es el retrato de Jesús
que hace el padre Antonio Spadaro, jesuita, director de Civiltà
Cattolica, en su columna “El Evangelio del domingo” para Il
Fatto Quotidiano, comentando el pasaje evangélico de la curación de la
hija de una mujer cananea (Mt 15, 21-28).
Sobre las palabras del padre Antonio Spadaro, presentamos a continuación la
postura de monseñor Carlo Maria Viganò.
***
Por MONSEÑOR CARLO MARIA VIGANÒ
En las palabras de Spadaro aflora, como revolviéndose en un charco de aguas
residuales, la escoria del peor Modernismo que durante más de un siglo infesta
a la Iglesia. Ese Modernismo nunca fue extirpado definitivamente de los
seminarios y de los ateneos autodenominados católicos, al que una secta de
herejes y extraviados ha erigido el tótem del Concilio, sustituyendo dos mil
años de Tradición.
Hasta hace algún tiempo, esta “síntesis de
todas las herejías” intentaba hacerse presentable, omitiendo manifestar la
índole anticristiana, que sin embargo le era consustancial: todavía existía el
riesgo de que algún prelado vagamente conservador y aún no plenamente
comprometido con la causa pudiera darse cuenta de su peligrosidad intrínseca.
Ciertamente, la divinidad de Cristo era
considerada un deseo surgido de la exigencia de lo sagrado por parte de la “comunidad
primitiva”, Sus milagros eran exageraciones, Sus palabras metáforas; por otra
parte, “no había grabadores”, como dijo Arturo Sosa, el prepósito general de la
Compañía de Satanás.
Hoy, protegidos por un jesuita que violando
la Regla de San Ignacio ocupa el Trono de Pedro, los peores
seguidores de esta secta se sienten libres de dar rienda suelta a sus alaridos
y llegan, en un delirio, a blasfemar a Jesucristo, ya convertido en objeto de
inquietantes epítetos por parte de Bergoglio. “Jesús se hizo serpiente, se hizo
diablo”, dijo hace un tiempo el argentino. [Un
mal argentino que detesta su patria. Por eso cuando tiene oportunidad habla mal
de los argentinos y nunca ha visitado la Argentina en todo su pontificado. ¡A
Dios gracias, que no necesitamos más desgracias! Nota de Agenda Fátima]
Se hace eco de él Spadaro, quien con la
arrogancia de quien se cree impune se atreve a definir a Nuestro Señor como
“enfermo y prisionero de la rigidez y de los elementos teológicos, políticos y
culturales dominantes de su tiempo”, “indiferente al sufrimiento, enojado e
insensible; inquebrantablemente duro; teólogo sin misericordia; burlón e
irrespetuoso; cegado por el nacionalismo y por el rigorismo teológico”. Es
inútil explicar a estas mentes enredadas lo que los Santos Padres han enseñado
sobre el pasaje evangélico de la cananea: solo les interesa mantener en alto
sobre su pedestal el ídolo del Vaticano II; y poco importa si para defender sus
errores tienen que pisotear al Hijo de Dios, ofendiéndolo y blasfemándolo como
ni siquiera los peores heresiarcas del pasado se habían atrevido a hacerlo.
La de Spadaro no es una simple provocación
-algo ya de por sí inaudito-, sino la manifestación, la epifanía, como la
llamaría algún “teólogo” de Santa Marta, de una “Iglesia” contra natura con sus
falsos dogmas, sus preceptos mendaces, su predicación engañosa, sus ministros
corruptos y corruptores. Una “Iglesia contra natura” proclive al Anticristo, a
todo lo que represente la negación y el desafío al Señorío de Dios sobre el
hombre. Orgullo. Orgullo luciferino. Orgullo que no conoce límites ni frenos.
La secta que eclipsa a la Iglesia de Cristo
ya no se esconde: se muestra y pretende sustituir definitivamente a la
verdadera Iglesia, muestra sus ídolos y exige que sean adorados, al precio de
renegar del Salvador mismo, refutar su divinidad, juzgar su acciones y criticar
sus palabras.
Pero si los simples y sencillos ya han
comprendido que el precio de esta ὕβρις es la νέμεσις, la casi totalidad de los
Pastores – cardenales, obispos, sacerdotes – se dan vuelta y miran hacia otro
lado. Saben bien que su cobardía, su conformismo, su deseo de no parecer
retrógrados los han hecho corresponsables de esta revolución infernal, que
podrían haber detenido en su momento; pero como también ellos participaron
durante sesenta años en el culto del Concilio, prefieren continuar el camino
emprendido hacia la ruina de la Iglesia y de las almas, antes que detenerse y
volver al punto en el que se desviaron del camino.
De este modo, terminan prefiriendo el triunfo
de los malvados -y con ello la difamación blasfema de Jesucristo- a la humilde
admisión de estar equivocados. Prefieren dejar que se diga que Nuestro Señor se
equivocó, “cegado por el rigorismo teológico”, antes que reconocerse
prisioneros de los errores y herejías del Modernismo.
La medida está colmada y ha llegado el
momento de elegir de qué lado estar. Con Bergoglio y Spadaro, con el Sínodo
sobre la Sinodalidad, con una Iglesia humana y falsa esclavizada al Nuevo Orden
Mundial, o con Dios, Su Iglesia y Sus Santos. Y si miramos más de cerca, ya
resulta inaudito tener que plantear la hipótesis de que los católicos –no me
refiero a sacerdotes o prelados– puedan considerar posible tener una opción.
+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
27 de agosto de 2023
Dominica XIII Post Pentecosten
Publicado originalmente en italiano el 27 de agosto de 2023 en Carlo
Maria Viganò: “Dopo le parole di Spadaro la misura è colma. Scegliere da che
parte stare”. - Aldo Maria Valli
Traducción al español por: José
Arturo Quarracino
Fuente: https://gloria.tv/post/ymFCg8LpBtjx1twgptaGPYcTJ
sábado, 5 de agosto de 2023
¿QUÉ HAY MÁS ALLÁ DE LA MASONERÍA Y LA PEDOFILIA?
Por CORNELIA R. FERREIRA
Revisión del
libro “Blood on the Altar” (Sangre Sobre el Altar)
Publicado en
el periódico Catholic Family News, agosto de 2005: Niagara
Falls; New York; EE.UU. y Periódico Patria Argentina Nº 220,
Buenos Aires, marzo 2006.
En el momento en que se daba comienzo al Concilio
Vaticano II (Octubre de
1962), una sociedad secreta muy poco conocida, la Ordo Templis
Orientis (Orden del Templo de Oriente) (OTO), realizó
una ceremonia a fin de celebrar la apertura del Concilio. El icono oculto
de la OTO, el “Stele of Revealing” (Estela de Revelación)[1], fue llevado
desde Hamburgo a través de Alemania hasta Zurich y luego hacia Stein, donde se
lo guardó en la capilla de la OTO, mientras resonaban las campanas, llamando a
un ritual gnóstico (Pág. 103).
Simplemente, ¿qué es esta Orden de los Templarios Orientales? Y ¿qué
conocimiento previo tenía de los planes del Concilio que los llevó a celebrar
su apertura? Estas preguntas están contestadas en el libro Blood on
the Altar, ya que Craig Heimbichner desenmaraña la historia y el
funcionamiento de lo que él denomina la sociedad secreta más peligrosa del
mundo, el poder detrás del Gobierno Invisible o Criptocracia
(Crypto-cracy).
La Criptocracia está involucrada en la
transformación o “el procesamiento alquímico” de la conciencias de las masas,
mediante la manipulación psicológica de la mente. Con la ayuda de las
sociedades secretas, se
realizan pruebas, se miden los resultados y se
“diseñan” los acontecimientos mundiales (Págs. 5-6, 15, 137). El objeto es que
las masas vivan de manera controlada, como si fueran títeres del Nuevo Orden Mundial
Masónico. La OTO, instituida hace un siglo, conforma el “colegio de graduados”
de la masonería, y se autodenomina la “Academia de la Masonería”. Contiene a
todos los grados de la masonería y del iluminismo y es la más alta sociedad
secreta para la elite de la masonería. Como organización internacional, la OTO
es una organización religiosa que, en EE. UU., se encuentra exenta de
impuestos (Págs. 13-14, 25, 76,
87, 91-92). Los escritos de quien por mucho tiempo
fue su cabeza, el agente de inteligencia británico y satanista Aleister
Crowley (fallecido en 1947), quien se hacía llamar la Gran
Bestia 666, reveló que la OTO se funda en el satanismo [2].
Crowley llamaba a Satán “mi señor” y decía, refiriéndose a la OTO: “No tenemos escrúpulos en restaurar la "adoración al diablo" (Pág. 28). Sin embargo, en la OTO, la adoración al diablo no se realiza abiertamente bajo el nombre de Satán, sino subrepticiamente bajo el nombre del ídolo satánico con cabeza de cabra: Bafomet. También denominado León y Serpiente, Bafomet es adorado como Dios en las misas gnósticas, que es la liturgia central de la OTO (Págs. 29-30).
viernes, 4 de agosto de 2023
LOS PLANES INFERNALES DE LA ELITE GLOBALISTA
Por MONS.
CARLO-MARIA VIGANÒ
Los
planes infernales de la élite globalista -que hemos visto que son
intrínsecamente malvados- también son coherentes entre sí, porque están movidos
por el odio del Adversario de Cristo.
El
proyecto de Bill Gates para oscurecer el sol y vacunar a la población mundial;
el plan de Soros para invadir los países occidentales con hordas de musulmanes
y socavar la familia natural financiando los movimientos woke y LGBTQ; el plan
de Klaus Schwab para obligarnos a comer insectos o confinarnos en
"ciudades inteligentes" de 15 minutos; el plan de Harari para borrar
la idea de un Dios trascendente y componer una Biblia "políticamente
correcta"; el plan del Estado profundo para centralizar el control de los
ciudadanos mediante el DNI digital, el dinero electrónico y la manipulación del
voto; el plan de Bergoglio para transformar la Iglesia en una agencia de la ONU
y del Foro Económico Mundial; ninguno de ellos son planes completamente
separados llevados a cabo de forma autónoma y sin ninguna relación entre sí. En
todo lo que ha sucedido en las últimas décadas de forma más subterránea -y más
recientemente de forma evidente- podemos ver una mens, una inteligencia capaz de organizarse de una forma que parece
a la vez infalible e imparable.
Porque
tenemos que admitirlo: quienquiera que haya construido esta máquina infernal,
en la que todos los engranajes parecen encajar a la perfección, demuestra una
inteligencia superior, angélica y, de hecho, satánica.
Fuente: https://twitter.com/CarloMVigano
¿ESCAPARÁ A LA RENDICIÓN DE CUENTAS EL MAYOR ASESINATO MASIVO ORGANIZADO DE LA HISTORIA DEL MUNDO?
Artículo
por PAUL CRAIG ROBERTS, en el siguiente enlace:
lunes, 31 de julio de 2023
CO-DIRECTOR DE NEFARIOUS: “EL DIABLO ATACA, PERO DIOS PROTEGE Y DEFIENDE”.
Cary Solomon rezando el
rosario en el set de filmación.
Nota Agenda Fátima: Y pensar que un intelectual nos quería hacer
creer que Nefarious es una película protestante, debido a que sus realizadores
son protestantes (¡!)
(Nuestro informe aquí: https://agendafatima.blogspot.com/2023/07/de-sound-of-freedom-nefarious-y-los-que.html)
Entrevista al co-director de Nefarious, Cary
Solomon (fragmentos).
Solomon se convirtió a la fe católica en
1997:
“Oré y pregunté a Dios en qué debía
convertirme, y Él fue muy específico conmigo”, dijo el director de cine sobre su
viaje a la fe. “Ocurrieron muchas cosas
milagrosas. Investigué y estudié la religión y la fe y, para ser totalmente
honesto, no creo que nadie deba ser otra cosa que católico”.
“Simplemente no veo cómo la gente no puede
verlo. La Iglesia Católica es la única fe verdadera. Está todo ahí. Fin de la
historia."
Cuando se le preguntó qué papel juega la fe
en su proceso creativo, se rió. Elegir el tema cinematográfico es un proceso
sencillo para Solomon y Konzelman, según Solomon: “Oramos por todo: Él habla, nosotros
escuchamos; él camina, nosotros lo seguimos; él pide, nosotros hacemos”.
“Hacer una película es agotador. Es un
trabajo largo y duro”, admitió. “Se aprende a tener fe. Si no lo haces, o te
rompen o te destruyen; o, peor aún, cambias de bando por las promesas del
mundo. Imagina tratar de hacer el bien y todos y todo están en tu contra. Pero
en esos momentos, si crees, si tienes fe, encuentras un momento; pueden ser
solo un par de segundos, y luego piensas en Jesús y en lo que pasó, y luego, de
repente, te das cuenta de que estás peleando la batalla. Y no querrías estar
haciendo otra cosa. Sólo sigue cargando la cruz. Solo sigue luchando”.
Incluso después de todo lo que pasó para
llevar a Nefarious a la pantalla, se mantiene firme: “Jesús nunca nos abandonó.
Siempre encontramos una manera. El dinero siempre aparecía. Surgieron
soluciones de alguna manera. Nunca nos dimos por vencidos. Llevábamos la
armadura de Dios. Sobrevivimos. Sí, fuimos pasados por el fuego refinador, pero
somos su plata refinada”. Luego agregó para concluir: “Y si se nos pidiera que
lo hiciéramos nuevamente, lo haríamos todo por él”.
“El diablo es real”, concluyó Solomon, “pero
también lo es Dios. La fe es más fuerte que el miedo. El bien es más poderoso
que el mal.”
Fuente y entrevista completa:
miércoles, 26 de julio de 2023
jueves, 13 de julio de 2023
“TUCHO” Y EL DIABLO
Por FLAVIO MATEOS
“El liberalismo posee las llaves de la muerte no sólo
para esta vida presente, sino también para la futura”.
Cardenal Billot
“El liberalismo resulta desfavorable a la libertad
porque ignora las restricciones que la libertad debe imponerse para no
destruirse a sí misma”.
Nicolás Gómez Dávila
“Si
queremos localizar a Satanás, no hemos de buscarle en el desierto, sino metido
en los centros y en los puntos neurálgicos y bien disfrazado como “ángel de la
luz” (II Corintios 11, 14). Solamente así se explica el misterio de la
apostasía bajo formas de piedad, de la cual habla San Pablo en II
Tesalonicenses 2, 3 ss.”
Monseñor
Juan Straubinger
Fue en el Jardín del Edén, allí donde nuestros
primeros padres gozaban de la amistad íntima con el Creador, y eran libres de la
enfermedad y la muerte, fue allí donde
surgió la peste del Liberalismo, por obra del Padre de la Mentira. Con su
característica y –para Eva- novedosa y desconocida insidia, la serpiente dio a
entender a la mujer que no era del todo libre, pues tenía una limitación, una
prohibición, una barrera que no podía infringir. Según la serpiente la libertad
de que gozaban estaba restringida injustamente, y por eso no podía ser
verdadera libertad. Así es como inició la serpiente el diálogo fatal con su
víctima, y la curiosa mujer cayó en la trampa. Creyendo que entonces iba a ser
de verdad libre, como si no lo fuera, mediante el dulce conocimiento “del bien
y del mal” –aquí nació el gnosticismo, que desdeña la fe y abraza orgullosamente
“el conocimiento”- comió del fruto prohibido, y luego tentó a Adán, que también
comió. Se inició así la larga cadena de los “liberados” de los mandatos
divinos. La Revolución iniciada con el “non serviam” ahora se trasladaba a los
humanos.
Satanás ha sido pues el primer “Libertador”.
La libertad que pregonan los liberales viene de allí,
es una libertad de hacer lo que fuere sin ningún tipo de coacción exterior, es
una libertad que el hombre se da a sí mismo, no la recibe de nadie (y esto a
pesar de que absolutamente todo lo ha recibido de su Creador, que lo sacó de la
nada). Su tendencia a exaltarla como valor primero es en verdad una auto
exaltación del hombre, libre de la tutela de su Creador. La libertad liberal es
un ídolo, un fin en sí mismo. Es la diosa encumbrada en la Revolución francesa
y representada en la Estatua de la Libertad de Nueva York (y antes que allí, en
Buenos Aires). Es el fundamento del mundo moderno y de la Iglesia modernista
que se ha reconciliado con ese mundo.
Pero la libertad sin barreras, sin restricciones, se
anula a sí misma, pues es un absurdo en toda criatura que es limitada. Termina
en la locura que hoy estamos viendo por doquier. Ya lo había anunciado hace un
siglo el Cardenal Billot: “¿Ves cómo el principio del liberalismo, por una
necesidad ineluctable de su naturaleza, termina en lo que es antinatural?” (El Error
del Liberalismo). El grito de libertad de los liberales es en realidad un grito
de rebeldía contra lo real, porque en esto debe admitir su limitada condición. Pero
es además una orgullosa revuelta contra el misterio, ya que el hombre orgulloso
quiere saberlo todo y no admite que algo se sustraiga a su conocimiento. Sin
embargo, es aceptando las restricciones, y por lo tanto nuestra condición de
criaturas, y por ende nuestra limitación, como gozamos de la verdadera
libertad, porque, detalle importante, esos límites nos son trazados por el Amor
de un Padre, a quien le debemos absolutamente todo (menos el pecado, lo único
que nos pertenece). Decía Chesterton: “Es la idea del misterio la que conserva
al hombre sano. El misterio es la salud del espíritu y su negación es la locura”
(Ortodoxia).
Esa locura liberal y naturalista, con su evacuación
del misterio, particularmente desde la liturgia, penetró en la Iglesia con el concilio
Vaticano II, imponiendo la “libertad religiosa”, que nos ha llevado a esta
irrefrenable demencia en Occidente. El liberalismo ha infestado hasta lo más
profundo el clero, más allá de la centenaria y exitosa infiltración masónica, o
precisamente a raíz de ello, entre otros factores. El liberalismo se respira, se
huele, se siente en el ambiente. Todo lo invade y lo sofoca, todo lo falsea,
todo lo pervierte. Las modernas encíclicas papales parecen salidas de las
logias. El conservadorismo y la línea media están resabiados de liberalismo.
Gran parte del “tradicionalismo” está impregnado de liberalismo. Ese es el
motivo de la falta de reacción ante el avance de la Revolución.
Y ahora, la Iglesia conciliar surgida de la Revolución
de octubre de 1962 se apresta a llevar
hasta sus últimas consecuencias el programa liberal judeo-masónico en la
Revolución de octubre del 2023-2024, el Sínodo. El demoledor e infatigable
Francisco –“lo que haz de hacer, hazlo rápido”- no da puntada sin hilo y ahora,
antes de salir de escena –o de la escena del crimen, habría que decir-, para
encabezar la demolición final ha traído al centro de la escena a su más
obsecuente discípulo: Monseñor Víctor “Tucho” Fernández (conocido también como Monseñor
“Besuqueiro”, en breve será Cardenal), el cual parece dispuesto a seguir las
instrucciones para no dejar nada católico en pie. Es el non plus ultra en el terreno de la apostasía. La osadía de los
enemigos de la Iglesia se anima cada vez más, y ya se atreven a decir las cosas
claramente, como un obispo que próximamente vestirá la púrpura cardenalicia, Mons.
Américo Aguiar, auxiliar del patriarcado de Lisboa y organizador de las JMJ: “Nosotros
no queremos convertir a los jóvenes a Cristo ni a la Iglesia Católica ni nada
de eso, en absoluto”. Que un obispo diga esas palabras en la tierra
donde se apareció la Santísima Virgen María en Fátima para pedir la conversión
de los pecadores, mostrando incluso el infierno a donde iban las almas que se
condenaban, ya es el colmo de los colmos, pues parece directamente un desafío
del Diablo, y que los cardenales y obispos permanezcan callados –como ocurrió
tras la Revolución conciliar- directamente lleva a concluir que estamos
próximos a alguna grandísima catástrofe de proporciones bíblicas porque de no
ser así la Iglesia de Cristo dejará de existir en un plazo muy próximo, convirtiéndose
–ella sí- en una asamblea de afeminados protestantes.
Este desdichado personaje llamado “Tucho” Fernández, que
parece surgido de una hórrida película de Pasolini o de un rancio programa
cómico televisivo argentino de los años 1980 (televisión judaica, por supuesto),
ha dicho unas palabras que sólo alguien inconsciente o audaz hasta el ridículo,
ha podido proferir. Pero esas palabras, expelidas quizás con un hálito fétido
en un ámbito por demás inconveniente para las mismas, pues fueron lanzadas al
aire nada menos que dentro de la mayor catedral gótica de Hispanoamérica, han
sido ya bastante difundidas, pero merecen ser consideradas atentamente. Porque
sólo pueden denotar que surgen de la boca de un intruso, de un okupa, de un
irresponsable y de un enemigo de la Iglesia. Un personaje digno de merecer ser
juzgado con la mayor severidad por la Santa Inquisición, en su época de gloria.
¡Y es él quien está ahora a cargo de la antigua “Inquisición”!
Luego de afirmar en un sermón dominical (en la
Catedral de La Plata, el 5 de marzo) que hay que aprender a mirar la belleza de
las personas “más allá de su orientación sexual” (¡!), el ahora prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe (será
la “fe” de Palito Ortega, tal vez), se despacha con lo que sigue:
“Ustedes
saben que durante muchos siglos la Iglesia fue en otra dirección. Sin darse
cuenta fue desarrollando toda una filosofía y una moral llena de
clasificaciones…clasificar a la gente para ponerle rótulos: éste es así, éste
es asá, éste puede comulgar, éste no puede comulgar, a éste se le puede perdonar,
a éste no. Terrible que nos haya pasado eso en la Iglesia, ¿eh? Gracias a Dios
el Papa Francisco nos ayuda a liberarnos de esos esquemas”.
Eso ha dicho el grotesco obispo Tucho. Veamos: “…durante muchos siglos la Iglesia fue en otra
dirección”, el Monseñor tiene la osadía de afirmar que durante muchos
siglos la Iglesia estuvo equivocada, fue “rígida”, como diría su mentor
Bergoglio. Confesión de que su mandamás está llevando la Iglesia en una
dirección distinta hacia la cual se dirigió durante “muchos siglos” (en verdad esa
nueva eclesiología surgió en el Vaticano II, ahora estamos recogiendo sus
frutos). Por lo que sigue después, está hablando prácticamente de la Iglesia
desde que la fundó Nuestro Señor Jesucristo. Y sigue: “Sin darse cuenta fue desarrollando toda una filosofía y una moral llena
de clasificaciones”, acá no acusa a la Iglesia de maldad, sino de
inadvertencia, de falta de seso para ver que se estaba volviendo rígida y
discriminadora, y la acusación no va hacia tal o cual tendencia o escuela
dentro de la Iglesia, sino a la Iglesia misma, nada menos. Continúa: “…clasificar a la gente para ponerle
rótulos: éste es así, éste es asá,”. Además de ser esto un disparate,
cuando quiere Tucho rotula. En una reciente entrevista a la revista progresista
“Vida Nueva”, dice: “Especialmente me molestaba que se prestara
mucha atención a ciertos problemas doctrinales y menos a otros. Por ejemplo, a
quienes, sin ser lefebvristas, se distanciaban del Concilio Vaticano II, no se
les cuestionaba demasiado”. Está diciendo allí que debió
cuestionarse más a los que se distanciaban del sacrosanto e intocable e
infalible Vaticano II. Y que está bien cuestionar a los “lefebvristas”. ¿No
está allí clasificando a la gente, poniéndole rótulos? Sigue: “… éste puede comulgar, éste no puede
comulgar, a éste se le puede perdonar, a éste no”. Con estas palabras Mons. Tucho acusa directamente a
N. S. Jesucristo, quien dio a los Apóstoles el poder de atar o desatar, puesto
que no se entra al Banquete celestial sin el vestido de bodas de la gracia.
Pero Tucho no hace otra cosa que seguir a su maestro Francisco que afirma
siempre que quiere una Iglesia para todos, sin importar la condición o disposiciones
de la persona. Se trata de la Iglesia=Humanidad, una entidad meramente terrenal
y un espectáculo apto para todo público, cuya finalidad es la unidad del género
humano y la paz en este mundo. Jesucristo puede ser puesto al margen por
algunos, pues no es estrictamente necesario. Somos todos hermanos, “Fratelli tutti”.
En esa misma línea decía otro pérfido personaje de la misma escuela de
demolición anticristiana, al nuevo Arzobispo de Buenos Aires García Cuerva, que
quisiera que en la puerta de las iglesias hubiese un cartel que dijese “Entrada
libre”. Y en estos días otro heresiarca el alemán Marx –otro amigo de la
sodomía- dice que una Iglesia sólo para cristianos es una herejía…
Remata Tucho su orgullosa exposición, con estas
palabras que suponen un alivio, diríase el canto a una nueva primavera de la
Iglesia: “Terrible que nos haya pasado
eso en la Iglesia, ¿eh? Gracias a Dios el Papa Francisco nos ayuda a liberarnos
de esos esquemas”. De modo tal que, sí, debemos entenderlo de una buena
vez, Francisco es un “Libertador”, es el
hombre a quien Dios eligió para ayudarnos a liberarnos de la opresión que
durante siglos los fieles hemos sufrido por parte de la Iglesia, con sus rígidos
esquemas, sus prohibiciones, sus preceptos y sus mandatos.
“Libertador” fue también Lutero, por supuesto. Todos
los herejes han surgido para ser “libres” y “liberar” a los cristianos de la
tiranía de Roma. Santo Tomás de Aquino explicaba que el ideal propuesto por el
jefe de la Contra-Iglesia, Satanás, es la “libertad”. Nada nuevo bajo el sol
ahora, a no ser que estos enviciados enemigos de la Iglesia ocupan todos los
puestos de la misma y están decididos a hacer de ella una Iglesia “trans”,
dispuesta a desfilar orgullosamente desnuda ante los ojos del mundo, luego de
haber fornicado con los poderes de la tierra.
Pero si Francisco ama las sorpresas, Dios va a
complacer esa ansia de sorpresas. Por supuesto que no será agradable para él ni
para los “Nefarious” que se han enseñoreado de Roma. No será nada agradable
para ellos, claro que no.
Los hijos de la Virgen no podemos sorprendernos del
todo, porque creemos en su promesa y esperamos: “Al fin mi Inmaculado Corazón
triunfará”.
“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”
“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL” Por FLAVIO MATEOS El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...