Por MONS.
CARLO-MARIA VIGANÒ
Los
planes infernales de la élite globalista -que hemos visto que son
intrínsecamente malvados- también son coherentes entre sí, porque están movidos
por el odio del Adversario de Cristo.
El
proyecto de Bill Gates para oscurecer el sol y vacunar a la población mundial;
el plan de Soros para invadir los países occidentales con hordas de musulmanes
y socavar la familia natural financiando los movimientos woke y LGBTQ; el plan
de Klaus Schwab para obligarnos a comer insectos o confinarnos en
"ciudades inteligentes" de 15 minutos; el plan de Harari para borrar
la idea de un Dios trascendente y componer una Biblia "políticamente
correcta"; el plan del Estado profundo para centralizar el control de los
ciudadanos mediante el DNI digital, el dinero electrónico y la manipulación del
voto; el plan de Bergoglio para transformar la Iglesia en una agencia de la ONU
y del Foro Económico Mundial; ninguno de ellos son planes completamente
separados llevados a cabo de forma autónoma y sin ninguna relación entre sí. En
todo lo que ha sucedido en las últimas décadas de forma más subterránea -y más
recientemente de forma evidente- podemos ver una mens, una inteligencia capaz de organizarse de una forma que parece
a la vez infalible e imparable.
Porque
tenemos que admitirlo: quienquiera que haya construido esta máquina infernal,
en la que todos los engranajes parecen encajar a la perfección, demuestra una
inteligencia superior, angélica y, de hecho, satánica.
Fuente: https://twitter.com/CarloMVigano