Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

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miércoles, 12 de febrero de 2025

“GOLPE DE ESTADO EN LA IGLESIA”: NO SE TRATA DE UNA CRISIS, SINO DE UNA REVOLUCIÓN.

 


 

“Digámoslo más claramente: con el pontificado de Bergoglio, vemos en acción el intento de dar origen a una nueva religión que sustituya al catolicismo.

“En esta perspectiva revolucionaria, hay un instrumento que juega un papel particular: el sínodo. La ideología democrática, presentada como una forma de misericordia, está al servicio del relativismo. Una vez adoptado el principio democrático, ya no es posible proclamar una verdad absoluta.

 

Por ALDO MARIA VALLI

Enero 2024

 

Las ediciones italianas Radio Spada publicaron recientemente un libro de don Andrea Mancinella, sacerdote ordenado en 1983. Este libro se titula Golpe nella Chiesa. Documenti e cronache sulla sovversione: slab prime macchinazioni al Papato di transizione, dal Gruppo del Reno fino al presente [Golpe en la Iglesia. Documentos y crónicas de la subversión: de las primeras maquinaciones al Papado de transición, del Grupo del Rin a la actualidad]

Cabe señalar que en 2009, la revista Courrier de Rome publicó un libro de Don Mancinella titulado 1962 Révolution dans l’Eglise. Brève chronique de l’occupation néo-moderniste de l’Eglise catholique. [1962 Revolución en la Iglesia. Breve crónica de la ocupación neomodernista de la Iglesia católica]

El epílogo del libro Golpe nella Chiesa es de Aldo Maria Valli y se titula: Cómo me volví un indietrista [del neologismo acuñado por el Papa Francisco, quien usa y abusa de él para designar a aquellos que se mantienen fieles a la Tradición]. El periodista italiano ofrece allí un testimonio personal y un análisis esclarecedor de la crisis actual. Presentamos los extractos más significativos.

"Jorge Mario Bergoglio tiene una enorme responsabilidad, y su pontificado pasará a la historia como uno de los más funestos. Más adelante diré por qué este pontificado es único. Pero primero debemos recordar que el Papa argentino no es el único artífice de la debacle. Más bien, es el último eslabón (por el momento) de una larga cadena.

“Atribuirle a él toda la responsabilidad, afirmando eventualmente que no es Papa, es no reconocer la realidad tal como es y refugiarse en la fantasía. Francisco ciertamente marcó la pauta, pero la dirección a seguir se indicó mucho antes que él.

“Yo mismo abrí los ojos hace poco. El punto de inflexión decisivo se produjo en 2016, tras la lectura de Amoris laetitia. Un documento que tuve que releer, porque el modernismo sabe disfrazarse y, por tanto, el texto solo me provocó a primera vista una vaga sensación de inquietud. Fue durante la segunda lectura que la realidad saltó ante mis ojos: el Papa esencialmente estaba diciendo que Dios tiene la obligación de perdonarnos y que nosotros tenemos el derecho a ser perdonados.

“Para mí, fue una época un poco complicada. Todavía trabajaba en TG1 [Telegiornale 1, nombre del noticiero de televisión del canal público Rai1], hablaba del Papa casi todos los días ante millones de telespectadores y lo hacía, como siempre, en calidad de periodista, sin dejar traslucir mis pensamientos.

“Pero mi corazón y mi alma estaban en ebullición. El Papa justificaba el pecado y proponía una idea distorsionada de la misericordia divina. En mi blog Duc in altum expresé mis pensamientos: escribí que el Papa Francisco es un relativista. Y mis pensamientos no pasaron desapercibidos. […]

“Cuando, por ejemplo, en Amoris laetitia, emerge la tendencia a poner en el centro no a Dios y su Verdad objetiva, sino al hombre con sus necesidades y los condicionamientos a los que está sujeto, no se ayuda al hombre a ser más libre, sino que se le ilusiona para que supuestamente lo sea. 

“Cuando se explica que lo importante no es tanto el contenido de la norma sino la forma en que el individuo experimenta en conciencia una determinada situación, se corre el riesgo de dejar el campo libre a la difusión del subjetivismo y el relativismo. El hombre ya no escucha a Dios porque es consciente de que Dios es la Verdad y que esta Verdad es objetivamente buena.

“Dios se adapta a la subjetividad humana. Ya no existen los derechos de Dios y los deberes del hombre, sino los derechos del hombre y los deberes de Dios. No faltará quien se pregunte cuál es el problema con esto.

“Yo les respondería que el problema radica en que se trata de una deformación de nuestra fe católica. Y este no es el camino hacia la liberación, sino hacia la esclavitud: porque en este camino, el hombre se vuelve irremediablemente esclavo de sí mismo.

“El drama de la modernidad reside en esta inversión. Y el drama de la Iglesia es haberse apropiado de esta inversión aceptando las tesis modernistas. El hombre como Dios. E incluso, su propio ídolo, es decir, el camino seguro para condenarse a la esclavitud y, por tanto, a la miseria.

“Cuando ya no hay libertad para seguir el verdadero bien, sino solo la libertad de interpretar las circunstancias según las propias necesidades, y lo que es bueno según una valoración subjetiva, simplemente no hay más libertad. Y si no hay libertad, hay esclavitud. Y si hay esclavitud, no hay felicidad.

“Es sorprendente que los hombres de Dios puedan considerar la ley divina, en su objetividad y claridad, como un obstáculo en el camino que conduce a Dios, cuando, por el contrario, la ley objetiva y clara es el único instrumento que permite una elección responsable y, por tanto, una auténtica libertad. Sin embargo, esto es lo que está sucediendo ante nuestros ojos. […]

"Se podría objetar que la culpa y el castigo son categorías demasiado claras. Dios, lejos de ser legislador y juez, a lo sumo puede ser un amigo que acompaña. De esto se deriva el fin de los absolutos, así como el justificacionismo, que se alimenta de conceptos vagos e indeterminados. Ya no se sabe cuál es el espacio de la responsabilidad, y en lugar de un Dios misericordioso que perdona a los que se convierten, se coloca a un Dios comprensivo que justifica siempre. […]

“Hoy me hago la pregunta: como bautizado en la Iglesia católica, ¿cuál Dios es el que me llama a ser testigo? ¿Un Dios indiscriminadamente comprensivo o un Dios auténticamente misericordioso? ¿Un Dios que borra la culpa del hombre o un Dios que la asume en Jesús, su mediador y redentor? ¿Un Dios que me ofrece un consuelo superficial o un Dios que me libra del pecado? ¿Un Dios que por amor se hizo hombre o un hombre que por presunción quiere hacerse Dios? […]

“Debemos tener paciencia y no cansarnos de mantener nuestra posición. Si el Señor nos envía esta prueba, es para nuestro mayor bien. Por eso, paradójicamente, pero no tanto, doy gracias al Papa argentino. Con él se desataron todos los nudos, se manifestaron todas las contradicciones. Ahora el panorama es claro y tenemos la oportunidad de elegir nuestro bando.

viernes, 10 de noviembre de 2023

ESTO SE ACABA

 


NOTA PREVIA DE AGENDA FÁTIMA:

El breve artículo da cuenta de “la muerte de un pontificado”, esto es, el de Francisco. Creemos que se muere también el bochornoso “pontificado conciliar” surgido a parir de Juan XXIII, y quizás con el próximo Pontífice, que será el número 7 surgido del modernismo, se cierre un ciclo que parece ya no puede ir más allá, a no ser que sea porque haya llegado el Anticristo. Confiamos que al fin el triunfo del Corazón Inmaculado de María ponga fin, al menos por un período de tiempo, a esta ignominiosa humillación a que está siendo sometida la Iglesia de Cristo

 

La muerte de un pontificado

 

 

[Durante los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, Aldo Maria Valli fue ciertamente uno de los vaticanistas más importantes, comentando nada menos que en la RAI y otros medios de difusión masiva. Es decir, es una de las palabras más autorizadas para diagnosticar este pontificado: ese fue y es su metier. Por eso mismo, este breve artículo que publicamos en español es contundente, y desolador].

 

por ALDO MARIA VALLI

 

La foto habla por sí misma. Miércoles [25 de octubre de 2023] de audiencia general. Plaza vacía. Sólo unas decenas de personas. Está lloviendo. Pero antaño, cuando llovía, la plaza se convertía en una extensión de paraguas.

El panorama es desolador, y los medios de comunicación vaticanos, empezando por el centro de televisión, ya no saben cómo ocultar el hecho: nadie va a escuchar a Francisco. Intentan compensarlo con imágenes ajustadas, en realidad muy ajustadas, un poco como hizo la televisión polaca con Juan Pablo II cuando visitó su patria. Pero si en el caso de la televisión polaca el problema era ocultar las multitudes que acudían a ver a Wojtyła, en el Vaticano el problema es el contrario: ocultar los bochornosos vacíos.

Este pontificado se muere de inanición. Comenzó con tantas esperanzas que se está agotando en el desinterés general. Cosas que pasan cuando la Iglesia persigue al mundo. Porque el mundo siempre va un paso por delante, y la Iglesia simplemente se vuelve patética cuando pretende perseguirlo.

Mientras tanto, en la basílica vaticana llueve. Goteras por todas partes, incluso en los archivos. Por supuesto, gestionar un patrimonio tan grande no es fácil, pero durante mucho tiempo el mantenimiento ha estado —literalmente— bajo el agua. Los testigos afirman que incluso la limpieza deja que desear. A falta de celebraciones papales, San Pedro parece cada vez más un museo en progresivo estado de abandono. Y las cosas no van mejor en Castel Gandolfo, donde el palacio de los papas, que ya no se utiliza como residencia, se ha convertido a todos los efectos en un museo y empieza a sufrir todos los problemas típicos de estos lugares (incluido un reciente incendio).

Mientras tanto, los participantes en el sínodo, reunidos en torno a sus mesas, discuten, debaten. Una especie de gran baile de palabras en la cubierta del Titanic que se hunde. No hay nada malo en discutir, por supuesto. El problema es que los participantes parecen moverse en otro planeta distinto de la realidad actual. La Iglesia agoniza, los fieles huyen, las vocaciones desaparecen, pero los sinodales viven en un mundo propio. Como todos los apparatčik, funcionarios de partido, pertenecen a una casta cerrada, cuyo único fin es la perpetuación de sí misma.

Mientras tanto sale otro libro con otra entrevista con el papa. Mientras tanto nos dicen que el sínodo rezó por los migrantes y los refugiados. Mientras tanto se encargan de hacernos saber que “algunos pobres de Santa Marta almorzaron con el papa”. Las iglesias siempre necesitan rituales y estos son los cansados rituales de la moribunda ‘iglesia de Francisco’.

 

Fuente: Duc in altum

https://caminante-wanderer.blogspot.com/2023/10/la-muerte-de-un-pontificado.html

 


“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”

  “ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”           Por FLAVIO MATEOS   El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...