Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

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sábado, 12 de julio de 2025

MANIPULACIONES MONETARIAS – WILLIAM GUY CARR

 


“Para abreviar el proceso, Aldrich, Warburg & Co. redactaron la legislación monetaria que Aldrich presentaría luego como obra de su comité particular. Logró que el Congreso aprobara esta legislación en 1913, bajo el título de "Ley de la Reserva Federal de 1913". La gran mayoría de los ciudadanos estadounidenses creyó sinceramente que esta ley protegería sus intereses y pondría el control de la economía nacional en manos del gobierno federal. Nada más lejos de la verdad. El Sistema de Reserva Federal colocaba a los banqueros asociados de América y Europa en posición de provocar y controlar la Primera Guerra Mundial. Esta afirmación será probada. La guerra fue provocada para permitir a los conspiradores internacionales desencadenar la Revolución Rusa de 1917”.

 

Capítulo VI del libro PAWNS IN THE GAME, del Com. William Guy Carr, 1958.

 

Cuando los Rothschild obtuvieron el control del Banco de Inglaterra tras el espectacular "asesinato" financiero cometido por Nathan en 1815, él y sus socios insistieron en que el oro se convirtiera en la única base para la emisión de billetes. En 1870, los banqueros europeos se enfrentaron a un pequeño inconveniente en su sistema de control: en América se usaban una cantidad considerable de monedas de plata.

Los banqueros europeos decidieron que la plata debía ser desmonetizada en los Estados Unidos. En aquella época, Inglaterra poseía mucho oro y muy poca plata; América, por el contrario, tenía mucha plata y poco oro [1]. Los banqueros de ambos lados del Atlántico sabían que mientras existiera esta diferencia entre oro y plata, no podrían obtener el control absoluto de la economía de la nación, control que es esencial para el éxito de una manipulación a gran escala.

Los banqueros internacionales europeos enviaron a Ernest Seyd a América y pusieron a su disposición $500.000 en bancos estadounidenses para corromper a miembros clave de la legislatura. En 1873, a instancias de los banqueros, ciertos agentes presentaron un “proyecto de ley” que fue presentado inocentemente como una “ley para reformar la acuñación de moneda y las leyes monetarias”. Estaba redactado con inteligencia y muchas de sus páginas ocultaban el verdadero objetivo del proyecto. El senador John Sherman, cuya carta a la casa Rothschild ya hemos citado, fue el único que apoyó el proyecto de ley. Sherman contó con el respaldo del congresista Samuel Hooper. El senador Sherman dio una explicación muy plausible pero engañosa del objetivo del proyecto, que fue adoptado por unanimidad. Pasaron tres años antes de que se comenzara a comprender la importancia de este proyecto camuflado cuyo objetivo era desmonetizar la plata.

El presidente Grant lo firmó sin leer el contenido, tras haberle asegurado que se trataba simplemente de una cuestión rutinaria relacionada con reformas necesarias en la acuñación y leyes monetarias. Según los archivos del Congreso, ninguno de los miembros —excepto los del comité que apoyó el proyecto— comprendió su significado.

Los banqueros internacionales consideraban la promulgación de este proyecto como esencial para sus planes, cuyo objetivo no era otro que obtener el control absoluto del sistema monetario de los Estados Unidos. Instruyeron a Ernest Seyd para que se presentara como un experto en acuñación. Después de constituir un comité favorable a los intereses de sus jefes, ocupó un puesto en dicho comité como asesor. Luego ayudó a redactar el proyecto de ley, siguiendo las instrucciones de los Rothschild.

El congresista Samuel Hooper presentó el proyecto en la Cámara el 9 de abril de 1872. Se informa que declaró:

“El señor Ernest Seyd, de Londres, es un escritor distinguido que ha tratado con gran atención las cuestiones de moneda y acuñación. Tras examinar el primer borrador del proyecto, ha dado numerosas y valiosas sugerencias que se han incorporado al texto”.

El Sr. John R. Elsom, en su libro Lumières sur la fondation du Trésor, afirma en la página 49:

sábado, 25 de noviembre de 2023

EL CATÓLICO LIBERAL: “ESO”

 


 

 Por FLAVIO MATEOS

 

 

“No hablemos nunca de Dios con voz meliflua”.

 

Nicolás Gómez Dávila

 

 

El liberal de buenas intenciones es el candidato escogido para los errores graves”.

 

Nicolás Gómez Dávila

 

 

Inaceptable. Repudiable. Abominable. Así, debido a nuestra cortedad verbal y para no incurrir en exabruptos propios del energúmeno de la mediática pelambrera, debemos designar, como mínimo, la actitud de ciertos católicos que se han atrevido a usar a la Santísima Virgen María para apoyar el voto a un farandulero economista liberal, a un confeso depravado, a un apóstata religioso, a un apologista de la usura, a un negador de la familia y un enemigo de la patria argentina, como es el recientemente elegido Javier Milei, que por si fuera poco cuenta además con el apoyo de las logias masónicas, enemigas acérrimas de la Iglesia católica.

Publicada la información por la prensa republicana liberal pseudo-católica adicta al sionista libertario, que dirige uno de los integrantes del “dúo imbatible” (según el encomio de un desertor del nacionalismo católico), dice así:

 

Católicos llaman a votar a Javier Milei

 

La Asociación Civil Fátima La Gran Esperanza (ex Tradición, Familia y Propiedad), entidad cuyo objeto central es difundir las devociones tradicionales católicas con el fin de avivar la práctica de las virtudes en nuestros hermanos en la Fe; ante el pedido de sus socios y simpatizantes, ha decidido dirigirse a la opinión pública con motivo de las elecciones del próximo 19 de noviembre, dada la relevancia excepcional de las mismas para el futuro de nuestra vida política y social.

Nuestro análisis es el de seglares católicos que tenemos el deber de impregnar y perfeccionar el orden temporal, en virtud del Bautismo y de la Confirmación.

Inspirados en esa responsabilidad, al cuestionar aspectos opinables en materias sociales, procuramos no seguir nuestro propio criterio sino atenernos firmemente a la realidad de los hechos, expresando:

Todo régimen político, económico y social, se basa, en último análisis, en una metafísica y en una moral

Por el propio hecho de existir, por el natural prestigio del Poder Público, bien como por la enorme fuerza del ambiente y del hábito, un régimen vigente induce a la población a aceptar como buenas, normales, hasta indiscutibles, la cultura y el orden temporal en que vive, cultura y orden que son consecuencias de los principios metafísicos y morales dominantes.

El orden temporal ejerce, pues, una acción formadora o deformadora profunda sobre el alma de los pueblos y de los individuos. (cfr Plinio Correa de Oliveira, “La libertad de la Iglesia en el estado comunista”, obra oportunamente alabada por la Santa Sede).

Así las cosas, entramos a ponderar el legado inicuo que ha dejado el kirchnerismo y que aqueja la vida social de la Argentina.

[Sigue un listado de la espantosa herencia que deja el kirchnerismo, que en realidad no puede achacársele sólo al kirchnerismo sino al macrismo, el radicalismo, el menemismo, la socialdemocracia, o sea en definitiva, las diversas variantes de la democracia liberal partidocrática masónica. Nota nuestra]

La única alternativa de que hoy dispone la ciudadanía para oponerse al torrente de infamias que sufrimos, es la fórmula opositora que, al menos, defiende la vida, la libertad como está consagrada en nuestra Constitución y se opone a la infame “Agenda 2030” dictada por funestas organizaciones internacionales inspiradas en un espíritu anti cristiano.

Así siendo, pedimos — con todo respeto y derecho — a nuestros Obispos y Sacerdotes, se pronuncien sobre la trágica situación que enfrenta nuestro país ante la posible continuidad del perverso régimen que estamos sufriendo.

Por nuestra parte, habida cuenta de la utilidad común, planteamos en conciencia a la ciudadanía la responsabilidad de votar por la fórmula opositora: se trata de una buena acción en cuanto apunta a oponerse a un proceso que quiere comunizar nuestra Patria.

Se busca ese efecto y no otro que pueda ser objetable. Existe una causa proporcionada a la gravedad del peligro que enfrentamos y que pone en riesgo la existencia misma de una Argentina auténtica, cristiana y fuerte.

Imploramos a la Mediadora Universal de todas las gracias, bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján, Reina de la Patria, inspire a los ciudadanos a rechazar el régimen perverso que padecemos, votando por la única alternativa posible para preservar los valores esenciales en juego.

Carlos A. Benitez Meabe

Presidente (1)

 

Como se ve, estos católicos sostenedores de Milei son gente que ha salido de la organización llamada “Tradición, Familia y Propiedad” (T.F.P.). Esta organización en Argentina siempre ha combatido denodadamente a la verdadera Tradición católica (por caso enfrentándose al “lefebvrismo”) como así también al Nacionalismo católico, lo cual es comprensible puesto que su fundador y líder supremo (“el cruzado del siglo XX”), que suele aparecer como un gran referente contrarrevolucionario, en realidad ha tenido aceitados vínculos con la derecha norteamericana vinculada a la masonería, mientras se ocupaba de formar una secta farisaica y mesiánica con ramificaciones en varios países del mundo, especialmente numerosa –y adinerada- en el Brasil, sosteniendo una “tradición” meramente vestimentaria y ornamental, antes que doctrinal o litúrgica. (2)

viernes, 10 de noviembre de 2023

LA CONTRA IGLESIA YA TIENE SU “TEOLOGÍA”

 


I)Carta apostólica en forma de “Motu Proprio” del Sumo Pontífice Francisco Ad theologiam promovendam, con la cual son aprobados los nuevos estatutos de la Pontificia Academia de Teología

Copio algunos parágrafos del  manifiesto revolucionario:

  1. Para promover la teología en el futuro, no podemos limitarnos a volver a proponer de manera abstracta fórmulas y esquemas del pasado. Llamada a interpretar proféticamente el presente y a ver nuevos itinerarios para el futuro, a la luz de la Revelación, la teología deberá afrontar profundas transformaciones culturales, consciente de que: «Lo que estamos viviendo no es simplemente una era de cambios, sino que es un cambio de época» (Discurso a la Curia Romana del 21 de diciembre de 2013).
  2. Después de casi cinco lustros, ha llegado el momento de revisar estas normas, para hacerlas más adecuadas a la misión que nuestro tiempo impone a la teología. Una Iglesia sinodal, misionera y “en salida” sólo puede corresponder a una teología “en salida”.
  3. La reflexión teológica está, por tanto, llamada a un punto de inflexión, a un cambio de paradigma, a una «revolución cultural valiente» (Carta encíclica Laudato si’, 114), que la compromete, ante todo, a ser una teología fundamentalmente contextual, capaz de leer e interpretar el Evangelio en las condiciones en que viven diariamente los hombres y mujeres, en diferentes ambientes geográficos, sociales y culturales y teniendo como arquetipo la Encarnación del Logos eterno, su entrada en la cultura, en la visión del mundo, en la tradición religiosa de un pueblo. A partir de aquí, la teología sólo puede desarrollarse en una cultura de diálogo y de encuentro entre diferentes tradiciones y diferentes saberes, entre diferentes confesiones cristianas y diferentes religiones, comprometiéndose abiertamente con todos, creyentes y no creyentes.
  4. La Pontificia Academia de Teología está llamada a desarrollar, en constante atención al carácter científico de la reflexión teológica, el diálogo transdisciplinario con otros saberes científicos, filosóficos, humanísticos y artísticos, con creyentes y no creyentes, con hombres y mujeres de diferentes denominaciones cristianas y diferentes religiones.

 

https://catapulta.com.ar/?p=2826

 


martes, 13 de junio de 2023

13 DE JUNIO (Actualización)

 


Iglesia y Sinagoga.

 

 

Por FLAVIO MATEOS

 

El combate entre la Iglesia y la Contra-Iglesia parece poder compendiarse en ciertas fechas llamativamente coincidentes, que son como jalones en esa guerra sin cuartel que está llegando a su culmen, y que nosotros para este tiempo hemos denominado Agenda Fátima contra Agenda 2030”, “Cristianismo contra Comunismo” o “Iglesia de Cristo contra Sinagoga de Satanás”.

Una de esas fechas que merecen destacarse –aunque nadie lo haga- es la del 13 de junio. Vamos a ver de qué manera. Los hechos señalados no serán encontrados por el lector en las habituales efemérides de la prensa masiva:

Con fecha de 13 de junio de 313 se dio a conocer el famoso edicto de Milán, por el cual el emperador Constantino, ¡luego de tres siglos de feroz persecución! dio libertad a los cristianos. El mismo Constantino había tenido una señal del Cielo (la Cruz, “in hoc signo vinces”) y recibiría posteriormente el Bautismo. Esto, por supuesto, no cayó en absoluto bien a los judíos, que bregaban por la persecución y exterminio de los cristianos. Según el cardenal Lustiger, de origen y mentalidad judía, nada menos que Arzobispo de París, los cristianos desposeyeron a los judíos de su papel de pueblo elegido y pueblo sacerdotal: “Cuando Constantino garantizó a los cristianos una tolerancia que equivalía a un reconocimiento del cristianismo en la vida del Estado y lo estableció como religión del Imperio, los judíos fueron violentamente marginados. Éste era un modo simplista y grosero de rechazar los tiempos de la redención y su trabajo de parto. El mito de la sustitución del pueblo cristiano por el pueblo judío se alimentaba, pues, de un secreto e inconfesable ataque de celos, y legitimaba la apropiación de la herencia de Israel, cuyos ejemplos podrían multiplicarse” (Discurso con motivo de la entrega del premio Nostra Aetate el 20 de octubre de 1998 en la sinagoga Sutton Place de New York).

Podría decirse que ese 13 de junio fue la gran victoria de la Iglesia contra el imperio de Satanás y el comienzo de lo que sería la Cristiandad. Fue un golpe mortal al espíritu revolucionario judío, que sólo volvería a resurgir con fuerza a partir de la Revolución protestante.

Pasemos al 13 de junio de 1917. Casi un mes antes, habían llegado a Rusia cuatro revolucionarios para organizar la toma del poder: Lenin, Zinoviev, Radek y Sokolnikov. Mientras tanto en Fátima, Portugal se producía la segunda aparición de la Santísima Virgen, donde la Madre de Dios afirmaba que Dios quería establecer en el mundo la devoción a su Inmaculado Corazón. Aparentemente los dos hechos, en uno y otro extremo de Europa, no tendrían nada que ver. Pero se vería que sí, y más claramente lo haría entender el Cielo poco después.

En efecto, el 13 de junio de 1929, ya habiendo triunfado la Revolución bolchevique en Rusia, y amenazando expandirse a todo el mundo, la Virgen apareció a la hermana Lucía en Tuy, en una teofanía trinitaria donde solemnemente pidió que el papa y los obispos del mundo entero consagrasen a Rusia a su Inmaculado Corazón. Todos los males traídos por la revolución: comunismo, naturalismo, ateísmo, crímenes en masa y persecución a los religiosos, y el desarrollo posterior de todos esos errores que perduran hasta hoy, sólo podían ser contrarrestados y vencidos mediante el triunfo del Corazón Inmaculado, al cual debía serle consagrada Rusia. Pero los papas no obedecieron al llamado de Ntra. Sra del Rosario de Fátima, no exactamente como lo había pedido. La diplomacia, los enemigos internos, diversas circunstancias y debilidades hicieron que no se cumpliese con la consagración. Vino entonces, tras la terrible Segunda guerra mundial y la expansión del comunismo, la Revolución dentro de la Iglesia: el concilio Vaticano II (sobre el cual parece advirtió la Virgen en la tercera parte del Secreto que Roma jamás ha revelado). Llegamos entonces al año clave: 1960, ya con el Concilio en preparación. Nuevamente en la misma fecha tiene lugar un hecho de capital importancia. El activista judío Jules Isaac consigue, luego de haber manejado los hilos convenientemente a través del Cardenal Bea, una audiencia con el papa Juan XXIII. Recordemos: Jules Isaac había fundado en 1948 la “Amistad Judeo-Cristiana” destinada a “la rectificación de la enseñanza cristiana”. Y había llegado a exponer al papa Pío XII los “Diez puntos de Seelisberg”, conferencia que se había organizado en Suiza para estudiar el problema del “antisemitismo” en la Iglesia. Pero Isaac no obtuvo entonces buenos resultados.

Con Juan XXIII los judíos cosecharían excelentes frutos. Isaac le entregó el memorándum titulado: “Necesidad de una reforma de la enseñanza cristiana respecto a Israel” exactamente el día 13 de junio de 1960. Ese día fue el comienzo oficial del cambio de actitud de la Iglesia hacia los judíos, que sería coronado por el documento Nostra Aetate en el Concilio, refrendado en sus acciones por todos los papas posteriores. Desde entonces se ha trabajado intensamente a favor del “Noaquismo”, una religión de sustitución del Catolicismo, del cual empezaron a vaciarse los dogmas para que restase una culpabilizada organización parecida al protestantismo, capaz de unirse con las “religiones monoteístas”. La Iglesia llamada despectivamente “triunfalista”, que con Constantino excluyó a los judíos y los llamó deicidas, ahora, en una misma fecha, empezaba a golpearse el pecho por aquel gran pecado de origen.

Pero el 13 de junio está vinculado tanto a la Revolución como a la Contrarrevolución. Es interesante comprobar que esa fecha guarda relación notoria con dos hechos de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, la congregación fundada por Monseñor Marcel Lefebvre, el campeón de la contrarrevolución en la Iglesia del siglo XX. Fue el 13 de junio de 1988 cuando el Arzobispo dio a conocer en público en Écône a los cuatro sacerdotes que serían consagrados obispos el 30 de junio de ese año, comenzando así el “Operativo Supervivencia” de la Tradición.

Y de signo contrario, fue el 13 de junio de 2012 en que estuvo a punto de caer la FSSPX. ¿Qué pasó o iba a pasar ese día en Roma? Vayamos a los antecedentes. Tras el Vaticano II, la Tradición católica estaba amenazada de muerte por los liberales y modernistas conciliares. Un solo Arzobispo –a quien luego se le unió Monseñor Antonio de Castro Mayer- se había levantado para sostener la bandera de la Tradición y muy especialmente del Santo sacrificio de la Misa: Monseñor Lefebvre. Se lo había intentado reducir al silencio, se había procurado corromperlo, comprarlo y hasta atentar contra su vida. Pero el Obispo no retrocedió. Finalmente se lo “excomulgó”, pero su obra continuó: la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. Particularmente molesta resultaba, para los judíos que habían infiltrado el Vaticano, esa resistencia. Luego, cuando muerto ya Lefebvre, y tras muchos años de ablande –y quizás también de infiltración- lograron que esa irreductibilidad se cambiara en una actitud amistosa y conciliadora, a través del “levantamiento de las excomuniones” que en verdad eran inexistentes. Los mandantes de Roma decidieron ordenar una depuración de los elementos “antisemitas” dentro de la FSSPX. Así es como realizaron una campaña mediática internacional contra uno de sus obispos, Monseñor Williamson, por supuestamente haber negado uno de los dogmas fundamentales sino el principal de la nueva religión: la “Shoa”, el “Holocausto”. La cúpula de la Fraternidad se plegó genuflexa a la condena y el maltratado obispo fue enviado al ostracismo. Desde entonces la vuelta de la FSSPX dentro de las murallas vaticanas, donde estaría mejor controlada, iba en lento pero franco progreso. Entonces llegó el 13 de junio de 2012: ese día estaba estipulado para la concreción del acuerdo entre Roma modernista y la FSSPX, a la cual se le había propuesto una prelatura personal, a la manera del Opus Dei. Con ese fin había viajado su Superior general Mons. Fellay hasta el Vaticano. Sin embargo, a último momento, debido sobre todo a las filtraciones que hubo de los términos del acuerdo, y una creciente resistencia al interior de la FSSPX, se decidió suspenderlo hasta tiempos mejores. Luego de lo cual la FSSPX comenzó a deshacerse de los más recalcitrantes antiliberales, expulsó a Mons. Williamson y cambió –suavizó- más aún su lenguaje público en relación a las autoridades romanas. Tanto que Mons. Fellay llegó a ser vapuleado por un entrevistador judío sin dificultad y sin escándalo. El 13 de junio podría haber sido una gran victoria de los enemigos de la Iglesia que querían someter de una vez y para siempre la obra de Mons. Lefebvre. Era la fecha elegida para el “Operativo Suicidio”.

Un año más tarde, el 13 de junio de 2013, sucedió otro hecho llamativo que, al igual que todos los que venimos destacando, tienen como protagonistas a los talmúdicos enemigos del Mesías, N. S. Jesucristo. Helo aquí: Vladimir Putin, presidente de Rusia, afirmó públicamente –y no precisamente como un elogio, y ante un auditorio judío- que el 80% del gobierno revolucionario comunista de Rusia estaba compuesto por judíos. Se trataba del primer jefe de estado que hacía público ese hecho. De tal modo quedaba claramente establecido algo que los historiadores calificados de “antisemitas” siempre habían enseñado. También para todo aquel que quiere ir más allá de las motivaciones políticas o económicas de la Revolución, se podía entender así el componente “místico” de la misma. Y si a eso le sumamos que para contrarrestarlo, la Virgen pidió se difundiese la devoción a su Inmaculado Corazón y la consagración de Rusia, entendemos mejor que se trata de una guerra ante todo religiosa, y que el comunismo –y toda su serie de errores que se esparcieron desde 1917 con fuerza por todo el mundo- tienen que ver con otra “cosmovisión” religiosa, protagonizada e impulsada por los mismos que se sintieron “excluidos” cuando Constantino y el Imperio Romano abrazaron la fe cristiana.

Pero la extraña serie de coincidencias no se termina allí, puesto que el 13 de junio de 2019, la ONU y el Foro Económico Mundial (o Foro de Davos) firmaron un Memorando de Entendimiento sobre una asociación estratégica de ambos organismos internacionales, para acelerar conjuntamente la satánica “Agenda 2030”. Pocos meses después estalló la “pandemia” del llamado Covid-19, y luego la guerra de la OTAN contra Rusia. El Occidente apóstata y anticristiano que obedece los mandatos de la Sinagoga de Satanás, junto con el Vaticano, se han apostado, cada uno a su modo, contra Rusia, pues terminó volviéndose un obstáculo para el proceso de reunificación tan avanzado en pro de un gobierno mundial. Incluso en materia religiosa, los cismáticos rusos se niegan a bregar por un entendimiento amistoso con los ecumenistas romanos, lo cual significa otro obstáculo más para la realización de loa ansiada “Agenda 2030”.

Estas concordancias y otras que hemos señalado en otros artículos, nos sirven como un llamado de atención para comprender mejor lo que la Providencia nos quiere decir y así poder elaborar una síntesis más comprensiva del combate total que desde el inicio de los tiempos sostenemos los cristianos contra las fuerzas del infierno. En esta fecha señalada aparecen marcados la victoria de la Iglesia que pasó a regir sobre el poder secular, la devoción que el Cielo nos trajo en Fátima para que esos poderes de las naciones volviesen a someterse al poder espiritual de la Iglesia, particularmente a partir de la consagración de Rusia, y también la triunfante resistencia al interior de la Iglesia contra las fuerzas de la Revolución. Y esa misma fecha ha venido a señalar acontecimientos que van en el sentido contrario: la toma del poder de la Iglesia por parte de la Contra-Iglesia, el intento de destruir la Reacción de la Tradición, y el impulso final hacia el gobierno mundial anticristiano.

     Por todo esto una vez más nos animamos a afirmar que lo único que puede oponérsele y vencer a la “Agenda 2030” o “Gran Reinicio” anticristiano es la “Agenda Fátima”, que traerá –el momento sólo Dios lo sabe- el triunfo del Corazón Inmaculado de María.

Recordemos, finalmente, que el 13 de junio de 2029 se cumplirán los cien años del pedido de consagración de Rusia al Corazón Inmaculado, solicitud del Cielo que jamás ha sido atendida de acuerdo a los términos e intenciones manifestadas por la Virgen. Y N. S. Jesucristo trazó un paralelo entre este incumplimiento –que se hará pero tarde- con la desobediencia del rey de Francia al pedido de consagración de su reino a su Sagrado Corazón. Cien años después, día por día, estalló la Revolución francesa de 1789. ¿Llegará el 13 de junio de 2029 el gran castigo y de qué modo? ¿Será el Anticristo? ¿Vendrán los tres días de oscuridad y a continuación el triunfo del Corazón Inmaculado de María? Podríamos pensar en esto último, si consideramos la fecha en que Dios quiso hacer el pedido de consagración de Rusia, en una solemne teofanía trinitaria, coincidente con el edicto de Milán que fue el triunfo público y resonante del Cristianismo frente al gran imperio romano. El futuro tiene la respuesta.

 

¡Viva el Sagrado Corazón de Jesús y el Corazón Inmaculado de María!

 


viernes, 25 de noviembre de 2022

EL PROPÓSITO ESENCIAL DE LA REVOLUCIÓN

 




  “La rebelión del organismo social como tal contra la Misa, 

el acto supremamente aceptable de culto a la Santísima Trinidad, y,

 si es posible, su eliminación completa, es el objetivo final de la revolución”.

  

 Por PADRE DENIS FAHEY (1883-1954)

(Extracto de su libro El Cuerpo Místico de Cristo y la reorganización de la Sociedad, original de 1939, edición en español en Argentina de 2009)

 

Lo mismo que los miembros del cuerpo humano están siempre destinados a funcionar de tal forma de promover el Bien Común, que la cabeza tiene la función de discernir, así los católicos, como miembros del vasto organismo del Cuerpo Místico, siempre deben esforzarse por promover el programa de Cristo su Cabeza e impregnar la sociedad con el espíritu de la pertenencia a Cristo.

La organización Cristiana de la sociedad sostiene al hombre común en la difícil tarea de vivir su vida diaria en armonía con el acto sobrenatural de sumisión a la Santísima Trinidad que realiza en la Misa. De hecho, esta organización de la sociedad bajo Cristo es indispensable para el hombre medio, primeramente debido a la tendencia de la vida natural de los hijos caídos del primer Adán a rebelarse contra su Vida Sobrenatural y a arriesgar su verdadera felicidad, y, en segundo lugar, porque hay fuerzas naturalistas organizadas existentes prontas a prostituirse, al egocentrismo de los seres humanos y hacer así lo posible por lanzarlos contra Cristo Rey y la Vida Sobrenatural. La estructura cristiana de la sociedad está destinada a servir de bastión contra estas fuerzas naturalistas o anti-sobrenaturales organizadas, dos de las cuales son visibles, en tanto que una es invisible. La hueste invisible es la de Satanás y sus compañeros los demonios; las fuerzas visibles son las de la nación judía y la masonería. Ellas apuntan, en primer lugar, a des-sobrenaturalizar la vida social, política y económica, de modo que, apenas deja la iglesia después de la Misa, el ser humano medio se encuentre impedido en sus esfuerzos para vivir su vida como miembro de Cristo.

martes, 19 de abril de 2022

LA REVOLUCIÓN MUNDIAL

 

LA REVOLUCIÓN MUNDIAL

 

 


 

Por PADRE JULIO MEINVIELLE

 

“La Revolución Mundial es el proceso de destrucción de la civilización cristiana que se inicia hace siglos con el Renacimiento. Proceso de destrucción del orden social erigido en torno de Dios y de Jesucristo y de construcción de la Ciudad del hombre, del Humanismo. Se inicia en el Renacimiento, porque sólo entonces y no antes los hombres de la Iglesia toman contacto, en cierto modo oficial, con el libro secreto inspirador del judaísmo –La Cábala-, lo cual implica la construcción de una Humanidad Cabalística en sustitución de la Humanidad Cristiana. Esto significa que el proceso del mundo moderno, o de la Revolución Mundial es al mismo tiempo el de la judaización de los pueblos. Y la erección de la Ciudad del hombre es, por lo mismo, la erección de un mundo en glorificación del judío, ya que sólo a este le corresponde en la tradición talmúdico-cabalista los atributos humanos, y al resto de los pueblos sólo los de bestias, de cosas que han de servir a aquel hombre.

Las etapas de la Revolución Mundial se caracterizan por los mismos pasos por donde se va cumpliendo el proceso de destrucción del hombre cristiano. Una etapa de destrucción de lo sobrenatural y de construcción del hombre natural, que llena los siglos XVII y XVIII; una segunda etapa de destrucción del hombre natural y de construcción con el liberalismo del hombre animal, que llena el siglo XIX; y una tercera etapa de destrucción del hombre animal y de construcción con el comunismo del hombre máquina, operación en la cual nos sorprende el siglo XX. En esta tarea de la construcción del hombre máquina se halla empeñada lo que se llama la Sinarquía o sea el grupo de fuerzas financiero-políticas que constituyen en este momento el Poder Oculto Mundial.

La Sinarquía (…) camina entonces a la confluencia y a la nivelación universal y total de todas las corrientes económicas, políticas, culturales y religiosas y, por lo mismo, al gobierno universal y totalitario de los pueblos. Un mundo unificado de corrientes socialistas bajo un gobierno totalitario universal”.

 

Julio Meinvielle, El progresismo cristiano, Cruz y Fierro Editores, 1983, págs. 105-106-107.-

“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”

  “ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”           Por FLAVIO MATEOS   El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...