Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

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viernes, 30 de mayo de 2025

CON LEÓN XIV LA “AMERICANIZACIÓN” DE LA IGLESIA LLEGA A SU CÚSPIDE

 


Made it to the top.

 

 

Por IGNACIO KILMOT

 

Dicen que León XIV tomó el nombre de León debido a la doctrina social de León XIII. Cabe dudar si no habrá sido por el “Ralliement” o acomodo que tantos perjuicios le trajo a Francia y Europa entera. ¿Puede tenerse la esperanza de que en tanta ambivalencia, el nuevo papa termine cerrando el ciclo malvado del Vaticano II, iniciado por aquellos demonios que vio su predecesor el 13 de octubre –fecha de Fátima- de 1884?

“A partir del Concilio Vaticano II la penetración americanista en el seno de la Iglesia aceleró su ritmo y destru­yendo las viejas estructuras teológicas de la Iglesia la prepara para una útil conversación con el mundo moder­no”. Esto es lo que muy bien decía el maestro Calderón Bouchet, en el escrito que incluimos en entrada aparte de nuestro blog (LA AMERICANIZACIÓN DE LA IGLESIA).

Y continúa nuestro autor: “En los EE.UU. esto corría de suyo y no traía, como inmediata consecuen­cia, actitudes subversivas en el seno de la cristiandad. Muchos creyeron, no estoy seguro de la sinceridad pues­ta en esa fe, que en Europa ocurriría algo semejante. Muerto el fascismo, la democracia podría discurrir sobre un cauce limpio y cristalino. La ayuda norteamericana levantaría el nivel económico de los pueblos puestos bajo su protección, como efectiva­mente ocurrió, y esto haría entender a Rusia los errores de su planteo colectivista y las bases falsas sobre las que asentaba su política. Con un poco de buena voluntad y la colaboración de- las Iglesias, habría democracia para exportar hasta la Siberia”.

En efecto, ese americanismo, incluso de manera simbólica, queda patente ante nuestros ojos. Allí mismo en un museo de Washington, la capital mundial de la Democracia, se exhibe como una antigualla la tiara papal que Pablo VI depuso y mediante la cual oficialmente descoronó a Nuestro Señor Jesucristo, para adoptar la democracia en la Iglesia (conciliar). El papa Juan Pablo II, por su parte, visitó los EE.UU. nada menos que siete veces. Benedicto XVI también visitó Washington y propició a través de un documento la necesidad de un gobierno mundial. Y allí en Washington, Francisco fue el primer papa recibido en el Capitolio, entre vítores y aplausos. No podía terminar esto sino directamente con un papa (norte)americano. Aspiración a que el “orden” instaurado tras el fin de la Segunda Guerra Mundial –bipolar- sea hegemónico en cuanto a la idea ecumenista global. A pesar de lo cual la insistencia de tal proyecto sigue estrellándose contra un muro (que no el de los “Lamentos” de Jerusalén).

Ayer como hoy, pero hoy con mayor éxito, el copamiento del Vaticano por parte de los yanquis es indudable. Ahora que han llegado a colocar un papa de los suyos, parecen tocar el cielo –o la luna- con las manos. El reciente encuentro entre el vicepresidente estadounidense y el papa, dejó en claro que la indeleble marca liberal a los yanquis no se les borra con nada (ver el ejemplo de Vance explicado por él mismo: https://x.com/i/status/1925403500139438192).

Se dice que Vance ha sentenciado la multipolaridad y los expertos en geopolítica –que de religión no entienden nada- vaticinan contentos que estamos ante “el regreso de las grandes civilizaciones frente a la barbarie que prohijó la decadente y derrotada globalización financierista que sólo dejó ruinas a su alrededor y que para conservar su nefario modelo estaba dispuesta a desencadenar una tercera guerra mundial nuclear” (como sentencia Jalife Rahme). Si la China ultramaterialista que adora la tecnología es una gran civilización, estamos fregados. Nos dice este analista: “Hoy el renacimiento de facto del nacionalismo cristiano que prosigue Trump 2.0, se percibe como una gran coalición que engloba al proyectado renacimiento del nuevo catolicismo del papa León XIV agustino/estadunidense/peruano, al unísono de los católicos anti-globalistas, el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado Marco Rubio, cuando el catolicismo, quizá hereje (ya lo decretarán los exegetas teólogos de siempre) de Biden/John Kerry (agenda verde) /Nancy Pelosi fue secuestrado por la nefaria soroscracia (Alexander Dugin dixit). No hay nada más geopolítico que la estructura del catolicismo que impera desde el emperador romano Constantino desde el siglo IV d.C. ¿Viene la gran coalición del nacionalismo cristiano entre el “guadalupanismo”, eminentemente mexicano, católico, y los WASP (White AngloSaxon Protestant) con Trump 2.0?”. Lenguaje periodístico efectista pero vacuo: quien no tiene en cuenta las vistas teológicas, la conjuración anticristiana, el mensaje de Fátima y el Apocalipsis seguirá tanteando a oscuras, y de hecho los pasos rocambolescos de Trump ayudan a esa falta de definiciones respecto del futuro. El papel que se le da a la Iglesia en la historia, no es un detalle más, y la existencia o no de un “katejon” configura la situación global.

Precisamente, del otro lado, el obstáculo: Rusia, aunque, en este caso, otra Rusia de aquella. Una que le está destinada a Nuestra Señora, para cumplir su obra de apostolado con la Europa devastada y apóstata, tras la exitosa “pax americana”. Seguramente el diablo sabe esto y, al empujar a esa Europa masonizada hacia la guerra suicida contra Rusia, no columbra que en realidad está acelerando el triunfo del Corazón Inmaculado.

Otro hubiese sido el cantar de haber triunfado la maniobra de exportar esa democracy americana hasta Siberia, en los años 1990. Sin embargo, el Cielo tenía dispuesta otra cosa. La democracy allí no cuajó –los oligarcas judíos se cebaron con los pobres rusos, que no los toleraron- y el ecumenismo cato-protestante encontró un muro, no el de Berlín ya caído, sino el del Kremlin. De allí que el problema para el Occidente liberal anglosionista, es uno solo: Rusia.

Quizás León XIV, el séptimo papa, sea finalmente el papa del “Tercer secreto” de Fátima.

No hay que olvidar que con los yanquis en acción siempre tenemos garantizado un clamoroso espectáculo.


martes, 13 de mayo de 2025

¿LEÓN XIV, EL SÉPTIMO PAPA, PUEDE SER EL PAPA DEL TERCER SECRETO DE FÁTIMA?

 



Por IGNACIO KILMOT

 

Hablamos en un reciente artículo EL SEPTIMO PAPA, antes del cónclave que eligió al cardenal Prevost ahora papa León XIV, de que sería elegido el papa número 7 de los conciliares o posteriores a Pío XII, último de probada ortodoxia católica.

Hicimos referencia al sentido simbólico del 7 en las Sagradas Escrituras, y a que es el número de lo “completo” o una “totalidad”.

También referimos que el ciclo de los “Papas de Aviñón” (exilio de la Iglesia) abarcó el pontificado de 7 Papas, y que ahora la Tradición católica está exiliada.

Notamos que el cónclave para elegir al papa número 7 de los conciliares, comenzaría un día 7. Fueron 133 cardenales electores, es decir: 1+3+3=7. Y Francisco murió el 21-4: 2+1+4=7. En 2029 se cumplirán 70 años de la convocatoria del Vaticano II. Parece, dijimos, y deseamos que se cierre un oprobioso ciclo que se completa.

Recordamos además que 70 años duró el cautiverio del Pueblo de Dios en Babilonia, y casi 70 años duró el comunismo de la Unión Soviética…también el Templo de Jerusalén fue destruido en el 70 AD. La guerra de Israel contra Gaza en Medio Oriente (guerra final para construir el “Gran Israel” y reconstruir el tercer templo) comenzó un día 7 (el día del Santo Rosario).

Queremos agregar ahora que, coincidentemente con lo expuesto, el apellido del cardenal elegido, Prevost, tiene 7 letras, y el nombre que éste eligió también (en español): León XIV.

Si solo son coincidencias banales, resultan notables.

En todo caso, si nos disponemos a ver los hechos a la luz del misterio y los mensajes de Fátima, donde el número clave es el 13, primero podemos observar que Francisco, que fue quien más cerca estuvo de realizar lo pedido por la Virgen –pero que como hemos explicado largamente no hizo la consagración de Rusia esperada-, se mantuvo bajo el signo del 13: fue elegido un día 13 (del año 13), y fue enterrado un día 26 (13 x 2). Un día 26 se dio a conocer el “tercer secreto” (aparentemente incompleto), donde Lucía habla de “algo parecido a como la gente se ve en un espejo cuando pasa", un obispo vestido de blanco, "tuvimos el presentimiento de que era el Santo Padre". Es un papa pasando ante un espejo, puede ser imagen de la vanagloria, de la doblez liberal, de un anti-papa que parece el papa, o algo más. Lo cierto es que el espejo duplica la imagen, y el 26 duplica el 13. Es curioso cómo Francisco ha sido el anti-Fátima cabal (hasta un 13 de octubre llevó la estatua de Lutero al Vaticano).

Ahora, el nuevo papa ha sido elegido el 8 del mes 5, números que sumados dan 13. Y la fumata blanca hizo su aparición a las 6 y 7 de la tarde, lo cual sumado resulta en 13. Dos veces 13.

Otras circunstancias interesantes rodean esta elección: ya se ha notado que fue en una doble fecha mariana (en el mes de María), particularmente Ntra. Señora de Luján [como curiosidad personal nuestra, muy curiosa, daremos la siguiente circunstancia: 30 de abril visitamos un cementerio en Argentina, y al poco rato de andar por allí nos encontramos con una gran imagen de Ntra. Sra. de Luján, a la cual le faltaba la cabeza. ¡Horrible sacrilegio! Lo curioso es que 7 días después, en la fiesta de Ntra. Sra. de Luján, fue elegido el nuevo papa, para una Iglesia que entonces estaba sin cabeza]. También se destacó a Ntra. Sra. del Rosario de Pompeya, y la aparición de San Miguel Arcángel, cuya oración impuso el papa León XIII al final de la misa: coincidentemente el nuevo papa se llama León.

Lo que no se observó, es que hay un suceso crucial ocurrido el jueves 8 de mayo de 1884 (jueves 8 de mayo fue la elección del nuevo papa): en aquella fecha fue la primera comunión de Santa Teresa del Niño Jesús. Desde entonces reafirmó su imparable caminito hacia la santidad, que ha iluminado la Iglesia en todo el siglo XX y nos guía en este siglo. No olvidemos que es “la santa más grande de los tiempos modernos” (según S. Pío X) y que además está muy vinculada tanto a Fátima como a Rusia. Pero de ese tema nos ocuparemos en otro artículo, si Dios quiere.

En todo caso, si vamos a los antecedentes del cardenal Prevost, no son los mejores precisamente, puesto que es un cabal representante de la neo-iglesia conciliar. Se han señalado al menos 5 cosas inquietantes:

-Durante el confinamiento COVID, Mons. Prevost impuso la aberrante comunión en la mano y la confesión por teléfono.

-También volvió a publicar un llamamiento para que las vacunas de la COVID-19 estuvieran «disponibles para todos» y un mensaje de la USCCB que calificaba la vacunación de «acto de amor».

-Dio su apoyo a la sinodalidad y a la “iglesia sinodal”.

-Como jefe de la Congregación para los Obispos, el arzobispo Prevost contribuyó decisivamente a destituir al obispo Strickland de Tyler, Texas, y al obispo Rey de su diócesis de Fréjus-Toulon, dos obispos conservadores –y débiles- que desagradaban a Francisco.

-Ha colocado a obispos abiertamente heterodoxos en sedes episcopales de todo el mundo. El más famoso es el cardenal McElroy, instalado como arzobispo de Washington a pesar de su implicación en el encubrimiento de los abusos sexuales cometidos por el ex cardenal McCarrick.

Es obvio, pues, que Prevost es un producto de la nueva teología surgida del Vaticano II, por lo que ha de creer a pie juntillas estar en lo correcto. Repite lo que le han enseñado desde su primera juventud. Dios sabe qué clase de responsabilidad personal pueda tener en todo ello. No podemos meternos en su fuero interno. ¿Sirve a alguna logia, o lo han colocado allí para evitar males mayores? ¿Lo usarán para avanzar la Revolución más discretamente que Francisco, o significa un retroceso de la misma?

En todo caso, como papa tiene una autoridad que no tenía antes. ¿Podrían unas circunstancias extremas, peligrosas y un teatro de guerra mundial, disponerlo a abrir los ojos ante la realidad de la Iglesia y del mundo?

No es infrecuente que alguien que parece –y es- un liberal y un personaje aparentemente anodino y nada peligroso para las élites gobernantes, termina cambiando de parecer y actuando diestramente. Se señala en la Iglesia a Pío IX y León XIII. Si vamos a la política, el caso de Putin es paradigmático: lo eligieron de compromiso ante la debacle del derrumbado borrachín Yeltsin, pensando así los oligarcas judíos que seguirían desangrando Rusia a piacere. Pero “el tiro les salió por la culata”. Cuando Dios dispone algo, ni toda la conspiración del mundo puede impedirlo. No afirmamos por ello que sea eso lo que va a ocurrir, mas permanecemos abiertos a lo que Dios quiera. Por lo pronto, Prevost no tiene el perfil inicuo de Jorge Mario Bergoglio (una visión apenas superficial podría haber calibrado que se pasaba de un chabacano papa de la TV argentina a un bien producido papa de Netflix, pero, desde luego, el trasfondo es mucho más profundo y misterioso, en todo caso no olvidamos que estamos atravesando el misterio de iniquidad).

Por supuesto que enseguida han salido a las pantallas de internet muchos comentaristas, blogueros e incluso sacerdotes a explicar al detalle todo lo que va a hacer el nuevo papa, aunque este lleve pocas horas con la sotana blanca. Nadie se quedó sin decir su veredicto. Ellos, como grandes intelectuales que son, nunca tienen dudas. El poder en las sombras lo abarca todo así que Dios no puede obrar con “materiales de desecho”. ¡Qué va!

Normalmente todo debería seguir siendo un desastre (o sea anormal), de acuerdo, pero ¿y si mejor dejamos que las cosas pasen primero, para luego “condenar”? ¿Y si mejor rezamos para que vayan como deben ser? Lejos de ser esta una actitud ingenua, es la actitud realista de quien cree que es la Providencia quien al fin y por detrás de los poderes de este mundo, gobierna las cosas. Esto no nos lleva a cerrar los ojos y dejar de examinar críticamente lo que va ocurriendo. Pero hay que hacerlo tratando de no caer en el típico celo amargo que es una de las “especialidades de la casa” en las huestes tradicionalistas.

De los papólatras conservadores, que ahora aparecen exultantes, nos sería muy penoso decir alguna cosa. Su resobado “antilefebvrismo” los condena. Y de la estulticia, soberbia y desesperación de la postura sedevacantista,, ya se ha dicho suficiente. Basta considerar que Mons. Lefebvre la consideraba un error al que combatir.

Más allá de eso, y yendo al tema que más nos interesa, Fátima: por lo pronto Prevost no ha visitado nunca el santuario de Fátima, lo cual no es auspicioso, pero ya afirman desde allí que podría hacerlo en octubre próximo. ¿Ha de continuar la malandanza bergogliana, o dejará que la gracia toque su corazón? ¿Habrá escuchado en Genazzano el consejo que Ntra. Señora del Buen Consejo le habrá dado?

Hoy sigue siendo imperioso que Rusia se convierta. Más allá de los buenos oficios de Putin en la crisis mundial, Rusia está cerca pero al margen del Arca de salvación. Leímos en un sitio informativo que “el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha destacado que las relaciones con la Santa Sede siempre se han basado «en los valores cristianos que nos unen a todos» y confía en que el nombramiento del estadounidense Robert Prevost como nuevo Papa León XIV continúe esa estela de «diálogo respetuoso» y «entre iguales». Es claro que no puede haber igualdad entre un mandatario –aunque tenga los misiles más poderosos del mundo- y el Sumo Pontífice Romano. Sólo la consagración bien hecha, al Corazón Inmaculado de María, podría poner las cosas en orden.

Que el nuevo papa, lo imploramos rosario en mano, escuche la voz de Dios, ya fuere un susurro que pasa en su despacho solitario, o una señal ante el bramido de los misiles y los tanques asediando Roma. Entonces devendrá el papa mártir, que la Iglesia necesita para resurgir de su pasión, al fin erguida, luminosa y rozagante.

Lo pedimos también, en este 13 de mayo, a quien se llama como el nuevo papa Roberto: san Roberto Belarmino, en la excelente oración colecta de su misa:

Oh Dios, que para repeler las insidias de los errores y para defender los derechos de la Sede Apostólica, decoraste con admirable sabiduría y fortaleza a tu santo Pontífice y Doctor Roberto; por sus méritos e intercesión concédenos crecer en el amor a la verdad, y que los corazones de los extraviados vuelvan a la unidad de tu Iglesia.

 

martes, 6 de mayo de 2025

EL SÉPTIMO PAPA

 


Por IGNACIO KILMOT

 

Mons. Straubinger, a propósito del simbolismo del número 7 (en este caso en el Apocalipsis: 7 iglesias, 7 cartas, 7 candelabros, 7 estrellas, 7 trompetas, etc.), dice:

“Desde la antigüedad ven muchos comentaristas en el número siete un símbolo de lo perfecto y universal, de manera que las siete Iglesias representarían una totalidad (S. Crisóstomo, S. Agustín, S. Gregorio, S. Isidoro). Muchos consideran que las siete Iglesias corresponden a otros tantos períodos de la historia de la Iglesia universal (cf. 1, 19 y nota). Su más conocido representante en la patrística es S. Victorino de Pettau, quien en su comentario caracteriza los siete períodos de la siguiente manera: 1) el celo y la paciencia de los primeros cristianos; 2) la constancia de los fieles en las persecuciones; 3) y 4) períodos de relajamiento; 5) peligro por parte de los que son cristianos solamente de nombre; 6) humildad de la Iglesia en el siglo y firme fe en las Escrituras; 7) las riquezas y el afán de saberlo todo cohíbe a muchos para seguir el recto camino. Este sistema, con más o menos variantes, se mantuvo durante la edad media y encontró, en un escrito atribuido a Alberto Magno, la siguiente exposición: Éfeso: el período de los apóstoles, persecución por los judíos; Esmirna: período de los mártires, persecución por los paganos; Pérgamo: período de los herejes; Tiatira: período de los confesores y doctores y herejías ocultas; Sardes: período de los santos sencillos, durante el cual se introducen las riquezas y el escándalo de malos cristianos que aparentan piedad; Filadelfia: abierta maldad de cristianos; Laodicea: período del Anticristo. En la Edad moderna han difundido este modo de interpretación el santo sacerdote Bartolomé Holzhauser, Manuel Viciano Rosell y otros.”

El 7 es el número de lo “completo” o una “totalidad”.

El ciclo de los “Papas de Aviñón” (exilio de la Iglesia) abarcó el pontificado de 7 Papas. Pues bien, la “Iglesia conciliar” que comenzó con Juan XXIII tuvo hasta ahora… 6 Papas. El próximo será el séptimo y puede ser el que cierre este ciclo infame, que ha postrado a la Iglesia hasta llevarla a asimilarse con esa secta advenediza que es el protestantismo. Al inicio y al final del ciclo estaría la intervención milagrosa de la Santísima Virgen de Fátima, la vencedora de todas las herejías, que nunca deja de auxiliar a la Iglesia cuando ésta más lo precisa.

El Cónclave para elegir al Papa número 7 de los conciliares, comenzará un día 7. Serán 133 cardenales electores, es decir: 1+3+3=7. Francisco murió el 21-4: 2+1+4=7. En 2029 se cumplirán 70 años de la convocatoria del Vaticano II. Parece cerrarse un oprobioso ciclo que se completa.

Recordemos también que 70 años duró el cautiverio del Pueblo de Dios en Babilonia, y casi 70 años duró el comunismo de la Unión Soviética…también el Templo de Jerusalén fue destruido en el 70 AD.

La guerra de Israel contra Gaza en medio Oriente (guerra final para construir el “Gran Israel” y reconstruir el tercer templo) comenzó un día 7.

En cuanto a las interpretaciones de las siete iglesias, todo parece indicar que se acaba el período de Sardes: “cristianos solamente de nombre”, “se te tiene por viviente pero estás muerto”, etc. Es decir, la hipocresía y falsedad de la neo iglesia conciliar. 

Como dato interesante, dice el texto del Apocalipsis al final de esta carta a Sardes: “Con todo, tienes en Sardes algunos pocos nombres que no han manchado sus vestidos; y han de andar conmigo vestidos de blanco, porque son dignos. El vencedor será, vestido así, de vestidura blanca, y no borraré su nombre del libro de la vida; y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles”. Es interesante, porque al final de su pontificado Francisco apareció públicamente sin la vestidura blanca (la sotana papal). “Andar vestido de blanco significa participar en el triunfo del mismo Cristo”, dice Mons. Straubinger. Sacarse el blanco es signo de derrota, ser borrado del libro de la vida. Buen símbolo de la "Iglesia conciliar".

Dios tenga misericordia.

lunes, 20 de junio de 2022

LA DIPLOMACIA VATICANA Y SU GRAN FRACASO ANTE LOS REPRESENTANTES DE LA SINAGOGA DE SATANÁS

  

LA DIPLOMACIA VATICANA Y SU GRAN FRACASO ANTE LOS REPRESENTANTES DE LA SINAGOGA DE SATANÁS

 

 


 

Por IGNACIO KILMOT

 

Desde León XIII con su catastrófico “Ralliement” en adelante, los papas de antes del Concilio, ejemplares en su Magisterio, en sus actos en pro de la Iglesia como las canonizaciones, promoción de las misiones y demás, han resultado increíblemente débiles y equívocos en su conducta práctica respecto de los enemigos de la Iglesia. Porque si bien siendo el Vaticano un Estado y por lo tanto con el deber de, en general, mantener relaciones cordiales con el resto de los Estados del mundo, sin embargo, las flaquezas devenidas de su manía diplomática no sólo no han evitado las persecuciones y las guerras sobre los católicos, sino que han mostrado sus limitaciones, sus fracasos y han hecho acrecer las fuerzas de los enemigos de la Iglesia, que podemos denominar la “Sinagoga de Satanás”. Quizás con una mentalidad “a la antigua”, faltos de perspicacia, mal asesorados, no han advertido esos papas que tras la Revolución francesa de 1789 y con la irrupción de la Masonería en el control de los Estados, además de la caída de las monarquías, la “Democracia” liberal sólo era una vistosa fachada para ocultar detrás a los mismos factores de poder que ocupaban los países dominados por el impío comunismo. He allí una razón –entre otras probables- para que ni Pío XI ni Pío XII hicieran la consagración de Rusia, como la había pedido la Virgen de Fátima.

Como empezamos diciendo, los intentos de refrenar las calamidades que trajo al mundo la era revolucionaria, fueron un fracaso absoluto. Benedicto XV había intentado infructuosamente, mediante la diplomacia, que se detuviese la Primera Guerra mundial. Ante la frustración, decidió entonces orar públicamente a la Virgen, para encomendarle el asunto. Días después la Virgen apareció en Fátima, prometiendo el próximo final de la guerra. Pío XII no consagró Rusia como debía, pero ante la Segunda Guerra mundial que se prolongaba, y a petición de los Obispos portugueses, consagró el mundo al Corazón Inmaculado, y la guerra fue acortada. Sin embargo, en ninguno de los dos casos llegó una verdadera y duradera paz.

Esa falta de visión del enemigo, visión que sí llegó a tener un papa santo como Pío X, explica, v.gr., que el papa Pío XII, que en 1942 había consagrado el mundo al Corazón Inmaculado de María para obtener la paz, escribiese varias veces en términos zalameros al Presidente Roosevelt, masón que supo de la maniobra de falsa bandera de Pearl Harbor para meter a los EE.UU. en la guerra; o que el 26 de agosto de 1947, le escribiese lo que sigue al Presidente de Estados Unidos Harry Salomon Truman, el asesino masón que dos años antes había hecho arrojar las bombas atómicas en Japón, quemando vivas a las poblaciones civiles de Hiroshima y Nagasaki:

Acabamos de recibir de su representante personal, el Sr. Myron Taylor, la carta de Su Excelencia del 6 de agosto, y nos apresuramos a expresar Nuestra satisfacción y gratitud por este reciente testimonio del deseo y la resolución de un pueblo grande y libre de dedicarse, con la confianza y la generosidad que lo caracterizan, a la noble tarea de consolidar los cimientos de esa paz que todos los pueblos de la tierra desean. Como su líder elegido, Su Excelencia se esfuerza por reunir y organizar la cooperación de todas las fuerzas y poderes capaces de ayudar en la realización de esta tarea. Nada más que Nosotros esperamos que estos esfuerzos tengan éxito, y para la feliz consecución de este objetivo comprometemos Nuestros recursos e imploramos fervientemente la ayuda de Dios.

“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”

  “ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”           Por FLAVIO MATEOS   El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...