Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

Mostrando las entradas con la etiqueta Santísima Virgen. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Santísima Virgen. Mostrar todas las entradas

jueves, 26 de junio de 2025

LA GUERRA CONTRA DIOS: CLAVE HERMENÉUTICA DE LA HISTORIA

 


“Quien no comprende esta guerra; quien no percibe que toda la historia humana es, en el fondo, un campo de batalla donde se enfrentan la descendencia de la Mujer y la de la Serpiente, quien no advierte que cada acontecimiento ─cada caída, cada ascenso, cada catástrofe política o social─ forma parte de una contienda que se libra desde lo invisible y se manifiesta en lo visible, está condenado a extraviarse en las marañas de un relato inmediatista, hueco, vacío de sentido”.

 

 

Por RICARDO ZORNOSA SALAZAR                                                                                                                                     

La historia, cuando se la priva de una clave hermenéutica, cuando se la separa de una vara trascendente con la que medir sus pulsos y sus convulsiones, no es sino un caleidoscopio de confusiones, un vertedero de especulaciones ideológicas en las que el historiador chapotea, engañándose a sí mismo con ínfulas de objetividad.

Desde los albores del tiempo, sin embargo, la Sagrada Escritura nos ha legado una clave ─hoy con frecuencia olvidada─: la rebelión de Lucifer contra Dios y su corolario histórico, la guerra entre dos estirpes: una, enemiga de Dios y maldecida por Él; la otra, bendecida y asistida por su favor. Esta guerra atraviesa la historia como una vena invisible pero vital, y sin ella todo lo demás es ruido.

El Génesis lo enuncia desde el principio: «Pondré enemistad entre ti y la Mujer, entre tu descendencia y la suya: ella te aplastará la cabeza, y tú acecharás su talón». A partir de esa profecía —llamada Protoevangelio— se desenvuelve toda la historia humana como conflicto entre la descendencia de la Mujer y la de la Serpiente, entre quienes reciben la gracia y quienes rechazan a Dios. En esta guerra, desde entonces, el hombre no puede ser indiferente: se ve obligado a afiliarse a un bando.

Más tarde, Cristo ratifica la coexistencia de estas descendencias en la parábola del trigo y la cizaña, que crecerán entremezcladas hasta el fin de los tiempos. Reconoce de modo particular a la estirpe de la serpiente en los escribas y fariseos, a quienes denuncia con severidad: ¡Serpientes! ¡Raza de víboras!  […] «Vosotros sois hijos del diablo, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él fue homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay nada de verdad en él».

Además, Cristo advierte a sus discípulos sobre las dos ramas de esta estirpe diabólica: la religiosa (los fariseos) y la política (los herodianos). Les dice: «¡Cuidado! Guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.» Y es que ambas «levaduras» ─dos fuerzas en continuo y creciente odio─, aunque opuestas en apariencia, se alían para atacar, traman en secreto y actúan en las sombras, por la espalda. Tal como describe el salmista: «Se aferran a su plan perverso, trazan cuidadosamente sus trampas, diciendo: “¿Quién lo verá?Trazan injusticias: traman con astucia lo que han pensado en lo íntimo

Esta clave hermenéutica ─la Guerra contra Dios que, en el drama de la historia enfrenta estas dos estirpes— no se limita al episodio del Edén, sino que atraviesa todas las épocas con múltiples manifestaciones. Dicha guerra se manifiesta alegóricamente con especial claridad en el conflicto entre los hijos de Abraham, que engendran dos descendencias enfrentadas: la de la Serpiente, que agrede a la otra para no dejarla vivir en paz. Así lo explica San Pablo: «Abrahán tuvo dos hijos, uno de la esclava [Ismael] y otro de la libre. [Isaac] Mas el de la esclava nació según la carne, mientras que el de la libre, por la promesa. […]  Mas así como entonces el que nació según la carne perseguía al que nació según el Espíritu, así es también ahora. »

Esta misma guerra contra Dios se reflejó en el conflicto entre los hijos del patriarca Isaac y de su esposa Rebeca: Jacob y Esaú, quienes a su vez dieron origen a dos linajes enfrentados: los israelitas, descendientes de Jacob, fieles a Dios, y los edomitas o idumeos, descendientes de Esaú que rechazaron a Dios, quienes, siglos más tarde, —encarnados en la dinastía edomita e histórica de los Herodes— volverían a presentarse con agresividad como enemigos de Cristo . Las Escrituras dicen que, estando Jacob y Esaú en el vientre materno, Dios anunció a Rebeca la rivalidad prenatal, diciéndole: «Dos naciones hay en tu seno, dos pueblos se dividirán desde tus entrañas».

San Pablo verá en Esaú al hijo según la carne y en Jacob al hijo según la promesa, anticipando así el misterio de la elección divina y la lucha entre la fidelidad y la rebelión. Jacob y Esaú representan, pues, dos modos de vivir en el mundo: el uno, abierto a la gracia; el otro, cerrado en su soberbia. Y así, desde los orígenes, la historia humana se revela como el escenario de una contienda espiritual entre el amor que se entrega y el orgullo que rechaza la filiación divina.

Esta oposición no es meramente étnica o tribal: es teológica, como lo entendió san Agustín al hablar de las dos ciudades—la de Dios y la terrena—, nacidas de dos amores opuestos: «Dos amores fundaron dos ciudades: el amor de Dios hasta el desprecio de sí, la ciudad de Dios; y el amor de sí hasta el desprecio de Dios, la ciudad del hombre». 

En el siglo XIX, León XIII reiteraba este mismo principio en su encíclica Humanum genus, al describir el conflicto entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, entre la Iglesia de Cristo y la masonería, su enemigo estructurado: «El humano linaje, después que, por envidia del demonio, se hubo, para su mayor desgracia, separado de Dios, creador y dador de los bienes celestiales, quedó dividido en dos bandos diversos y adversos: uno de ellos combate asiduamente por la verdad y la virtud, y el otro por todo cuanto es contrario a la virtud y a la verdad. »

Quien no comprende esta guerra; quien no percibe que toda la historia humana es, en el fondo, un campo de batalla donde se enfrentan la descendencia de la Mujer y la de la Serpiente, quien no advierte que cada acontecimiento ─cada caída, cada ascenso, cada catástrofe política o social─ forma parte de una contienda que se libra desde lo invisible y se manifiesta en lo visible, está condenado a extraviarse en las marañas de un relato inmediatista, hueco, vacío de sentido.

No se trata, por tanto, únicamente de analizar los hechos históricos desde una perspectiva política, económica o cultural, sino de reconocer que en ellos se juega un drama más profundo: la rebelión contra Dios o la fidelidad al Reino. El beato John Henry Newman vio con lucidez las dos levaduras enemigas ─la política y la religiosa─ anunciadas por Cristo: «El cristianismo tiene dos enemigos constantes: el espíritu del mundo y el espíritu del Anticristo».

Por ello, antes de adentrarnos en el examen histórico del ascenso humano impulsado por la Iglesia a través de la fe católica, así como de su posterior caída, provocada por lo que bien podríamos denominar la anti-Iglesia y su contra-evangelio, es indispensable recuperar una perspectiva más alta: aquella que sabe mirar más allá de las causas inmediatas, que penetra hasta las raíces espirituales de los acontecimientos y contempla, al final de los tiempos, el triunfo glorioso del Cordero.

Desde esta perspectiva —donde el amor libra su combate a muerte contra el rechazo del amor—, el ascenso del hombre se halla marcado por la aceptación de Cristo y de su redención en la Cruz; mientras que su descenso comienza con la soberbia: el intento de suplantar a Dios y de erigir un mundo sin Él. Porque el amor cristiano —como puede comprobarse en los momentos más fecundos de la historia— da frutos excelsos: ennoblece las relaciones humanas, las armoniza, les otorga un sentido trascendente y duradero, y reduce las tensiones familiares, sociales y políticas.

Así ocurrió en el esplendor del Medievo cristiano, cuando la Iglesia, lejos de ser obstáculo al progreso, impulsó el surgimiento de universidades, hospitales y catedrales que aún hoy asombran por su belleza y profundidad simbólica. Y así también, en sentido inverso, desde la Revolución Francesa en adelante asistimos a la sistemática demolición del orden cristiano, sustituido por ideologías que, en nombre de una libertad sin verdad, degradaron al hombre, reduciéndolo a engranaje económico.

El eclipse del amor cristiano —aunque venga acompañado de prodigios técnicos o conquistas científicas— siempre va de la mano con la proliferación de conflictos, desigualdades y desórdenes cada vez más inhumanos. No es casual que los siglos que más han renegado de Dios sean también los más sangrientos y crueles.

Basta recordar el sufrimiento humano sin precedentes en el siglo XX: los desplazamientos forzados, la aniquilación de ciudades enteras, las enfermedades, las hambrunas, los traumas psicosociales… y, por encima de todo, más de cien millones de víctimas inocentes —en su mayoría población civil inerme— sepultadas bajo los bombardeos y las matanzas de las guerras mundiales. Todo ello sirvió, en última instancia, para consolidar el pensamiento moderno sobre las cenizas humeantes de la fe católica.

Solo con esta vara de medir podremos comenzar a comprender lo que verdaderamente ha ocurrido. Solo así dejaremos de balbucir banalidades sobre «progresos inevitables» o «leyes del desarrollo». Solo así podremos escudriñar el misterio de un derrumbe: el de la civilización católica en Occidente. Un derrumbe que, más que político o económico, ha sido teológico. Porque desde el principio, esta guerra no es entre culturas ni economías, sino entre dos descendencias: la de la Mujer y la de la Serpiente. Sí: la guerra no ha terminado… ¿sabemos cómo están organizadas y actuando hoy?

viernes, 30 de mayo de 2025

7 COSAS QUE CONVIENE SABER SOBRE LA NOVENA (DECENARIO) AL ESPÍRITU SANTO. ¿QUÉ SE REZA?

 


Por JUANJO ROMERO

 

Hoy día de la Ascensión de Nuestro Señor, aunque la fiesta se haya trasladado al domingo en muchos sitios[modernistas], comienza el Decenario[en España] al Espíritu Santo, o si se empieza el viernes, la Novena al Espíritu Santo. Al comentarlo esta mañana surgieron bastantes preguntas. Intento resumir.

El día de la Ascensión (no confundir con la Asunción) es el jueves anterior al séptimo domingo de Pascua, o sea, 40 días después del Domingo de Resurrección.

1.- ¿Qué es la Novena o Decenario al Espíritu Santo?

La Novena al Espíritu Santo es una práctica de piedad en honor al Espíritu Santo que comienza el día de la Ascensión, diez días antes de la fiesta de Pentecostés y nos ayuda a preparar mejor la fiesta.

En función de si se empieza a rezar el mismo jueves de la Ascensión (en España o en algunos países de tradición hispana) o el viernes siguiente (resto de países) tenemos el decenario o la novena. Aunque se puede rezar en cualquier día del año.

2.- Es la más antigua, la primera de las Novenas.

Cuando el Señor asciende a los Cielos y promete a los apóstoles que les enviaría el Espíritu Santo, todos, junto a algunas mujeres y la Santísima Virgen esperan orando.

Entonces se volvieron del monte llamado de los Olivos a Jerusalén, que dista de allí el camino de un sábado. Cuando hubieron llegado, subieron al aposento superior, en donde solían morar Pedro y Juan; Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas de Santiago.

Todos perseveraban unánimes en la oración, con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y con los hermanos de éste. (Hechos 1, 12-14)

Así que, para todos los «hermanos separados» [sectarios protestantes] que entran en este blog, hacerles notar que sí, que una vez más, tiene fundamento bíblico.

3.- Es la única novena prescrita por la Iglesia.

Aunque muchos Papas y santos han recomendado diferentes novenas, la del Espíritu Santo es la única que lo está oficial y formalmente. Lo hizo el Papa León XIII en la Encíclica sobre el Espíritu Santo, Divinum illud munus, n 16, el 9 de mayo de 1897.

Decretamos, por lo tanto, y mandamos que en todo el mundo católico en este año, y siempre en lo por venir, a la fiesta de Pentecostés preceda la novena en todas las iglesias parroquiales y también aun en los demás templos y oratorios, a juicio de los Ordinarios.

Ojo, «decretamos y mandamos». El Papa León extiende la novena que había pedido hacía dos años en 1895 en el breve, Provida Matris en solicitud de varias cartas de la Beata Elena Guerra al Papa.

León XIII pidió entonces a todos los fieles que celebraran una novena solemne entre las festividades de la Ascensión y Pentecostés. En 1897 dice que «para este año y para siempre».

4.- Aunque no es una novena mariana está muy presente la Virgen

Nuestra Madre está presente, no tanto porque casi siempre cae en mayo, que también. Como relatan las escrituras «todos perseveraban unánimemente con María». Dado que el objeto de la Novena es prepararnos mejor para Pentecostés, no es de extrañar que tanto los más racionalistas como los más sensibleros puedan agarrarse de la mano de la Virgen María estos días y pedirle ayuda.

No es muy complicado viajar mentalmente a la escena. Los discípulos más directos están ahí encerrados y escondidos, en el Cenáculo. ¿Qué le preguntarían a la Virgen?, ¿qué les respondería?, ¿cómo les ayudaría en esos días?, ¿cómo serían las Santas Misas, renovación del Sacrificio? Y, por otro lado, ¿cuáles serían las disposiciones de Nuestra Madre? Llevó a Jesús nueve meses en su seno, le acompañó en cada etapa de su Vida, de su Muerte, de su Resurrección y ahí está de nuevo… esperando.

5. Tiempo dedicado para conocer mejor al Espíritu Santo

A veces se nos oscurece que es una de las Personas, y también a veces con decir que es el «Gran Desconocido» nos conformamos. Quizá porque parezca que haya que tener profundos conocimientos teológicos para conocerle y amarle.

A mí me consuela que uno de los tratados más profundos sobre el Paráclito lo escribiese una cuasi-analfabeta, Francisca Javiera del ValleEs un buen momento para leer e informarnos, y quien no sepa por dónde empezar recomiendo lo más básico: quién es y cómo actúa y que son y cuales los dones y los frutos del Espíritu Santo [Ver Catecismo Romano].

6.- León XIII concedió indulgencias parciales y plenarias por la Novena

En la encíclica sobre el Espíritu Santo, Divinum illud munus, detalla con las condiciones acostumbradas:

“Concedemos la indulgencia de siete años y otras tantas cuarentenas por cada día a todos los que asistieren a la novena y oraren según nuestra intención, además de la indulgencia plenaria en un día de la novena, o en la fiesta de Pentecostés y aun dentro de la octava, siempre que confesados y comulgados oraren según nuestra intención. Queremos igualmente también que gocen de tales beneficios todos aquellos que, legítimamente impedidos, no puedan asistir a dichos cultos públicos, y ello aun en los lugares donde no pudieren celebrarse cómodamente —a juicio del Ordinario— en el templo, con tal que privadamente hagan la novena y cumplan las demás obras y condiciones prescritas”.

7.- Está bien, ¿pero qué es lo que hay que rezar?

Pues no hay nada establecido. Se puede tratar de participar más frecuentemente en la Santa Misa, de aprovechar para volver a confesarse, visitar al Señor sacramentado…

Hay «Novenas y Decenarios al Espíritu Santo» publicados, pero no dejan de ser propuestas. Casi siempre con el mismo esquema:

Una oración introductoria para ponerse en presencia de Dios y otra para terminar, y se puede meditar las lecturas del día, unas ad hoc, o algún texto que nos ayude a tratar, conocer y querer más a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.

Ejemplo de oración introductoria puede ser:

¡Ven, oh Santo Espíritu!:
ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos:
fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo:
inflama mi voluntad…

He oído tu voz, y no quiero endurecerme y resistir, diciendo: después…, mañana. Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya a ser que el mañana me falte.

¡Oh, Espíritu de verdad y de sabiduría, Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y de paz!: quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras.

Y para terminar

¡Ven Oh Santo Espíritu!,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.

. Envía tu espíritu y serán creados

. Y renovarás la faz de la tierra.

Oh Dios que has instruido los corazones de
los fieles con la luz del Espíritu Santo.
Concédenos según el mismo Espíritu,
conocer las cosas rectas y gozar siempre de
sus divinos consuelos. Por el mismo Cristo
nuestro Señor. Amén.

https://www.infocatolica.com/blog/delapsis.php/1805100448-7-cosas-que-conviene-saber-so

martes, 25 de marzo de 2025

O GLORIÓSA VÍRGINUM

 



Himno de Laudes


Oh la más gloriosa de las Vírgenes,
elevada más allá de las estrellas,
que alimentáis con la leche de vuestro seno
a vuestro Creador hecho niño.

Por vuestro augusto Hijo nos devolvéis aquello
de lo cual Eva nos había desgraciadamente privado;
abrís las puertas del cielo para franquear
su entrada a los que lloran.

Vos sois la puerta del gran Rey
y su vestíbulo radiante de claridad.
¡Oh pueblos redimidos, celebrad la vida
que se nos da por esta Virgen!

Gloria a Vos, oh Jesús, nacido
de la Virgen, juntamente
con el Padre y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.


Amén.

 

lunes, 23 de diciembre de 2024

¡FELIZ NAVIDAD!

 



HIMNO DE NAVIDAD

 

Oh Jesucristo, Redentor de todos,

Que antes de que la luz resplandeciera

Naciste de tu Padre soberano

Con gloria semejante a la paterna:

 

Tu que eres luz y resplandor del Padre

Y perpetua esperanza de los hombres,

Escucha las palabras que tus siervos

Elevan hasta Ti de todo el orbe.

 

Oh Creador de todo lo creado,

Acuérdate del día en que este suelo

Te vio nacer del vientre de la Virgen

Vestido con un cuerpo igual al nuestro.

 

Hoy es el día en que conmemoramos

El hecho portentoso de aquel día,

Cuando dejando el seno de tu Padre

Viniste a darnos la salud perdida.

 

La tierra, el mar, el cielo y cuanto existe

Bajo la muchedumbre de sus astros

Rinden tributo con un canto nuevo

A quien la nueva salvación nos trajo.

 

Y nosotros, los hombres, los que fuimos

Lavados con tu sangre sacratísima,

Celebramos también con nuestros cantos

Y nuestras alabanzas tu venida.

 

Gloria sea al divino Jesucristo,

Que nació de tan puro y casto seno,

Y gloria igual al Padre y al Espíritu

Por infinitos e infinitos tiempos.

 

(Himno del Breviario Romano)

 



martes, 17 de diciembre de 2024

INGLESES DEL DIABLO TEMEROSOS DE LA VIRGEN MARIA

 



LA NEGATIVA BRITÁNICA PARA EL INGRESO DE LA VIRGEN DE LUJÁN

 

 

Por JORGE MARTIN FLORES

15.12.2024


La Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas partió el pasado miércoles 4 de diciembre desde el aeropuerto de Ezeiza hacia nuestras Islas a visitar a nuestros héroes. Al mismo tiempo, llevaron consigo la imagen de la Santísima Virgen de Luján, que había acompañado las jornadas heroicas de nuestros guerreros en 1982, para entronizarla en el Cementerio de Darwin, al lado de nuestros caídos en combate.

Las autoridades de respectivos gobiernos estaban notificadas y habían aprobado la gestión. Sin embargo, antes de partir del aeropuerto de Ezeiza, se recibió una orden de las autoridades británicas impidiendo el paso de la Virgen, porque entronizarla sería considerado un acto de reafirmación de nuestra soberanía, palabra prohibida en cualquiera tipo de diálogo y negociación con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, por los acuerdos de Madrid y Londres de 1989 y 1990, y reemplazada por un paraguas que nada resuelve, dejando abierto el conflicto como una herida que continúa sangrando, pues la hermanita perdida continua en manos de los viles usurpadores y por lo tanto la Patria sigue incompleta corporal y espiritualmente.

CUESTION TEOLOGICA

Estamos completamente convencidos, y lo hemos manifestado en varias ocasiones, que cómo enseña detrás de cada acto político anida una cuestión teológica, siguiendo el apotegma de Juan Donoso Cortes. Por eso, no le demos tanta vuelta al asunto: Los ingleses además de piratas y ladrones, son herejes y como tales, odian y le temen a la Verdadera Reina de las Islas Malvinas: la Santísima Virgen María, a quien fueron consagradas y bajo cuyo manto se ha cobijado nuestra legítima gesta de restauración.

Ya lo dijo un historiador británico Nick Van Der Bijl, en su obra “Nueve batallas por Malvinas” (prologada ni más ni menos que por el Veterano de Guerra de Malvinas británico, Brigadier Julian Thomson, quien se desempeñó en 1982 como jefe de los paracaidistas británicos y tras la guerra escribió un libro titulado "No Picnic", destacando las dificultades con que se enfrentaron los británicos, ponderando el coraje y la bravura de nuestros combatientes y sentenciando que ésto no fue un picnic).

Dice Van Der Bijl que el pueblo argentino en armas durante el conflicto del Atlántico Sur de 1982, luchó "para proteger -no sólo sus fronteras- sino también su forma de vida cultural, espiritual, política y nacional, el corazón y el alma de la Nación”. (Van Der Bijl, Nick. Nueve batallas por Malvinas, Buenos Aires, editado por Alejandro José Amandolara Bourdette, 2016. p. 65). Eso es lo que está en juego. Ni más ni menos que el ser nacional. El problema de fondo, es espiritual, metafísicoteológico.

PROPUESTA

En tiempos de entrega, de enfriamiento la caridad y de apostasía flagrante, este humilde laico propone algo que tal vez sea políticamente incorrecto, pero como decían los santos apóstoles: "Es deber obedecer a Dios y no a los hombres". En primer lugar, por amor y respeto a la dignidad de nuestra Señora la Santísima Virgen, pues ante tal ofensa hecha a la Madre de Dios (especialmente en tiempos de Adviento y en el mes de María), y porque al ofender a la Madre se ofende al Hijo, es decir, a Nuestro Señor Jesucristo. En segundo lugar, por respeto y amor a la memoria y legado de nuestros caídos en la Gesta del Atlántico Sur. Y en tercer lugar, por amor y respeto al labor incondicional de sus familias.

Por ello, propongo un acto de reparación al respecto, volviendo a repetir cada uno desde el templo de sus corazones, hogares o iglesias, la oración de consagración realizada por el padre Roque Manuel Puyelli, un 11 de abril de 1982; al mismo tiempo que ponemos bajo los pies de la Santísima Virgen, la renovación de nuestra misión y apostolado de malvinizar cada rincón de la Patria.

ACTO DE REPARACIÓN

“Omnipotente Señor de las batallas que con tu poder y providencia eres el Rey de Reyes de los cielos, la tierra y el mar: porque nos ordenaste honrar al padre y a la madre en el cobijo de la Patria terrena. Porque nos enseñaste a dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Porque nos aseguraste que no estar contigo es estar contra Ti. Porque nos aconsejaste buscar primero el reino de Dios y su justicia. Porque caíste en la tierra como semilla para morir y dar con ello abundante fruto. Porque nos diste una Patria Grande que va desde la Quiaca a la Antártida y desde la Cordillera al Atlántico, donde nuestras son las islas que hoy huellan con orgullo nuestros pies de argentinos bien nacidos. Y porque nuestras madres nos parieron varones y valientes, por eso estamos aquí, porque no amamos tanto la vida que temamos a la muerte y porque si morimos en tu gracia resucitaremos contigo para la vida eterna.

Es por eso que (...) nos consagramos al Corazón Inmaculado de tu Madre la Virgen María bajo la advocación de Virgen del Rosario, en cuyo nombre fuera designado este operativo y en recordación de la otra gesta heroica de Liniers y la victoriosa batalla de Lepanto.

Reina y Madre de la nación argentina: De hoy en más depositamos en tus manos nuestros cuerpos y nuestras almas nuestra juventud y nuestra garra criolla, nuestra vida y nuestra muerte, para que dispongas de ellas lo que mejor convenga. Te consagramos también desde hoy estas Islas Malvinas argentinas pidiéndote que alejes para siempre todo signo de pecado, de error y de herejía aquí existente. Queremos que –como en el continente – seas honrada con la devoción que más te agrada: el Santo Rosario, porque solamente así mostraremos al mundo que somos una nación invencible.

Finalmente, a partir de este momento te reconocemos como Comandante en Jefe Espiritual de nuestros hombres en tierra, mar y aire, y desde lo profundo de nuestro corazón de argentinos damos respuesta a la voz que nos dice: A la virgen del rosario ¡¡Subordinación y Valor!! ¡¡Para servir a Dios y la Patria!!”

 

https://www.laprensa.com.ar/La-negativa-britanica-para-el-ingreso-de-la-Virgen-de-Lujan-554045.note.aspx

LA MUJER VESTIDA DEL SOL

 


El Verbo Divino tiene por Su Madre un amor infinitamente más grande que el que siente por todas Sus demás criaturas. El honor de la Inmaculada le es infinitamente querido, porque es Su Madre.

Considera, si quieres, la profunda verdad de esta afirmación sobre el honor de la Inmaculada en el contexto de estos tiempos modernos. ¿Qué honor ha rendido la Iglesia institucional a la Madre de Dios, que tantas veces vino a mostrarnos el camino para volver a Dios?  ¿Qué honor ha mostrado realmente la Iglesia a la Virgen en el siglo pasado?  ¿Qué Vicario de Cristo ha obedecido su petición?

Se dice que el Papa Pío XII dijo de Nuestra Señora de Guadalupe: «Estamos seguros de que mientras seas reconocida como Reina y Madre, México y América estarán seguros».

Piensen en estas palabras mientras observamos los horribles destrozos de la Fe y de la cultura católica en todos los países del continente americano en la actualidad. Si tan sólo el pontífice, o incluso uno de sus sucesores cumplieran con los deseos de Nuestra Señora, toda esta devastación podría haberse evitado. Y luego, piense en lo fácil que todavía podemos obtener las gracias necesarias para restaurar la gloria de la Santa Madre Iglesia siguiendo el simple mandato de nuestro Señor Jesucristo de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.

LA ERA DE LA APOSTASÍA

La Era de la Apostasía comenzó con la desobediencia de Lutero, que era el propio sacerdote de Lucifer, y cuya revuelta se extendió por toda la Cristiandad en el siglo XVI, dejando a su paso un pueblo huérfano, privado de la gracia, que no paraba de alardear sobre la dignidad del hombre mientras destruía asiduamente cualquier signo de la verdadera dignidad del hombre, que sólo se encuentra en el amor de nuestro Señor Jesucristo. Porque nuestra única dignidad está en el Sagrado Corazón de Jesús, que nos amó primero y nos lavó de nuestros pecados con su sangre. - Apoc. 1,5

En respuesta a esta monumental afrenta, Aquel que es amor, ¡envió al mundo su mayor amor! Es decir, Dios nos concedió a su propia Madre. Mientras el malhablado Lutero lanzaba sus despreciables blasfemias, Nuestro Señor envió a la Santísima Virgen a sus hijos del Nuevo Mundo para concederles el favor de su imagen, milagrosamente impresa en la tilma de tela de cactus de Juan Diego. Esta imagen muestra a Nuestra Señora como la «Mujer vestida de Sol» del Apocalipsis. Así, vemos a Nuestro Señor contrarrestar la vil y odiosa desobediencia de Lutero con la obediencia amorosa, y contrarrestar lo que es sucio y feo con lo que es puro y bello - Nuestro Señor contrarresta el engaño con la Verdad.

martes, 10 de diciembre de 2024

SIRIA, NACIÓN MARIANA

 


 Monumento de 52 metros de altura dedicado a Nuestra Señora de Oriente,

en Al-Hawash, cerca de la ciudad de Homs (Siria).

  

Siria fue una de las primeras naciones que rindieron homenaje filial a la Virgen.

Una iglesia dedicada a Nuestra Señora en el pueblo de El Hazimé, que se remonta al 390-391 (Cf. Jean Lassus, Inventaire archéologique de la Région au nordest de Hama, en «Documents d’Etudes Orientales de l’Institut Francais de Damas»,4 [1935] pp. 163-164), sería una de las iglesias más antiguas dedicadas a la Madre de Dios.

Las iglesias de Siria fueron, según parece, las primeras en aceptar la fiesta que corría bajo el nombre de «Memoria de Santa María». Según Baumstark, esta fiesta se celebraba en Antioquía a principios del 375 (Das Kirchenjahr in Antiochia zwischen 512 e 518, en «Romische Quartalschrift», 1897, pp. 55-56). Era también solemnizada en Hauran a principios del s. v, según lo muestran dos homilías (PG 85, 1763-1792) de Antipatro, obispo de Bostra (t 458, aprox.).

En la época bizantina había en Siria muchas basílicas en honor de María. Edessa (al norte de Siria) poseía un gran santuario de la «Theotókos», además de otras tres bellas iglesias consagradas a la Virgen (Cf. Devreesse, R., Le Patriarcat d Antioquie depuis la paix de l’Eglise jusqua la Conquete Arab, París 1945, p. 294). Existían también otras iglesias marianas en Amida (Cf. Strzygowski, J., Amida, Heidelberg 1910, pp. 166, 187-195), en Zeugma (Cf. Michel Le Grand, Chronique, ed. Chabot, II, p. 360), en Antioquía, llamada la «Justiniana», anterior al s. VI (Cf. Devreesse, ob. cit., p. III), y en varios otros lugares (Cf. Nasrallah, Le culte de Marie en Syrie, p. 55, v. bibl.), y en Schékh Sleman (de mediados del s. V) con la inscripción: “Sancta María, Mater Dei, adiuva Sergium constructorem. Amen” (v. Butler, H. C., Early Churches in 5., I, Princeton 1929, p. 56).

Varios monasterios de monjes sirios tenían por patrona y protectora a la Virgen, a la cual tributaban devotos homenajes de filial amor, narrados por Juan Moschus (Le Pré Spirituel, introd. y trad. de J. M. Rouet de Joumel, en «Les Sources Chrétiennes», n. 12, pp. 236-237). Entre los Padres siríacos que han ensalzado a la Virgen sobresalen S. Efrén Siró (v.), Cirillonas Siró (v.), Román el Melode y S. Juan Damasceno (v.).

Numerosísimas inscripciones atestiguan el culto a la Virgen en Siria del s. V al VI (Cf. Prentice, Syria, nn. 860, 880, 911, 953, 1024, 1149, 1212). También la iconografía de la «Theotókos», después del concilio de Éfeso, está bien representada (v. Nasrallah, I. c., p. 56).

Del s. VII en adelante florecen en Siria varios santuarios marianos, centros de peregrinaciones, con el de Ntra. Sra. de Saydnaya a la cabeza, a 10 km. al norte de Damasco (v. Loir, R., Saydnaya et son Convent, 1944, pp. 43-44).

 

De “Diccionario Mariano” por Roschini, pp.563-564.

jueves, 26 de octubre de 2023

LA SÍNTESIS DE TODO EL EVANGELIO

 



 

“Ha mirado la humillación de su esclava. . . Ha hecho en mí grandes cosas". 

(Luc. 1, 48-49).

 

“Si María Santísima no nos hubiera dejado más que esta enseñanza, nos habría indicado ya en esas palabras la síntesis de todo el Evangelio. Con una sola cosa no transige nunca Dios, con la soberbia, y nunca resiste a la pequeñez reconocida y confesada”.

Mons. Juan Straubinger

 

(Visto en https://www.facebook.com/PocoYCatolico)

 


sábado, 14 de octubre de 2023

13 DE OCTUBRE: LLEGA A RUSIA LA PANAGIA PORTAITISSA

 


Por FLAVIO MATEOS

 

El icono Panagia Portaitissa ("La que reside junto a la puerta" o "Guardiana de la puerta"), también conocida como Theotokos Iverskaya , y más recientemente la Madre de Dios Iveron , es un icono milagroso de la Theotokos que fue, según tradiciones, pintado por el Apóstol y Evangelista San Lucas.

Este icono se considera el icono milagroso más famoso y venerado de la Theotokos en la “Montaña Sagrada” . Se trata de un icono bizantino preiconoclasta, con unas dimensiones de 1,37 x 0,94 m. Todo el ícono está revestido por una camisa dorada y plateada de 1819 que cubre todo el ícono excepto las caras. La característica más singular de la imagen es lo que parece ser una cicatriz en el mentón de la Virgen.

Especulación que compartimos con una amiga, acerca de la Puerta abierta de la iglesia de Filadelfia (Apocalipsis, 3, 7, de lo que hablamos en nuestro libro “Fátima y Rusia”): Puede ser la Virgen de Fátima. Ella es la Puerta del Cielo, en las letanías lauretanas. Una de las fiestas de la “Guardiana de la puerta” se celebra el 13 de octubre, fecha en que fue llevada a Moscú. Los comunistas destruyeron su iglesia y las puertas donde estaba colocada, pero el gobierno de Rusia ordenó su reconstrucción y volvió a Moscú el 25 de octubre de 1995. Coincidentemente, fecha aniversario de la Revolución bolchevique.

La Puerta del Cielo, inamovible, es María, y la Consagración de Rusia a Su Corazón Inmaculado traerá la nueva era de paz, Filadelfia, cuya primera gracia será la conversión de los judíos.

 

miércoles, 11 de octubre de 2023

11 DE OCTUBRE: MATERNIDAD DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA

 




MARÍA, VENCEDORA DE LAS HEREJÍAS

 


“Cualquier acción política sana entre nosotros deberá colocar a su cabeza a la Madre de Dios, vencedora de todas las herejías y exorcista de los demonios todos”.

 

Por P. LEONARDO CASTELLANI

  

Pobre patria. No se ve remedio próximo a sus grandes males ocultos o manifiestos. Nuestra única estrella es la opinión pública consciente más y más; y, la constancia y lucidez de muchos jefes patriotas. Por desgracia, aislados y divididos entre sí.

El remedio no puede ser solamente político, tiene que empezar por ser religioso. Esto no implica que deben cesar de hacer la (posible) política, los que de eso tienen vocación (…)

En las Misas comunes de la Virgen hay un “tracto” que llama la atención: “Sancta Dei Genitrix, cunctas hæreses sola interemisti in universo mundo”: Santa Madre de Dios, tú sola has matado las herejías en el mundo universo.

María Santísima no fue teóloga ni doctora de la Iglesia. Si se dijera por ejemplo de San Agustín, daría en la tecla. Aunque siempre sería exagerado; pues, San Agustín no mató todas las herejías ni en vida, ni después con sus libros. Al contrario, algunas herejías se apoyaron en sus libros, como la luterana, la calvinista y la jansenista. ¿Por qué traduce la Iglesia esa extraña afirmación: “Mataste todas las herejías”, que no parece verdad?

Dos razones se nos ofrecen:

Una, que todas las herejías han sido adversas a María Santísima, desde Nestorio, que siguiendo a Arrio, negó en el siglo V que ella fuese Madre de Dios, hasta el actual progresismo o modernismo, que sugiere lo mismo, llamándola capciosamente “Madre de Jesús”, como lo hace el nuevo o novelero o nuevaolero Catecismo Francés, siguiendo, según creemos, a otroquetal Catecismo Holandés.

Por no decir “Madre de Dios”, suprimen el Ave María.

Entre estos dos, todas las herejías, que son innúmeras, o han intentado rebajar a María o han callado acerca de ella. Y tenemos ante los ojos la cuarta Gran Herejía, el Protestantismo, que suprimió airadamente el culto de la Graciaplena, tratándolo de idolatría. Mas, al mismo tiempo, los españoles, aquí en América, plantaban más imágenes de María que todas las que quemaron en Alemania e Inglaterra los herejes.

Hay una sola herejía (que yo sepa) que tomó el nombre de María: los “mariavitas” polacos, que al principio de este siglo contaron en Polonia un millón de adeptos. Mas, era mejor que no lo hiciesen, pues tomaron el nombre de la Virgen sin Mancha para profanarlo con idioteces, blasfemias e indecencias. San Pío X los condenó en 1910, los llamados viejocatólicos suizos los excomulgaron en 1924 y actualmente los bolches los han hecho desaparecer. Fue fraguada en 1906 por un sacerdote apóstata y una monja más loca que una cabra; la cual pretendía la Virgen se había encarnado en ella —que no tenía nada de virgen.

La segunda razón y causa de la primera es que la Santísima Virgen por su sola presencia rebate todas las herejías; como si dijéramos que solamente una imagen de la Virgen hace temblar o rechinar a los herejes, como hace temblar a los demonios en los exorcismos; pues parecería en ellos, que la invocación a María les hace más efecto que la misma invocación a Cristo o a la Santísima Trinidad…

Lo que pasa es que todos los dogmas cristianos como que convergen y van a centrarse en María Santísima; pues, en efecto:

a)     La Inmaculada Concepción supone el Pecado Original, la base de toda dogmática católica;

b)     La Encarnación de Cristo en y por María expresa la Redención, el otro dogma central correlativo al del Pecado: “Qui propter nos homines et propter nostram salutem descendit de cælis; et incarnatus est de Spiritu Sancto ex Maria Virgine” —dice el Credo de Nicea, que Su Santidad Paulo VI recitó y glosó días pasados. Me hicieron saber que un sacerdote porteño dijo desde el púlpito que no habría que llamar “Redentor” a Jesucristo. Si eso es verdad, a ese cuitado tendría que salir a defenderlo Sánchez Viamonte.

c)      Finalmente, la fiesta de la Asunción de María a los cielos simboliza la resurrección de la carne; y de añadidura, la infalibilidad del Papa.

La resurrección y asunción de María a los cielos es hoy día un dogma de fe definido. Él supone la inerrancia del Papa; porque no hay una palabra acerca de él en la Escritura: el hecho ha sido observado por la tradición, y refirmado por la autoridad del Pontífice.

Si nuestro país medio descristianizado y presa de politiqueros y herejes y pillastres, ha de ser salvado, lo será por la permanente devoción a María Santísima, y la intervención benévola de la Patrona de Buenos Aires y del país todo, venerada en Luján, y en diez santuarios del interior.

Cualquier acción política sana entre nosotros deberá colocar a su cabeza a la Madre de Dios, vencedora de todas las herejías y exorcista de los demonios todos.
 

R.P. Leonardo Castellani, S.J.

(Tomado de “Jauja” nº 23, noviembre de 1968)

                

“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”

  “ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”           Por FLAVIO MATEOS   El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...