Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María
sábado, 16 de agosto de 2025
jueves, 26 de junio de 2025
LA GUERRA CONTRA DIOS: CLAVE HERMENÉUTICA DE LA HISTORIA
“Quien no comprende esta guerra; quien no
percibe que toda la historia humana es, en el fondo, un campo de batalla donde
se enfrentan la descendencia de la Mujer y la de la Serpiente, quien no
advierte que cada acontecimiento ─cada caída, cada ascenso, cada catástrofe
política o social─ forma parte de una contienda que se libra desde lo invisible
y se manifiesta en lo visible, está condenado a extraviarse en las marañas de
un relato inmediatista, hueco, vacío de sentido”.
Por RICARDO ZORNOSA SALAZAR
La historia, cuando se la priva de una clave hermenéutica, cuando se la separa de una vara trascendente con la que medir sus pulsos y sus convulsiones, no es sino un caleidoscopio de confusiones, un vertedero de especulaciones ideológicas en las que el historiador chapotea, engañándose a sí mismo con ínfulas de objetividad.
Desde los
albores del tiempo, sin embargo, la Sagrada Escritura nos ha legado una clave
─hoy con frecuencia olvidada─: la rebelión de Lucifer contra Dios y su
corolario histórico, la guerra entre dos estirpes: una, enemiga de Dios y maldecida
por Él; la otra, bendecida y asistida por su favor. Esta guerra atraviesa la
historia como una vena invisible pero vital, y sin ella todo lo demás es ruido.
El
Génesis lo enuncia desde el principio: «Pondré
enemistad entre ti y la Mujer, entre tu descendencia y la suya: ella te
aplastará la cabeza, y tú acecharás su talón». A partir de esa profecía
—llamada Protoevangelio— se desenvuelve toda la historia humana como conflicto
entre la descendencia de la Mujer y la de la Serpiente, entre quienes reciben
la gracia y quienes rechazan a Dios. En esta guerra, desde entonces, el hombre
no puede ser indiferente: se ve obligado a afiliarse a un bando.
Más
tarde, Cristo ratifica la coexistencia de estas descendencias en la parábola
del trigo y la cizaña, que crecerán entremezcladas hasta el fin de los tiempos.
Reconoce de modo particular a la estirpe de la serpiente en los escribas y
fariseos, a quienes denuncia con severidad: ¡Serpientes!
¡Raza de víboras! […] «Vosotros sois
hijos del diablo, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él fue
homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay nada
de verdad en él».
Además,
Cristo advierte a sus discípulos sobre las dos ramas de esta estirpe diabólica:
la religiosa (los fariseos) y la política (los herodianos). Les dice: «¡Cuidado! Guardaos de la levadura de los
fariseos y de la levadura de Herodes.» Y es que ambas «levaduras» ─dos
fuerzas en continuo y creciente odio─, aunque opuestas en apariencia, se alían
para atacar, traman en secreto y actúan en las sombras, por la espalda. Tal
como describe el salmista: «Se aferran a
su plan perverso, trazan cuidadosamente sus trampas, diciendo: “¿Quién lo verá?”
Trazan injusticias: traman con astucia lo
que han pensado en lo íntimo.»
Esta
clave hermenéutica ─la Guerra contra Dios que, en el drama de la historia
enfrenta estas dos estirpes— no se limita al episodio del Edén, sino que
atraviesa todas las épocas con múltiples manifestaciones. Dicha guerra se
manifiesta alegóricamente con especial claridad en el conflicto entre los hijos
de Abraham, que engendran dos descendencias enfrentadas: la de la Serpiente,
que agrede a la otra para no dejarla vivir en paz. Así lo explica San Pablo: «Abrahán tuvo dos hijos, uno de la esclava
[Ismael] y otro de la libre. [Isaac] Mas el de la esclava nació según la carne,
mientras que el de la libre, por la promesa. […] Mas así como entonces el que nació según la
carne perseguía al que nació según el Espíritu, así es también ahora. »
Esta
misma guerra contra Dios se reflejó en el conflicto entre los hijos del
patriarca Isaac y de su esposa Rebeca: Jacob y Esaú, quienes a su vez dieron
origen a dos linajes enfrentados: los israelitas, descendientes de Jacob,
fieles a Dios, y los edomitas o idumeos, descendientes de Esaú que rechazaron a
Dios, quienes, siglos más tarde, —encarnados en la dinastía edomita e histórica
de los Herodes— volverían a presentarse con agresividad como enemigos de Cristo
. Las Escrituras dicen que, estando Jacob y Esaú en el vientre materno, Dios
anunció a Rebeca la rivalidad prenatal, diciéndole: «Dos naciones hay en tu seno, dos pueblos se dividirán desde tus
entrañas».
San Pablo
verá en Esaú al hijo según la carne y en Jacob al hijo según la promesa,
anticipando así el misterio de la elección divina y la lucha entre la fidelidad
y la rebelión. Jacob y Esaú representan, pues, dos modos de vivir en el mundo:
el uno, abierto a la gracia; el otro, cerrado en su soberbia. Y así, desde los
orígenes, la historia humana se revela como el escenario de una contienda
espiritual entre el amor que se entrega y el orgullo que rechaza la filiación
divina.
Esta
oposición no es meramente étnica o tribal: es teológica, como lo entendió san
Agustín al hablar de las dos ciudades—la de Dios y la terrena—, nacidas de dos
amores opuestos: «Dos amores fundaron dos
ciudades: el amor de Dios hasta el desprecio de sí, la ciudad de Dios; y el
amor de sí hasta el desprecio de Dios, la ciudad del hombre».
En el
siglo XIX, León XIII reiteraba este mismo principio en su encíclica Humanum genus, al describir el conflicto
entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, entre la Iglesia de
Cristo y la masonería, su enemigo estructurado: «El humano linaje, después que, por envidia del demonio, se hubo, para
su mayor desgracia, separado de Dios, creador y dador de los bienes
celestiales, quedó dividido en dos bandos diversos y adversos: uno de ellos
combate asiduamente por la verdad y la virtud, y el otro por todo cuanto es
contrario a la virtud y a la verdad. »
Quien no
comprende esta guerra; quien no percibe que toda la historia humana es, en el
fondo, un campo de batalla donde se enfrentan la descendencia de la Mujer y la
de la Serpiente, quien no advierte que cada acontecimiento ─cada caída, cada
ascenso, cada catástrofe política o social─ forma parte de una contienda que se
libra desde lo invisible y se manifiesta en lo visible, está condenado a
extraviarse en las marañas de un relato inmediatista, hueco, vacío de sentido.
No se
trata, por tanto, únicamente de analizar los hechos históricos desde una
perspectiva política, económica o cultural, sino de reconocer que en ellos se
juega un drama más profundo: la rebelión contra Dios o la fidelidad al Reino.
El beato John Henry Newman vio con lucidez las dos levaduras enemigas ─la
política y la religiosa─ anunciadas por Cristo: «El cristianismo tiene dos enemigos constantes: el espíritu del mundo y
el espíritu del Anticristo».
Por ello,
antes de adentrarnos en el examen histórico del ascenso humano impulsado por la
Iglesia a través de la fe católica, así como de su posterior caída, provocada
por lo que bien podríamos denominar la anti-Iglesia y su contra-evangelio, es
indispensable recuperar una perspectiva más alta: aquella que sabe mirar más
allá de las causas inmediatas, que penetra hasta las raíces espirituales de los
acontecimientos y contempla, al final de los tiempos, el triunfo glorioso del
Cordero.
Desde
esta perspectiva —donde el amor libra su combate a muerte contra el rechazo del
amor—, el ascenso del hombre se halla marcado por la aceptación de Cristo y de
su redención en la Cruz; mientras que su descenso comienza con la soberbia: el
intento de suplantar a Dios y de erigir un mundo sin Él. Porque el amor
cristiano —como puede comprobarse en los momentos más fecundos de la historia—
da frutos excelsos: ennoblece las relaciones humanas, las armoniza, les otorga
un sentido trascendente y duradero, y reduce las tensiones familiares, sociales
y políticas.
Así
ocurrió en el esplendor del Medievo cristiano, cuando la Iglesia, lejos de ser
obstáculo al progreso, impulsó el surgimiento de universidades, hospitales y
catedrales que aún hoy asombran por su belleza y profundidad simbólica. Y así
también, en sentido inverso, desde la Revolución Francesa en adelante asistimos
a la sistemática demolición del orden cristiano, sustituido por ideologías que,
en nombre de una libertad sin verdad, degradaron al hombre, reduciéndolo a
engranaje económico.
El
eclipse del amor cristiano —aunque venga acompañado de prodigios técnicos o
conquistas científicas— siempre va de la mano con la proliferación de
conflictos, desigualdades y desórdenes cada vez más inhumanos. No es casual que
los siglos que más han renegado de Dios sean también los más sangrientos y
crueles.
Basta
recordar el sufrimiento humano sin precedentes en el siglo XX: los
desplazamientos forzados, la aniquilación de ciudades enteras, las
enfermedades, las hambrunas, los traumas psicosociales… y, por encima de todo,
más de cien millones de víctimas inocentes —en su mayoría población civil
inerme— sepultadas bajo los bombardeos y las matanzas de las guerras mundiales.
Todo ello sirvió, en última instancia, para consolidar el pensamiento moderno
sobre las cenizas humeantes de la fe católica.
Solo con
esta vara de medir podremos comenzar a comprender lo que verdaderamente ha
ocurrido. Solo así dejaremos de balbucir banalidades sobre «progresos
inevitables» o «leyes del desarrollo». Solo así podremos escudriñar el misterio
de un derrumbe: el de la civilización católica en Occidente. Un derrumbe que,
más que político o económico, ha sido teológico. Porque desde el principio,
esta guerra no es entre culturas ni economías, sino entre dos descendencias: la
de la Mujer y la de la Serpiente. Sí: la guerra no ha terminado… ¿sabemos cómo
están organizadas y actuando hoy?
viernes, 30 de mayo de 2025
7 COSAS QUE CONVIENE SABER SOBRE LA NOVENA (DECENARIO) AL ESPÍRITU SANTO. ¿QUÉ SE REZA?
Por JUANJO ROMERO
Hoy día de la Ascensión de
Nuestro Señor, aunque la fiesta se haya trasladado al domingo en muchos sitios[modernistas],
comienza el Decenario[en España] al Espíritu Santo, o si se empieza el viernes,
la Novena al Espíritu Santo. Al
comentarlo esta mañana surgieron bastantes preguntas. Intento resumir.
El día de la Ascensión (no
confundir con la Asunción) es el jueves anterior al séptimo domingo de Pascua,
o sea, 40 días después del Domingo de Resurrección.
1.- ¿Qué es la Novena o
Decenario al Espíritu Santo?
La Novena al Espíritu Santo es
una práctica de piedad en honor al Espíritu Santo que comienza el día de la
Ascensión, diez días antes de la fiesta de Pentecostés y nos ayuda a
preparar mejor la fiesta.
En función de si se
empieza a rezar el mismo jueves de la Ascensión (en España o en algunos países
de tradición hispana) o el viernes siguiente (resto de países) tenemos el
decenario o la novena. Aunque se puede rezar en cualquier día del año.
2.- Es la más antigua, la
primera de las Novenas.
Cuando el Señor asciende a
los Cielos y promete a los apóstoles que les enviaría el Espíritu Santo, todos,
junto a algunas mujeres y la Santísima Virgen esperan orando.
Entonces se volvieron del
monte llamado de los Olivos a Jerusalén, que dista de allí el camino de un
sábado. Cuando hubieron llegado, subieron al aposento superior, en donde solían
morar Pedro y Juan; Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo;
Santiago de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas de Santiago.
Todos perseveraban
unánimes en la oración, con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y
con los hermanos de éste. (Hechos 1, 12-14)
Así que, para todos los
«hermanos separados» [sectarios protestantes] que entran en este blog, hacerles
notar que sí, que una vez más, tiene fundamento bíblico.
3.- Es la única novena
prescrita por la Iglesia.
Aunque muchos Papas y
santos han recomendado diferentes novenas, la del Espíritu Santo es la
única que lo está oficial y formalmente. Lo hizo el Papa León XIII en la
Encíclica sobre el Espíritu Santo, Divinum
illud munus, n 16, el 9 de mayo de 1897.
Decretamos,
por lo tanto, y mandamos que en todo el mundo católico en este año, y siempre
en lo por venir, a la fiesta de Pentecostés preceda la novena en todas las
iglesias parroquiales y también aun en los demás templos y oratorios, a juicio
de los Ordinarios.
Ojo, «decretamos y
mandamos». El Papa León extiende la novena que había pedido hacía dos años en
1895 en el breve, Provida
Matris en solicitud de varias cartas de la Beata Elena Guerra al
Papa.
León XIII pidió entonces a
todos los fieles que celebraran una novena solemne entre las festividades de la
Ascensión y Pentecostés. En 1897 dice que «para este año y para siempre».
4.- Aunque no es una
novena mariana está muy presente la Virgen
Nuestra Madre está
presente, no tanto porque casi siempre cae en mayo, que también. Como relatan
las escrituras «todos perseveraban unánimemente con María». Dado
que el objeto de la Novena es prepararnos mejor para Pentecostés, no es de
extrañar que tanto los más racionalistas como los más sensibleros puedan
agarrarse de la mano de la Virgen María estos días y pedirle ayuda.
No es muy complicado
viajar mentalmente a la escena. Los discípulos más directos están ahí
encerrados y escondidos, en el Cenáculo. ¿Qué le preguntarían a la Virgen?,
¿qué les respondería?, ¿cómo les ayudaría en esos días?, ¿cómo serían las
Santas Misas, renovación del Sacrificio? Y, por otro lado, ¿cuáles serían las
disposiciones de Nuestra Madre? Llevó a Jesús nueve meses en su seno, le
acompañó en cada etapa de su Vida, de su Muerte, de su Resurrección y ahí está
de nuevo… esperando.
5. Tiempo dedicado para
conocer mejor al Espíritu Santo
A veces se nos oscurece
que es una de las Personas, y también a veces con decir que es el
«Gran Desconocido» nos conformamos. Quizá porque parezca que haya que tener
profundos conocimientos teológicos para conocerle y amarle.
A mí me consuela que uno
de los tratados más profundos sobre el Paráclito lo escribiese una
cuasi-analfabeta, Francisca
Javiera del Valle. Es un buen momento para leer e informarnos, y
quien no sepa por dónde empezar recomiendo lo más básico: quién es y cómo actúa
y que son y cuales los dones y los frutos del Espíritu Santo [Ver Catecismo
Romano].
6.- León XIII concedió
indulgencias parciales y plenarias por la Novena
En la encíclica sobre el
Espíritu Santo, Divinum
illud munus, detalla con las condiciones acostumbradas:
“Concedemos la indulgencia de
siete años y otras tantas cuarentenas por cada día a todos los que asistieren a
la novena y oraren según nuestra intención, además de la indulgencia plenaria
en un día de la novena, o en la fiesta de Pentecostés y aun dentro de la octava,
siempre que confesados y comulgados oraren según nuestra intención. Queremos
igualmente también que gocen de tales beneficios todos aquellos que, legítimamente
impedidos, no puedan asistir a dichos cultos públicos, y ello aun en los
lugares donde no pudieren celebrarse cómodamente —a juicio del Ordinario— en el
templo, con tal que privadamente hagan la novena y cumplan las demás obras y
condiciones prescritas”.
7.- Está bien, ¿pero qué
es lo que hay que rezar?
Pues no hay nada
establecido. Se puede tratar de participar más frecuentemente en la Santa Misa,
de aprovechar para volver a confesarse, visitar al Señor sacramentado…
Hay «Novenas y Decenarios
al Espíritu Santo» publicados, pero no dejan de ser propuestas. Casi siempre con el mismo esquema:
Una oración introductoria
para ponerse en presencia de Dios y otra para terminar, y se puede meditar las
lecturas del día, unas ad hoc, o algún texto que nos ayude a tratar, conocer y
querer más a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.
Ejemplo de oración introductoria
puede ser:
¡Ven, oh Santo Espíritu!:
ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos:
fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo:
inflama mi voluntad…
He oído tu voz, y no quiero endurecerme y
resistir, diciendo: después…, mañana. Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya
a ser que el mañana me falte.
¡Oh, Espíritu de verdad y de sabiduría,
Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y de paz!: quiero lo
que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras.
Y para terminar
¡Ven Oh Santo Espíritu!,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
℣. Envía
tu espíritu y serán creados
℟. Y renovarás la faz
de la tierra.
Oh Dios que has instruido los corazones de
los fieles con la luz del Espíritu Santo.
Concédenos según el mismo Espíritu,
conocer las cosas rectas y gozar siempre de
sus divinos consuelos. Por el mismo Cristo
nuestro Señor. Amén.
https://www.infocatolica.com/blog/delapsis.php/1805100448-7-cosas-que-conviene-saber-so
martes, 25 de marzo de 2025
O GLORIÓSA VÍRGINUM
Himno de Laudes
Oh la más gloriosa de las Vírgenes,
elevada más allá de las estrellas,
que alimentáis con la leche de vuestro seno
a vuestro Creador hecho niño.
Por vuestro augusto Hijo nos devolvéis aquello
de lo cual Eva nos había desgraciadamente privado;
abrís las puertas del cielo para franquear
su entrada a los que lloran.
Vos sois la puerta del gran Rey
y su vestíbulo radiante de claridad.
¡Oh pueblos redimidos, celebrad la vida
que se nos da por esta Virgen!
Gloria a Vos, oh Jesús, nacido
de la Virgen, juntamente
con el Padre y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
lunes, 23 de diciembre de 2024
¡FELIZ NAVIDAD!
HIMNO
DE NAVIDAD
Oh
Jesucristo, Redentor de todos,
Que
antes de que la luz resplandeciera
Naciste
de tu Padre soberano
Con
gloria semejante a la paterna:
Tu
que eres luz y resplandor del Padre
Y
perpetua esperanza de los hombres,
Escucha
las palabras que tus siervos
Elevan hasta Ti de todo el orbe.
Oh
Creador de todo lo creado,
Acuérdate
del día en que este suelo
Te
vio nacer del vientre de la Virgen
Vestido
con un cuerpo igual al nuestro.
Hoy
es el día en que conmemoramos
El
hecho portentoso de aquel día,
Cuando
dejando el seno de tu Padre
Viniste
a darnos la salud perdida.
La
tierra, el mar, el cielo y cuanto existe
Bajo
la muchedumbre de sus astros
Rinden
tributo con un canto nuevo
A
quien la nueva salvación nos trajo.
Y
nosotros, los hombres, los que fuimos
Lavados
con tu sangre sacratísima,
Celebramos
también con nuestros cantos
Y
nuestras alabanzas tu venida.
Gloria
sea al divino Jesucristo,
Que
nació de tan puro y casto seno,
Y
gloria igual al Padre y al Espíritu
Por
infinitos e infinitos tiempos.
(Himno
del Breviario Romano)
martes, 17 de diciembre de 2024
INGLESES DEL DIABLO TEMEROSOS DE LA VIRGEN MARIA
LA
NEGATIVA BRITÁNICA PARA EL INGRESO DE LA VIRGEN DE LUJÁN
Por JORGE MARTIN FLORES
15.12.2024
La Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas partió el pasado miércoles 4 de
diciembre desde el aeropuerto de Ezeiza hacia nuestras Islas a visitar a
nuestros héroes. Al mismo tiempo, llevaron consigo la imagen de la Santísima
Virgen de Luján, que había acompañado las jornadas heroicas de nuestros
guerreros en 1982, para entronizarla en el Cementerio de Darwin, al lado de
nuestros caídos en combate.
Las
autoridades de respectivos gobiernos estaban notificadas y habían aprobado la
gestión. Sin embargo, antes
de partir del aeropuerto de Ezeiza, se recibió una orden de las autoridades
británicas impidiendo el paso de la Virgen, porque entronizarla sería
considerado un acto de reafirmación de nuestra soberanía, palabra prohibida en
cualquiera tipo de diálogo y negociación con el Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte, por los acuerdos de Madrid y Londres de 1989 y 1990, y
reemplazada por un paraguas que nada resuelve, dejando abierto el conflicto
como una herida que continúa sangrando, pues la hermanita perdida continua en
manos de los viles usurpadores y por lo tanto la Patria sigue incompleta
corporal y espiritualmente.
CUESTION
TEOLOGICA
Estamos
completamente convencidos, y lo hemos manifestado en varias ocasiones, que cómo
enseña detrás de cada acto político anida una cuestión teológica, siguiendo el
apotegma de Juan Donoso Cortes. Por eso, no le demos tanta vuelta
al asunto: Los ingleses además de piratas y ladrones, son herejes y como tales,
odian y le temen a la Verdadera Reina de las Islas Malvinas: la Santísima
Virgen María, a quien fueron consagradas y bajo cuyo manto se ha cobijado
nuestra legítima gesta de restauración.
Ya lo
dijo un historiador británico Nick Van Der Bijl, en su obra “Nueve
batallas por Malvinas” (prologada ni más ni menos que por el Veterano de Guerra
de Malvinas británico, Brigadier Julian Thomson, quien se desempeñó
en 1982 como jefe de los paracaidistas británicos y tras la guerra escribió un
libro titulado "No Picnic", destacando las dificultades
con que se enfrentaron los británicos, ponderando el coraje y la bravura de
nuestros combatientes y sentenciando que ésto no fue un picnic).
Dice Van
Der Bijl que el pueblo argentino en armas durante el conflicto del Atlántico
Sur de 1982, luchó "para proteger -no sólo sus fronteras- sino
también su forma de vida cultural, espiritual, política y nacional, el corazón
y el alma de la Nación”. (Van Der Bijl, Nick. Nueve batallas por Malvinas,
Buenos Aires, editado por Alejandro José Amandolara Bourdette, 2016. p. 65).
Eso es lo que está en juego. Ni más ni menos que el ser nacional. El problema
de fondo, es espiritual, metafísicoteológico.
PROPUESTA
En
tiempos de entrega, de enfriamiento la caridad y de apostasía flagrante, este
humilde laico propone algo que tal vez sea políticamente incorrecto, pero como
decían los santos apóstoles: "Es deber obedecer a Dios y no a los
hombres". En primer lugar, por amor y respeto a la dignidad de nuestra
Señora la Santísima Virgen, pues ante tal ofensa hecha a la Madre de Dios
(especialmente en tiempos de Adviento y en el mes de María), y porque al
ofender a la Madre se ofende al Hijo, es decir, a Nuestro Señor Jesucristo. En
segundo lugar, por respeto y amor a la memoria y legado de nuestros caídos en
la Gesta del Atlántico Sur. Y en tercer lugar, por amor y respeto al labor
incondicional de sus familias.
Por ello,
propongo un acto de reparación al respecto, volviendo a
repetir cada uno desde el templo de sus corazones, hogares o iglesias, la
oración de consagración realizada por el padre Roque Manuel Puyelli, un 11 de
abril de 1982; al mismo tiempo que ponemos bajo los pies de la Santísima
Virgen, la renovación de nuestra misión y apostolado de malvinizar cada rincón
de la Patria.
ACTO DE
REPARACIÓN
“Omnipotente
Señor de las batallas que con tu poder y providencia eres el Rey de Reyes de
los cielos, la tierra y el mar: porque nos ordenaste honrar al padre y a la
madre en el cobijo de la Patria terrena. Porque nos enseñaste a dar a Dios lo
que es de Dios y al César lo que es del César. Porque nos aseguraste que no
estar contigo es estar contra Ti. Porque nos aconsejaste buscar primero el
reino de Dios y su justicia. Porque caíste en la tierra como semilla para morir
y dar con ello abundante fruto. Porque nos diste una Patria Grande que va desde
la Quiaca a la Antártida y desde la Cordillera al Atlántico, donde nuestras son
las islas que hoy huellan con orgullo nuestros pies de argentinos bien nacidos.
Y porque nuestras madres nos parieron varones y valientes, por eso estamos
aquí, porque no amamos tanto la vida que temamos a la muerte y porque si
morimos en tu gracia resucitaremos contigo para la vida eterna.
Es por
eso que (...) nos consagramos al Corazón Inmaculado de tu Madre la Virgen María
bajo la advocación de Virgen del Rosario, en cuyo nombre fuera designado este
operativo y en recordación de la otra gesta heroica de Liniers y la victoriosa
batalla de Lepanto.
Reina y
Madre de la nación argentina: De hoy en más depositamos en
tus manos nuestros cuerpos y nuestras almas nuestra juventud y nuestra garra
criolla, nuestra vida y nuestra muerte, para que dispongas de ellas lo que
mejor convenga. Te consagramos también desde hoy estas Islas Malvinas
argentinas pidiéndote que alejes para siempre todo signo de pecado, de error y
de herejía aquí existente. Queremos que –como en el continente – seas honrada
con la devoción que más te agrada: el Santo Rosario, porque solamente así
mostraremos al mundo que somos una nación invencible.
Finalmente,
a partir de este momento te reconocemos como Comandante en Jefe Espiritual de
nuestros hombres en tierra, mar y aire, y desde lo profundo de nuestro corazón
de argentinos damos respuesta a la voz que nos dice: A la virgen del
rosario ¡¡Subordinación y Valor!! ¡¡Para servir a Dios y la Patria!!”
LA MUJER VESTIDA DEL SOL
El Verbo Divino tiene por
Su Madre un amor infinitamente más grande que el que siente por todas Sus demás
criaturas. El honor de la Inmaculada le es infinitamente querido, porque es Su
Madre.
Considera, si quieres, la
profunda verdad de esta afirmación sobre el honor de la Inmaculada en el
contexto de estos tiempos modernos. ¿Qué honor ha rendido la Iglesia
institucional a la Madre de Dios, que tantas veces vino a mostrarnos el camino
para volver a Dios? ¿Qué honor ha
mostrado realmente la Iglesia a la Virgen en el siglo pasado? ¿Qué Vicario de Cristo ha obedecido su
petición?
Se dice que el Papa Pío
XII dijo de Nuestra Señora de Guadalupe: «Estamos seguros de que mientras seas
reconocida como Reina y Madre, México y América estarán seguros».
Piensen en estas palabras
mientras observamos los horribles destrozos de la Fe y de la cultura católica
en todos los países del continente americano en la actualidad. Si tan sólo el
pontífice, o incluso uno de sus sucesores cumplieran con los deseos de Nuestra
Señora, toda esta devastación podría haberse evitado. Y luego, piense en lo
fácil que todavía podemos obtener las gracias necesarias para restaurar la
gloria de la Santa Madre Iglesia siguiendo el simple mandato de nuestro Señor
Jesucristo de hacer reparación al Inmaculado Corazón de María.
LA ERA DE LA APOSTASÍA
La Era de la Apostasía
comenzó con la desobediencia de Lutero, que era el propio sacerdote de Lucifer,
y cuya revuelta se extendió por toda la Cristiandad en el siglo XVI, dejando a
su paso un pueblo huérfano, privado de la gracia, que no paraba de alardear
sobre la dignidad del hombre mientras destruía asiduamente cualquier signo de
la verdadera dignidad del hombre, que sólo se encuentra en el amor de nuestro
Señor Jesucristo. Porque nuestra única dignidad está en el Sagrado Corazón de
Jesús, que nos amó primero y nos lavó de nuestros pecados con su sangre. -
Apoc. 1,5
En respuesta a esta monumental afrenta, Aquel que es amor, ¡envió al mundo su mayor amor! Es decir, Dios nos concedió a su propia Madre. Mientras el malhablado Lutero lanzaba sus despreciables blasfemias, Nuestro Señor envió a la Santísima Virgen a sus hijos del Nuevo Mundo para concederles el favor de su imagen, milagrosamente impresa en la tilma de tela de cactus de Juan Diego. Esta imagen muestra a Nuestra Señora como la «Mujer vestida de Sol» del Apocalipsis. Así, vemos a Nuestro Señor contrarrestar la vil y odiosa desobediencia de Lutero con la obediencia amorosa, y contrarrestar lo que es sucio y feo con lo que es puro y bello - Nuestro Señor contrarresta el engaño con la Verdad.
martes, 10 de diciembre de 2024
SIRIA, NACIÓN MARIANA
en Al-Hawash, cerca de la ciudad de Homs (Siria).
Siria fue una de las primeras naciones que
rindieron homenaje filial a la Virgen.
Una
iglesia dedicada a Nuestra Señora en el pueblo de El Hazimé, que se remonta al
390-391 (Cf. Jean Lassus, Inventaire archéologique de la Région au nordest de
Hama, en «Documents d’Etudes Orientales de l’Institut Francais de Damas»,4
[1935] pp. 163-164), sería una de las iglesias más antiguas dedicadas a la
Madre de Dios.
Las
iglesias de Siria fueron, según parece, las primeras en aceptar la fiesta que
corría bajo el nombre de «Memoria de Santa María». Según Baumstark, esta fiesta
se celebraba en Antioquía a principios del 375 (Das Kirchenjahr in Antiochia
zwischen 512 e 518, en «Romische Quartalschrift», 1897, pp. 55-56). Era también
solemnizada en Hauran a principios del s. v, según lo muestran dos homilías (PG
85, 1763-1792) de Antipatro, obispo de Bostra (t 458, aprox.).
En la
época bizantina había en Siria muchas basílicas en honor de María. Edessa (al
norte de Siria) poseía un gran santuario de la «Theotókos», además de otras
tres bellas iglesias consagradas a la Virgen (Cf. Devreesse, R., Le Patriarcat
d Antioquie depuis la paix de l’Eglise jusqua la Conquete Arab, París 1945, p.
294). Existían también otras iglesias marianas en Amida (Cf. Strzygowski, J.,
Amida, Heidelberg 1910, pp. 166, 187-195), en Zeugma (Cf. Michel Le Grand,
Chronique, ed. Chabot, II, p. 360), en Antioquía, llamada la «Justiniana»,
anterior al s. VI (Cf. Devreesse, ob. cit., p. III), y en varios otros lugares
(Cf. Nasrallah, Le culte de Marie en Syrie, p. 55, v. bibl.), y en Schékh
Sleman (de mediados del s. V) con la inscripción: “Sancta María, Mater Dei,
adiuva Sergium constructorem. Amen” (v. Butler, H. C., Early Churches in 5., I,
Princeton 1929, p. 56).
Varios
monasterios de monjes sirios tenían por patrona y protectora a la Virgen, a la
cual tributaban devotos homenajes de filial amor, narrados por Juan Moschus (Le
Pré Spirituel, introd. y trad. de J. M. Rouet de Joumel, en «Les Sources
Chrétiennes», n. 12, pp. 236-237). Entre los Padres siríacos que han ensalzado
a la Virgen sobresalen S. Efrén Siró (v.), Cirillonas Siró (v.), Román el
Melode y S. Juan Damasceno (v.).
Numerosísimas
inscripciones atestiguan el culto a la Virgen en Siria del s. V al VI (Cf.
Prentice, Syria, nn. 860, 880, 911, 953, 1024, 1149, 1212). También la
iconografía de la «Theotókos», después del concilio de Éfeso, está bien
representada (v. Nasrallah, I. c., p. 56).
Del s. VII
en adelante florecen en Siria varios santuarios marianos, centros de peregrinaciones,
con el de Ntra. Sra. de Saydnaya a la cabeza, a 10 km. al norte de Damasco (v.
Loir, R., Saydnaya et son Convent, 1944, pp. 43-44).
De “Diccionario Mariano” por Roschini,
pp.563-564.
jueves, 26 de octubre de 2023
LA SÍNTESIS DE TODO EL EVANGELIO
“Ha mirado la humillación de su esclava. . . Ha hecho en mí grandes cosas".
(Luc.
1, 48-49).
“Si María
Santísima no nos hubiera dejado más que esta enseñanza, nos habría indicado ya
en esas palabras la síntesis de todo el Evangelio. Con una sola cosa no
transige nunca Dios, con la soberbia, y nunca resiste a la pequeñez reconocida
y confesada”.
Mons.
Juan Straubinger
(Visto en
https://www.facebook.com/PocoYCatolico)
sábado, 14 de octubre de 2023
13 DE OCTUBRE: LLEGA A RUSIA LA PANAGIA PORTAITISSA
Por FLAVIO MATEOS
El icono Panagia Portaitissa ("La que
reside junto a la puerta" o "Guardiana de la puerta"), también
conocida como Theotokos Iverskaya , y más recientemente
la Madre de Dios Iveron , es un icono milagroso de la
Theotokos que fue, según tradiciones, pintado por el Apóstol y Evangelista
San Lucas.
Este icono se considera el icono milagroso más famoso y
venerado de la Theotokos en la “Montaña Sagrada” . Se
trata de un icono bizantino preiconoclasta, con unas dimensiones de 1,37 x
0,94 m. Todo el ícono está revestido por una camisa dorada y plateada de
1819 que cubre todo el ícono excepto las caras. La característica más
singular de la imagen es lo que parece ser una cicatriz en el mentón de la
Virgen.
Especulación
que compartimos con una amiga, acerca de la Puerta abierta de la iglesia de
Filadelfia (Apocalipsis, 3, 7, de lo que hablamos en nuestro libro “Fátima y
Rusia”): Puede ser la Virgen de Fátima. Ella es la Puerta del Cielo, en las letanías lauretanas. Una de las
fiestas de la “Guardiana de la puerta” se celebra el 13 de octubre, fecha en
que fue llevada a Moscú. Los comunistas destruyeron su iglesia y las puertas
donde estaba colocada, pero el gobierno de Rusia ordenó su reconstrucción y volvió
a Moscú el 25 de octubre de 1995. Coincidentemente, fecha aniversario de la Revolución
bolchevique.
La
Puerta del Cielo, inamovible, es María, y la Consagración de Rusia a Su Corazón
Inmaculado traerá la nueva era de paz, Filadelfia, cuya primera gracia será la
conversión de los judíos.
miércoles, 11 de octubre de 2023
MARÍA, VENCEDORA DE LAS HEREJÍAS
“Cualquier acción política sana entre
nosotros deberá colocar a su cabeza a la Madre de Dios, vencedora de todas las
herejías y exorcista de los demonios todos”.
Por P. LEONARDO
CASTELLANI
Pobre patria. No se
ve remedio próximo a sus grandes males ocultos o manifiestos. Nuestra única
estrella es la opinión pública consciente más y más; y, la constancia y lucidez
de muchos jefes patriotas. Por desgracia, aislados y divididos entre sí.
El remedio no puede
ser solamente político, tiene que empezar por ser religioso. Esto no implica
que deben cesar de hacer la (posible) política, los que de eso tienen vocación
(…)
En las Misas
comunes de la Virgen hay un “tracto” que llama la atención: “Sancta Dei
Genitrix, cunctas hæreses sola interemisti in universo mundo”: Santa
Madre de Dios, tú sola has matado las herejías en el mundo universo.
María Santísima no
fue teóloga ni doctora de la Iglesia. Si se dijera por ejemplo de San Agustín,
daría en la tecla. Aunque siempre sería exagerado; pues, San Agustín no mató
todas las herejías ni en vida, ni después con sus libros. Al contrario, algunas
herejías se apoyaron en sus libros, como la luterana, la calvinista y la
jansenista. ¿Por qué traduce la Iglesia esa extraña afirmación: “Mataste
todas las herejías”, que no parece verdad?
Dos razones se nos
ofrecen:
Una, que todas las
herejías han sido adversas a María Santísima, desde Nestorio, que siguiendo a
Arrio, negó en el siglo V que ella fuese Madre de Dios, hasta el actual
progresismo o modernismo, que sugiere lo mismo, llamándola capciosamente “Madre
de Jesús”, como lo hace el nuevo o novelero o nuevaolero Catecismo
Francés, siguiendo, según creemos, a otroquetal Catecismo Holandés.
Por no decir “Madre
de Dios”, suprimen el Ave María.
Entre estos dos,
todas las herejías, que son innúmeras, o han intentado rebajar a María o han
callado acerca de ella. Y tenemos ante los ojos la cuarta Gran Herejía, el
Protestantismo, que suprimió airadamente el culto de la Graciaplena, tratándolo
de idolatría. Mas, al mismo tiempo, los españoles, aquí en América, plantaban
más imágenes de María que todas las que quemaron en Alemania e Inglaterra los
herejes.
Hay una sola
herejía (que yo sepa) que tomó el nombre de María: los “mariavitas” polacos,
que al principio de este siglo contaron en Polonia un millón de adeptos. Mas,
era mejor que no lo hiciesen, pues tomaron el nombre de la Virgen sin Mancha
para profanarlo con idioteces, blasfemias e indecencias. San Pío X los condenó
en 1910, los llamados viejocatólicos suizos los excomulgaron en 1924 y
actualmente los bolches los han hecho desaparecer. Fue fraguada en 1906 por un
sacerdote apóstata y una monja más loca que una cabra; la cual pretendía la
Virgen se había encarnado en ella —que no tenía nada de virgen.
La segunda razón y
causa de la primera es que la Santísima Virgen por su sola presencia rebate
todas las herejías; como si dijéramos que solamente una imagen de la Virgen
hace temblar o rechinar a los herejes, como hace temblar a los demonios en los
exorcismos; pues parecería en ellos, que la invocación a María les hace más
efecto que la misma invocación a Cristo o a la Santísima Trinidad…
Lo que pasa es que
todos los dogmas cristianos como que convergen y van a centrarse en María
Santísima; pues, en efecto:
a) La Inmaculada
Concepción supone el Pecado Original, la base de toda dogmática católica;
b)
La
Encarnación de Cristo en y por María expresa la Redención, el otro dogma
central correlativo al del Pecado: “Qui propter nos homines et propter
nostram salutem descendit de cælis; et incarnatus est de Spiritu Sancto ex
Maria Virgine” —dice el Credo de Nicea, que Su Santidad Paulo VI
recitó y glosó días pasados. Me hicieron saber que un sacerdote porteño dijo
desde el púlpito que no habría que llamar “Redentor” a Jesucristo. Si eso es
verdad, a ese cuitado tendría que salir a defenderlo Sánchez Viamonte.
c)
Finalmente,
la fiesta de la Asunción de María a los cielos simboliza la resurrección de la
carne; y de añadidura, la infalibilidad del Papa.
La resurrección y
asunción de María a los cielos es hoy día un dogma de fe definido. Él supone la
inerrancia del Papa; porque no hay una palabra acerca de él en la Escritura: el
hecho ha sido observado por la tradición, y refirmado por la autoridad del
Pontífice.
Si nuestro país
medio descristianizado y presa de politiqueros y herejes y pillastres, ha de
ser salvado, lo será por la permanente devoción a María Santísima, y la
intervención benévola de la Patrona de Buenos Aires y del país todo, venerada
en Luján, y en diez santuarios del interior.
Cualquier acción
política sana entre nosotros deberá colocar a su cabeza a la Madre de Dios,
vencedora de todas las herejías y exorcista de los demonios todos.
R.P. Leonardo
Castellani, S.J.
(Tomado de “Jauja”
nº 23, noviembre de 1968)
“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”
“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL” Por FLAVIO MATEOS El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...