Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

martes, 10 de diciembre de 2024

SIRIA, NACIÓN MARIANA

 


 Monumento de 52 metros de altura dedicado a Nuestra Señora de Oriente,

en Al-Hawash, cerca de la ciudad de Homs (Siria).

  

Siria fue una de las primeras naciones que rindieron homenaje filial a la Virgen.

Una iglesia dedicada a Nuestra Señora en el pueblo de El Hazimé, que se remonta al 390-391 (Cf. Jean Lassus, Inventaire archéologique de la Région au nordest de Hama, en «Documents d’Etudes Orientales de l’Institut Francais de Damas»,4 [1935] pp. 163-164), sería una de las iglesias más antiguas dedicadas a la Madre de Dios.

Las iglesias de Siria fueron, según parece, las primeras en aceptar la fiesta que corría bajo el nombre de «Memoria de Santa María». Según Baumstark, esta fiesta se celebraba en Antioquía a principios del 375 (Das Kirchenjahr in Antiochia zwischen 512 e 518, en «Romische Quartalschrift», 1897, pp. 55-56). Era también solemnizada en Hauran a principios del s. v, según lo muestran dos homilías (PG 85, 1763-1792) de Antipatro, obispo de Bostra (t 458, aprox.).

En la época bizantina había en Siria muchas basílicas en honor de María. Edessa (al norte de Siria) poseía un gran santuario de la «Theotókos», además de otras tres bellas iglesias consagradas a la Virgen (Cf. Devreesse, R., Le Patriarcat d Antioquie depuis la paix de l’Eglise jusqua la Conquete Arab, París 1945, p. 294). Existían también otras iglesias marianas en Amida (Cf. Strzygowski, J., Amida, Heidelberg 1910, pp. 166, 187-195), en Zeugma (Cf. Michel Le Grand, Chronique, ed. Chabot, II, p. 360), en Antioquía, llamada la «Justiniana», anterior al s. VI (Cf. Devreesse, ob. cit., p. III), y en varios otros lugares (Cf. Nasrallah, Le culte de Marie en Syrie, p. 55, v. bibl.), y en Schékh Sleman (de mediados del s. V) con la inscripción: “Sancta María, Mater Dei, adiuva Sergium constructorem. Amen” (v. Butler, H. C., Early Churches in 5., I, Princeton 1929, p. 56).

Varios monasterios de monjes sirios tenían por patrona y protectora a la Virgen, a la cual tributaban devotos homenajes de filial amor, narrados por Juan Moschus (Le Pré Spirituel, introd. y trad. de J. M. Rouet de Joumel, en «Les Sources Chrétiennes», n. 12, pp. 236-237). Entre los Padres siríacos que han ensalzado a la Virgen sobresalen S. Efrén Siró (v.), Cirillonas Siró (v.), Román el Melode y S. Juan Damasceno (v.).

Numerosísimas inscripciones atestiguan el culto a la Virgen en Siria del s. V al VI (Cf. Prentice, Syria, nn. 860, 880, 911, 953, 1024, 1149, 1212). También la iconografía de la «Theotókos», después del concilio de Éfeso, está bien representada (v. Nasrallah, I. c., p. 56).

Del s. VII en adelante florecen en Siria varios santuarios marianos, centros de peregrinaciones, con el de Ntra. Sra. de Saydnaya a la cabeza, a 10 km. al norte de Damasco (v. Loir, R., Saydnaya et son Convent, 1944, pp. 43-44).

 

De “Diccionario Mariano” por Roschini, pp.563-564.

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