Por FRANCESCA DE
VILLASMUNDO
El papa León XIV ha nombrado como nuevo obispo de
Monterey, en California, al obispo auxiliar de San Diego, Ramón Bejarano,
partidario del transgenerismo. Paralelamente, ha concedido su bendición
apostólica a una capilla de la FSSPX en Carolina del Norte. Entre progresismo
arcoíris y tradición, el ecumenismo conciliar continúa su marcha hacia adelante
con pretensiones inclusivas.
Las nominaciones de obispos gay-friendly y transgénero-friendly
por el pontífice León XIV se suceden
Las nominaciones de obispos gay-friendly y
transgénero-friendly por el pontífice León XIV ya no nos sorprenden: se
suceden, como si ese perfil desviado fuera, a su juicio, el más competente para
apacentar el rebaño del Señor. A los pocos espíritus contrariados por nuestras
palabras, que nos dirán que acaba de subir al trono petrino y que, por tanto,
no conoce aún los entresijos de las nominaciones ni todas las cualidades
espirituales y naturales necesarias para un buen obispo, les recordaremos que,
antes de acceder al Supremo Pontificado, fue prefecto del Dicasterio para los
Obispos desde el 30 de enero de 2023. Por tanto, tuvo más de dos años para
familiarizarse con las nominaciones episcopales y para estudiar los perfiles de
los futuros candidatos a la mitra.
Así pues, no y dos veces no, mil veces no: León XIV
sabe a quién nombra en los puestos clave de las diócesis católicas.
Recientemente, el 17 de diciembre, elevó al obispo auxiliar de San Diego, Ramón
Bejarano, al rango de obispo de Monterey, en California. Mons. Bejarano cumple
todos los requisitos arcoíris: celebró, el 13 de julio de este año, una misa
“del orgullo” (sic) sobre el tema LGBT «Todos son bienvenidos», para el
“ministerio LGBTQ” de la iglesia de San Juan Evangelista de la diócesis de San
Diego, durante la cual se permitió tomar la palabra a un militante drag queen,
“Nicole” Murray-Ramirez. Inscribió este evento en la línea del «Todos, todos,
todos» del «recordado papa Francisco», como escribió en la página de Facebook
de la diócesis.
Estos nuevos obispos tienen ‘principios’ opuestos a
la doctrina de la Iglesia católica
Esta nominación leonina y las anteriores similares
son para nosotros un nuevo motivo de tristeza, pero también pruebas de que nada
cambia bajo el sol de la Roma modernista.
De Juan XXIII al papa actual, la misma revolución
conciliar avanza paso a paso, imponiendo obispos con ‘principios’ —deberíamos
decir ‘valores’ para estar en sintonía con el tono de moda— opuestos a la doctrina
de la Iglesia católica: «Esta Iglesia conciliar es cismática porque ha tomado
como base de su aggiornamento principios opuestos a los de la Iglesia
católica», afirmaba ya Mons. Marcel Lefebvre hace algunas décadas. Sería
difícil sostener que León XIV, siguiendo a esos predecesores conciliares, no
camina por ese sendero de oposición a la doctrina católica. Y el valiente
obispo de la Tradición añadía:
«La Iglesia que afirma semejantes errores es a la
vez cismática y herética. Esta Iglesia conciliar no es, pues, católica. En la
medida en que el Papa, los obispos, los sacerdotes y los fieles adhieren a esta
nueva Iglesia, se separan de la Iglesia católica. (…). La norma de la fe
católica es la Tradición».
León XIV concede su bendición apostólica a la capilla
de la FSSPX en Carolina del Norte
Es, pues, este papa conciliar quien, paralelamente
a estas nominaciones lgbtqi+-friendly, concedió el pasado 11 de noviembre «de
todo corazón la bendición apostólica solicitada por el Reverendo Padre John
Bourbeau, FSSPX, fiel de la Fraternitas Sacerdotalis Sancti Pii X de la capilla
de San Antonio de Padua, con ocasión del 25.º aniversario de la fundación de la
capilla», en la diócesis de Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos.
El sitio de la corriente Ecclesia Dei
estadounidense, Rorate Coeli, manifestó toda su alegría ante esta
«solicitud pastoral». Con razón, además: los
ambientes del ex-Ecclesia Dei —a los que también se denomina «ralliés», por
estar «alineados» con la Iglesia conciliar mientras desean conservar la misa
tridentina y cierta Tradición— ven en tales acercamientos y gestos de acuerdo
entre algunos miembros y fieles de la FSSPX y la Iglesia conciliar una
justificación de su posición de alineamiento, que los condujo a romper con la
postura de Mons. Marcel Lefebvre.
De una bendición a otra: a los dúos homosexuales y
a las capillas de la Tradición
¿Hay que alegrarse con Rorate Coeli de
semejante bendición cuando se sabe que la Iglesia conciliar envía bendiciones
por correo, bendiciones a la FSSPX y bendiciones a parejas homosexuales…?
¿Tienen entonces estas bendiciones el valor de una verdadera bendición en el
sentido tradicional o están vaciadas de su sentido sagrado, como todo lo que
toca y traviste la Iglesia conciliar?
¿Hay que alegrarse de buscar la aprobación de León
XIV, que aprueba militantes LGBT con mitra que se oponen a la Tradición, en
lugar de defender la fe católica; que invita a drag-queens a expresarse en su
misa novus ordo y excluye la misa tridentina de su diócesis?
León XIV mezcla los contrarios para sincretizar
modernismo y tradición en el seno de la Iglesia conciliar
No nos engañemos: este gesto de León XIV se inscribe en la continuidad de la revolución
conciliar. Siempre se reproduce el mismo esquema: tras el tiempo del
terror, exit Francisco, he aquí el tiempo de la ‘conciliación’ leonina
en un espíritu ecuménico. Así, en un “al mismo tiempo” muy modernista (siendo
propio del modernismo unir los contrarios, lo que constituye la síntesis de la
revolución), LXIV nombra obispos a ‘sacerdotes’ que bendicen dúos homosexuales,
incluso transexuales; denigra a la Madre de Dios según las propias y valientes
palabras del Superior del Distrito de Francia de la Fraternidad San Pío X; y
concede su bendición a una capilla de esa misma FSSPX…
La mezcla de contrarios para sincretizar
progresismo y tradición en el seno de la Iglesia conciliar, Pío y Pablo
convertidos en piepaul. León IV es el mejor colaborador de la revolución
conciliar porque la engloba en una apariencia —que no es más que una apariencia—
tradicional. El ecumenismo conciliar práctico en todo su esplendor… y su
horror. ¡Desconfiad de los lobos disfrazados de corderos: son más peligrosos
que los lobos auténticos!
Así pues, a quienes se alegran considerando que tal
bendición muestra que la FSSPX es simplemente católica, como si la Tradición
católica necesitara el placet de los conciliares, sean papas o no —«En
la medida en que el Papa, los obispos, sacerdotes y fieles adhieren a esta
nueva Iglesia, se separan de la Iglesia católica», afirmaba Mons. Lefebvre—, la
verdadera pregunta es:
«¿León es católico?»
