El libro se titula «Spiked: A shot in the dark» (Spiked. Un disparo en la oscuridad) y su autora es la doctora inglesa Clare
Craig, patóloga diagnóstica y exmiembro del Royal
College of Pathologists. Tras haber trabajado durante largo tiempo
en el ámbito del diagnóstico oncológico, desde 2020 se ha dedicado a tiempo
completo, pro bono, a
la investigación sobre el Covid, dirigiéndose también a un público no
especializado. Desde enero de 2021 es copresidenta de HART (Health Advisory and Recovery Team),
un organismo multidisciplinar de expertos que ha proporcionado una fuente
independiente de información sobre las cuestiones relacionadas con el Covid.
A pesar de los intentos de difamación,
apoyados incluso por el gobierno británico, Clare Craig ha continuado hablando
abierta y contracorriente respecto de la narrativa dominante. El nuevo libro
sigue al primero, «Expired:
Covid, the untold story» (Covid,
la historia nunca contada), publicado hace dos años, y es
igualmente claro a la hora de denunciar las manipulaciones a las que hemos sido
sometidos durante la psico-pandemia.
Explica la doctora Craig: «Pensaba que 2020
había sido un año extraño, pero 2021 fue peor. Para mí, ese año significó ver
promocionado como irreprochable un “vacuno” que evidentemente se reveló un
fracaso en todos los frentes».
Difamada repetidamente, hasta el punto de
intentar expulsarla del General
Medical Council, Clare no se amedrentó, sino que continuó la
batalla.
«El libro es mi historia. De la persecución
a la que fui sometida, pero también de las pruebas que encontré y que pusieron
contra las cuerdas la narrativa oficial».
La doctora Craig afirma que, tras años en los que hemos sido sometidos a un bombardeo de mensajes de cierto tipo, hoy puede parecer casi imposible que las personas comprendan la verdad. La disonancia cognitiva es sencillamente demasiado profunda. La propia palabra «vacuna» tiene el poder de hipnotizar. Y, sin embargo, es necesario hablar.
«La palabra “vacuna” dejó de significar
prevención de la enfermedad. El nuevo significado pasó a ser el de
“protección”, un término más vago, capaz de decirlo todo y nada. Como médica,
encontré profundamente inquietante esta erosión del significado. La medicina se
basa en la precisión. También se basa en admitir lo que no sabemos. Sin
embargo, desde 2020 la incertidumbre ya no se tolera. Los modelos sustituyeron
a las mediciones. La narrativa sustituyó a los matices. Y el silencio sustituyó
al examen en profundidad».
«Una vez establecido que la “vacuna” debía
tener éxito, cada resultado fue forzado para encajar en la idea preconcebida.
La idea del éxito de la vacuna era infalible. Y todo resultado, por negativo
que fuera, se reinterpretaba y se invertía».
En el libro, la doctora Craig cuenta que en
el año 2000 los National
Institutes of Health de Estados Unidos encargaron investigaciones
sobre el futuro del desarrollo de vacunas y concluyeron que, si bien las
inyecciones pueden inducir respuestas inmunitarias protectoras, rara vez, si es
que alguna vez, inducen respuestas inmunitarias de las mucosas capaces de
prevenir la infección. «Por tanto, sabían que las vacunas no podían prevenir
las infecciones».
Y, sin embargo, en 2021 la OMS afirmó que
la vacunación desarrolla la inmunidad frente al Covid-19 de manera más eficaz
que la infección y la enfermedad. «Una afirmación basada enteramente en la
esperanza y en la fe. Sostener que la vacunación sería más eficaz para prevenir
la infección era una exageración. En definitiva, las vacunas nunca habrían
reducido las infecciones, y mucho menos en un 95 %. La propagación y la
replicación del virus no se redujeron. Las vacunas, autorizadas para “prevenir
el Covid”, eran un producto defectuoso».
La realidad, explica la doctora Craig, fue
completamente ignorada. «En enero de 2023, Fauci finalmente tiró la toalla. Él
y sus colaboradores se vieron obligados a admitir por fin que las vacunas
inyectables no podían funcionar, y lo escribieron: “No sorprende que ninguno de
los virus respiratorios predominantemente mucosos haya sido jamás controlado
eficazmente por vacunas”. Una admisión clamorosa, de primera página. En cambio,
fue ignorada».
«La falsificación era evidente a todos los
niveles. El New England Journal
of Medicine, por ejemplo, publicó un estudio realizado en una
residencia de ancianos según el cual los residentes no vacunados tenían menos
probabilidades de enfermar que los vacunados. Pero en lugar de revisar los
protocolos, los investigadores ofrecieron una explicación surrealista: que las
vacunas habrían protegido de algún modo a los no vacunados más que a los
vacunados. Y cualquier intento de poner de relieve un razonamiento tan ilógico
fue censurado. Por eso —dice Clare Craig— titulé el libro “Spiked”. No se
refiere solo a la proteína spike, sino también al término periodístico: cuando
una historia es “spiked”, es enterrada, censurada, retirada de la publicación».
El consentimiento informado —piedra angular
de la ética médica— se volvió simbólico. No podía otorgarse libremente en un
contexto de miedo y amenazas.
«A los niños se les decía que podían matar
a sus abuelos. Las amenazas de confinamientos y pasaportes vacunales condicionaron
las decisiones. Y todo esto continuó mucho tiempo después de que se admitiera
que las vacunas no bloqueaban la transmisión del virus».
La estrategia funcionó. En 2023, Stéphane
Bancel, director ejecutivo de Moderna, admitió: «Se podía ver que en los países
donde había debates científicos, políticos y en las redes sociales, las tasas
de vacunación eran muy, muy bajas». La discusión abierta y libre reducía la
adhesión.
El libro no trata de los efectos
secundarios, aunque el tema es de suma importancia. «Spiked» se centra en cómo se fabricaron las
pruebas, cómo se bloqueó el debate científico y cómo se impidió al público
conocer la verdad.
«Si no comprendemos qué ocurrió y cómo
ocurrió, estamos destinados a sufrir de nuevo la misma suerte. De hecho, ya estamos
lidiando con nuevas “respuestas a las pandemias”, nuevas plataformas vacunales
y nuevos marcos de emergencia».
«Spiked» incluye 1.370 referencias científicas y está completamente
indexado. Reúne los datos, mostrando qué se malinterpretó y por qué. Incluye un
análisis en profundidad de documentos que implican a miles de personas y
revisiones detalladas de los resultados de los estudios, revelando lo que
realmente ocurrió y lo que nunca se dijo al público.
En «Spiked»,
la patóloga Clare Craig realiza una autopsia meticulosa, pero no sobre un
cuerpo, sino sobre lo que fue decidido como respuesta global al virus. Todas
las preguntas clave se abordan con pasión y rigor. ¿Y si la historia en la que
confiamos no fuera toda la verdad? ¿Y si hubiera sido el miedo, y no la
realidad factual, lo que guió nuestras decisiones? ¿Y si hacer preguntas no
fuera arriesgado e inoportuno, como nos dijeron, sino esencial? ¿Qué ocurrió
realmente? ¿Los intentos de reducir los daños produjeron resultados? ¿Y cuánto
nos costaron?
«“Spiked” es también mi historia —dice
Clare Craig—, pero no solo eso. Es la historia de todos, porque las
consecuencias aún están con nosotros».
https://www.aldomariavalli.it/2025/12/20/uno-sparo-nel-buio-per-una-contro-storia-del-covid/
