Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

martes, 30 de noviembre de 2021

“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”

 

“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”

   


  

Por FLAVIO MATEOS

 

El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje de Fátima, ha sido muy enfático en su visión de la situación actual:

 “Las cosas no pueden continuar así indefinidamente. El mundo está al borde de algo de suma importancia, sea para bien o para mal – o el Triunfo del Inmaculado Corazón de María prometido, o el descenso final hacia la III Guerra Mundial. Estamos muy cerca del final de nuestro curso, de una manera u otra.”

El problema acá es que hay católicos que ignoran, olvidan o niegan que el triunfo del Corazón Inmaculado de María vendrá con la consagración de Rusia y su conversión. Olvidan las palabras –que son una promesa- de Nuestra Señora. Cuando la Virgen dice “Al fin mi Corazón Inmaculado triunfará”, ellos ponen ese “al fin” al final de toda la historia, es decir, junto a la Parusía de Nuestro Señor. Sin embargo eso es erróneo, ya que Ntra. Sra. luego de decir esas palabras, continuó: “El Santo Padre me consagrará Rusia que se convertirá y será dado al mundo un tempo de paz”. Por lo tanto, allí será el triunfo del Corazón Inmaculado. Si fuese la Parusía, ¿qué sentido tendría hacer la consagración de Rusia? ¿Y por qué no lo habría dicho la Virgen? Si fuese la Parusía, sería disminuir su importancia decir solamente “será dado al mundo un tiempo de paz”. ¿Es que María no iba a mencionar el gran triunfo de Su Hijo?

Por si alguien dudase de creer a las palabras de la Sma. Virgen, veamos esta otra promesa: el 19 de agosto de 1917 dijo a los niños de Fátima: “El último mes, yo haré el milagro a fin de que todo el mundo crea”. El 13 de septiembre de 1917 les dijo: “Sí, en octubre, yo haré el milagro para que todos crean”. Y, efectivamente, un mes más tarde, el 13 de octubre de 1917, la Virgen hizo el más portentoso milagro de todos los tiempos, del cual fueron testigos directos 70.000 personas, más otras 30.0000 en los alrededores de la Cova de Iría. Eso está perfectamente documentado, atestiguado y hasta los mismos anticlericales tuvieron que reconocerlo. Nuestra Señora cumple lo que promete.

Ahora bien, parece que hoy los católicos, a pesar de ello, no creyesen en las promesas de la Virgen, pues cuando Ella dice que Rusia será consagrada, se convertirá y habrá un tiempo de paz, con el triunfo de su Inmaculado Corazón, los católicos miran hacia otro lado y buscan otra salida. Es como cuando Nuestro Señor les anunció a los Apóstoles su resurrección, no obstante lo cual ellos no creyeron o lo olvidaron completamente.

Generalmente se interpreta que el triunfo del Corazón Inmaculado será uno (y por lo tanto puede decirse que el mismo) con el triunfo final de Cristo en su Parusía. Dicen algunos que “el triunfo del Corazón Inmaculado será el mismo triunfo del Sagrado Corazón de Jesús pues ambos corazones están en perfectísima unión”. Sí, es verdad que ambos corazones están en perfectísima unión, pero a pesar de eso Dios ha querido que la Iglesia tenga dos devociones que si bien se complementan, son distintas. Una cosa es el Sagrado Corazón de Jesús y otra el Corazón Inmaculado de María. Son dos devociones distintas, sus fiestas se celebran en fechas distintas, aunque ambas tienden a lo mismo. Ambos deben ser exaltados, y unidos, pero distinguidos, en cuanto cada devoción tiene sus propias particularidades y sus propias aplicaciones a determinados momentos de la historia. Donde está Jesús, está María, y viceversa, pero Jesucristo quiere que su Madre sea exaltada por Sí Misma y que nada pueda disminuir u opacar esa exaltación pública y universal (de toda la Iglesia y no de un puñado de tradicionalistas, como ocurre ahora). Esto es lo que Él dijo a Sor Lucía en una revelación de 1936. Cuenta ella: “Interiormente he hablado al Señor de este asunto. Y hace poco le preguntaba por qué no convertía a Rusia sin que Su Santidad hiciese esta consagración”. La respuesta de Nuestro Señor fue la siguiente:

“‘Porque quiero que toda Mi Iglesia reconozca esa consagración como un triunfo del Inmaculado Corazón de María, para después extender su culto y poner, al lado de la devoción de Mi Corazón divino, la devoción a este Corazón Inmaculado.’”

(Carta de Sor Lucía al Padre José Gonçalves del 18 de mayo de 1936, citada en P. Antonio Maria Martins S.J., Novos Documentos de Fátima, Livraria Apostolado da Imprensa, Porto, 1984, pág. 172; Cf. Frère Michel de la Sainte Trinité, The Whole Truth About Fatima, Vol. II, Immaculate Heart Publications, Buffalo, Nueva York, 1989, pág. 631.)

Jesucristo juzga que aún no se ha exaltado como se debe a María, que la devoción a su Inmaculado Corazón no se ha impuesto en todo el mundo como desea y conviene, por lo tanto eso se habrá de dar y con un impresionante milagro, aunque lamentablemente tarde pues no habrá podido evitarse tanto sufrimiento debido a los pecados, tantas catástrofes y guerras y sobre todo tantas almas que se pierden, especialmente por la infidelidad de la Jerarquía eclesiástica.

Rusia, así como la Roma desde Constantino difundió el culto a Nuestro Señor Jesucristo, servirá para extender el culto al Corazón Inmaculado. En este país que ha salido del comunismo, los iconos de Nuestra Señora son públicos, numerosos, presentes en la vida cotidiana y hasta lo hay en el despacho del presidente Putin, que cuando tuvo su ya lejano encuentro con el papa Francisco en el Vaticano, llevó de obsequio precisamente un icono de María, al cual besó ante el rostro mismo de quien desde el primado romano se ha encargado de ofender reiteradas veces la devoción mariana. Por supuesto que la devoción de los rusos no es precisamente ortodoxa y debe ser corregida. Por eso además cuando Rusia se convierta –mediante la intervención del Papa de Roma, en un futuro no muy lejano, estimamos- también adoptará el dogma de la Inmaculada Concepción, cosa que hasta ahora no han hecho, pues con respeto lo aceptan sólo como una “opinión teológica”, lo cual entristece a la Santísima Virgen.

Sostener hoy la devoción al Corazón Inmaculado, íntegramente abrazada y defendida, es la mayor incorrección política, es ir absolutamente a contracorriente. Nadie espera hoy milagros. “Se ha dicho con razón: ‘La hora desesperada es la hora de Dios…’ Así es; pero con tal que nos volvamos a Él con una confianza ciega y tanto mayor cuanto más se esfuman los socorros humanos. ¡Cuán saludable es para el alma el luchar algunas veces en situaciones aparentemente sin salida, donde encuentra tan hermosa ocasión de elevar hasta el heroísmo la virtud teologal de la esperanza! (…) ¿Quién no ve cuán indispensable es, en semejantes circunstancias, una fe inexpugnable en el amor de Dios? Sólo ella puede elevar hasta el Cielo la santa virtud de la esperanza” (La fe en el amor de Dios, por una Hermana de la Providencia, Editorial Apostolado de la Prensa, Madrid, 1956).

Contra los que pregonan una falsa esperanza para el mundo, contra los que promueven un “gran reseteo”, una “fraternidad universal”, un “Nuevo Orden Mundial” o cualquier proyecto globalizador y sinárquico, como también contra los que buscan acuerdos traidores con los enemigos de la Iglesia católica que son los liberales y modernistas enquistados en Roma, y contra los que han olvidado las promesas de la Virgen en Fátima, hay que repetirlo una y otra vez: la Santísima Virgen María es nuestra única esperanza, en Ella se encuentra la solución y sólo Ella puede ayudarnos.

El Hermano Michel de la Trinité explicitaba lo fundamental de las apariciones de Fátima, diciendo:

“El secreto del secreto, es la voluntad de Dios de acordarnos todo por la mediación de María, en respuesta a nuestra devoción a su Corazón Inmaculado. No solamente los bienes espirituales, sino también la paz temporal, y eso para el mundo entero. ¿Se ha remarcado que una de las palabras de Nuestra Señora, contada fielmente por Lucía a su párroco el día siguiente de la aparición, decía ya la misma cosa, con el mismo vigor, el mismo exclusivismo? “Continuad rezando el rosario todos los días…para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra, porque ella sola os podrá socorrer”.

Dicho de otra forma: no hay más salvación para nosotros que por la Virgen María; era ya el núcleo esencial del secreto de Fátima que se encontraba así divulgado desde julio de 1917”.

(Frère Michel de la Sainte-Trinité, Toute la vérité sur Fatima, La science et les faits, t. I, CRC, 4e éd., 1986, p. 229.)

 

¡Viva el Sagrado Corazón de Jesús y el Corazón Inmaculado de María!

 

SAN ANDRÉS APÓSTOL

 

30 DE NOVIEMBRE, SAN ANDRÉS, 

APÓSTOL Y SANTO PATRONO DE RUSIA.

 LANZAMIENTO DEL BLOG


AGENDA FÁTIMA

Por el triunfo del Corazón Inmaculado de María





 Cruz del Apóstol San Andrés, venerada 
por el pueblo de Rusia, julio 2013.



PEDIDO DE ORACIONES

 


S.E.R. Monseñor Jean-Michel Faure ha luchado toda la vida por la Iglesia, por la Fe, por la Tradición católica, por la obra de Monseñor Lefebvre y por nosotros. Hoy lucha por su vida, en un hospital de Paris.

 Nos ha enseñado y ha apoyado nuestro combate, por eso no queremos dejar a un lado ni postergar más esta iniciativa de nuestra obra de difusión del Corazón Inmaculado de María. Monseñor Faure fundó su congregación la Sociedad de Apóstoles de Jesús y María (SAJM) el día del Corazón Inmaculado de 2016. Siempre comprendió el mensaje de Fátima. Ahora, mientras comenzamos este espacio, pedimos al lector oraciones por él. Dios les pague.

LOS MENSAJES DE NUESTRA SEÑORA EN FÁTIMA

 

LOS MENSAJES DE NUESTRA SEÑORA EN FÁTIMA

 

 

Primera aparición de Nuestra Señora

Lugar: Cova da Iria.

Fecha: 13 de Mayo de 1917

 

«– ¡No tengáis miedo! ¡Yo no os voy a hacer daño!

– ¿De dónde es usted? – le pregunté.

– Soy del Cielo.

– ¿Y qué es lo que usted quiere?

– Vine a pediros que vengáis aquí, seis meses seguidos, el día 13 a esta misma hora. Después diré quién soy y lo que quiero. Después volveré aquí una séptima vez.

[– ¿Usted me sabe decir si la guerra aún durará mucho tiempo o se acabará en breve?

– No te lo puedo decir aún, mientras no te diga también lo que quiero.]

– ¿Y yo también voy a ir al Cielo?

– Sí, irás.

– ¿Y Jacinta?

– También.

– ¿Y Francisco?

– También, pero tiene que rezar muchos rosarios.

[...]
– ¿Y Maria das Neves ya está en el Cielo?

– Sí, está.

– ¿Y Amélia?

– Estará en el purgatorio hasta el fin del mundo.

[...]
– ¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él os quiera enviar, en acto de reparación por los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?

– ¡Sí, queremos!

– Vais, pues, a tener que sufrir mucho, pero la gracia de Dios será vuestro consuelo.
Fue al pronunciar estas últimas palabras (la gracia de Dios, etc.) cuando abrió por primera vez las manos, comunicándonos una luz tan intensa, que expedía de ellas como un gran reflejo, que penetrándonos en el pecho y en lo más íntimo del alma, nos hacía ver a nosotros mismos en Dios, que era esa luz, más claramente de lo que nos vemos en el mejor de los espejos. Entonces por un impulso íntimo también comunicado, caímos de rodillas y repetíamos íntimamente:

– ¡Oh Santísima Trinidad, yo te adoro. Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísimo Sacramento!

Pasados los primeros momentos, Nuestra Señora agregó:

– Recen el Rosario todos los días, para alcanzar la paz para el mundo y el fin de la guerra.»

Memórias da Irmã Lúcia I. 14.ª ed. Fátima: Secretariado dos Pastorinhos, 2010, p. 172-173 (IV Memória); a secção entre parênteses retos pertence ao interrogatório do pároco aos videntes, em 27 de maio de 1917, em Documentação Crítica de Fátima, vol. I. Fátima: Santuário de Fátima, 1992, p. 9.

  

¿DEBE HACERSE LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA?

 

¿DEBE HACERSE LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA

AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA?

  


  

Por FLAVIO MATEOS

 

La consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María es un tema que es crucial comprender, particularmente en este momento de la historia. Nuestra Señora anunció el 13 de julio de 1917 que iba a regresar para pedir la consagración de Rusia, lo cual hizo el 13 de junio de 1929, en Tuy, España, durante la aparición de una esplendente y solemne teofanía de la Santísima Trinidad.

Hay quienes creen y enseñan que esta consagración ya no es necesaria que se haga, pues Rusia ya esparció sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia, por lo cual sería inútil realizarla, ya que sería algo anacrónico. Los sostenedores de la no consagración de Rusia son de tres corrientes distintas que, aunque antagónicas en muchos puntos, coinciden respecto de este tema: 1) los liberales y modernistas de la Iglesia conciliar; 2) los sedevacantistas, particularmente los milenaristas, y 3) algunos tradicionalistas “independientes”.

Los de la posición 1) sostienen que ya se habría cumplido exitosamente con el pedido de la Virgen, a través de la consagración hecha por Juan Pablo II (que no fue tal), e incluso que ya se ha dado a conocer el Tercer secreto de Fátima, así que es todo cosa del pasado. Los del número 2) afirman que Rusia ya castigó al mundo esparciendo el comunismo, entonces la consagración sería innecesaria o superflua, además de que no hay Papa para hacer la consagración; también milenaristas dicen que el reino del Corazón Inmaculado no puede ser antes de la venida del Anticristo, entonces lo que nos espera ahora es la llegada del Anticristo y recién al fin final, sí, con la Parusía, sería el triunfo del Corazón Inmaculado. También algunos sedevacantistas más farisaicos que el resto afirman que ya la consagración la hizo Pío XII en 1952. Los del número 3) afirman que el pedido de consagración era condicional, y como Rusia ya castigó al mundo esparciendo el comunismo, entonces hacer la consagración no tiene sentido.

En definitiva, tanto los modernistas como los sedevacantistas y algunos tradicionalistas, coinciden todos en que hay que desestimar la consagración de Rusia pedida por la Virgen María en 1929.  

Sin embargo, todos ellos se equivocan: la consagración no se hizo, debe hacerse y se hará.

martes, 23 de noviembre de 2021

AGENDA FÁTIMA, AGERE CONTRA

 


Casi no se habla de otra cosa.

Entre el constante bombardeo mediático acerca del Covid 19, que es utilizado para crear un relato y a partir del mismo ofrecer "soluciones" que en verdad son "peores que la enfermedad", ya sea la inoculación de un suero génico experimental homicida, ya el confinamiento de personas sanas, el uso de inútiles y perjudiciales mascarillas faciales o la imposición dictatorial de un pase sanitario para llevar una vida pública, los medios masivos de difusión no dejan de divulgar y promover la ineludible Agenda 2030.

Todo este entramado sanitario no sirve para otra cosa sino para acelerar ese proceso (el “progreso inevitable”), que necesita controlar hasta los menores detalles para garantizar su éxito. Reaccionarios y nostálgicos de un pasado abolido para siempre, deben eliminarse.

Los gobiernos de casi todos los países, las fundaciones y organismos internacionales, el establishment “intelectual” y, por supuesto, el Vaticano y las conferencias de obispos del mundo entero, se han sumado servilmente a la predicación y enseñanza de esta agenda globalista, que ciertos utópicos y prominentes millonarios, los régisseurs del gran espectáculo –denominados eufemísticamente filántropos- han dado en llamar también “Gran Reinicio”.

Será, nos dicen, la renovación de la humanidad. Volver a fojas cero. Un nuevo hombre nacerá. Viviremos en paz, justicia y armonía con la “Madre Naturaleza”. Será una “nueva normalidad”. En otras palabras, viviremos en un igualitario y ecológico “mundo feliz”.

Patrañas de psicópatas inmunizados de todo contacto con la realidad, que disputan a Dios su divinidad. Será el rancio proyecto del “hombre nuevo” comunista, del Prometeo que conquistó el mundo con la Revolución, ahora llevado a cabo con la tecnología de punta que lleva la marca del diablo.

Agenda significa “lo que ha de hacerse”. El poder mundial tiene su agenda y ya no la oculta. Ha planteado sus objetivos y sus plazos. Gracias.

Dios también tiene su agenda. Pero la Iglesia conciliar se ocupa bien de ocultarla.

Esa agenda se llama Fátima, y a partir de 1917 nos ha trazado una hoja de ruta donde, amén de anticipar los pasos de los enemigos más terribles que nunca ha tenido la Iglesia, dejó sentadas las reacciones que debían adoptarse para vencer en esta guerra sin cuartel. Una y otra vez esa agenda, en la cual constaba que ya no habría otra más, hasta el desenlace victorioso, se ha ocupado de repetirnos su mensaje, el cual contiene una promesa que nadie puede desdeñar: “Al fin mi Corazón Inmaculado triunfará”.

Todos los medios de combate, están allí, a nuestro alcance. Allí está también la certidumbre del triunfo, y la fuerza misma que necesitamos para afrontar el avance enemigo. Allí la verdadera esperanza. Allí el llamado a la conversión, a la penitencia, a la oración.

La agenda de Fátima es un agere contra absoluto: contra el naturalismo, el gnosticismo, el liberalismo, el comunismo, el modernismo, los errores de la iglesia del Vaticano II. Contra la infidelidad, la herejía, el cisma, el sedevacantismo. Contra la masonería y el cosmopolitismo. Contra las conductas inmorales y la corrupción de la inocencia infantil. Contra el desorden del globalismo.

Agere contra proponía el caballero victorioso San Ignacio de Loyola, en sus formidables Ejercicios Espirituales. La regla de oro de la vida espiritual es el contraataque. Nuestro combate es ante todo eminentemente espiritual. Pero no encontramos a nuestro alrededor sino confusión y desolación. Y en medio de esa desolación, por no haberse aferrado a lo ya sabido y a partir de allí haber pasado al contraataque, no se sabe qué hacer o qué esperar. “El demonio se vuelve terrible cuando uno duda”.

Tenemos una agenda para cumplir, pero nosotros, ¿qué hemos hecho con ella? Nada. Los llamados tradicionalistas han olvidado o bajado los brazos, los conservadores conservan muy poco. Muchos se han acercado a los liberales o miran la agenda de “la nueva derecha”, con una ilusoria y brumosa esperanza.

Pérdida de tiempo.

Muchos no disciernen y se olvidan por completo de Fátima. Pero Fátima no terminó. No sólo eso, Fátima está vigente y se prepara el tiempo de María. Nuestra alternativa está allí.

Nos encaminamos a pasos agigantados hacia un reinado de terror comunista “5G” por no haber obedecido los mandatos de la Virgen de Fátima. El cielo oscurece y el horizonte aparece tenebroso. El mundo apóstata agoniza y da manotazos de ahogado, como los náufragos del Titanic. Pero aún estamos a tiempo de acortar el castigo y de salvar multitud de almas. Mientras un mundo de zombies es instado a “despertar” para constituir la nueva marea ideológica del “wokismo” que cancela todo lo políticamente incorrecto a su depredador paso, nosotros llamamos a despertar a los dormidos católicos que aún no comprenden que sólo Ella, sólo Nuestra Señora del Rosario de Fátima, sólo el Corazón Inmaculado de María, puede salvarnos. Nuestro combate será eficaz bajo su estandarte, unido al Sagrado Corazón de Jesús, que mira hacia nosotros esperando nuestra respuesta a su llamado. Nadie puede desentenderse de esta convocatoria, nadie puede sucumbir bajo el desánimo. Estamos convocados a trabajar por -y quizás a presenciar la- victoria del Corazón Inmaculado.

“No hay más salvación para nosotros que por la Virgen María; era ya el núcleo esencial del secreto de Fátima que se encontraba así divulgado desde julio de 1917 (Frère Michel de la Sainte-Trinité, Toute la vérité sur Fatima, La science et les faits, t. I, CRC, 4e éd., 1986, p. 229). 

Pretendemos, desde este espacio, recordar y difundir el contenido de esa, nuestra “Agenda”: la Agenda Fátima.

Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat!

 

 

LAUS SACRATISIMAE TRINITATIS

AVE COR MARIAE

  

 

 

LOS EDITORES  

UN LIBRO PARA ESTE TIEMPO

  “Fátima y Rusia”, por Flavio Mateos. Disponible en todo el mundo a través de Amazon y Mercado Libre.   Tomo I - 438 páginas ·     ...