Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

martes, 17 de diciembre de 2024

EL DISCURSO DE MACRON EN NOTRE-DAME: SIMBOLISMO MASÓNICO ABIERTO

 



por FRANCESCA DE VILLASMUNDO

13 de diciembre de 2024

 

El discurso de Emmanuel Macron del 7 de diciembre en la catedral de París contiene un simbolismo más masónico que católico. Elementos de descifrado.

 

El 7 de diciembre, Emmanuel Macron ha hablado en la catedral de Notre-Dame, ante un público de estadistas, durante la reapertura al público del edificio gótico tras el devastador incendio de 2019. Un discurso que tiene un aspecto bastante conservador, esconde un simbolismo mucho más masónico que católico o incluso laico. Un simbolismo masón que se encuentra en las vestimentas litúrgicas.

¿De qué es el símbolo Macron? De un ambiente alquimista.

Este detallado descifrado se lo debemos a nuestros colegas del medio Tocsin y a su columnista, el abogado Alexandre Cuignache. “¿De qué es el símbolo Macron? » pregunta Alexandre Cuignache, inclinándose en primer lugar hacia el discurso de bienvenida a los jefes de Estado en Notre Dame por parte del Presidente de la República: Macron los recibe con la expresión “en sus grados y cualidades”, como decimos no en Francia sino en la logia masónica.

El resto del discurso revela este simbolismo masónico: cuando menciona unas veinte veces “fraternidad”, palabra que nos devuelve a la fraternidad masónica: “fraternidad sin precedentes de todas las religiones”, “fraternidad de compañeros y aprendices”, “fraternidad universal”.

Otras expresiones van en esta dirección: “ha transformado el carbón en arte”, le dijo a Mons. Ulrich, lo que remite a un simbolismo alquimista que nos lleva a la transformación por el fuego, a la sublimación de la materia; misma atmósfera alquimista cuando evoca a los bomberos “somos dueños del fuego” y del “plomo” que se derrite.

Casullas multicolores sobre fondo blanco: nada católico sino simbolismo masónico

En cuanto a las casullas de Castelbajac, son el reflejo, según Alexandre Cuignache, de una liturgia, ciertamente, pero no de una liturgia católica. Y su demostración, basada en las reglas litúrgicas de la Iglesia católica totalmente borradas de esta ceremonia, es más que convincente: los colores multicolores sobre fondo blanco de las casullas, una mezcla desconocida para la Iglesia católica, son la expresión del “prisma”, de la difracción de la luz, es decir del paso del blanco al múltiple y de la división. Ahora bien, explica el maestro Cuignache, en el simbolismo masónico, es a partir del sacrificio de la unidad original que se llega a la manifestación del ser, primero hay que dividir para unir, el famoso ordo ab chao que trae a un nuevo orden... (*)

Toda esta puesta en valor de este simbolismo masónico por parte de Emmanuel Macron, agente de las logias y de la “bestia que adviene” según sus propias palabras, tuvo lugar, señala Cuignache, en “un lugar altamente simbólico, cargado como todas las catedrales de símbolos, durante una celebración simbólica, en una liturgia misma simbólica y ordenada de alguna manera por el Maestro de Ceremonias, ese al que le gusta que le llamen Maestro de los Relojes, que es también un aficionado a simbolismo".

"Por tanto, debemos tomarnos muy en serio esta cuestión del simbolismo", subraya Alexandre Cuignache, "porque estas personas viven de símbolos que manipulan, que exponen cada vez más", como durante las ceremonias olímpicas de París.

Estas palabras de Macron, estas casullas y otras, tienen un significado más insidioso, un mensaje que debe ser expuesto, que la sola fantasía de gobernantes, prelados y artistas corruptos...

¡Una intervención fascinante para escuchar!

 

Fuente:

https://www.medias-presse.info/discours-macron-notre-dame-symbolique-maconnique/198650/

 

Ceremonia completa:

https://www.youtube.com/watch?v=oV4yfmrkV8c

 

(*) Nota AGENDA FÁTIMA: Esto muy bien puede relacionarse con la dispersión de colores que se produjo en el milagro del sol en Fátima: destruida la unidad de la Luz, es decir de la Iglesia, la luz se descompone en múltiples colores separados, que se vieron reflejados sobre los asustados espectadores del suceso.

Del mismo modo, las grotescas casullas, más que deberse a “buscar hacer sensación, sorpresa” o “creatividad”, como afirma un sacerdote de la FSSPX, parecen muy bien acordar por un lado con la adscripción de los jerarcas a la ceremonia masónica; en segundo lugar, es un plegarse a la corriente multicolor de la agenda LGBT; y, finalmente, a querer convertir a los prelados en payasos que ofician manipulados por las logias que los gobiernan. Si se observa la ceremonia desde un inicio, es decir, cuando desde fuera del templo los obispos se encaminan a paso lento, bajo una tormenta, al son grave de las campanas, y bajo un cielo oscuro, rodeados y hacia el encuentro de la creme de la creme de la gobernanza mundial, se diría que es una ceremonia fúnebre, y parece simplemente una estremecedora imagen de la cautividad de la Iglesia, al servicio de la Bestia del mar.  

 

UN LIBRO PARA ESTE TIEMPO

  “Fátima y Rusia”, por Flavio Mateos. Disponible en todo el mundo a través de Amazon y Mercado Libre.   Tomo I - 438 páginas ·     ...