Cada día, gracias a Dios, son
más los fieles que descubren el tesoro de la Misa tradicional o tridentina,
verdadera y única expresión de la fe católica, la cual es cada vez más perseguida
por los anticristos de Roma y la Iglesia conciliar/sinodal.
En Brasil particularmente se
expande la Misa de siempre y mucha juventud se siente atraída por ella. Es por
eso que los capitostes de la Iglesia oficial han salido con un comunicado a
perseguir la Misa que, como sabemos, San Pío V autorizó a perpetuidad mediante
la bula Quo primum tempore, lanzando anatemas contra aquellos que se atrevieren
a prohibirla o impedirla.
Esto dice un energúmeno,
ignorante, desinformado o cómplice de la barbarie modernista conciliar, que
reproduce jubiloso el documento de la Cinferencia epscopal brasileña en la Internet
(las mayúsculas le corresponden, lo entre corchetes nos pertenece):
“EL USO DEL MISAL
DE 1962, NO ES UN DERECHO QUE CUALQUIER BAUTIZADO SE PUEDA PRETENDER ABJUDICAR,
ES UNA CONCESIÓN DEL OBISPO DIOCESANO.
ASÍ LO EXPLICAN
LOS OBISPOS DE BRASIL A FIN DE EVITAR EL CISMA Y LA HEREJÍA EN LA IGLESIA
CATOLICA DEBIDO AL PROSELITISMO DE LOS TRADICIONALISTAS:
HE AQUÍ SU CARTA
YA TRADUCIDA
Brasília
V. Reverendísimos Cardenales
V. Reverendísimos OBISPOS
Ref: Sobre el uso del Misal Romano de 1962
Eminencias y Excelencias,
21 de noviembre de 2024
Después de consultar y dialogar como Consejo
Permanente, nos dirigimos a ustedes para darles algunas orientaciones sobre el
uso en Brasil del Missale Romanum revisado por el Papa Juan XXIII en 1962. Hoy,
lo que rige la posibilidad de utilizar este Misal es la Carta Apostólica del
Papa Francisco, en forma de Motu proprio, Traditionis Custodes, publicada el 16
de julio de 2021, que fue acompañada de una carta dirigida a los obispos (cf.
CNBB, Documentos Pontificios, 49).
Según este Motu proprio, el uso del Misal Romano anterior a la Reforma Litúrgica del Concilio Ecuménico Vaticano II. ES UNA CONCESIÓN, NO UN DERECHO. Como guardián de la Tradición [sic] y promotor de la unidad, el obispo diocesano, moderador y guía de la vida litúrgica de su Iglesia particular (cf. SC 22 $1-2;1GMR 22; 387; TC, 2), sólo tiene competencia exclusiva para autorizar el uso del Misal anterior a la Reforma en su diócesis, siguiendo las directrices de la Sede Apostólica y verificando caso por caso, según la realidad de los grupos que ya celebran con ese Misal (cf. TC, 2). Esta competencia, sin embargo, no da la posibilidad de utilizar libremente el Misal de Juan XXIII en sentido contrario al Misal de Pablo VI [sic]. Todo libro litúrgico es vinculante al Concilio Vaticano II (cf. Carta a los Obispos, pp. 15-16) y no puede ser utilizado como acción paralela o discordante a la autoridad válida del mismo, para no perjudicar la comunión eclesial, exponiendo a la Iglesia al riesgo de divisiones (cf. TC, 3 $1; Carta a los Obispos, pp. 14 y 18), implicando sanciones canónicas (cf. CDC, cánones 1371 y 1373). Por esta razón, el uso de ese Misal sólo puede concederse en las diócesis que, hasta ahora, ya tienen grupos que celebran con el Misal anterior a la reforma litúrgica (cf. TC, 3 y las condiciones oportunas), NO PUDIENDO PERMITIRSE NUEVOS GRUPOS (cf. Papa Francisco, Carta a los Obispos, p. 20).
Tratándose de una concesión, es decir, del TIEMPO
NECESARIO PARA QUE DICHOS GRUPOS VUELVAN AL RITO ROMANO DE PABLO VI, es
evidente que debe desaconsejarse cualquier forma de promoción del Vetus Ordo,
actividad que va en sentido contrario a la indicada por el Papa Francisco.
"No se puede volver a aquella forma ritual que los Padres conciliares, cum
Petro y sub Petro, sintieron la necesidad de reformar, aprobando, bajo la guía
del Espíritu y según su conciencia de pastores, los principios de los que nació
la reforma" (Desiderio Desideravi, 61). La posibilidad de utilizar el
Misal anterior a la Reforma ofrecida por los Papas San Juan Pablo II y
Benedicto XVI, en un intento de recomponer la unidad eclesial basada en la
sensibilidad litúrgica y evitar el riesgo de división en la Iglesia, ha sido
revocada por el Papa Francisco, como él mismo dice: "Tomo la firme
decisión de revocar todas las normas, instrucciones, concesiones y costumbres
anteriores al presente Motu Proprio, y considerar los libros litúrgicos
promulgados por los santos Pontífices Pablo VI y Juan Pablo II en conformidad
con los decretos del Concilio Vaticano II, CDC, can. 20; TC, como la ÚNICA
EXPRESIÓN DE LA LEX ORANDI DEL RITO ROMANO" (Carta a los Obispos, p. 18;
cf. SC 22 $1).
En cuestiones litúrgicas, la Iglesia particular
debe estar de acuerdo con la Iglesia Universal, que es la encargada de regular
la Sagrada Liturgia en la Iglesia (cf. SC 22 $1), no sólo para evitar errores,
sino también para transmitir la integridad de la fe (cf. IGMR 397).
En consecuencia, los libros litúrgicos, puesto que
manifiestan la oración, la vida y la fe de la Iglesia, no son patrimonio de los
individuos o de un grupo de fieles.
Corresponde, por tanto, a la Conferencia Episcopal,
en Asamblea General, aprobar la traducción y el uso de cualquier libro
litúrgico (cf. CDC, can. 838 $2 y 3).
Esperamos que estas observaciones sean útiles para
su discernimiento. Junto con la Comisión Episcopal de Liturgia, estamos a su
disposición para ulteriores aclaraciones. En unidad con la Sede Apostólica,
nuestro principal servicio es ayudaros en el cuidado y promoción de la Sagrada
Liturgia de la Iglesia, según la renovación querida por el Concilio Vaticano II
a partir de la Constitución Sacrosanctum Concilium y las normas que de ella
emanan.
Fraternalmente,
Dom Jaime Spengler
Arzobispo de la Archidiócesis de Porto Alegre -RS
Presidente de la CNBB
Dom João Justino de Medeiros Silva
Arzobispo de la Archidiócesis de Goiânia -GO 19º
Vicepresidente de la CNBB
Dom Paulo Jackson Nóbrega de Sousa
Arzobispo de la Archidiócesis de Olinda y Recife
-PE 2º Vicepresidente de la CNBB
Ricardo Hoepers
Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Brasilia -DF
Secretario General de la CNBB”.
Y bien, estos delincuentes eclesiásticos que
destruyen la fe católica y demuelen la Iglesia, también en Francia se han ocupado
de, en este caso, anular las pretensiones acomodaticias de la línea media
acuerdista, así dice la noticia:
“El cuchillo bergogliano golpea la
peregrinación de los eclesiadeístas: ¡las puertas de las catedrales se cerrarán
a los «en comunión total» con Roma!
Roma ha decidido prohibir la celebración de
la misa tradicional en la peregrinación de Chartres”.
Y
agrega un periodista galo:
“En
estos tiempos difíciles, recordemos todos el aforismo de Sir Winston Churchill:
«Queríais evitar la guerra al precio del
deshonor. Si tenéis deshonor, tendréis guerra».
Se avizora también el futuro que le espera a la remozada FSSPX
acuerdista, que busca a como dé lugar la aprobación y la “comunión plena” con
quienes no están en comunión con la religión católica ni con las enseñanzas de
la Iglesia de siempre, hasta antes del super concilio Vaticano II. Con el
diablo no se negocia.
Que nadie diga que no tuvieron advertencias, porque sobran.