“Ha mirado la humillación de su esclava. . . Ha hecho en mí grandes cosas".
(Luc.
1, 48-49).
“Si María
Santísima no nos hubiera dejado más que esta enseñanza, nos habría indicado ya
en esas palabras la síntesis de todo el Evangelio. Con una sola cosa no
transige nunca Dios, con la soberbia, y nunca resiste a la pequeñez reconocida
y confesada”.
Mons.
Juan Straubinger
(Visto en
https://www.facebook.com/PocoYCatolico)