Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

domingo, 3 de agosto de 2025

EL COMPLOT MUNDIALISTA – PHILIPPE PLONCARD D’ASSAC

 


EL COMPLOT MUNDIALISTA, por Philippe Ploncard d’Assac, Éditions de la Société de Philosophie Politique, 2011.

 

Capítulo VI - El Complot Mundialista

 

La declaración de Roger Leray, Gran Maestre del Gran Oriente de Francia durante el Convento de 1968 (1), demuestra la persistencia y el empeño incansable del complot mundialista: “Hace doscientos años, el caballero de Ramsay anunció la República universal. Desde entonces, incansablemente, los masones del mundo entero participan en su edificación”, recordaba. Hoy en día, los conjurados del mundialismo lo proclaman abiertamente, como lo hizo el financiero judío estadounidense Paul Warburg, quien afirmaba ante el Senado de los Estados Unidos, el 17 de febrero de 1950:

Tendremos un gobierno mundial, lo quiera o no usted. La única cuestión es saber si será creado por conquista o por consentimiento”.

Este tema fue retomado veinte años más tarde por otro grande de las finanzas cosmopolitas, el barón Edmond de Rothschild (2), declarando:

“El cerrojo que debe saltar es la nación”.

He aquí lo que se pretende imponernos con la Europa comunitaria supranacional, para destruir las naciones europeas.

Esto bajo el pretexto de constituir una fuerza capaz de oponerse a los intereses estadounidenses, cuando en realidad ocurre todo lo contrario. Cuanto más se destruyen las soberanías nacionales, menos resiste Europa comunitaria —que se suponía debía tomar el relevo— a las órdenes de Washington, y más se compromete en las guerras deseadas por el mundialismo cosmopolita, del cual los Estados Unidos son el brazo armado.

Es lamentable, en este contexto, que hombres que pretenden combatir el cosmopolitismo, sueñen con una Europa-Nación basada en un regionalismo folclórico.

No hacen sino el juego del mundialismo y se comportan como “compañeros de ruta” del mismo (3).

Esta Europa supranacional no es más que un pretexto para hacer aceptar a los pueblos de Europa su abandono de la soberanía.

Ya en 1976, el mundialista Jean Monnet, hombre de los estadounidenses, revelaba en sus Memorias el objetivo perseguido:

“La Comunidad misma —escribía— no es más que una etapa hacia las formas de organización del mañana”.

Esta declaración cobraba todo su sentido cuando la revista de la Gran Logia de Francia (4) proclamaba:

“Los masones del Gran Oriente no son los únicos que promueven la destrucción de las naciones; los de la Gran Logia de Francia sostienen el mismo discurso”.

“La construcción de un espacio europeo no es, para los masones, más que el precursor de un espacio universal, de una Patria Tierra”.

Se ve así que la utopía mundialista de la República universal no ha cesado de avanzar desde los inicios de la llamada Revolución francesa.

De Ramsay a Weishaupt, a Kloots, se llega a Monnet, a Rothschild, a Warburg, anunciando un “gobierno mundial”, impuesto si es necesario “por la fuerza”.

Hoy, la connivencia de un Nicolas Sarkozy con el mundialismo se revela en su discurso ante la Asamblea General de la ONU en octubre de 2007:

“En nombre de Francia, llamo a todos los Estados a reunirse para fundar un nuevo orden mundial del siglo XXI” (5).

Y en la carta de misión enviada el 27 de agosto de 2007 a su ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, de origen judío como él, Nicolas Sarkozy escribía:

“Es en definitiva hacia un ‘ministerio de la Mundialización’ que les pedimos hacer evolucionar nuestra herramienta diplomática” (6).

Y en su discurso del 16 de enero de 2009, Nicolas Sarkozy advertía amenazante:

“Avanzaremos juntos hacia ese Nuevo Orden Mundial.

Y nadie, digo bien nadie, podrá oponérsele”.

¿Qué es esto, sino la invocación a la mítica y mesiánica República universal? ¡Simplemente olvida que lo propio de las utopías es derrumbarse, pues llevan en sí mismas los gérmenes de su autodestrucción!

 

 

1) Humanisme, juillet 1969

(2) Entreprise, 18.7.1970

(3) P. P. d'Assac. Enquête sur la Nouvelle-Droite et ses " Compagnons de route". Édit. Société de Philosophie Politique.

(4), Points de Vue Initiatiques, N°72, 1989.

(5) Id. Ant.

(6) La Politique N° 77. Novembre 2007.

 

NOTA AGENDA FÁTIMA: Si “lo que debe saltar es la nación”, para que haya un gobierno mundial, se entiende perfectamente la guerra contra Rusia, estado-nación que promueve un orden multipolar de naciones, contra un orden mundial cosmopolita judío de una “República universal”. Entonces es muy cierta la conclusión de Ploncard: ¿Qué es esto, sino la invocación a la mítica y mesiánica República universal? ¡Simplemente olvida que lo propio de las utopías es derrumbarse, pues llevan en sí mismas los gérmenes de su autodestrucción!”. Simplemente, la utopía globalista no quiere desaparecer y por ello quiere llevar a todo el mundo a la guerra.


“ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”

  “ESTAMOS MUY CERCA DEL FINAL”           Por FLAVIO MATEOS   El Padre Nicholas Gruner, tenaz apóstol hasta su muerte del mensaje ...