NO LO OLVIDEMOS: LA SANTÍSIMA VIRGEN PIDIÓ EN FÁTIMA
REZAR EL SANTO ROSARIO
El 13 de octubre de 1917, última de
sus apariciones públicas en Fátima, la Santísima Virgen, luego de pedir se le
hiciese allí una capilla en su honor, dijo: “Yo soy Nuestra Señora del Rosario”.
En cada una de sus apariciones en Fátima, en 1917, la
Sma. Virgen les pidió a los tres pastorcitos que recen el Rosario:
13 de mayo: Rezad el tercio [o corona del Rosario] todos los
días a fin de obtener la paz para el mundo y el fin de la guerra…
13 de junio: Quiero que vosotros […] digáis el tercio todos los
días…
13 de julio: Quiero que vosotros […] continuéis recitando el
tercio todos los días en honor de Nuestra Señora del Rosario…
19 de agosto: Quiero que vosotros […] continuéis recitando el
tercio todos los días…
13 de septiembre: Continuad diciendo el tercio…
13 de octubre: Quiero […] que se continúe siempre recitando el
tercio todos los días…
La Virgen confirma así la voz de los Papas: 15 encíclicas y otras tantas exhortaciones de León
XIII dedicadas al Rosario, que en 1889 dijo: “La hora es crítica, recemos por medio del Rosario y agreguémosle la
oración a San José”; más recomendaciones de San Pío X; de Benedicto XV; de
Pío XI: “El Santo Rosario ocupa un lugar
especial y excepcional entre las
diversas oraciones públicas que dirigimos a la Virgen Madre de Dios”, también
de Pío XII.
Luego de Pío XII y particularmente
con el Concilio, comenzaría el modernismo a expulsar de la Iglesia la devoción
a María –y esto lo puede ver cualquiera que vaya a las parroquias pues solo un
puñado de personas, generalmente ancianas, son las que continúan el rezo del
Rosario-. Los sacerdotes no rezan el Rosario, lo sabemos bien de nuestra
experiencia cuando estuvimos en aquel ambiente antes de conocer la Tradición.
Encima de todo Juan Pablo II se metió con el Rosario –la iglesia conciliar ha
cambiado todo, ¿cómo no iba a meterse también con el Rosario?-para agregarle
unas misterios “luminosos”, que según algunos podrían ser gnósticos, en todo
caso con el nuevo Rosario ya no puede cumplirse el pedido de la Virgen de rezar
un “terÇo”, ya que ahora con los nuevos misterios agregados la tercera parte del Rosario son ¡6,66
avemarías!
Otra muestra patente de la insidia
modernista, la tenemos en lo siguiente: la Virgen pidió en su aparición del 13
de octubre que se hiciese allí una capilla en su honor. La capilla, una
espléndida iglesia, fue allí construida. Ahora bien, los modernistas –con la
excusa de que la otra quedaba chica- hicieron otra capilla, enfrente de ésta,
totalmente moderna, de forma circular, cual si fuera un teatro o estadio
deportivo, verdaderamente abominable, presidida por una cruz “minimalista”, y
lo mismo hicieron en el santuario de Guadalupe y en Lourdes (allí la nueva
capilla es subterránea).
Definitivamente, el enemigo está
dentro de la Iglesia.
Recemos con fe y confianza el Santo
Rosario todos los días, por el triunfo del Corazón Inmaculado, la derrota de la
Contra-Iglesia que los modernistas han instalado en Roma, y por la consagración
de Rusia al Inmaculado Corazón de María.