Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

miércoles, 29 de marzo de 2023

COMENTARIOS SOBRE LA NEUTRALIZACIÓN DEL TERCER SECRETO DE FÁTIMA

 




Por FLAVIO MATEOS

 

---El artículo del Padre dominico Louis-Marie que hemos publicado en dos partes nos parece el más juicioso y esclarecedor de cuantos hemos leído acerca del polémico tema llamado “Tercer secreto” de Fátima, que, como sabemos, es en realidad la tercera parte de lo revelado el 13 de julio de 1917.

 

---Prácticamente todos los “fatimistas” e interesados en el tema, han adoptado –con bastante precipitación- la tesis propalada especialmente por el Hno. Michel de la Sainte Trinité en su monumental obra “Toute la verité sur Fatima”, acerca de la falsificación o la omisión por parte de las autoridades vaticanas de ese tercer secreto, cuando fue revelado, llegando a hablar algunos incluso de un “cuarto secreto” (¡!). Nos incluimos entre los que han adoptado (mea culpa!) esa opinión, basada sobre todo en conjeturas y sospechas pero no en hechos ciertos y probados. Es por eso que hemos debido hacer necesarias rectificaciones a nuestro libro “Fátima y Rusia”.

 

---Creemos, pues, que el secreto, hasta donde podemos saber y mientras no haya prueba en contrario, ha sido revelado completo, pero, como dice el autor que hemos citado, se lo reveló a fin de neutralizarlo, al darle una interpretación falsa e incongruente y de ese modo dejar todo el mensaje de Fátima bien enterrado en el pasado.

 

---Una observación sobre esto que dice el P. Louis-Marie: “En cuanto a la instrucción de Nuestra Señora: "A Francisco se lo puedes decir", no hay ninguna razón de peso para relacionarla exclusivamente con la tercera parte del secreto. Podría muy bien referirse a las palabras pronunciadas por Nuestra Señora durante la segunda parte. Por tanto, el argumento es, una vez más, irrelevante”.

En efecto, pero también podría relacionarse con el tercer secreto, puesto que si éste es una visión (texto revelado el 26/6/2000), y Francisco, como sabemos, podía ver pero no escuchar lo que decía la Virgen, entonces lo que podían decirle a Francisco era la explicación de esa visión del “tercer secreto” que podría haberles dado la Virgen. Recordemos, por ej., que cuando la Virgen les mostró el infierno a los pastorcitos (primera parte de lo revelado el 13 de julio), luego la Virgen se los explicó: “Habéis visto el infierno, adonde van las almas de los pobres pecadores…”. Además, cuando el 3 de enero de 1944 la Sma. Virgen se apareció a sor Lucía para pedirle que redactase el “tercer secreto”, le dijo que escribiese “lo que ellos te piden, pero no lo que te ha sido dado comprender de su significación”. Así, sor Lucía nunca habría escrito el significado de esa visión, pero sí se la podría haber contado a Francisco.  Y en esa explicación podría estar el porqué de esos mártires y ese papa mártir: apostasía en la Iglesia, etc.

Acá se puede conjeturar por qué Nuestra Señora no le habría pedido a sor Lucía que escribiese también la interpretación de esa visión. ¿Quizás porque se esperaría que las autoridades de la Iglesia tendrían así facilitada la tarea de revelar en 1960 ese “tercer secreto”? Pero, acá aparece otra cuestión y es la de la fecha de su revelación, que debía ser en 1960. Lo abordamos en el siguiente punto.

 

---En el libro El Secreto todavía ocultado, Christopher A. Ferrara escribe: “No hay, aparentemente, una explicación racional que justifique el rechazo del Vaticano de revelar este texto de la visión en 1960, ni tampoco el riguroso ocultamiento por cuarenta años seguidos. Efectivamente, en su comentario del Secreto, publicado en El Mensaje, el propio Cardenal Ratzinger, que en 1984 había afirmado que el Secreto era una “profecía religiosa” referente a los “peligros amenazando la fe y la vida del cristiano y por tanto la del mundo”, afirmaba ahora que en el Secreto “No se revela ningún gran misterio; no se ha corrido el velo del futuro. Vemos a la Iglesia de los mártires del siglo recién transcurrido…” Si así fuera, ¿por qué entonces el Cardenal Ratzinger no lo dijo sencillamente en la época, en 1984? Como lo declaró el Obispo portugués Januário Torgal: “Si el Vaticano sabía que el contenido no era apocalíptico ¿por qué lo ha hecho público sólo ahora?”

Disentimos. Creemos sencillamente que el “tercer secreto” no fue dado a conocer en 1960 en primer lugar, porque Juan XXIII, y luego los otros papas, no querían hacer presente el tema de Fátima, ya que de dar a conocer el tercer secreto deberían indudablemente referirse también a las otras dos partes del secreto y a todo el mensaje de Fátima, y ese papa –que venía a instalar el “optimismo” de la nueva Iglesia- no quería tener nada que ver con los “profetas de desgracias”. En segundo lugar, la visión del “tercer secreto” muestra una Iglesia perseguida y un papa mártir junto a muchos otros mártires, y en 1960 la Iglesia estaba entrando en una nueva etapa de amistad con el mundo, sin enemigos –se acababa la condena y venía la política de la “misericordia”-, entonces esa visión era muy políticamente incorrecta. En tercer lugar, la visión mostraba un ángel a punto de enviar un castigo al mundo debido a sus pecados, pero, igual que antes, llegaba la era de “peace and love”, entonces eso era muy inconveniente para la política vaticana, que iba a instalar una nueva religión que negaba el infierno. En cuanto a que en 1960 se entendería mejor el secreto, pues claro, puesto que estaba ya en sus comienzos la década donde explotaría la apología del pecado a nivel mundial en todas las esferas de la vida (no olvidemos que ese año se lanzó la píldora anticonceptiva), junto con la guerra y la persecución a los católicos, incluso ese año se estuvo cerca de una confrontación mundial con la Unión Soviética. Por si fuera poco, ese año también se adoptó públicamente desde el Vaticano la política pro-judía al recibir –ya referimos esto en un artículo de nuestro blog- a Jules Isaac, promotor de la nueva visión del judaísmo por parte de la Iglesia. Así que el horizonte de la Iglesia mostraba, según el tercer secreto, persecución y martirio, y no una era de sonrisas y flores, la llamada primavera conciliar. Por lo tanto, ¿para qué revelarlo?

 

---Asimismo, en relación al tercer secreto, la frase “En Portugal siempre se conservará el dogma de la fe” sería el final de la segunda parte. Y el “etc.” que sigue contendría la visión del “tercer secreto”.

 

---Así la visión del “tercer secreto” muestra las consecuencias de no haber obedecido a lo pedido antes por Nuestra Señora: difusión de la devoción al Corazón Inmaculado y consagración de Rusia. Esto introdujo el “comunismo” (podemos llamarle también, la judeo-masonería) dentro de la Iglesia, dando como resultado final la perdida de muchas almas, la persecución a los católicos y, al final (en el futuro), un papa mártir. Como dice en nota al pie el art. del P. Louis-Marie, tras recordar que el martirio de San Pedro fue un día 13 de octubre: “…el 13 de mayo fue durante mucho tiempo la fiesta de todos los mártires de la Iglesia romana (el Panteón romano les fue dedicado por el Papa Bonifacio IV el 13 de mayo de 610). En un trabajo realizado antes de la revelación del tercer secreto, el p. Gérard Mura vio en la elección por la Virgen de estas fechas (13 de mayo, 13 de octubre) el anuncio del martirio de un papa, antes de la renovación de la Iglesia. Para explicar el número 13, el padre Mura se refirió también a la Mujer coronada de doce estrellas (los doce apóstoles) en el Apocalipsis (cap. 12); el número 13 (12 + 1) podría considerarse así como el símbolo de la unión de la Virgen con el papa y los obispos”. Como sabemos que el martirio es “semilla de cristianos” y la victoria de la Iglesia se da a través de ese camino, entonces cabe pensar, como se dice en el art. del P. Louis-Marie –sostenido además por el sueño de Don Bosco- que tras ese papa mártir habrá el papa que consagre a Rusia al Corazón Inmaculado de María. Queda en el misterio, también en la visión del “tercer secreto”, lo del espejo que refleja el paso de un papa, como si hubiese entonces “dos papas”.

 

---Rechazada, además, la interpretación del “obispo vestido de blanco” identificado como Juan Pablo II o Juan Pablo I, también rechazamos la conjetura surgida hace poco (en Brasil) de que ese “obispo vestido de blanco” sería nada más y nada menos que Monseñor Marcel Lefebvre. Se afirma esto apoyándose en que en su época de misionero en África, Mons. Lefebvre usaba sotana blanca, y en que murió “mártir” por las herejías de los modernistas (flechas), y en que sube una montaña y el seminario de Écône está en las montañas (aclaremos que esta conjetura no es de alguien que pertenece a la FSSPX).

En fin, esto se puede objetar con facilidad, puesto que en la visión del “tercer secreto” dice sor Lucía: “Y vimos en una luz inmensa que es Dios: "Algo parecido a como la gente se ve en un espejo cuando pasa", un obispo vestido de blanco, "tuvimos el presentimiento de que era el Santo Padre". Si Lucía dice "tuvimos el presentimiento de que era el Santo Padre”, no significa que sospeche que no es el Santo Padre (en ese caso habría dicho: “tuvimos el presentimiento de que no era el Santo Padre”). Simplemente lo que ocurre es que en aquel entonces los niños de Fátima jamás habían visto al Papa, ni siquiera tenían imágenes de él, sólo conocían la imagen de un obispo, que vestía con sotana negra. Entonces tuvieron ese presentimiento, que les fue confirmado seguramente por el Espíritu Santo, porque a continuación hablan directamente y confirman sin dudar que es el Papa: “el Santo Padre atravesó una gran ciudad medio en ruinas”. De manera tal que el protagonista de este “tercer secreto” es un papa, y Mons. Lefebvre no era papa, por lo tanto no es Mons. Lefebvre. Por otra parte la profecía concierne a toda la Iglesia a partir de su cabeza visible, el papa es objeto de todo el mensaje: pedido de consagración de Rusia, y luego, ante esa demora, las consecuencias, que tendrá que pagar un papa, del mismo modo que cuando el Sagrado Corazón pidió a un rey de Francia la consagración, y otro rey tuvo que pagar con su muerte violenta la negativa de aquel.

 

---Finalmente, adivinamos otro posible cuestionamiento: “Pero entonces los que afirman que el tercer secreto está completo quieren decir que el problema no es el Vaticano II sino el comunismo, entonces eso puede llevar a no preocuparse más por la crisis de la Iglesia y aliarse a los modernistas para combatir el comunismo”.

El P. Louis-Marie escribe: “La Virgen vino a Fátima para advertir contra el comunismo. Ella dio el remedio, en la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. También previó que los Papas tardarían en utilizar este remedio, y anunció los castigos que seguirían: guerra, persecuciones, sufrimiento del Santo Padre. Parece que también quiso, sin insistir más, sugerir, con delicadeza de madre, que el mal podría ser mucho peor y corromper la fe dentro de la propia Iglesia (en parte por la subversión comunista). Esto es lo que da a entender la pequeña frase de Portugal. No era necesario que dijera más, ya que de hecho esa pequeña frase bastaba para dirigir las mentes de los expertos hacia la actual crisis de fe. Luego puede hablar de otra cosa, en la tercera parte, sin referirse explícitamente a la crisis de la Iglesia, pero manteniéndola en un segundo plano. Esto puede ayudar a comprender mejor algunos detalles de la segunda visión”.

Ampliemos de nuestra parte. La respuesta sería que el gran problema que hay en la Iglesia –el asalto por parte de sus enemigos- ha sido un gran castigo del Cielo, y si bien la Santa Sede estaba acechada hace mucho tiempo, el asalto final vino como consecuencia de no haber obedecido a la Virgen que pidió difundir la devoción al Corazón Inmaculado y la consagración de Rusia. Por otra parte, en lo que entendemos por “comunismo” (que la Virgen no menciona, pero no hace falta que lo haga), no se comprende sólo el marxismo soviético, sino el marxismo de Wall Street, recordemos que ambas revoluciones (violenta en Rusia en 1917 y financiera en EE.UU. en 1929) tenían detrás a los mismos organizadores y financistas, los mismos que hoy pretenden llevarnos al “Gran Reinicio” con su “Agenda 2030”. De hecho tengamos en cuenta que las apariciones en Fátima fueron en 1917 y el pedido de consagración de Rusia en 1929. El cambio político mundial sobrevenido por ello iba a ser fatal para la Iglesia que ya no habría de encontrar ningún apoyo político del cual sostenerse. La infiltración hizo el resto.

 

---Así pues, la terrible visión del “tercer secreto” no habría quedado en el pasado, sino que estaría aun por cumplirse. Y sin bien la visión no termina en un “triunfo”, sabemos bien que lo habrá pues la Virgen dijo en el mismo secreto, segunda parte: “Al fin mi Corazón Inmaculado triunfará”.

 

¡Viva el Sagrado Corazón de Jesús y el Corazón Inmaculado de María!

 

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