Mons. Carlo Maria Viganò denuncia esta enésima violación de
los principios más elementales de justicia y verdad:
La
destitución de S.E. Monseñor Joseph Strickland, sobre todo después del fracaso
de la emboscada de la visita apostólica, aparece como una forma despreciable de
autoritarismo, que no es en absoluto compatible con la retórica de Bergoglio
sobre la acogida y la inclusión.
Ver al
sacrílego y perverso Rupnik incardinado en la diócesis de Koper, o al obispo
Olson todavía en el cargo a pesar de la petición de los fieles de Wortworth
tras sus abusos y escandaloso comportamiento con las monjas carmelitas de
Arlington, mientras uno de los pocos obispos fieles es perseguido y echado sin
motivo, nos muestra la tiranía del jesuita argentino en toda su arrogancia.
Una tiranía que parece aún más escandalosa
para los fieles, ya que la mayoría de los pastores callan por miedo o
complicidad. Esta historia mostrará quién está del lado de la verdadera Iglesia
de Cristo y quién elige estar del lado de sus enemigos declarados.
Callar y tolerar esta enésima violación de
los principios más elementales de justicia y verdad es convertirse en cómplice
de un subversor.
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