Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

sábado, 11 de noviembre de 2023

VIGANÓ: LO DE BERGOGLIO ES DE UNA GRAVEDAD SIN PRECEDENTES

 




Monseñor Carlo Maria Viganò


DECLARACIÓN sobre las recientes respuestas del Dicasterio para la Doctrina de la Fe a Mons. José Negri, obispo de Santo Amaro (Brasil)

 

Hæc est autem scriptura, quæ digesta est: Mane, Thecel, Phares. Dan 5, 25

 

Cuando la última declaración de Jorge Mario Bergoglio aún no ha terminado de escandalizar a los fieles y de provocar división entre los pastores, llega una nueva, del mismo signo, que abre otra herida en el maltrecho cuerpo de la Iglesia. 

Recientemente publicadas, con fecha de 31 de octubre de 2023, están las Respuestas a algunas preguntas de S.E. Monseñor José Negri, Obispo de Santo Amaro, en Brasil, sobre la participación en el sacramento del bautismo y del matrimonio de transexuales y homoafectivos. Más allá de la hipócrita definición de "personas homoafectivas" -como si se pudiera separar la identidad homosexual del ejercicio intrínsecamente pecaminoso de la sexualidad contra natura que la define-, este documento representa un nuevo alejamiento de la doctrina católica, no sólo por las preguntas que acepta responder, no tanto por las respuestas que formula, sino también y sobre todo por los efectos que su interpretación mediática tendrá sobre los fieles; una interpretación significativamente coherente con el llamado método inductivo teorizado por el propio Bergoglio en otro documento sobre el estudio de la Sagrada Teología. Según esta teoría -condenada por Pío XII- es necesario "partir de los diversos contextos y situaciones concretas en que se encuentran las personas, dejándose interpelar seriamente por la realidad, para llegar a ser un discernimiento de los signos de los tiempos". No es casualidad que todos los medios de comunicación, a fecha de ayer, titulen 'El Vaticano se abre a trans y gays', 'Sí a los divorciados como padrinos', 'Los trans podrán bautizarse, punto de inflexión del Vaticano'. 

El documento del Dicasterio presidido por Tucho Fernández -autor de Amoris lætitia y Sáname con la boca, el arte de besar (sic)- no está motivado, evidentemente, por el celo pastoral por las almas de quienes viven en estado habitual y público de pecado mortal para que se arrepientan y conviertan, sino por el deseo de normalizar su comportamiento, eliminando la sodomía de los pecados que claman venganza a los ojos de Dios, o dejando su condena a la teoría, y admitiendo de hecho a quienes la practican no sólo a los sacramentos, sino también a aquellas funciones -como padrino de Bautismo y Confirmación o padrino de bodas- de las que la Iglesia siempre ha excluido a aquellos cuya conducta contradice públicamente las enseñanzas de Nuestro Señor. Una función que, en el papel de padrino, se hace especialmente eminente. Descartamos, por tanto, cualquier posible excusa basada en una supuesta mala interpretación de las palabras de Bergoglio, entre otras cosas porque el precedente del "¿Quién soy yo para juzgar?" que le valió la portada de la revista LGBTQ The Advocate ya había demostrado ser desastroso en sus efectos. Efectos pretendidos entonces, reiterados con repetidas declaraciones y entrevistas, confirmados con el último documento vaticano. 

"Abrir las puertas un poco más" es, en efecto, la estrategia de Bergoglio. Quienes afirman que estas declaraciones inéditas son fruto de la improvisación y que no tienen repercusión en el cuerpo eclesial se equivocan o tienen mala fe. Parten de lejos -en este caso del 7 de diciembre de 2014- y demuestran una planificación metódica, una intención maliciosa y una obstinada voluntad de dañar a las almas, desprestigiar a la Iglesia y ofender a la Majestad de Dios.

El ataque a la familia tradicional y el aval abierto a las uniones y conductas pecaminosas de concubinos, adúlteros, homosexuales y transexuales arranca del Sínodo sobre la Familia, ensayo del actual Sínodo sobre la Sinodalidad. Fue con motivo de esa asamblea cuando Bergoglio quiso conceder una entrevista al diario argentino La Nación, anticipando los movimientos que hoy le vemos hacer y que ninguno de los dubia del cardenal ha conseguido evitar. 

Dice Bergoglio:

¿Qué hacemos con ellos [los divorciados vueltos a casar], qué puerta se puede abrir? Hay una preocupación pastoral: ¿entonces vamos y les damos la comunión? No es una solución darles la comunión. Eso solo no es la solución, la solución es la integración. No están excomulgados. Pero no pueden ser padrinos de bautismo, no pueden leer las lecturas en misa, no pueden repartir la comunión, no pueden dar catequesis, no pueden hacer siete cosas, ahí tengo la lista. Si cuento esto, ¡parecería que están excomulgados de facto! Entonces, abran un poco más las puertas. ¿Por qué no pueden ser padrinos? "No, mira, ¿qué testimonio le van a dar a su ahijado?". El testimonio de un hombre y una mujer que dicen: "Mira, querida, me equivoqué, cometí un desliz en este punto, pero creo que el Señor me ama, quiero seguir a Dios, el pecado no me ha vencido, sigo adelante". Pero, ¿qué clase de testimonio cristiano es éste? O si llega uno de estos sinvergüenzas políticos que tenemos, corrupto, a hacer de padrino, y se casa regularmente por la Iglesia, ¿lo acepta? ¿Y qué testimonio le da a su ahijado? ¿Testimonio de corrupción? fuente

 

Estas palabras, tan molestas en la forma como engañosas en el fondo, encapsulan el proyecto subversivo de Bergoglio, que encuentra oportuna confirmación en el último documento del Dicasterio vaticano que ha sustituido en nombre y funciones a la ya comprometida Congregación para la Doctrina de la Fe; al frente de la cual ha sido nombrado un individuo que no oculta su total y absoluta identidad de puntos de vista con el jesuita argentino, especialmente en el tema de la sodomía.

La especificidad de los argumentos delata la absoluta irreconciliabilidad entre lo que enseña el Magisterio católico y lo que Bergoglio quiere lograr, en ejecución de las órdenes que le dieron quienes lo hicieron elegir. No olvidemos que entre los resultados a conseguir con la destitución de Benedicto XVI y la promoción de una "primavera de la Iglesia", los correos electrónicos de John Podesta enumeraban precisamente un cambio en la Moral con la introducción de la "igualdad de género", eufemismo hipócrita tras el que la Agenda 2030 esconde la normalización del transexualismo, la sodomía y la pederastia, así como la destrucción mediante el divorcio de la familia natural compuesta por un hombre y una mujer. 

Esto bastaría, a los ojos de una persona honesta y recta, para evitar con el mayor cuidado cualquier mínima variación -aunque sólo fuera disciplinaria- sobre estas cuestiones que deberían ver a la Iglesia católica y al mundo globalista en posiciones diametralmente opuestas e irreconciliables. Por lo tanto, si un "papa" -expresión del progresismo más exasperado y apreciado como tal por los enemigos históricos de la Iglesia- decide abrir la ventana de Overton sobre la condena de la sodomía, el concubinato y el transexualismo, lo hace no sólo con razón, sino con el único propósito de contradecir abiertamente el Magisterio y subvertir la misión de la Jerarquía en su esencia. 

Este "abrir un poco más las puertas", porque según Bergoglio "la solución es la integración", es una declaración de intenciones de hace nueve años que hoy encuentra oportuna realización, ante el silencio atónito del Sagrado Colegio y de los Obispos, es más, con su sustancial aprobación. Porque es fácil contentar a los poderosos de la tierra, a los que maniobran con los gobiernos e incluso con los jefes de la Jerarquía para conseguir sus fines criminales. Mucho menos fácil es afrontar con Fe y valentía el bonum certamen que la Iglesia siempre ha combatido contra el Príncipe de este mundo, afirmar con orgullo el Evangelio de Cristo y afrontar el martirio por defender lo que Él ha ordenado enseñar fielmente a Sus Pastores. 

Un análisis serio del documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe no puede ni debe limitarse a la refutación de cada una de las proposiciones heréticas, porque eso acabaría por complacer el método tortuoso con el que fueron concebidas y redactadas: por el contrario, es necesario considerar los efectos inmediatos y a largo plazo, teniendo en cuenta cómo se sitúan las Respuestas en relación con otras declaraciones anteriores y, sobre todo, con la mens que las orienta hacia una única dirección, muy clara e inequívoca. La afirmación de Bergoglio en la entrevista con Elisabetta Piquè, "La solución es la integración", es reveladora de esta mens voluntarista y subversiva, que hace a su autor no sólo gravemente responsable ante Dios de las ofensas y pecados que causa y de la condenación eterna a la que condena a quienes los cometen, sino que muestra la indignidad y hostilidad del jesuita argentino para desempeñar el cargo de Romano Pontífice y Pastor universal del rebaño del Señor. 

Inimicus Ecclesiæ, dije en mi intervención sobre el vicio del consenso. Un enemigo que actúa con coherencia y premeditación haciendo exactamente lo contrario de lo que se espera del Vicario de Cristo y Sucesor del Príncipe de los Apóstoles. 

Hay que enfrentarse a una dolorosa y terrible realidad: Bergoglio se postula como hostil a los católicos fieles, al Magisterio -al que burla, condena y margina- y cómplice de quienes contradicen abiertamente lo que la Iglesia enseña inmutablemente desde hace dos mil años. No sólo eso: quiere llevar a los buenos católicos -y con ellos a los pocos obispos y sacerdotes que aún profesan la Fe en su integridad- a separarse de la secta que se ha infiltrado e invadido la Iglesia, provocándolos con descarada arrogancia para que se sientan escandalizados y ofendidosLa inclusividad que Bergoglio inspira en su labor demoledora es exactamente lo contrario de lo que nos enseñó nuestro Señor, que en la parábola de las bodas (Mateo 22, 1-14) no deja lugar a dudas sobre la necesidad de revestirse del manto de la Gracia para ser admitido. En ese pasaje evangélico, el Señor que encuentra a un invitado sin manto lo hace atar por sus servidores y lo arroja a las tinieblas exteriores, donde hay llanto y crujir de dientes (ibid., 13). Las palabras del Salvador "Seréis mis amigos si hacéis lo que yo os mando", (Jn 15, 14) o "No entrará en el Reino de los Cielos el que diga "Señor, Señor", sino el que haga la voluntad de mi Padre" (Mt 7, 21) no dan lugar a equívocos, y el hecho de que un "Papa" se atreva a contradecirlas es de una gravedad sin precedentes que no puede tolerarse de ningún modo, por el bien de las almas y por la ofensa a Dios. Hoy nos encontramos ante la paradoja de un autoproclamado 'maestro' de la Iglesia -porque Bergoglio actúa como tal- que expulsa del banquete a los que llevan atuendo nupcial y admite indiscriminadamente en él a todos los demás. Pero si la 'Iglesia' de Bergoglio no quiere católicos, ¿cómo puede llamarse 'católica'? Si quien ejerce su autoridad como 'papa' lo hace en contra de la autoridad de Cristo, ¿cómo puede considerarse su vicario? 

En la National Gallery de Londres hay un espléndido cuadro de Rembrandt, realizado en 1636: El banquete de Baltasar, que retoma el relato del profeta Daniel (Dan 5). El rey babilonio Baltasar, en pleno asedio del rey de Persia, Ciro el Grande, había organizado un suntuoso banquete en la corte, utilizando para las libaciones los vasos sagrados del Templo robados como botín a Nabucodonosor. En aquella ocasión, delante de todos los invitados y dignatarios, apareció una mano que escribió palabras incomprensibles en la pared de la sala real, delante del candelabro (Dan 5:5). Fue Daniel quien interpretó aquellas oscuras palabras: Mane, Tecel, Fares (Dan 5:25): 

 

Mane: Dios ha contado tu reino y le ha puesto fin.

Tecel: fuiste pesado en la balanza y fuiste hallado falto.

Fares: tu reino ha sido dividido y entregado a medos y persas (Dan 5:26-28).

 

Ante la contemplación de la passio Ecclesiæ a manos de Bergoglio y sus cómplices, podemos esperar y rezar para que quienes no han creído ante la acción silenciosa del Bien, se conviertan ante la inquietante evidencia de lo que se le opone. Antes de que sea demasiado tarde. 

 

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo

9 de noviembre de 2023

 

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https://religionlavozlibre.blogspot.com/2023/11/otra-declaracion-de-bergoglio-que.html

 

 



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