FALSIFICACIÓN DE FÁTIMA - I
Por FLAVIO MATEOS
Uno de los recientes
propaladores de falacias, es el prestigioso
Profesor e historiador Roberto de Mattei (*), que lanzó un artículo en
Corrispondenza Romana que reproduce Adelante la Fe.
Artículo
de De Mattei en Corrispondenza Romana y Adelante la Fe:
Nuestros comentarios en rojo.
¿Cuál es el significado y cuáles serán las
consecuencias de la consagración de Rusia y de Ucrania al Corazón Inmaculado de
María hecha por el Papa Francisco en San Pedro el 25 de marzo de 2022?
En la aparición del 13 de julio de 1917 en
Fátima, la Virgen anunció a los tres pastorcitos: “Vendré a pedir la
consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los
primeros sábados.” Como vemos, ambas cosas, si bien no necesariamente deben producirse
simultáneamente, son las que desea la Virgen; no sólo la consagración de Rusia,
sino la comunión reparadora de los primeros sábados. Hasta el presente el
Vaticano ha venido desdeñando ambas cosas. En una revelación privada posterior a Sor Lucía, que tuvo lugar el 13
de junio de 1929 en el monasterio de Tuy, la Virgen dijo que “ha llegado el momento en que Dios pide al
Santo Padre que haga, en unión con todos los Obispos del mundo, la Consagración
de Rusia a Mi Inmaculado Corazón; prometiendo salvarla por este medio”. Acá comprobamos sin lugar a dudas
que la Virgen pidió la consagración de Rusia, no la consagración “de la
humanidad o el mundo, de la Iglesia, de Rusia y Ucrania”. La petición del Cielo
no podía ser más clara, y tenía sus motivos. Además, la aparición fue una
solemnísima teofanía de la Santísima Trinidad, como para resaltar aún más la
suprema importancia de esa solicitud. De allí que se la deba respetar
exactamente. Dios podría haber pedido otra cosa, pero pidió lo que pidió:
consagrar a Rusia.
Ni Pío XI ni sus sucesores acogieron esta petición, a no ser parcialmente. En 1952 Pío XII consagró Rusia al Corazón Inmaculado de María, pero sin unir a los Obispos del mundo a su acto. Juan Pablo II utilizó en 1984 el neologismo “encomendamos” que también usa Francisco, como se verá más adelante; en lugar del término consagración y no mencionó específicamente a Rusia. El modo requerido por la Virgen, sin embargo, está todo presente en el acto del Papa Francisco El objeto de la consagración no es el único solicitado, aunque esté incluido, lo cual disminuye su capital importancia, que pronunció las siguientes palabras: “Nosotros solemnemente encomendamos y consagramos no dice sólo consagramos, ¿a cuento de qué agregar el “encomendamos”? ¿Para suavizar el carácter específico de la palabra “consagramos”? a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania Francisco consagra cinco cosas diferentes, la Virgen pidió sólo la consagración de una: Rusia; Rusia aparece en su consagración en penúltimo lugar de importancia, eso disminuye la trascendencia de la consagración en relación a los efectos deseados con respecto a este país que María desea le sirva muy particularmente. Acoge este acto nuestro que realizamos con confianza y amor, haz que cese la guerra, provee al mundo de paz. El “sí” que brotó de tu Corazón abrió las puertas de la historia al Príncipe de la paz; confiamos que, por medio de tu Corazón, la paz llegará. A ti, pues, te consagramos el futuro de toda la familia humana, las necesidades y las aspiraciones de los pueblos, las angustias y las esperanzas del mundo”.
La
incorporación de Ucrania a Rusia es perfectamente legítima, entre otras cosas
porque Kiev es la cuna de la civilización rusa y Ucrania formaba parte de Rusia
en 1917. No fue ese el
motivo de la incorporación que hizo Francisco, sino debido al actual conflicto
bélico entre Rusia y Ucrania, donde claramente ha tomado partido por el bando
anticristiano que se embandera detrás de Ucrania. Además, si Ucrania siempre
formó parte de Rusia, no era necesario nombrarla. Por otra parte, nuevamente
insistimos: LA VIRGEN SÓLO PIDIÓ LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA, NO MENCIONÓ OTRA
COSA. ¿POR QUÉ NO LO QUIEREN ENTENDER? El uso de la palabra “solemnemente” da
especial importancia al acto del Santo Padre, que se realizó en San Pedro, en
una austera ceremonia penitencial. En el centro de la basílica no estaba el
Papa, sino la imagen de Nuestra Señora de Fátima, con la corona en la cabeza y
un rosario en las manos, delante del altar de la Confesión iluminado como un
día de sol la puesta en escena vaticana no cambia los hechos. Quienes temían momentos de
desacralización o alejamiento de las costumbres y tradiciones de la Iglesia
tuvieron que recapacitar. El Papa Francisco realizó este acto rodeado de
cardenales, obispos, representantes del mundo diplomático, sacerdotes,
religiosos y religiosas y simples fieles: una parte cualificada, casi un
microcosmos del mundo católico Francisco alineó detrás de él a todo el mundo eclesiástico en una
“cruzada” por la paz onusiana. Todo su pontificado viene predicando en pro de
la “fraternidad universal masónica”. Próximamente irá al congreso mundial de
todas las religiones en Kasajistán. ¿De pronto el 25 de marzo Francisco se
habría vuelto católico, mariano y tradicionalista? En ese mismo momento, en todo
el mundo, miles de obispos y sacerdotes se unieron a las palabras de la
consagración. Los guardias suizos inmóviles alrededor del trono papal parecían
recoger el eco de un recuerdo lejano, pero nunca eliminado de la historia. Oh, efecto retórico de baja
literatura con que el autor busca quizás conmover a su lector, cuando en verdad
el pontificado de Francisco no parece ser sino un eco de la espantosa película
“Habemus Papam”. Por cierto, de Mattei eligió para ilustrar su artículo una
fotografía de las estatuas alineadas de los Sumos Pontífices de la Iglesia, en
la Plaza San Pedro, como para hacer creer que este acto se ha operado en una
línea de continuidad con la Iglesia de siempre. Hubo un consenso casi unánime
en que la consagración había correspondido a las peticiones hechas por Nuestra
Señora a los tres pastorcitos de Fátima ¿consenso de quiénes? De los modernistas y algunos línea-media. Las escasas expresiones de desacuerdo de
algunos tradicionalistas no se refieren al acto en sí, sino a la persona de
Francisco falso, el autor busca meter en su bolsa a todos los tradicionalistas,
como gente no seria, que no acepta la consagración por estar contra Francisco, al que se consideran personalmente
inadecuado para realizar un acto de tanta importancia sobrenatural de Mattei se sale del verdadero
foco de la discusión, donde siempre hemos permanecido nosotros, para desviar la
atención. Es necesario decir, sin
embargo, que para algunos de estos tradicionalistas el Papa Francisco ha
perdido el pontificado. Si Francisco no es el Papa legítimo, es obvio que su
acto es ilegítimo e inválido se desvía más aún hacia el sector sedevacantista, muy minoritario,
para, una vez más, no ir al fondo de la cuestión y ganar distraídos para su
causa. ¡Oh, los que no han aceptado esta consagración son los sedevacantistas! Si, por el contrario, a pesar de todas las
reservas que se puedan tener a su respecto, él ocupa legítimamente la Cátedra
de Pedro, su acto no puede sino ser válido, independientemente de lo que haya hecho
en el pasado y de sus intenciones, que sólo Dios conoce. Exacto puede ser válido, pero eso
no significa que haya hecho lo que quería y pidió la Virgen de Fátima
Puede parecer paradójico que un Papa tan
abierto a la secularización como Francisco sea el autor de un gesto que es en
sí mismo la negación del principio laicista. La secularización es, de hecho, un
proceso de exclusión progresiva de Dios de la esfera pública A Francisco no le interesa la
ausencia de Dios en la sociedad, sino hacer aceptar un Dios que desea una
variedad de religiones (declaración de Abu Dhabi), un Dios que no es católico,
un Dios que tiene múltiples iglesias: es
el dios masónico. La
consagración, en cambio, reafirma el dominio de Dios sobre las naciones y la
sociedad en su conjunto Para el que tiene fe, puede ser, para el incrédulo o el masón, sólo
significa una palabra o un gesto vacío. Damos un ejemplo: el Jefe de Gobierno
de la Ciudad de Bs. As., un impío ultraliberal, al asumir su gobierno fue a la Catedral
y consagró la ciudad y sus habitantes al Sagrado Corazón de Jesús. A
continuación se dedicó a imponer una política absolutamente anticristiana,
degenerada, llegando hasta la corrupción de menores con la “educación” LGBT,
logrando tristemente que la ciudad que gobierna fuese llamada la mejor ciudad
“gayfriendly” de Latinoamérica. ¿Ese hombre quería negar el principio laicista,
o más bien atraerse el favor de los votantes católicos? Con esto no afirmamos
que Francisco quiera hacer cosa parecida, sino que el hecho de que realice una
consagración no significa que quiera dar un mensaje que reafirme el dominio de
Dios sobre las ciudades. Cuando el abortista Joe Biden se exhibe con el rosario
en la mano, no hace otra cosa que mostrar su hipocresía, no su deseo de que
todo el mundo sea devoto de la Virgen. Si bien objetivamente es bueno realizar
un acto de consagración, en este caso no parece que ningún gobernante de este
mundo se haya preocupado o haya criticado a Francisco por el mismo. ¿Quizás
porque los enemigos de la Iglesia saben bien lo que significa el pedido de la
Virgen, y comprenden que Francisco no tenía deseos de cumplir exactamente con el
mensaje de Fátima? Es la razón por la cual los teólogos
progresistas y los mariólogos “minimalistas” siempre se han opuesto al uso del
término “consagración”, tanto a nivel público como individual Francisco se vio llevado a este
acto a pedido de los obispos de Ucrania, que le demandaron la consagración. No
hacerlo lo hubiera puesto en una situación muy incómoda, de cara al papel de
líder mundial pacifista que desde siempre ha querido jugar. Así que fue, hizo
una consagración pero le agregó la palabra “encomiendo” y le agregó otros
objetos a la consagración, y listo, cumplió lo pedido por los obispos de
Ucrania y “quedó bien”, pero no hizo lo más importante, lo que había pedido la
Virgen. Durante el Concilio
Vaticano II, el P. Yves Congar (1904-1995) escribió en su Diario: “Hago la mayor
campaña posible contra una consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María,
porque veo el peligro que se forme un movimiento en ese sentido” (Diario del Concilio:
1969-1966, Edizioni San Paolo, 2005, vol. II, p.120). En esta misma línea, el
sacerdote montfortiano Stefano De Fiores (1933-2012), en su ensayo póstumo Consacrazione
o affidamento (Consagración o entrega), escribió que «es difícil comprender
cómo algunos autores proponen un retorno a la “consagración a María o al
inmaculado corazón de María”; «porque en Fátima Nuestra Señora usó este lenguaje».
De hecho, «en 1917 era más que normal hablar como lo hizo Nuestra Señora. No
nos permitimos ninguna crítica al lenguaje utilizado por ella en ese preciso
momento histórico. Pero hoy la Iglesia ha recorrido un itinerario
bíblico-teológico que exige un uso más riguroso del lenguaje al hablar de
Cristo o de María” (“Vita Pastorale”, n. 5, mayo de 2012, p. 30). Sin embargo el término consagración
no es inusual en la boca de los modernistas; la cuestión no pasa por ahí.
Diez años después de la muerte del P. De
Fiores, Nuestra Señora parece haberse vengado de su pretensión de darle
lecciones de teología y para ello eligió al Papa que parecía menos apto para
hacer un “regreso a la consagración a María”; el Papa Francisco no hizo la
consagración al Inmaculado Corazón cuando fue a Fátima los días 12 y 13 de mayo
de 2017, y el 12 de diciembre de 2019 durante una Misa dedicada a la Virgen de
Guadalupe, incluso negó a Nuestra Señora el título de “corredentora», pero el
25 de marzo atendió inesperadamente la petición del mensaje de Fátima. Como venimos viendo, esto último es
falso. 2+2 no es 6, o 5, o 9, sino 4.
¿Es consciente el Papa Francisco de la
importancia histórica de su acto? Durante la ceremonia, y en los días
siguientes, apareció en mal de salud y casi aplastado por los acontecimientos. Nuevo toque literario dramático de R.
de Mattei para llevar aguas para su molino El hecho de que la consagración haya
correspondido a las modalidades deseadas por Nuestra Señora no significa que se
evitará el castigo que pesa sobre la humanidad. Para que esto suceda, la
consagración debería ser acompañada de la práctica reparadora de los primeros
sábados de mes y sobre todo de un profundo espíritu de penitencia. Francisco no apoya el mensaje de
Fátima, es por eso que no hace difundir esta devoción, y por eso mismo no hizo
la consagración como debía ser hecha.
Estas condiciones faltan y el mundo continúa
corriendo hacia el abismo, pero la consagración del 25 de marzo anuncia que se
acerca la hora del cumplimiento de la profecía de Fátima se avecina y ello significa
no sólo un gran castigo, sino sobre todo el triunfo final del Corazón Inmaculado
de María. ¿Pero no dijo la
Virgen que “El Santo Padre me consagrará
Rusia que se convertirá y será concedido al mundo un cierto tiempo de paz”?
¿Entonces el fruto de la consagración es la guerra que vendrá? Inaudito. Si la Virgen dijo que cuando se
hiciese la consagración será tarde, querrá decir que los errores de Rusia ya se
habrán esparcido y grandes calamidades habrán tenido que sufrirse en la Iglesia
y el mundo. Eso es lo que se viene, hasta que un Papa haga la consagración
pedida.
En una carta al Padre Gonçalves fechada el 18
de mayo de 1936, Sor Lucía relata una conversación que tuvo poco antes con el
Señor sobre el tema de la consagración de Rusia: «Hablé íntimamente con el
Señor sobre el tema; y hace poco Le preguntaba por qué no convertía a Rusia sin
que Su Santidad hiciera la consagración. ´Porque quiero que toda mi Iglesia
reconozca esta consagración como un triunfo del Inmaculado Corazón de María y
así extender Su culto y poner junto a la devoción a Mi Divino Corazón, la
devoción de este Inmaculado Corazón “Pero, oh Dios mío, el Santo Padre no me
creerá si Tú mismo no lo mueves con una inspiración especial. ¡El Santo Padre!
Orad mucho por el Santo Padre. ¡Él la hará, pero será tarde! Sin embargo, el
Inmaculado Corazón de María salvará a Rusia. A él le ha sido confiada». ¿Dónde está ahora el triunfo del
Corazón Inmaculado, dónde su culto público, su Misa, su devoción de los
primeros sábados? Nada de eso hay en absoluto. ¿Dónde se cantó el Te Deum en
acción de gracias? En ninguna parte. Los modernistas, con sus cómplices
pseudo-tradicionalistas, han querido hacernos tragar una ficción, para así
apaciguarnos. Astucia diabólica, para evitar que se lleve a cabo la verdadera
consagración pedida por la Virgen, como señalamos en otro artículo: https://agendafatima.blogspot.com/2022/03/linea-media-conforme-y-acomodada-con-la.html
Fátima no anuncia el fin del mundo ni el
advenimiento del anticristo, sino el triunfo del Inmaculado Corazón de María,
que es la Civilización cristiana, sacral porque ordenada a Dios y pacífica,
porque está sometida al Hijo eterno de Dios hecho Hombre cuyo nombre es “Princeps
pacis”, como lo recordaba Pío XII en su Mensaje radiofónico del 24 de diciembre
de 1951 y como lo definió el Papa Francisco el 25 de marzo ¿Pío XII y Francisco sostienen la
misma doctrina, o sólo hay una coincidencia en una cita? ¿La paz que proclamaba
la Iglesia antes del Vaticano II, es la misma que predica ahora? La consagración de Rusia
acelerará la hora del triunfo del Inmaculado Corazón cuando sea realizada tal como fue
pedida, trayendo al mundo nuevas
gracias de conversión. Esto es suficiente para colmar de alegría a los
corazones de los devotos de Fátima en esta hora obscura de nuestra historia. Los devotos de Fátima están en
general en confusión, decepción, descrédito, bronca, tristeza. Algunos pocos
manifestaron su timidísima y apagada alegría, ante lo que sería un acto que
traería la salvación de la Iglesia y la paz al mundo. ¡Vaya forma de festejar
el triunfo del Corazón Inmaculado!
https://adelantelafe.com/el-significado-y-las-consecuencias-de-la-consagracion-del-25-de-marzo/
(*) Sobre Roberto de Mattei:
Todo el mundo habla de
Alexander Dugin, cuyo entrismo es
bastante evidente y cuya publicitada influencia en la cúpula del gobierno ruso –de
existir- es limitadísima, en cambio casi nadie (con la excepción que conocemos
de Don Curzio Nitoglia) habla de un intelectual por lo menos sospechoso como Roberto
de Mattei, posiblemente alguien cuyo entrismo
tanto en el ambiente de la Tradición católica como de los grupos políticos de
“derecha” podría llevar a una gran confusión. El lector recordará las
llamativas, ofensivas y estúpidas (por no decir muy sospechosas) críticas
lanzadas por RdM hacia la persona de Monseñor Viganò, bastante recientemente.
Pues bien, RdM, según lo informado por Nitoglia, “fue Asesor para Asuntos
Internacionales del entonces Ministro de Relaciones Exteriores Gianfranco Fini
en 2002/2003 y lo acompañó a la City de Londres. Además, de
Mattei, como consta en la web de la CNR, sigue siendo miembro de
la Heritage Foundation de Washington, que es uno de los Think-Tanks más
influyentes de EE.UU., fundado en 1973 durante la Presidencia (1968-1974) del
republicano Richard Nixon, una Asociación “cultural”, muy parecida a la Mont
Pelérin Society, cercana al Partido Republicano y al theo-con. Su
Estatuto establece que tiene por objeto “elaborar y promover estrategias
políticas basadas en los principios del libre mercado, de la limitación
de la intervención estatal, las libertades individuales, los
valores estadounidenses tradicionales y la defensa nacional de
los EE .7 ). Heritage también
publica la revista bimestral de cultura política neoconservadora Policy
Review en la que escriben los más ilustres libertarios, neoliberales y
anarco/liberalistas de Estados Unidos (ver N. Gingrich, P. Gramm, D. Armey, B.
Bennett , Bill Kristol ...), quienes fueron los ideólogos de la "guerra
preventiva" del presidente Bush hijo contra la "pipa
humeante" de Saddam Hussein en 2003. Como puede verse, el programa de la Heritage
Foundation es muy similar al de Bilderberg , la Trilateral de
la Sociedad Mont Pelérin y el Club de Roma”.
Además, “De Mattei a partir de 2010 ha dado públicamente un giro
en U al volver a las posiciones católicas tradicionales de la TFP y
la Alianza Católica antes de 1980”. Recordemos que la TFP, una
especie de secta que rinde culto a Plinio Correa de Oliveira, ha tenido fuertes
vínculos con el liberalismo norteamericano. http://www.unavox.it/ArtDiversi/DIV921_Nitoglia_Putin_Dugin.html#6_
Aquí puede encontrarse una
reseña crítica de su libro “Apología de la Tradición” aparecida en la revista Le Sel de la terre:
http://www.unavox.it/ArtDiversi/DIV1376_Sel-de-la-Terre_Recensione_De-Mattei.html
ANEXO:
El
propalador de falsedades, pseudo-tradicionalista de Mattei, acusa de ser
ideologizados a todos aquellos, por las razones que fueren, dan su apoyo a
Rusia, en esta guerra contra el apóstata Occidente anti cristiano. Los llama despectivamente
“colaboracionistas”. Entre otras cosas, compara a Putin con Hitler –recurso ya
muy gastado por los periodistas del establishment occidental: “Cualesquiera que
fueran sus razones, Hitler tenía un plan tan expansivo como el de Putin” (https://pch24.pl/roberto-de-mattei-putin-to-falszywa-alternatywa-prawdziwa-jest-fatima/). ¿Demuestra
de Mattei lo que afirma? No. Y luego, ¿podría uno sorprenderse?, RdM se da el lujo
de comparar a Putin con Stalin, pues seguiría la misma línea. A la manera de Biden,
Hillary Clinton o cualquier títere de las élites globalistas, de Mattei
simplifica la realidad de Rusia mediante los lugares comunes, demonizando a
Putin. Tiene razón cuando afirma que un católico no puede aceptar la
perspectiva querida por la iglesia ortodoxa rusa, pero eso no significa que uno
pueda mostrarse prescindente y arrojar por la borda lo bueno que un país como
Rusia sostiene, contra un globalismo que sólo aspira a derrotar a este país
para instalar su reinado universal del Anticristo. Esta perspectiva esjatológica
no puede suprimirse mediante argumentos falsos y caricaturescos como comparar a
Putin con Hitler y Stalin. Pero faltaba más, de Mattei también mete a Putin en
el mismo saco que a Soros: “Vladimir Putin es como George Soros un agente del
desorden mundial. Putin, como lo señala el experto internacional Bruno
Maçães, está convencido de que el caos es la energía fundamental del poder y
que, con razón, puede ser considerado Yaldabaoth, un demiurgo gnóstico, hijo
del caos y líder de los espíritus del inframundo. Y el nuevo desorden
mundial nos recuerda el desorden vivido por el Imperio Romano Occidental bajo
la influencia de las invasiones bárbaras”. Por supuesto, el citado
Manzanas tampoco prueba lo que dice. Éste es un ministro
portugués de Europa entre 2013 y 2015, graduado de Harvard que además fue
profesor investigador en el American Enterprise Institute en Washington y en
Carnegie en Bruselas y escribió para Financial Times, Guardian The New Statesman y Foreign Affairs y aparece
regularmente en CNN, BBC, Bloomberg, CCTV y Al Jazeera. Es decir, Bruno
Manzanas es uno de esos intelectuales que escribe el discurso progresista que
quiere la élite globalista mundial a través de sus medios de comunicación. Ese
también prestigioso personaje (otro
experto, sin dudas) escribió que el Kremlin tiene un propósito puramente
destructivo. No importa lo rebuscadas que sean las afirmaciones, los
intelectuales necesitan creer que entienden y exponer al resto de los pobres
mortales sus sabias explicaciones de la realidad, a través de “importantes”
medios de prensa, los cuales les recompensan con los grandes honorarios debidos
a sus dichosos diplomas.
Pero de
Mattei se supera cuando compara a los rusos con los vándalos e insinúa que así
como San Agustín llamó a resistir a los bárbaros, ahora se debe resistir a esta otra invasión
bárbara de los rusos. Y no contento con todo lo dicho, llama a Putin comunista.
Después
de este nuevo papelón de un supuesto destacado historiador, sólo nos queda
preguntarnos: ¿para quién trabaja
Roberto de Mattei?