Por FLAVIO MATEOS
El diablo es muy astuto. Su
marca de fábrica es la confusión, el enredo, la ambigüedad y la anestesia
aplicada a quienes quiere que dejen de pelear por los derechos de Cristo Rey y
por cumplir la voluntad del Cielo manifestada claramente a través de las apariciones
de Fátima. Un artículo publicado recientemente en dos sitios web en español, da muestras de conformidad con el acto de
consagración de Francisco. Según su opinión, ya se habrían cumplido las peticiones
de la Virgen. Mayoritariamente, los lectores de tales escritos se apresuran a
coincidir. De manera tal que, ¡albricias!, sólo resta esperar de un momento a
otro la conversión de Rusia y la paz prometida al mundo (En este enlace: https://www.quenotelacuenten.org/2022/03/26/nuestra-opinion-sobre-la-consagracion-de-rusia-al-inmaculado-corazon-de-maria/)
La verdad que este
sensacional, trascendental anuncio es dado de una manera tan tímida, apagada y
poco entusiasta, que uno no puede sino pensar que ni el emisor mismo creería lo
que dice. Uno que cree que realmente el papa ha cumplido al fin –¡después de
casi cien años!- con el pedido de la Santísima Virgen, debería mostrar su
júbilo legítimamente descomedido, ante un acto de suprema importancia para el
futuro de la Iglesia y todo el mundo. Pero no, no es así, y no ha sido así en
ninguna parte del mundo. Nadie ha celebrado lo que habría sido una respuesta
fiel a la voluntad del Cielo. Nadie.
Comenzamos hablando del diablo, porque es evidente el juego que puede hacer jugar a ciertos respetables sacerdotes y escritores (de los cuales descontamos, desde luego, su buena fe) insertos en el incómodo contexto de la Iglesia conciliar (como dijera Mons. Benneli) o modernista. El asunto es que si ya se cumplió el pedido de la Virgen, entonces ya no hace falta rezar más para que se haga la consagración de Rusia. El truco del diablo funciona. Fátima ha quedado en el pasado.
Es interesante constatar
las trabas, las presiones, las dificultades de todo tipo que ha interpuesto el
maligno a un acto tan sencillo, como es la consagración de una nación y la
difusión de una devoción en la Iglesia. Lo cual, teniendo en cuenta los acontecimientos
que desde 1917 se vienen sucediendo, nos deja ver hasta qué punto llega el miedo que Satanás tiene a que se cumpla
el pedido de la Virgen.
Ocupémonos un momento del
artículo de marras:
“Mientras
regresábamos ayer desde Roma, luego de celebrar misa en la cripta de la
Basílica de San Pedro, se realizaba allí una hermosísima ceremonia, con
liturgia penitencial, posibilidad de confesarse individualmente con muchísimos
confesores, cardenales, obispos y sacerdotes, amén del cuantioso pueblo fiel”.
Como bien remarcó alguien,
el día de la Anunciación a María, de la Encarnación de Nuestro Señor, es para los
católicos un día de gran fiesta, no un día de penitencias. Es un día tristísimo
para el diablo, que con el fiat de
María comienza a ser derrotado. No es un día de liturgia penitencial, por más
que se esté dentro de la Cuaresma. Si se pretendiese hacer penitencia, deberían
haberse mencionado las ofensas contra el Corazón Inmaculado, cuya devoción de
los cinco primeros sábados de mes ha venido a reparar. Pero no, Francisco ha
preferido que los católicos disminuyesen la gran fiesta donde comienza su Liberación,
por una penitencia contra los atentados a la fraternidad humana de color
masónico, que tanto pregona.
Vamos a ver los siguientes
párrafos del artículo, intercalando nuestros comentarios -sujetos a disputa, claro está- en rojo:
“¿Qué
se puede decir, pasado ya un día?
1)
Que el texto utilizado podría haber sido mejor y más explícito pero, en el
párrafo 3 de la consagración, están los requisitos esenciales pedidos por la
Santísima Virgen: a) uso de la palabra «consagración». b) especialmente de
Rusia [la
Virgen no pidió la consagración especialmente
de Rusia sino únicamente de Rusia.
La Hermana Lucía lo dijo muchísimas veces] c)
al Corazón Inmaculado de la Virgen.
2)
Los obispos del mundo se sumaron (cosa que hubiese sido difícil en tiempos de
Benedicto, a quien no siempre los obispos le obedecían (a diferencia de lo que
sucede con Francisco, por su férreo modo de gobernar). [Como se verá en otro artículo en
nuestro blog, eso es cierto, pero el director de la Pontificia Academia Mariana
Internacional del Vaticano afirma que se trató de un acto sinodal, más que una
cuestión de obediencia a la jerarquía del Papa. No olvidemos que se está
llevando a cabo el Sínodo de Obispos que busca imponer una nueva estructura en
la Iglesia, más acorde con el protestantismo]
3)
Para quienes dudan de la legitimidad de la elección del Papa Francisco, el
mismo Benedicto se sumó a la consagración desde su capilla privada. [Eso lo único que prueba es la inmensa
confusión que reina en la Iglesia, por obra de los modernistas]
4)
Fue políticamente (o eclesialmente) incorrecto desde lo que algunos consideran
hoy como «ecuménico»: se mencionó a rabiar [¿?
Todo el mundo sabe el desdén con que Francisco suele hablar de la Sma. Virgen,
¿ahora se volvió mariano?] a la
Inmaculada (cosa que no aceptan los «ortodoxos») [no
como dogma, pero muchos sostienen esa opinión], a la Virgen María como intercesora y a la
necesidad de la conversión y confesión (para lo cual se colocaron centenar
-literalmente- de confesores en la ceremonia vaticana) [el diablo puede disfrazarse de ángel
de luz y engañarnos mediante aparentes buenas obras, ¿no empezó así la caída
original? El católico Joe Biden suele mostrarse con un rosario en la mano y va
a comulgar los domingos, ¿y?…Si Francisco hubiese dado difusión como lo pidió la Virgen, a la devoción
reparadora a su Inmaculado Corazón, entonces sería un hecho auspicioso, lo otro
puede ser manipulado para cualquier fin espurio]
5)
La Virgen dijo que la consagración se haría, pero que sería «demasiado tarde», cosa
que -al parecer- fue lo que sucedió.
6)
Por último: lo que ya pocos esperaban, se dio. Porque Dios escribe derecho en
renglones torcidos. [No se prueba en absoluto que se haya dado. Por el contrario, publicamos en nuestro
blog suficiente cantidad de artículos, de diversos autores, que han estudiado exhaustivamente el tema y explican por qué no se dio y no se cumplió
con el pedido de la Virgen de Fátima]
Todo,
salvo mejor opinión.
A
esperar en Dios y en Nuestra Santísima Madre.
Que no te la cuenten…
P. Javier
Olivera Ravasi, SE
Agreguemos a lo ya dicho,
que hay en algunas personas una especie de buenismo sentimental, que tiende a decir que, aunque la consagración no
haya sido impecable o completa, Dios la acepta en lugar de lo que pidió la
Virgen, porque se hizo con buenas intenciones. Pero en ese caso, ¿Dios no
podría haber aceptado acaso las consagraciones anteriores de Juan Pablo II o
Pío XII, a pesar de que no cumplieron con todos los requisitos, ya que fueron
hechas lo mejor posible dadas las circunstancias? ¿Por qué antes no y ahora,
pese a no ser lo que pidió la Virgen, sí sería aceptable? Sepamos que Dios no pide imposibles, y si pidió la
consagración de Rusia, es porque resulta posible hacerla y Dios tiene un motivo
para quererlo así. Si hubiese querido la consagración “de la humanidad y Rusia
y Ucrania” lo habría pedido.
Con todo lo dicho no
queremos afirmar que no se produjo ninguna consagración o que no pueda tener
algún efecto bueno el acto del 25 de marzo, eso Dios lo sabe. Lo que sí
afirmamos es que nos han querido hacer pasar una cosa por otra, y eso tiene que
quedar claro. Debemos seguir rezando por la consagración de Rusia, eso es lo
que esperamos y lo que, más tarde que temprano, sucederá.
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“Nuestra Señora, en Fátima, en su pedido, sólo se refiere a la consagración de Rusia.”
(Hna. Lucía)