El Gobierno de Rusia anuncia una orden
de detención contra el multimillonario George Soros, principal promotor del
conflicto en Ucrania
El
Gobierno de Rusia ha anunciado una orden de arresto contra el multimillonario
George Soros, al que responsabilizan de apoyar “el golpe fascista en Ucrania,
junto con los principales ejecutivos de su fundación”.
Sostiene
el Gobierno ruso que Soros mantuvo extensas reuniones con casi todos los
actores involucrados en los acontecimientos de la plaza Maidan, situada en el
centro de Kiev, entre quienes estaban los ministros ucranianos de Asuntos
Exteriores, Justicia, Salud y Educación, así como el embajador de Estados
Unidos en Ucrania, Geoffrey R. Pyatt, y el director de Usaid”. El objetivo era
minimizar y contrarrestar la influencia rusa y los lazos culturales Moscú-Kiev
con un enfoque para imponer un paquete de medidas neoliberales.
«De
esta forma, se abriría la posibilidad de desarrollar ‘un mercado global en el
que la debilidad de las regiones permitiera la supremacía de los negocios sin
trabas gubernamentales», señalan fuentes del Kremlin.
Para
conseguir estos fines, personas como Soros despliegan la mayor parte de
sus estrategias de presión a través de su fundación personal, Open
Society Foundations (OSF), la cual conforma un entramado de relaciones,
empresas, fondos de cobertura, ONGs y otras entidades que, gracias a
información privilegiada, dinero y contactos, ayudan notablemente a conseguir
cualquiera de sus fines.
Se trata de personas y entramados que operan siempre dentro de lo que en inteligencia se denomina zona gris.
Conocido
como el «mayor financiero del siglo», George Soros, de 91 años, de origen
húngaro y nacionalidad estadounidense, fue el pionero de la creación de los
llamados «hedge funds», o fondos de cobertura. Gran parte de su éxito se debe a
que se mueve como pez en el agua en lo que se denomina la «zona gris», donde
los vacíos legales nacionales e internacionales son terreno propicio para
alcanzar sus fines.
«Este
tipo de prácticas filoilegales permitieron que George Soros se lucrase a costa
de hundir la libra esterlina (Banco de Inglaterra) sin que dichas acciones
tuvieran una respuesta jurídica por falta de regulación», explican.
Una
acción que repitió en 1992 en Italia, en una operación muy similar, que hundió
su economía.
Según
el informe, la mayoría de las estrategias que despliega Soros en la «zona gris»
provienen de su fundación personal, la Open Society Foundations (OSF), «la cual
conforma un entramado de relaciones, empresas, fondos de cobertura, ONGs y
otras entidades que, gracias a información privilegiada, dinero y contactos,
ayudan notablemente a conseguir cualquiera de sus fines».
Este
tipo de instituciones permiten la llegada de ayuda humanitaria y la lucha por
distintas causas y derechos sociales en el mundo, pero también permiten que
personas con menos filantropía actúen bajo la apariencia de estas entidades
para conseguir objetivos muy distintos a los que publicitan.
El
primer ministro de su país de nacimiento, Hungría, Viktor Orban, asegura
que las ONGs financiadas por Soros funcionan «como una mafia».
El
presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha calificado la Open Society Foundations
(de donde nace la estructura de las ONGs de Soros) como «grupos indeseables»;
prohibió a los ciudadanos rusos y a las entidades jurídicas que participen en
actividades promovidas por el magnate.
Algunos
analistas han llamado la atención sobre la peligrosidad de esta «zona
gris», «un espacio de riesgo donde tienen lugar estrategias y maniobras
de hostigamiento que se encuentran entre la guerra y la paz y que se producen
sin que medie ningún cambio en las relaciones diplomáticas».
En
ella ya no operan solo los estados, “sino entes privados con distintos
objetivos geopolíticos y geoeconómicos, cuya estrategia pasa por desestabilizar
naciones a través de herramientas típicas del hostigamiento como la
desinformación, la manipulación, los ciberataques, el ciberespionaje, o el
mecenazgo de falsas causas radicales prefabricadas, que tienen como finalidad
fracturar pueblos y comunidades enteras a través del caos y las terribles
consecuencias que este ocasiona en la sociedad (odio, movilización, conatos de violencia)”.
Para
ello no se da un único tipo de hostigamiento, sino que éste se produce de forma
conjunta y coordinada. Hablamos de hostigamiento informativo, económico y “el
no violento”.
HOSTIGAMIENTO
INFORMATIVO, GENERAR UN DISCURSO
Definido
como el conjunto de tácticas que operan dentro de la zona gris y que tienen
como objetivo desestabilizar un estado o crear una situación propicia a sus
intereses mediante la información.
“La
estrategia pasa por hostigar, intoxicar, cegar y alterar la percepción de la
sociedad civil con respecto a cuestiones determinantes para una nación mediante
el tratamiento previo de la información que se le transmite por diferentes
cauces, discursos tóxicos o el mecenazgo de falsas causas prefabricadas con
tendencia radical. También entraría dentro de esta acepción la destrucción,
alteración o manipulación de los procesos basados en información, redes
informáticas, redes móviles e Internet con el fin de acceder, manipular o
filtrar material privado o clasificado de distinta índole”, señalan.
Para
ello se emplean “medios amigos”, que comparten los mismos intereses y son
capaces de colocar un discurso creíble que sea “comprado” por alguna corriente
política y por un sector de la sociedad.
HOSTIGAMIENTO
NO VIOLENTO
En
este contexto, algunos analistas en inteligencia definen “el hostigamiento no
violento y/o falsa filantropía” como acciones enmascaradas a través de tácticas
inicialmente diseñadas para estimular el activismo de la sociedad civil frente
a actos que se perciben como antidemocráticos del poder político”.
Incluso,
prefabricarán una causa, auguran, o acelerarán problemas de diversa índole de
varios estados a fin de fracturarlas y crear el contexto ex novo, para poder
emplear tácticas desestabilizadoras de Gene Sharp (vinculado
directamente con George Soros a través de las revoluciones de color, la USAID y
otras instituciones).
Se
trata de tácticas a menudo indetectables que permiten alcanzar sus fines
mientras siembran el caos.
Dichas
tácticas fueron utilizadas en el 15M, en Uganda, en las primaveras árabes y,
aparentemente, en Ucrania.
HOSTIGAMIENTO
ECONÓMICO
Es
el conjunto de tácticas que operan dentro de la «zona gris» y que tienen como
objetivo apropiarse de riqueza a través de técnicas ilegítimas como la
manipulación o la especulación a través del mercado derivado, los cambios
adelantados de divisa o los fondos de cobertura (entre otros).
«El
objetivo es realizar ataques hostiles camuflados o manipular el sistema
macroeconómico de un país (o varios), sus empresas estratégicas o sus redes, ya
sean informáticas o móviles», cuentan.
En
este punto cabría señalar la desestabilización política como instrumento de
amenaza independentista con repercusiones económicas de todo tipo.
Soros
y su entramado guían la desestabilización a través de la sociedad civil, los
medios y las instituciones inyectando fondos en ellos y activando o
desactivando así crisis económicas que le permiten activar, a su vez y según
convenga, su mecanismo de compras y ventas de participaciones en empresas
ganando enormes beneficios.
Es
hostigamiento económico porque el fin último redunda en beneficio y poder para
el así como para los socios que le acompañan.