Por FLAVIO MATEOS
Hemos presenciado recientemente una entrevista al Dr.
César Félix Sánchez por el popular canal de YouTube “Conoce, ama y vive tu fe”
que conduce Luis Román (https://www.youtube.com/watch?v=8L61fjYmtjg). El tema allí abordado fue la esperanza que debemos
tener de la consagración de Rusia realizada por el papa Francisco hace un año
atrás. Aunque no tengamos signos venturosos, la consagración estaría obrando.
El Dr. Sánchez, hasta donde sabemos, posee una muy
buena doctrina católica y un sano entusiasmo apostólico, al igual que su
entrevistador, pero no nos convencen las razones que pone sobre la mesa para
tener esa “¡Gran esperanza!” -como se titula el video-, basada en lo que hizo
Francisco el 25 de marzo del 2022 (tenemos una gran esperanza pero no debido a
ello, sino a pesar de ello, claro está). El Dr. Sánchez no aporta razones de
peso. Creemos que hasta ahora, salvo este caso, nadie ha venido a desplegar
ningún optimismo respecto de los resultados de lo que hizo Francisco hace más
de un año. No nos sorprende, ¿podría hacerlo? Más bien Fátima parece haber
entrado en una zona de penumbras y olvido, a pesar de los acontecimientos que
se suceden en relación a Rusia. Daremos,
pues, nuestra opinión sobre este polémico asunto, desde luego opinión que,
aunque fundada, puede discutirse.
Básicamente, la charla aludida deja de lado la cuestión
acerca de si la consagración de Francisco fue o no la que pidió la Virgen, pues
se da por sentado que sí lo fue. Dos argumentos se esgrimen en la charla sobre
los efectos de la misma: 1) “Dios escribe derecho en líneas torcidas”, 2) “Yo
digo que como no podemos estar peor, esta es la referida consagración”. Por el
primero se acepta como satisfactoria la consagración de Francisco. Por el
segundo se sugiere que como estamos en lo más bajo, de aquí en adelante sólo
cabe mejorar. Poca cosa, en verdad, un año después de la dicha consagración.
Más bien las cosas se siguen poniendo peor. Casi al mismo momento de esa
charla, Ucrania había intentado atentar contra la vida del Presidente Putin, y
Rusia amenazó con represalias.
A lo segundo manifestado, entonces, podemos sencillamente decir que, aunque estamos en una situación terribilísima, de una extrema gravedad, donde la maldad, la inmoralidad, la impiedad, la apostasía, la imbecilidad, etc. tanto de los gobernantes como de gran parte de la población cobran ya un sesgo diabólico, a pesar de eso podemos estar peor: todavía no cae fuego del cielo, Rusia y la OTAN no se están lanzando bombas atómicas, no están desapareciendo países debido a castigos naturales enviados por Dios, todavía no logran imponer la Agenda 2030, la “plandemia” tuvo que ser frenada por el gran rechazo generado y la guerra de Rusia, aún no llegan a prohibir la Misa tradicional, etc. Pero todas esas calamidades inconmensurables pueden estar a las puertas, seguramente porque las autoridades, en primer lugar de la Iglesia conciliar y luego de los países del mundo, siguen desafiando a Dios.
Mencionaremos
solamente, para entender que aún puede venir lo peor, algunas de las profecías
que ha dejado Sor Elena Aiello
(1895-1961), religiosa que vivió la Pasión del Señor durante muchos años,
reconocida como verdadera mística vidente y de la cual se cumplieron con
exactitud sus profecías. El 8 de diciembre de 1956, recibió un mensaje muy
actual como completamiento de los de Fátima: “Los hombres ofenden demasiado a
Dios. El mundo está totalmente devastado porque se ha hecho peor que en los
tiempos del diluvio universal… todas las Naciones serán castigadas porque son
muchos los pecados que, como una marea de lodo, lo cubren todo. Mucha sangre
será derramada y la Iglesia sufrirá mucho. Italia será humillada, purificada en la sangre y deberá sufrir mucho
porque son muchos los pecados de esta Nación. ¡No puedes imaginar lo que
sucederá! Las calles estarán enrojecidas de sangre. El Papa
sufrirá mucho. Pero no tardará el castigo de los impíos. Aquel día será
espantoso”.
Entre
otras previsiones afirmó también:
-que un
pueblo avanzará desde oriente hacia Europa, invadiendo Italia hasta Roma y que
“sacerdotes, religiosas y otras personas inocentes serán asesinadas
bárbaramente, las iglesias destruidas”;
-que la
guerra atómica comenzará al alba y durará alrededor de tres días o setenta
horas, y alrededor de dos tercios de la humanidad morirá;
-que el
pecado manchará incluso las almas de los niños;
-que el
castigo será arrojado sobre el mundo por manos de los ángeles y aquellos que no
quieran arrepentirse de sus pecados serán todos ellos sumergidos en un mar de
fuego;
-que la
Iglesia es perseguida no sólo desde el exterior, sino desde el interior:
“falsos Profetas circundan a Cristo en la tierra. El demonio ha desencadenado
la batalla más terrible contra Dios y la Iglesia”;
-que el
“pecado de impureza, convertido en arte seductora y diabólica, ha llegado al
colmo: la mayor parte de los hombres vive en el fango. No hay esperanza de una
era de paz: el mundo entero estará en guerra”;
-que “el
tiempo no está lejos y el mundo se convertirá en un volcán de fuego. La hora
presente es una de las más terribles, se la puede llamar la hora de Satanás”;
-que “la
inocencia de los niños es insidiada. Mira: Los ángeles teniendo en mano
recipientes llenos de fuego están a punto de volcarlos sobre el mundo. Este
espantoso flagelo vendrá en las primeras horas de la mañana. El cielo se teñirá
de rojo, la tempestad será de fuego, varias Naciones deben desaparecer”;
-que “el
león rugiente [el Diablo] avanzará sobre la cátedra de Pedro
para difundir sus errores” (22 de agosto de 1960). El mundo ha caído
demasiado bajo, tiene necesidad de castigos para ser purificado.
Y bien,
algunas de estas cosas están pasando, pero otras aún no llegan. Y en esto entra
a jugar el tema de la consagración pedida por la Virgen de Fátima.
Pero queremos volver a un tema que ya hemos tratado en
este blog, y que consideramos de singular importancia porque, además de los
“fatimicidas” que promueven olvidarse de la consagración de Rusia (tema del que
ya nos hemos ocupado), los que aceptan
lo realizado por Francisco dejan de rezar para que se cumpla con este hecho.
¿Tienen ellos razón? ¿El papa Francisco hizo lo que quería la Santísima Virgen?
Antes que nada, quisiera recordar unas palabras de
Ntra. Señora que en las dos charlas sostenidas por los mencionados tanto en el
video de referencia como en el realizado el mismo día de la consagración de
Francisco, no recuerdan (extraño olvido). Son las siguientes:
“Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo
Padre me consagrará Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún
tiempo de paz”.
Formularemos las preguntas y sus correspondientes
respuestas. Debajo indicamos las fuentes con que nos ayudamos para nuestro
artículo.
---Pareciera que la consagración está hecha, puesto
que la Virgen dijo “El Santo
Padre me consagrará Rusia”, lo cual sucedió el 25 de marzo de 2022. ¿Para qué
insistir?
---Es cierto. Pero la Virgen les dijo a los pastorcitos el 13 de julio
de 1917: “Vendré a pedir la consagración de
Rusia a mi Inmaculado Corazón y
la comunión reparadora de los primeros sábados de mes. Si se escuchan mis peticiones, Rusia se
convertirá y habrá paz”. La Virgen tiene dos peticiones. Dice “si escuchan MIS
peticiones”, no “MI petición”. La primera es la consagración de Rusia, la
segunda es la comunión reparadora de los primeros sábados.
Lo
segundo tanto como lo primero forma parte del contenido y del espíritu reparador
del mensaje de Fátima: El 13 de junio de 1917, dijo María: “Jesús quiere
instaurar en el mundo la devoción a mi
Inmaculado Corazón. A quien abrace esta devoción, le prometo la
salvación. Estas almas serán queridas por Dios como flores puestas por Mí
para adornar su trono. » El 13 de julio de 1917: “Para salvar las almas,
Dios quiere establecer en el mundo la
devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que les voy a decir,
muchas almas se salvarán y tendremos paz. »
La
Virgen pidió la comunión reparadora de los primeros sábados del mes el 10 de
diciembre de 1925 en Pontevedra, y otra vez el 15 de febrero de 1926. Es decir,
antes de pedir la consagración de Rusia el 13 de junio de 1929. Por lo tanto también
antes aún en importancia, colocó esa devoción, que los papas modernistas no han
querido difundir.
Pío
XII había establecido la celebración del Corazón Inmaculado el 22 de agosto,
como fiesta de 2da. Clase. Los modernistas, por supuesto, la quitaron de su
sitial. La importancia de tal devoción la manifiesta así Sor Lucía: “Deseo muy
ardientemente la instauración para la Iglesia universal de un oficio en honor
del Corazón Inmaculado de María. Cuando yo expuse mi pedido en una carta al
Santo Padre, lo presenté como un simple deseo de mi pobre corazón, y es así que
yo lo sentía; pero en verdad, ese deseo no es solamente mío; alguien lo ha
puesto en mí. Proviene de los Santísimos Corazones de Jesús y de María. Ellos
aman y desean un culto en honor del Corazón Inmaculado de María para servirse
de él para atraer las almas a Ellos, y están ahí todos sus deseos: salvar las
almas, muchas almas, todas las almas. Nuestro Señor me decía hace algunos días:
“Deseo muy ardientemente la propagación del culto y de la devoción al Corazón
Inmaculado de María, porque ese Corazón es el amante que atrae las almas a Mí,
el fuego que irradia sobre la tierra los rayos de mi luz y de mi amor, la
fuente inagotable que hace derramar sobre la tierra el agua viva de mi
misericordia” (Carta al obispo de Gurza, 27 de mayo de 1943).
Así
pues, “En un acto que tantas gracias debe obtener para nosotros, es por lo
tanto esencial respetar el espíritu de las apariciones de Fátima y hacer que
participe concretamente en el establecimiento de la devoción al Inmaculado
Corazón de María” (Yves de Lassus).
En
definitiva, el Cielo ha solicitado:
-una consagración: se hizo.
-de
Rusia: se hizo, pero no en forma exclusiva, que es lo que la Virgen pidió.
-al
Inmaculado Corazón de María: se hizo.
-en
unión con todos los obispos del mundo: se hizo.
-con
un acto de reparación: se menciona.
-y
la promesa de aprobar y recomendar la comunión reparadora de los primeros
sábados de mes: no se hizo.
Hay,
por lo tanto, dos condiciones que no se cumplieron: 1) la exclusividad de Rusia
y 2) promover la devoción al Corazón Inmaculado con sus cinco primeros sábados
de reparación.
“Para
responder más plenamente a las peticiones de Nuestra Señora, es deseable
también que la oración mencione los propósitos de esta consagración, en
particular la obtención de los frutos que se le atribuyen, a saber:
-la
conversión de Rusia y de Ucrania, es decir, el retorno a la Iglesia católica,
único rebaño del Eterno Pastor, bajo la autoridad del Vicario de Cristo en la
tierra,
-paz
para el mundo que, por voluntad divina, sólo Nuestra Señora puede obtener,
-el cese de las plagas,
consecuencias de los errores de Rusia esparcidos en el mundo,
-el triunfo del Corazón
Inmaculado. » (Y. de Lassus)
---¿De acuerdo a lo que usted dice, la
consagración de Rusia por Francisco no tiene valor, ningún efecto? ¿No es
suficiente haber nombrado claramente a Rusia?
---No decimos eso. Pero
decimos que no tendrá el efecto que debería tener de haber hecho todo lo que
exactamente pidió la Virgen. Fr. Michel de la
Sainte Trinité cita al respecto una carta de Sor Lucía al P. Gonçalves en la
que le manifiesta estar “un poco espantada” (effrayée) por la orden episcopal
de escribirle al Papa “en una sola hoja de papel” e indicándole el pedido de
hacer “una consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María con mención de
Rusia”.
Dijo Nuestro Señor en Tuy
a Sor Lucía: "Ruega por el Santo Padre: sacrifícate para que su Corazón no
sucumba a la amargura que lo oprime. La tribulación continuará en aumento, Yo
castigaré a las Naciones con la guerra y la escasez, la persecución contra Mi
Iglesia recaerá particularmente sobre mi Vicario en la Tierra. El Santo Padre
podrá obtener que estos días de
tribulaciones sean acortados si quisiera obedecer a mi deseo de consagrarme
al Corazón Inmaculado de María el Mundo entero con mención especial de Rusia…" (Relato de Sor Lucía del 22 de
octubre de 1940).
Pío XII hizo la consagración al mundo con una mención velada
pero comprensible de Rusia el 31 de octubre de 1942 (la repitió el 8 de
diciembre de ese año). Algo parecido, pero más explícito, hizo el año pasado
Francisco: consagró la Iglesia y la humanidad entera “y de
manera especial Rusia y Ucrania” al Corazón Inmaculado de María. Pero ninguno
de los dos consagró sólo Rusia como pidió la Virgen, y cumpliendo todas las
condiciones. Los periodistas y comunicadores católicos entusiasmados dicen:
“Francisco consagró Rusia”. Bueno, no es exactamente eso: consagró la Iglesia y
“la humanidad”, mencionando especialmente a Rusia y Ucrania. No tan distinto de
lo que hizo Pío XII. Esta es una situación análoga.
Nótese también que Nuestro Señor por esta
consagración alternativa prometió en aquel entonces el acortamiento de las
tribulaciones de la Segunda Guerra, pero no lo prometido por la Virgen, esto
es, la conversión de Rusia y el tiempo de paz consiguiente. En carta del 28 de
febrero de 1943 al obispo de Gurza dice sor Lucía: “El buen Dios ya me ha
mostrado su contentamiento por el acto, aunque incompleto según su deseo,
realizado por el Santo Padre y por muchos obispos. Él promete, de respuesta,
poner fin pronto a la guerra. La conversión de Rusia no es por ahora.” Y el 4
de mayo de 1943, en carta al Padre Gonçalves: “Nuestro Señor promete el fin de
la guerra para pronto, en relación al acto que se dignó hacer Su Santidad. Pero
como él fue incompleto, la conversión de Rusia será para más tarde”. En mayo de
1952, Ntra. Señora se apareció a sor Lucía y le dijo: “Haz saber al Santo
Padre, que yo espero siempre la consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado.
Sin esta consagración, Rusia no podrá ser convertida, ni el mundo tener la
paz”.
Puede que ahora, entonces, a partir de la
consagración de Francisco, haya una demora en las grandes calamidades, pero no
vendrá la conversión de Rusia, y sí el antes el demorado castigo.
---Pero
si Dios escribe derecho en líneas torcidas, y teniendo en cuenta las graves
dificultades que hay en la Iglesia, ¿no podría Dios aceptar aunque sea una
consagración imperfecta, para acelerar el triunfo del Corazón Inmaculado?
---Permítame decirle en principio que Dios sabía
lo que estaba pidiendo, cuando pidió la consagración de Rusia. Sabía las
dificultades que iban a tener los Papas, pero también sabía que no era algo imposible:
Dios no pide imposibles, y siempre da la gracia para cumplir lo que pide. Por
supuesto que ante extremas dificultades tiene en cuenta principalmente la buena
voluntad de sus hijos. De allí que haya derramado sus bendiciones y favores, a
pesar de que no se cumplió con lo que pidió. Nadie puede medir la generosidad
divina. Pero, dicho esto, es claro que en el caso de Francisco hay una manipulación
política del acto de consagración. Es sabido que Francisco es un super
modernista, que piensa y actúa como si fuera un consumado masón, y que desde
que asumió el Sumo pontificado no deja de llevar adelante –en continuidad pero
aún con más audacia que sus predecesores conciliares- una labor tendiente a la
construcción del “Nuevo Orden Mundial” bajo la conducción de las Naciones
Unidas. Pero, el propósito principal de las apariciones de Fátima es la
salvación de los pecadores al establecer en el mundo la devoción al Inmaculado
Corazón de María. La consagración de Rusia concierne a su conversión al
catolicismo. En el caso de Francisco, no hubo referencias a la devoción al
Corazón Inmaculado con sus cinco sábados, ni a la conversión de Rusia, puesto
que eso es profundamente anti-ecuménico, ofensivo para la “libertad religiosa”
que tanto publicita. También es claro que en sus oraciones de consagración y
texto que acompaña, nunca hace mención a las apariciones de Fátima, que son
políticamente incorrectas. Sólo se habla en su texto de oración y de consagración
reiteradamente de “la paz”. Pero en su mensaje de Fátima la Virgen vincula directamente
la paz a la conversión de Rusia, producto de su consagración.
De hecho posteriormente a
la consagración, el director de la Pontificia
Academia Mariana del Vaticano rechazó los vínculos de Fátima con la
consagración de Francisco. En efecto, “el p. Cecchin ignoró este
aspecto crucial detrás de los eventos del 25 de marzo y, en cambio, explicó la
solicitud del Papa Francisco de que todos los obispos se unieran a él para
consagrar a Rusia y Ucrania simplemente como parte del “concepto de
sinodalidad” ( https://agendafatima.blogspot.com/2022/03/director-de-la-pontificia-academia.html).
Ahora mismo Francisco ha legado a su Secretario de Estado Parolin –de aceitados
vínculos con las logias masónicas- para mediar en la guerra entre Ucrania
(OTAN) y Rusia (https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=46351).
Con lo cual demuestra que para él no resulta suficiente la consagración para
que se produzca la paz, y haría falta la diplomacia vaticana. Es decir que
Francisco no cree que el simple acto de consagración por sí mismo pueda obtener
la paz, a pesar de que es lo que prometió la Virgen. Como si fuera poco,
también hace unos días una comisión interreligiosa llegada desde Argentina
visitó a Francisco en el Vaticano, como una especie de “misión de paz”, donde
el insufrible cantante de izquierda León Gieco entonó su nada católica y
archifamosa canción “Sólo le pido a Dios” (https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/en-el-vaticano-leon-gieco-canto-solo-le-pido-a-dios-ante-el-papa-francisco-y-mas-de-100-argentinos-nid05052023/?outputType=amp).
Francisco está dispuesto a hacer las cosas más alejadas de la fe católica y
hasta las más ridículas con tal de ser el “campeón de la paz”, pero de una paz onusiana
que en las presentes condiciones convendría más a la elite mundial que quiere
instaurar la “Agenda 2030”, que a la propia Rusia que defiende y sostiene el
resto del “katéjon” para impedir la imposición de un gobierno mundial
anticristiano. La paz de Francisco no es
la verdadera paz, no es la paz de Jesucristo. ¿Acaso el Cielo iba a
concedérsela, para promoción de los errores de la nueva religión conciliar, que
encarna el espíritu del Anticristo? Que me perdonen, pero eso sería aumentar aún
más la confusión, y Dios no se va a prestar a eso. Dios disipará de golpe esta
infernal confusión, ese aquelarre diabólico del mundo moderno. María es la
mujer que aplasta la cabeza de la serpiente. Yo no veo en eso ninguna
diplomacia y ninguna ambigüedad. Dios no es liberal.
--- ¿Pero
no puede acaso usarse la diplomacia como auxiliar de la acción divina?
---Vea, es la maldita diplomacia vaticana la que
nos ha traído hasta acá, los titubeos de los papas preconciliares, sus acomodos
y falta de resolución de frente a liberales y masones (Ralliement, Traición a
los cristeros, Diplomacia con los Bolcheviques, Condenación de la Acción
Francesa, Concesiones a los norteamericanos, Ostpolitik, etc.). Fue todo eso lo
que impidió que los papas –desde Pío XI en adelante- hicieran la consagración
de Rusia tal como fue pedida por la Sma. Virgen. La acción humana puede colaborar
con la acción divina, pero en este caso Dios quiere que nos quede claro que es
mediante Ella, su Santísima Madre, como esto va a resolverse. Y mediante un
acto de obediencia del Papa. ¿Cómo fue que se convirtió Constantino, y dio
comienzo a la Cristiandad? Por la sangre y las lágrimas de los cristianos, Dios
operó un milagro. ¿Será que nos resta el martirio para propiciar del Cielo la
tan dichosa consagración y milagrosa conversión de Rusia y el regreso de la Jerarquía
de la Iglesia y de Europa a la fe católica?
---¿Entonces
debe consagrarse sólo Rusia porque este país tiene un designio especial en el
plan divino?
---Así es. Por eso la Sma. Virgen dice: “El Papa
me consagrará Rusia, que se convertirá”. Si la consagración lo que busca es la
conversión de Rusia, para que cumpla su misión al lado de la Iglesia renovada
(“salvaré Rusia”, dice la Virgen), entonces no tiene sentido consagrar “la
humanidad” y “Ucrania”, pues si es para que se convierta la humanidad o el
mundo, no sería necesario agregar “Rusia y Ucrania”, que ya están incluidos en
la humanidad o el mundo. Por lo que vemos, una vez más, que para Francisco la
consagración no tiene ningún sentido, salvo el de que en lo inmediato ambos
países, Rusia y Ucrania, depongan las armas, se sienten a negociar y el mundo
siga igual de mal que hasta ahora. Eso es lo que Dios concedió a la
consagración de Pío XII en 1942, un temporal alivio, pero nada más. Por
entonces el comunismo siguió emergiendo con cada vez mayor poder.
---¿Pero
entonces, no debe solucionarse primero la crisis en la Iglesia, para que surja
un papa católico que haga la consagración tal y como fue pedida por la Virgen?
¿No es más importante la crisis en la Iglesia que el comunismo o los errores de
Rusia?
---Desde un punto de vista puramente natural,
tenderíamos a pensar eso. Pero acá hay que sostenerse en el misterio del obrar
de Dios. Y si lo pensamos bien, el modernismo en la Iglesia no puede acabar en
la Iglesia sin que antes se convierta Rusia. ¿Por qué? Porque el modernismo y
todos los errores impulsados por la Sinagoga de Satanás desde Rusia en 1917 y
desde USA sobre todo desde 1929, coparon la Iglesia fundamentalmente como
consecuencia de no haber hecho la consagración de Rusia. La infiltración
masónica y modernista ya estaba en la Iglesia, pero nunca habrían llegado a
ocupar totalmente los puestos de poder sin el Concilio, y éste sólo pudo suceder
con el impulso pacifista, diplomático y democrático surgido al final de la
Segunda Guerra mundial, gran triunfo de la Judeo-Masonería y la Revolución. Pero
con una Rusia convertida se habría evitado todo. Al fin y al cabo, han
desobedecido tanto los papas de buena doctrina como los papas conciliares:
todos se ven involucrados en esta gran desobediencia. Así pues, si la
consagración podía evitar el maldito concilio Vaticano II y todo lo que trajo
consigo, es la consagración lo que puede cortar ese nudo gordiano. ¿Cómo se
puede llegar a eso? Está en el misterio de Dios. Posiblemente tenemos un
indicio en alguna interpretación del “Tercer misterio” de Fátima: habrá
mártires y un papa mártir en la Iglesia. Luego de éste, ante la situación
desesperada, el papa elegido en medio de la persecución hará al fin la
consagración de Rusia. Es una hipótesis plausible. Me da que pensar ahora en unas
palabras escritas por la beata Ana Catalina Emmerick, nada más y nada menos que
en un día 13 de mayo de 1820: “He
tenido una visión de dos iglesias y dos papas […]. La iglesia más grande era
una iglesia extraña, no querida por el Cielo, una falsificación de la Iglesia,
la vi crecer y vi herejes de todas las condiciones ir a Roma, pero he visto una
Iglesia más pequeña y perseguida, que es la verdadera Iglesia católica”. Interesante
porque el “Tercer secreto” describe un papa y otro (¿o el mismo?) que pasa
frente a un espejo. ¿Puede ser un papa mártir y un papa que consagra Rusia? Finalmente,
no deja de ser llamativo que ese “Tercer secreto” se dio a conocer un 26 de
junio. 26 es 13 + 13: número de Fátima, pero también de Ntra. Sra. De los
Mártires.
---¿Los
frutos de la consagración deberían ser inmediatos, o podrían demorar?
---Mire, sor Lucia le preguntó a Nuestro Señor por
qué no convertía a Rusia sin que el Papa tuviera que hacer la consagración.
Jesucristo le respondió: “Porque quiero que toda mi Iglesia reconozca esa
consagración como un triunfo del Inmaculado Corazón de María, para después
extender su culto y poner, al lado de la devoción de Mi Corazón divino, la
devoción a este Corazón Inmaculado” (Carta de Sor Lucía al P. Gonçalves, 18 de mayo de 1936). La vinculación
entre el Inmaculado Corazón y la conversión de Rusia es patente. Debe quedar absolutamente
clara. Y consagración quiere decir acá también, conversión. Y eso es posible
cuando el papa vincule tal devoción mediante la consagración. Demás está decir
que Francisco no ha hecho nada de esto. De allí la importancia, por otra parte,
de la devoción al Corazón Inmaculado entre nosotros.
Pero esta conversión y lo
que traiga consigo, debe quedar claro que no se debió a maniobras diplomáticas del
Vaticano, que por otra parte no intentan convertir a nadie. No hay misioneros
en Rusia. Y, como decía un autor, “lo que se necesita es un territorio bien
delimitado para poder observar la eficacia de la consagración al Inmaculado
Corazón de María. El mundo es un todo demasiado vasto para que podamos
observar su conversión y por lo tanto el triunfo del Inmaculado Corazón de
María. Por otro lado, Rusia más Ucrania es un territorio bien definido,
tanto como Rusia sola”.
Hay autores que comparan a Rusia con San
Pablo. Autores que lo han hecho cuando aún el comunismo estaba en su vértice en
la Rusia soviética, llamada URSS. Así Mons. Fulton Sheen:
“Cuando Rusia reciba el don de la fe, su misión será
la de un apóstol para el resto del mundo. Convendrá dar fe al resto del mundo.
¿Por qué tenemos tanta esperanza en Rusia? ¿Por qué ha de ser el medio de
evangelizar a las naciones de la tierra? Porque Rusia tiene fuego, Rusia tiene
celo. Dios pudo hacer algo con el odio de Saulo transformándolo en amor; pudo
hacer algo con la pasión de Magdalena convirtiéndola en celo; pero Dios no
puede hacer nada con los que no son ni ardientes ni fríos. A éstos los vomitará
de su Boca”.
También Mons. León
Cristiani:
“Por su paciencia, por su fidelidad, por su apego a las
viejas tradiciones nacionales, Rusia no sólo resiste a los ataques del Demonio,
sino que se prepara, tal vez, por gracia de la Virgen María, la Panagia,
Toda-Santa, a una resurrección que asombrará al universo. En todo caso, en un
conflicto que abarcara al universo todo, no es seguro que avanzara con los
enemigos de Dios y de su Cristo, ¡que obedeciera a la voz de orden de Satán.”
Y el historiador y sovietólogo Alberto Falcionelli:
“…cuando queremos hablar de “civilización cristiana”,
tomemos a Rusia como punto de partida para nuestra resurrección por cuanto,
mientras los cristianos, los católicos que seguimos resueltos en nuestra fe en
el Oeste, estamos reducidos a luchar a la defensiva aun, a veces, contra la
impaciencia irritada de quienes deberían ser nuestros pastores; nuestros
hermanos del Este han optado por dar batalla y por darla atacando.”
Y el Padre Nicholas Gruner:
“Rusia es
como San Pablo. Es un vaso elegido para evangelizar y convertir el mundo, lo
que sucederá después de que Rusia sea consagrada al Inmaculado Corazón de
María. No sabemos cuándo esto sucederá, pero sabemos que sucederá. La pregunta
que tenemos ante nosotros es: ¿Haremos lo que podemos y lo que debemos hacer
para alcanzar la Consagración de Rusia antes de la aniquilación de naciones,
antes que los enemigos de Dios se apoderen de todas las naciones, para mandar
sobre nosotros como si fuésemos sus esclavos, para mandar sobre nosotros de una
manera que será muy dolorosa para nosotros?”.
Si la analogía es válida, entonces como Saulo, o
aun como el emperador Constantino, que tuvo un signo en el cielo, así debería ser
la conversión milagrosa de Rusia, a partir de su “zar” –en este caso Putin-.
Eso exige, como ya se dará cuenta el lector, algún o alguna serie de eventos
extraordinarios. Pero también la oración y el sacrificio: recordemos que se vincula
la conversión de San Pablo a las oraciones y el martirio de San Esteban.
---¿De
modo que para usted lo de Francisco no fue suficiente y no debemos esperar gran
cosa de su acto de consagración?
---Vea, por todo lo expuesto nos parece una muy ilusa
actitud la de quienes quieren ver en lo realizado por Francisco lo pedido por
la Virgen. El diablo estará contento de que disminuyan y cesen las oraciones
para que lo pedido por el Cielo se realice. Francisco no deja un minuto de
hacer la obra del diablo, que es destruir la Iglesia de Cristo. Es duro de
decir, de escribir, de leer y de pensar, pero es la oscura realidad, y son cada
vez más los que están abriendo los ojos ante esto. Entonces, ¿por qué de pronto este apóstol de
la demolición de la Iglesia iba a hacer el mayor acto que el diablo teme y que
ha venido impidiendo exitosamente desde hace 94 años? Es como si de pronto
prohibiese el Novus Ordo e impusiese en toda la Iglesia la Misa tradicional…
¿Tiene algún sentido que un personaje que responde fielmente a la política de la
Sinagoga de Satanás de descristianizar la Iglesia y las sociedades, de pronto
hiciese algo que iba a tirar por la borda todo lo que ha venido haciendo y todo
lo que tiene en agenda para hacer? ¿Tan estúpido es Bergoglio y los que han
copado la Iglesia, como para no darse cuenta de que así se estarían suicidando?
Perdóneme, pero por más que “Dios escriba derecho en líneas torcidas”, no se
trata de eso. Y la prueba de que Francisco y sus secuaces saben exactamente de
qué se trata Fátima es el hecho de que no se animó o no quiso hacer sólo la
consagración de Rusia, y en cambio sólo la mencionó habiendo consagrado todo el
mundo y la Iglesia, y en medio de un discurso humanista y pacifista. El
solemnísimo mensaje de la Virgen en ocasión de la teofanía trinitaria del 13 de
junio de 1929 es por demás claro: “Ha llegado el momento en que Dios pide al
Santo Padre que haga, en unión con todos los Obispos del mundo, la Consagración de Rusia a Mi Inmaculado
Corazón; prometiendo salvarla por este medio”. ¿Es que nosotros somos más
sabios que la Santísima Virgen? ¿Creemos que podemos pasar por alto a los
designios de la Santísima Trinidad?
El Cielo espera un acto de
humildad, de fe y de coraje del Papa, haciendo la consagración sólo de Rusia y
promoviendo la devoción al Corazón Inmaculado. Lo primero porque Rusia le está
especialmente destinada a María, para derramar su influencia apostólica en el deplorable
y apóstata orden político y social del resto de Europa; lo segundo porque
conduce a los cristianos al Sagrado Corazón, lábaro de combate contra la
Revolución. Y todo esto no significa sustentar una posición “milenarista”,
valga aclararlo.
Así pues lo que tenemos
que hacer es antes que pedir el fin de las pruebas, es pedir a Dios que nos
conceda hacer reparación, penitencia, enmendarnos, que no nos cansemos de continuar
con más fervor el rezo del Rosario y la devoción al Corazón Inmaculado.
Entonces Él oirá nuestras súplicas y vendrá el triunfo del Corazón Inmaculado,
anticipo del triunfo final del Reinado del Sagrado Corazón.
Cerramos estas reflexiones
con un muy atinado consejo de Mons. Fulton Sheen:
“Debemos rogar a Dios por la conversión de Rusia,
porque si esta conversión se efectuara, llevaría a todo el mundo a la paz, que
sólo puede proporcionar la fe religiosa. Pero el género humano debe hacer lo
que le corresponda, pues no debemos olvidarnos de que somos cooperadores de la
divina voluntad. Antes de que se produzca semejante milagro, debe haber una
gran manifestación colectiva de amor a Dios a través de la devoción al
Inmaculado Corazón de María. Nuestro Señor pidió la consagración del mundo, y
el Padre Santo consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María el año 1942, es
decir, en el vigesimoquinto aniversario de su consagración episcopal y en el
vigesimoquinto aniversario también de las apariciones de Fátima. Ahora
esperamos la consagración de Rusia al mismo Inmaculado Corazón de María hecha
por el Sumo Pontífice con todos los Obispos de la Iglesia”.
Sí, nosotros también esperamos, y rezamos por ello.
¡Viva el Sagrado Corazón
de Jesús y el Corazón Inmaculado de María!
FUENTE:
Libros:
Une
année avec Fatima, Père Ange-Maie, Éditions Enfants de Fatima.
La
Russie se convertira, Dominicus, Éditions du Sel.
Fátima
y Rusia, tomos 1 y 2, Flavio Mateos, Ediciones Reacción.
Artículos:
https://agendafatima.blogspot.com/2022/03/responde-la-consagracion-de-rusia-por.html
https://agendafatima.blogspot.com/2022/03/consagracion-de-rusia-al-inmaculado_25.html
https://agendafatima.blogspot.com/2022/04/rusia-consagrada.html
https://agendafatima.blogspot.com/search/label/Sor%20Elena%20Aiello
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https://agendafatima.blogspot.com/2022/03/texto-oficial-de-la-consagracion-de.html
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