Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

miércoles, 5 de febrero de 2025

RECUERDO DE MONSEÑOR WILLIAMSON

 

 

Quizás Dios se haya querido llevar a Monseñor Williamson antes de que pudiese ser testigo del colapso general que parece advenirse. En todo caso él advertía muy bien que los signos, humanamente hablando, son apabullantes. La Iglesia conciliar se hunde y pretende llevarse consigo, como el Titanic, a la Tradición católica en bloque, comenzando por la infiel FSSPX, arrastrando detrás todo lo que resiste a ese estado de caos, confusión y apostasía. Todas las cabezas parecen haberse salido de su sitio.

La Inglaterra parece ubicarse -¡cuándo no!- a la vanguardia del desquicio. La Ministra de Hacienda del Reino Unido, Rachel Reeves, ha colocado en su despacho una fotografía de Ellen Wilkinson, miembro fundador del Partido Comunista Británico, y anuncia nuevos impuestos previstos por el Gobierno laborista (socialista) británico, que podrían privar a las catedrales más famosas del Reino Unido de recursos para su mantenimiento y provocar el cierre de 1.000 edificios históricos. Reino Unido además ha completado un ensayo sobre la huella de carbono en el que asignaron 40kg de CO2 por persona. Por otro lado, el «arma milagrosa» rusa Oreshnik se desplegará en Bielorrusia de un día para otro, informa el Daily Express. Desde el territorio bielorruso, el misil podrá volar a Londres en menos de nueve minutos. Incluso sin carga nuclear, el «Oreshnik» es capaz de «vaporizar objetivos», y es imposible interceptar un misil hipersónico. Sin embargo, en clara señal de provocación, Gran Bretaña acaba de sellar una alianza con Ucrania, para continuar la guerra contra Rusia.

Definitivamente, Inglaterra no merece un obispo como Williamson. Nunca escuchado, a pesar de sus constantes advertencias, siempre fue marginalizado (“oh, el cura nazi”), empujado hacia el ostracismo. Va de suyo que con decir esto no pretendemos hacer del obispo que con tanto vigor defendió la fe católica y, en lo personal, tan deferente fue con nosotros en tantos encuentros que hemos tenido, una figura monolítica, incontrovertible, puesto que tuvo grandes aciertos pero también grandes errores. No nos parece, por eso mismo, acorde con la realidad ensayar la lisonja desorbitada, la desbordante zalamería, y menos la manipulación mediática. No faltará, por supuesto, quien caiga en eso.

Mons. Williamson vio nacer la resistencia contra la debacle traidora de los liberales que coparon la congregación fundada por Mons. Lefebvre, y tuvo el mérito de convertirse en su autoridad moral, pero no el de organizarla y estructurarla. Esto es un hecho, y que trae y traerá consecuencias negativas. Mas, se comprende en gran medida –aunque no se justifique- en el hecho de que Mons. Williamson fue, por sobre todas las cosas, un profesor y un intelectual destacadísimo, y no un estratega. En muchos casos, y es historia, se observa una distancia considerable entre la lección doctrinal brillante, y la operación en el terreno del combate. El papa León XIII es un ejemplo muy conocido de tal contraste.

Esta faceta de Mons. Williamson de gran profesor parece, por otra parte, no destacarse lo suficiente, pero sus clases y conferencias, particularmente diseccionando hasta el mínimo detalle el liberalismo y el modernismo conciliares, a partir de las enseñanzas de las encíclicas papales, que como pocos y siguiendo a Mons. Lefebvre, supo asimilar, han esclarecido a muchísimos clérigos y laicos. Particularmente su exposición sobre “Pascendi” resulta insuperable.

Otra característica williamsoniana ha sido la de no titubear a la hora de decir cosas que pudieren resultar políticamente incorrectas. Pero es sobre todo el defender sus convicciones sin hesitaciones lo que ha molestado a los mediocres que lo único que desean es seguir la “línea del partido”, sin importar qué torcida ésta pudiere estar. Por esto se entiende la hipócrita declaración de la Casa general de la Neo FSSPX a la muerte del obispo: “Con gran pesar recibimos la noticia del fallecimiento de Monseñor Richard Williamson”, afirman quienes no tuvieron “pesar” al expulsarlo injustamente tras cuarenta años de notable servicio a la congregación, por denunciar la deriva liberal que incluso otros dos obispos de la Fraternidad reconocieron en la famosa carta de los tres obispos al Superior general, que en su momento, al hacerse pública, evitó la trampa mortal de la prelatura personal que estaba a punto de cerrarse sobre la obra de Mons. Lefebvre. Y así ahora Menzingen afirma con un gris laconismo: “Lamentablemente, su camino y el de la Fraternidad se separaron hace muchos años”, una frase que podría decirse respecto de la actual Fraternidad y Monseñor Marcel Lefebvre.

En honor a la brevedad, la Neo Fraternidad se deshizo del obispo que no podía ser “kosher” para el acuerdo con Roma y le abrió sus puertas al obispo Vitus Huonder, que como Presidente delegado de la Conferencia Episcopal Suiza para la “Comisión de Discusión Judeo-Católica Romana” se ocupó de establecer el Dies Judaicus [Día del Judaísmo], celebrado primero en Suiza el año 2011, y que luego se ha ido extendiendo a otras naciones. Fue este mismo obispo enviado por Francisco para reconciliar a la Neo Fraternidad kosher, el que dijo con asepsia farisaica: “El Papa contempla a muchas personas de la Fraternidad que quieren vivir su fe. No se les puede culpar a todos por la persona Williamson. Eso sería culparlos colectivamente”. Muy lejos del breve y despreciable comunicado emitido en la muerte de Mons. Williamson, la Neo FSSPX, a la muerte del obispo Huonder, publicó un lujoso libro (en venta, desde luego) conmemorando su figura: 128 páginas en papel estucado, incluyendo 153 fotografías. Así pues, fue celebrado como si hubiese sido el fundador mismo de la congregación. La Roma modernista de Francisco, desde luego, tomó debida nota de que los neo lefebvristas, deseosos de mostrarse amigables y simpáticos, cumplen sus deberes. Ahora es tiempo de que les otorguen los obispos que andan urgentemente necesitando.

Las reacciones desdeñosas contra Mons. Williamson no se acaban allí, por supuesto. Un bloguero español, conocido como Pacopepe de la Cigoña, tilda de “cismático” al fallecido gran obispo, y apenas le dedica estas líneas –menos que la Neo Fraternidad-, diciendo con displicencia: “Vivo o muerto eclesialmente no tiene la menor importancia. Solo es una noticia curiosa” (en Infovaticana). Luego de leer semejante imbecilidad, falsedad y menosprecio, nos enteramos que el que tal dice “es el comentarista de asuntos eclesiales más leído de España. Su blog, La Cigüeña de la Torre, es el número uno de nuestro país en lo que a información eclesial se refiere y uno de los más leídos de Hispanoamérica. Es también el protagonista del libro Conversaciones con Paco Pepe, que actualmente se encuentra entre los 100 libros más vendidos de Amazon” (sic). ¿Puede sorprendernos, pues, el estado calamitoso de la Iglesia, y particularmente en España, cuando a la muerte de uno de los grandes defensores de la Tradición católica, el “comentarista de asuntos eclesiales más leído de España” incurre en tal exabrupto, muy propio de cualquier modernista o progresista encuadrado (nunca mejor dicho) con la demolición operada desde el Vaticano? Y eso a pesar de que alguien dice de este “Pacopepe” que la suya es "toda una vida quijotesca dedicada a desfacer entuertos inadmisibles generados incluso en las más altas instancias de la Jerarquía". "En el fondo, soy una hermanita de la caridad", dice el “Pacopepe”: pero acaba de demostrar que ni es hermanita ni tiene caridad. Para terminar, dice este personaje –no ofendamos a Cervantes llamándolo quijotesco- diciendo que se negó a ver “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson y que se negará siempre: "Me negué a verla en su día y me negaré siempre" (sic). Y lejos de explicar por qué se niega a ver la película más católica de la historia, se nos invita a comprar su libro donde daría la respuesta. Creemos que el lector podrá sacar sus propias conclusiones, sin necesidad de leer el libro de este señor.

En el ángulo opuesto, unas sentidas palabras dio a conocer Mons. Viganò: “Un querido Amigo, un venerable hermano en el episcopado, un compañero de batallas ha concluido su peregrinación terrenal y ha pasado a la eternidad”, así comienza su texto. Si bien no todo lo que dice es exacto, en relación a la “construcción” de la resistencia (tema harto complejo de dilucidar fuera de sus líneas y trincheras), destacamos especialmente las siguientes palabras, que tanto honran a Mons. Williamson:Fue un ferviente devoto de la Santísima Virgen y especialmente de Nuestra Señora de Fátima. Su convicción de la victoria del Inmaculado Corazón, según las promesas de Nuestra Señora, fue el faro de su vida interior y de su acción, y el rezo fiel del Santo Rosario fue su arma invencible”.

Mucho deberían agradecer a Mons. Williamson, asimismo, los fieles “tradi-conservadores”, si de defender la verdad se trata. Pero, lamentablemente en general ha primado un silencio previsible, como más previsible lo es el de los caracterizados fariseos (en general de la sedevacancia) que nunca han escondido su profunda y arraigada aversión por el obispo de Kent.

Concluyamos estas líneas con unas palabras que creemos muy atendibles de Mons. Viganò, hacia el final de su elogio fúnebre:

“Esta asimilación del Sacrificio no puede limitarse a ser meramente ritual. Toda alma sacerdotal —se lo digo a ustedes, queridos hermanos clérigos— debe hacerse también víctima mística, según el modelo de la Víctima pura, santa e inmaculada, para realizar plenamente en su propia carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para el bien de su cuerpo, que es la Iglesia (Col 1, 24). Esto es lo que ha hecho monseñor Williamson, que aceptó sufrir la persecución y el exilio por amor a Cristo y para no renegar de los solemnes compromisos asumidos en la plenitud del sacerdocio.

En el Paraíso, reunidos en adoración al Cordero y a la Santísima Trinidad en la eterna Liturgia celestial, todos los Santos de todos los tiempos están unidos por el amor al Sacrificio perfecto. Recemos para que monseñor Williamson sea bienvenido entre las huestes celestiales, y que desde allí nos vea repetir los gestos sagrados y las palabras santas que tuvo en sus labios hasta pocos días antes de dejarnos”.

 

P. Flavio Mateos, SAJM

 

 

P.S.: Puede ser útil dar un repaso por algunos destacados Comentarios Eleison, para reflexionar un poco sobre los temas candentes de la vida eclesial y el mundo moderno:

http://syllabus-errorum.blogspot.com/2021/10/comentarios-eleison-la-sabiduria-de.html#more

http://syllabus-errorum.blogspot.com/2021/08/comentarios-eleison-gran-reseteo.html

http://syllabus-errorum.blogspot.com/2021/07/mons-williamson-sobre-francisco-y-el.html

http://syllabus-errorum.blogspot.com/2017/12/comentarios-eleison-liberalismo-religion.html#more

http://syllabus-errorum.blogspot.com/2017/06/comentarios-eleison-fatima-es-crucial-i.html#more

http://syllabus-errorum.blogspot.com/2017/06/comentarios-eleison-fatima-es-crucial-ii.html#more

http://syllabus-errorum.blogspot.com/2016/09/comentarios-eleison-contra-el-nom.html

http://syllabus-errorum.blogspot.com/2016/06/comentarios-eleison-la-argucia-del-anti.html

https://castigatridendomoreselrustico.blogspot.com/2016/09/lindo-queso.html

  

EL VÍNCULO INDISOLUBLE ENTRE LA SHOAH Y EL CONCILIO VATICANO II – DEL “CASO WILLIAMSON” (2009) AL ACUERDO HOLOCAUSTICO-MODERNISTA (2017)

 



Por DON CURZIO NITOGLIA

[Artículo del año 2017].

  

I

 

LA NEO-RELIGION HOLOCÁUSTICA MODERNISTA


Abraham H. Foxman (Director de la Liga antidifamatoria de la B´naiB´rith) ha dicho: “El holocausto no es simplemente un ejemplo de genocidio, sino un ataque casi conseguido a la vida de los hijos elegidos de Dios, y por ello a Dios mismo”[1]

Para el judaísmo talmúdico, la shoah tiene un valor religioso porque Israel es el “dios” de la humanidad y Jesús un impostor. Por ello el cristiano no puede desinteresarse de este falso “dogma” (escondiéndose bajo la excusa de que es solo una cuestión histórica de la cual la Iglesia no se ocupa…), lo cual destruiría la fe del Evangelio. Rehusarse a hacerlo significaría renegar implícitamente la unicidad del holocausto de Cristo único Redentor de la humanidad entera.

La Teología católica enseña que el judaísmo es responsable de la muerte del Verbo Encarnado, verdadero Dios y verdadero Hombre. Todos los Padres de la Iglesia (Tradición) fundándose en la Escritura y el Magisterio, que es el intérprete oficial de las dos fuentes (Tradición y Escritura) de la divina Revelación (cfr. Pio XI, Mit brennender Sorge, 1937) lo afirman[2].

El neomodernismo, a partir de la declaración Nostra aetate (1965) ha buscado negar la doctrina del deicidio, contenida en la Escritura y en la Tradición (Revelación Divina) y enseñada por el Magisterio tradicional de la iglesia (oficio de la recta interpretación de la Revelación divina).

El católico que quiere conservar la fe integra y pura, sin la cual es imposible agradar a Dios (S. Pablo, Rom. X, 9), no puede adherir, por el principio evidente de no contradicción, a Nostra aetate y al mismo tiempo a la revelación divina, contenida en la Sagrada Escritura y en la Tradición, interpretada por el Magisterio tradicional.

La Revelación, la Fe, y la Doctrina católica, o se le acepta íntegramente como es y entonces ella abre el camino al cielo si está acompañada de las buenas obras o de la caridad sobrenatural, o por el contrario, si se niega un solo artículo o verdad de Fe, se la rechaza por entero, y entonces se halla el camino para el infierno, porque “sin la Fe es imposible agradar a Dios” (Hbr. XI, 6).

En efecto, o Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre, y por lo tanto el judaísmo rabínico es culpable del deicidio, o por el contrario Israel es Dios y por lo tanto todo atentado contra él y lo que le pertenece es deicida y la nueva religión es aquella de la shoah.  Tertium non datur (no hay una tercera opción). Es imposible tener como tercera tesis la del “judeo-cristianismo”, que es “hacer cuadrar el círculo”, según la cual Jesús se ha dicho Dios, Israel lo es realmente y la shoah es el “Mal absoluto”, otra contradicción en los términos porque el mal es la privación del bien y no es un absoluto.

Cuando Benedicto XVI, en el 2009, ha dicho que para ejercitar el sacerdocio y el episcopado en la iglesia es necesario creer en la shoah (cfr. el “caso Williamson”) no solo ha cometido un gran abuso de poder, sino que ha tomado de manera todavía más radical la falsa vía del judaísmo talmúdico, que diviniza a Israel y niega implícitamente la divinidad de Cristo.

El ambiente católico tradicionalista no ha querido comprender el alcance anticrístico del “caso Williamson” (sin tener en cuenta la persona del obispo en cuestión), rehusándose a valorar la doctrina que está en juego ahí. No se debe hacer una cuestión personal sino doctrinal: “quien no está conmigo está en contra de Mí” (Mt., XII 30). Ahora bien, sin Jesucristo no se entra en el Reino de los cielos[3].

 

Vaticano II a la luz de la shoah según Ben Horim

 

Aunque según el ex ministro de la embajada de Israel en Italia, encargado de las relaciones con la Santa Sede de 1980 a 1986, Nathan Ben Horim (Nuevos horizontes entre hebreos y cristianos, Padua, Mensajero, 2011), la nueva relación entre judaísmo y cristianismo se debe “a tres eventos: la shoah[4], el nacimiento del estado de Israel y el concilio Vaticano II” (ibídem, p. 11).

LA GUERRA DE LA OTAN CONTRA RUSIA EN UCRANIA Y OTROS ESCENARIOS DE LA POLÍTICA MUNDIAL. 02/02/2025

 





Por LUIS ÁLVAREZ PRIMO

 

     Desde nuestra última nota del 15 de diciembre del 2024 nada demasiado significativo ha ocurrido en la escena geopolítica mundial excepto la incorporación de un nuevo protagonista, Donald  J. Trump,  como presidente de los Estados Unidos, luego del desastroso  gobierno del  corrupto Joe Biden, quien a último momento realizó su último acto inmoral de gobierno ejerciendo la potestad del indulto  preventivo para librar de cárcel segura  a varios de los delincuentes e inmorales que lo acompañaron, empezando por  su propio hijo Hunter  y otros  miembros de su propia familia hasta el cínico logiado responsable de la seudo pandemia COVID 19, Anthony Fauci.  Vergonzoso.  Los reinos sin justicia son grandes latrocinios, diría San Agustín.

     Desde su asunción, Trump ha integrado su administración con funcionarios políticos cuyo denominador común es su declarada militancia sionista al servicio de Israel, y se ha dedicado a firmar decretos para deconstruir el legado de Biden de una cultura política basada en las aberraciones de la ideología de género y el empoderamiento de minorías,  por encima y con desprecio  de toda idoneidad o mérito  para los cargos llamada DEI  ( diversidad, igualdad e inclusión), la cual ha llevado al caos administrativo nacional estadounidense. Así mismo, Trump también procura revertir la caótica política de inmigración promovida por Biden con el fin de favorecer la promoción electoral del partido Demócrata en diversos estados. En ese contexto, el histriónico agente inmobiliario neoyorquino devenido presidente de los EE.UU. por segunda vez en el marco de una compleja situación judicial, no ha podido o mejor, no ha sabido aún abordar su principal desafío internacional: la relación con Rusia y la paz en Ucrania. Trump no se sabe si por error o por método, hace declaraciones contradictorias, o bien da información equivocada o amenaza con nuevas sanciones, completamente improcedentes frente a un gigante de la cultura y el arte de la gran política como es Rusia bajo el gobierno de Vladimir Putin. El nuevo presidente estadounidense y su entorno parecen desconocer el ABC de la diplomacia: por ejemplo, mal puede querer negociar con Putin si no da el “placet” al Embajador ruso en Washington D.C.  Putin le va marcando suavemente la cancha, como si guiara a un niño para que no se equivoque: así, por ejemplo, le recuerda que Volodymyr Zelenski carece de toda legitimidad, lo cual lo inhabilita para firmar cualquier acuerdo. Al parecer, EE.UU. y la OTAN ya están comprendiendo que han perdido la guerra en Ucrania y que deberán aceptar todas y cada una de las condiciones de Rusia. Trump sabe que la inicua guerra promovida por los fanáticos neoconservadores judíos del corrupto gobierno de Biden en combinación con la cleptocracia de la Unión Europea no es su guerra. Lo único que le interesa, en la medida de lo posible, es evitar la humillación de la derrota y una pérdida aún mayor del alicaído prestigio de los EE.UU. Su secretario de Estado, Marco Rubio, está dando alguna señal de realismo al reconocer que ya no se debe hablar de un orden mundial unipolar sino multipolar.  Mientras tanto, Putin observa con toda calma y seriedad, como diciendo: Donald nosotros te vamos a guiar para salir de este marasmo para que no caigas ni lleves al mundo al abismo. Pero cuidado: tenemos los mejores misiles hipersónicos del mundo, imposibles de detener para los EE.UU. y el mejor ejército del mundo. Rusia obra conforme a derecho y no acepta políticas imperialistas ni ninguna que comporte una amenaza existencial para el pueblo ruso.

     Todas las sanciones de EE.UU.  y la UE impuestas a Rusia además de fracasar, la han fortalecido. Rusia no está sola. Tiene una muy sólida relación con la China de Xi Jinping y lidera los BRICS, la avanzada comercial y demográfica del mundo.  La derrota de EE. UU. y la OTAN en Ucrania no tiene parangón en la historia de los desaciertos geopolíticos mundiales de este siglo. Cuanto más tarden los EE.UU. y la cleptocracia europea en reconocer la debacle de la OTAN en Ucrania, tanto peor será para ellos y, en especial, para el régimen de Zelenski que sigue perdiendo territorio a medida que sus fuerzas armadas se desintegran y se desangran (las bajas ucranianas superan el millón de hombres): miles de soldados desertan a diario (más de 150.000 en los últimos meses) y los que están en el frente están agotados y no tienen reemplazo. Es patético ver a los bravucones reclutadores de las fuerzas de seguridad ucranianas cazando hombres jóvenes en las calles como si fueran gatos o perros.  Los criminales de guerra neonazis del régimen títere del payazo judío Zelenski, dirigidos por agentes mercenarios de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, impotentes y desesperados, solo atinan a atacar objetivos civiles de la población rusa en Kursk y otras regiones del territorio ruso, generando respuestas demoledoras inmediatas de la fuerzas armadas rusas como el reciente golpe asestado con un nuevo misil ISKANDER al Hotel Bristol de Odesa, donde un nutrido grupo de esos asesores de la OTAN quedaron sepultados.

      Mientras tanto, la crisis energética europea por falta de gas y petróleo ruso golpea y divide a la UE que se apresta a sufrir el duró látigo de las nuevas exigencias de Trump. Es el destino de todos los vasallos que no tienen la hombría de defender su dignidad. Los europeos creen que su problema es la inmigración musulmana. No ven las causas profundas del mal. Son sus propias políticas belicistas y genocidas en el norte de África y en Medio Oriente, inspiradas por la judeo-masonería globalista, las que la han promovido.  Es el odio masónico ilustrado a las raíces cristianas de Europa el que ha traído esos lodos.  Entre los payasos al estilo de Macrón, Boris Johnson, Pedro Sánchez, Scholz, Ursula von Der Leyen, Kaya Callas, Meloni, títeres puestos por la plutorcracia judía a su servicio, tal como dijo Putin, falta cerebro y la altura de políticos europeos de antaño como Chirac o Shroeder, sin ir más lejos. La maniobra para instalar democráticamente a esos payasos (también en la Argentina) tiene un nombre: “disidencia controlada”. Mediante esta técnica de manipulación el sistema maneja la opinión pública idiotizada por los medios.  Así, por ejemplo, el pueblo alemán, que desde el fin de la segunda guerra mundial ha sido sometido al más brutal proceso de ingeniería social que se conozca, tiene hoy como nueva alternativa electoral a un partido (AfD) que está liderado por una lesbiana, Alice Weidel, quien cría dos niños adoptados con su pareja. ¿Qué se puede esperar? Volveré a este importante asunto en otra nota.

    La otra gran derrota de los EE.UU. está teniendo lugar en Israel donde el “cese del fuego” es frágil. Israel no comprendió que, en un enfrentamiento entre un ejército convencional y una fuerza insurgente, si esta sobrevive el tiempo suficiente se lleva la victoria. La liberación de rehenes por parte de Hamas ha asestado al régimen genocida judío un espectacular golpe propagandístico: los rehenes israelíes liberados por Hamás  se muestran en perfecto estado de salud, sonrientes y con múltiples manifestaciones públicas de agradecimiento a Hamás, lo cual comporta un fenomenal contraste con los prisioneros palestinos liberados por  el gobierno de Netanyahu luego de meses y años en las mazmorras del sionismo, brutalmente tratados por sus carceleros,  y con el telón de fondo de destrucción en Gaza, lo cual ha comportado la muerte de más de 100.000 palestinos, muchos niños, jóvenes y mujeres. Los mismos rehenes israelíes se preguntan por la racionalidad de la reacción bélica del gobierno de Netanyahu ante los hechos del 7 de octubre del 2023. ¿Fue necesario? ¿Fue proporcionado? ¿Fue justo?  Nadie puede justificar el genocidio palestino subsiguiente ni el régimen de apartheid que oprime injustamente a dicho pueblo desde hace décadas: una vez más la injusticia y la brutalidad judía ha quedado expuesta ante la opinión pública mundial.

Lo cierto es que Israel ha sufrido una derrota estratégica, quizá la más grande desde su creación en 1948. ¿Cuál es el destino de este estado sionista judío? Difícil decirlo. Veremos que logra Netanyahu en su visita a Trump en Washington D.C.  Netanyahu debe presentarse todas las semanas a rendir cuentas ante la justicia en Israel.  Se lo ve debilitado. Tiene instalado un marcapasos.  Ariel Sharon, otro gran genocida israelí, vivió los últimos 8 años de su vida en estado vegetativo. ¿Cuál es el futuro de B. Netanhyahu? ¿Vivirá para preparar la llegada del Anticristo?

EL LIBERALISMO ES LA CABEZA MÁS PELIGROSA DEL DRAGÓN REVOLUCIONARIO

 


El LIBERALISMO es, sin duda, la cabeza madre y, por ende, la más peligrosa del dragón revolucionario.

Al gangrenar la noción de Verdad —vida de la Inteligen­cia— y aceptar tantos “puntos de vista" como individuos pensantes —¡Protágoras y los sofistas redivivos!— des­truye la Verdad objetiva, introduciendo por la “ancha puerta” del librepensamiento al espacioso reino del OPINIONISMO, donde señorea la anarquía intelectual de cada uno.

Al renegar de la intolerancia doctrinal —consecuencia lógica de la Verdad— practica el más innoble PILATISMO, emulando a aquél que, después de haber preguntado con displicencia a Cristo: “Quid est veritas?", le volvió la espalda, indiferente, sin esperar Su respuesta.

Y al defender la única verdad absoluta que la Verdad no es absoluta ni única, edulcora al cristianismo, aggiornando fraudulentamente el “aut-aut” evangélico en un “Li­bertas liberabit vos"...

Se comprende entonces por qué, si el LAICISMO es la “peste" del siglo XX (Pío XI, Quas Primas) y “el LIBERA­LISMO ha sido la peste del siglo XIX" (Montalbán, Hist. Igl Cat., IV, p. 757), el LIBERALISMO CATÓLICO, conforme lo definiera ese “azote del liberalismo" que fuera Pío IX, es una “peste perniciosísima", “verdadera calamidad ac­tual", “pacto entre la justicia y la iniquidad", “virus ocul­to", “error insidioso y solapado", “pérfido enemigo", “más funesto y peligroso que un enemigo declarado".

Por ello, toda la clave de la actualísima crisis de la Iglesia se condensa en dos pequeñas líneas de PIO IX en 1861, reproducidas con profética clarividencia en la octo­gésima y última proposición CONDENADA del SYLLABUS: “El Romano Pontífice puede y debe reconciliarse y tran­sigir con el progreso, el LIBERALISMO y la civilización moderna".

Y mientras el SYLLABUS —Catecismo de la Santa Into­lerancia de la Verdad y Carta de la auténtica Libertad humana— continúe ignorado como letra muerta, el mundo seguirá agonizando.

“Siempre he condenado el LIBERALISMO CATÓLICO, y volveré cuarenta veces a condenarlo, si es necesario". PIO IX (18-6-1871)

“Los CATÓLICOS LIBERALES son lobos cubiertos con piel de corderos; y por ello, el sacerdote, verdadero sa­cerdote, debe revelar al pueblo confiado a sus cuidados sus peligrosas asechanzas y sus malos objetivos". SAN PÍO X (5-9-1894)

"El LIBERALISMO o laicismo, EN TODAS SUS FORMAS, constituye la expresión ideológica propia de la masonería".

EPISCOPADO ARGENTINO (20 - 2 -1959).

 

ENTRARÉ AL ALTAR DE DIOS

 

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