Del Diccionario mariano de Roschini
ARGENTINA.
— La historia de la República Argentina
está toda ella enlazada con la devoción a María. Muchos son los lugares en la
A. que llevan nombres marianos. Así, Buenos Aires, al ser fundada en 1535 por
Pedro de Mendoza, recibía el nombre de «Ciudad de la Santísima Trinidad y
puerto de Santa María de los Buenos Aires (o del Buen Aire); Rosario (la
segunda entre las grandes ciudades de A.) debe su nombre a Ntra. Sra. del
Rosario; Mercedes, nombre de tres importantes ciudades (en tres provincias
diversas) y de una diócesis, se deriva de Ntra. Sra. de la Merced; lo mismo
Concepción, Encarnación, Dolores, Villa María, Guadalupe, Pilar, Loreto,
Carmen, etcétera: nombres todos ellos de ciudades y villas. Además, son nada
menos que 13 arzobispados y obispados los que tienen por patrona a Nuestra
Señora con distintas advocaciones. Los ejércitos españoles mandados por Liniers
atribuyen a la protección de Ntra. Sra. del Rosario de Córdoba y de su homónima
de Buenos Aires, los espléndidos triunfos alcanzados en 1806 y 1807 contra los
invasores ingleses, y, en acción de gracias, el virrey envió al santuario dos
banderas arrancadas al enemigo. El general Manuel Belgrano, uno de los más
nobles personajes de la historia de la América latina, antes de salir para la
campaña de Paraguay, en 1810, se encaminó al santuario de Luján y, al frente de
un batallón, asistió a una misa solemne, imploró la protección de María y
eligió para su bandera el color de la Inmaculada de aquel santuario.
Inmediatamente después de la gran victoria de Tucumán, alcanzada el 24 de
septiembre de 1812, fiesta de Ntra. Sra. de la Merced (a cuya protección se
había encomendado), juntamente con las tropas todavía llenas de polvo, quiso
trasladarse al santuario de Ntra. Sra. de la Merced de Tucumán, adonde llegaba
en momento en que la Virgen era llevada en procesión: se puso firme el
batallón, el general Belgrano subió al caballo, colgó a la cintura el bastón de
mando y lo puso en las manos de la imagen de Nuestra Señora. Luego mandó acuñar
medallas con estas palabras: «Bajo la protección de Ntra. Sra. de Mercedes,
Generala del ejército.» Dos años después, escribía así al general José de San Martín:
«No deje de implorar a Ntra. Sra. de las Mercedes, nombrándola siempre nuestra
Generala, y distribuyendo sus escapularios entre los soldados.» El general
French hizo nombrar el 24 de septiembre de 1812 a Ntra. Sra. de Luján patrona
del tercer regimiento por él mandado. Después de haber alcanzado la victoria en
el asedio de Montevideo, envió a dicho santuario tres banderas, «deseoso de
cumplir con sus votos para con su Patrona», e hizo celebrar una misa solemne en
acción de gracias. El general Cruz decía en una orden: «El capellán predicará a
los soldados [el 24 de septiembre de 1817] sobre el favor recibido en aquel día
por intercesión de nuestra Generala, Ntra. Sra. de la Merced, y excitará a las
tropas a la devoción y respeto que le son debidos, a fin de que Ella venga a
ayudarnos a conquistar la independencia.» El general San Martín, antes de
comenzar la campaña de la liberación de Chile y del Perú, el primer domingo de
enero de 1817 (día 5), puso sus tropas bajo la protección de Ntra. Sra. del
Carmen de Cuyo y de Mendoza. La ceremonia se halla descrita por el general
Jerónimo Espejo allí presente, de esta forma: «A las diez de la mañana apareció
el ejército en uniforme de parada. La columna hizo alto al llegar a la esquina
del convento de San Francisco, para esperar que saliera del templo Ntra. Sra.
del Carmen. Salió la procesión encabezada por el clero secular y regular,
presidiéndole el Capitán General [San Martín], acompañado del Gobernador
Intendente, etc. Así que se cantó la tercia (...), el general San Martín se
levantó de su asiento y subiendo al presbiterio, acompañado de sus edecanes,
tomó la bandeja con la bandera y la presentó al preste. Éste bendijo la bandera
en la forma ritual, bendiciendo también el bastón [de mando] del General (...).
Terminada la misa con un tedéum, la procesión volvió a salir con el mismo
cortejo hasta un altar que se había preparado sobre un tablado, al costado de
la iglesia que miraba a la plaza, y al asomar la bandera y la Virgen, los
cuerpos presentaron las armas y batieron marcha. Al subir la imagen para
colocarla en el altar, el General [San Martín] puso su bastón en la mano
derecha de la Virgen del Carmen.» Un año después, en una carta a los PP.
Franciscanos de Mendoza, fechada el 12 de agosto de 1818, el general San
Martín, victorioso en Maipú, reconocía que «la decidida protección que ha
prestado al ejército de los Andes, su Patrona y Generala, Nuestra Madre y Señora
del Carmen, son demasiado visibles». Y añadía: «Un cristiano reconocimiento me
estimula a presentar a dicha Señora (que se venera en el convento que rige
Vuestra Paternidad) el adjunto bastón, como propiedad suya y como distintivo
del mando supremo que tiene sobre dicho ejército.» El general Las Heras gustaba
de llevar, en uniforme de campaña, a Ntra. Sra. del Carmen por los caminos de
Santiago de Chile. El 18 de agosto de 1937, por decreto del presidente Justo, Ntra.
Sra. «Stella Maris» era nombrada patrona de la armada nacional. Tiene una
hermosa capilla en la base naval de «Puerto Belgrano». El 18 de mayo de 1944,
el gobierno de la A. nombraba, por decreto del 18 de mayo, a Ntra. Sra. de
Lujan patrona de las carreteras nacionales y hacía esculpir su imagen sobre el
puente internacional que une la A. con el Brasil. En 1947 se celebraba en Lujan
el I Congreso Nacional Mariano. Los principales santuarios marianos de la A.
son: Ntra. Sra. de Luján (Luján); Ntra. Sra. del Valle de Catamarca; Ntra. Sra.
de Itatí (famosa por la prodigiosa transformación del rostro de la imagen); Ntra.
Sra. del Milagro, de Salta (que el 4 de agosto de 1749 derramó abundantes
lágrimas); Ntra. Sra. del Rosario de Córdoba; Ntra. Sra. del Rosario de la
Reconquista, de Buenos Aires; Ntra. Sra. de Guadalupe de Santa Fe (la cual el 9
de mayo de 1636 emitió copioso sudor); Ntra. Sra. de la Consolación de Sumampa;
Ntra. Sra. del Carmen de Cuyo (o de Mendoza); Ntra. Sra. de la Merced de
Tucumán; Ntra. Sra. de Río Blanco; Ntra. Sra. de Nueva Pompeya; Ntra. Sra. del
Rosario, Patrona de la ciudad homónima; Ntra. Sra. del Buen Viaje; Ntra. Sra.
de la Paz; Ntra. Sra. de Lourdes (con sus tres iglesias y con su gruta,
reproducción exacta de la de Massabielle). Todas las imágenes veneradas en
dichos santuarios, a excepción de las tres últimas, han sido solemnemente
coronadas entre los años 1887 (la de Luján) y 1941 (la del Rosario de Santa
Fe).
BIBL.:
Vargas Ugarte, R. S. J. Historia del culto de María en Ibero-América, 2da ed.
Buenos Aires 1947; Fontenla, Iconografía Mariana en los Países de Centro y Sud
América, t. I. Corrientes 1948; María Reina y Madre de los Argentinos, Buenos
Aires 1947; Galileano, Los Próceres Argentinos y su devoción a la Virgen María,
Buenos Aires 1947; Avelino Ignacio Gómez Ferreyra, S. I-, La dévotion Mariale
en A., en Du Manoir, V. París 1958, pp. 321-349; Cayetano Bruno, S. D, B.. La
Virgen Generala, ed. Apis. Rosario 1954.