Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

miércoles, 26 de enero de 2022

VICTORIAS DEL SANTO ROSARIO – y III

 

VICTORIAS DEL SANTO ROSARIO – y III

  

 Acción del Rosario en la Guerra de Malvinas.



Por FLAVIO MATEOS

 

Seguimos reportando algunas de las grandes victorias públicas del santo Rosario.

--En 1947, y esto es algo de lo que nunca se habla, Francia fue salvada del comunismo, puesto que estaba en preparación un golpe de estado donde se hallaba involucrada la misma Unión Soviética (URSS), que había enviado 1.500 cuadros clandestinos para apoyarla. Pero entre el 8 y 14 de diciembre, la Virgen se apareció en L’Ile-Bouchard, localidad próxima a Tours, a cuatro niñas en la iglesia de su escuela, mientras rezaban el santo Rosario. La Sma. Virgen se presentó como la Inmaculada Concepción y enfatizó la necesidad imperiosa de la oración para salvar a Francia del gran peligro que corría. Para entonces todo parecía perdido, los actos de sabotaje comunistas se multiplicaban hasta que… súbitamente –sin dudas por orden de Moscú- los comunistas abandonaron su propósito, las huelgas cesaron y los obreros complotados volvieron a sus trabajos. Veinte años más tarde podemos encontrar en Francia un hecho en contrario: el 13 de mayo de 1967 la Virgen peregrina de Fátima arribó a Paris pero las autoridades religiosas se negaron a recibirla. Exactamente un año después (13 de mayo) estalló el famoso “Mayo francés del 68”, donde las fuerzas comunistas trastornaron a la nación. Desde entonces todo ha ido para peor en una Francia que se ha alejado de Dios para volverse mayoritariamente laicista y masónica.

 --El 13 de mayo de 1955, Austria fue salvada del yugo comunista, gracias a la iniciativa de un sacerdote seguida de 700.000 austríacos que prometieron rezar el rosario cada día para obtener la liberación de su patria de la dominación soviética. Las oraciones fueron atendidas.

Austria había sido dividida, al final de la Segunda Guerra mundial, en cuatro zonas ocupadas por los aliados: rusos, norteamericanos, franceses e ingleses. Moscú se instaló en Viena, con numerosas tropas. Hubo elecciones el 25 de noviembre de 1945 que mostraron que la casi totalidad de la población estaba en contra de los comunistas, quienes no obstante amenazaron al pueblo local. Rusia quería anexarse el país a como dé lugar, multiplicando el caos, el pillaje y los muertos. Surgió entonces un sacerdote franciscano, el padre Petrus Pavliceck (1901-1982), que hizo unja peregrinación de acción de gracias (había sido librado de la cautividad) al santuario mariano de Mariazell. Allí pidió a la Virgen ayuda para liberar el país, y escuchó una voz interior que le dijo: “Haz lo que te digo: reza todos los días el rosario, y habrá la paz”.

Después de un año de pensar en cómo hacer, el sacerdote decidió lanzar el 2 de febrero de 1947 una cruzada reparadora del Rosario siguiendo el espíritu de Fátima, teniendo por objetivo reparar las ofensas contra Dios, la conversión de los pecadores, la paz y salvación del mundo y especialmente para Austria. Un año después, 10.000 personas estaban comprometidas en la cruzada, haciendo rezos públicos del rosario en las iglesias y procesiones en las calles. En 1949 la situación se tornó preocupante, pues Checoslovaquia y Hungría habían caído en las garras de los comunistas y la Iglesia ferozmente era perseguida. Como se acercaban nuevas elecciones en Austria, el P. Pavliceck decidió intensificar la cruzada, mediante cinco días públicos de oraciones. Los comunistas volvieron a ser derrotados en las elecciones, por lo que se esperaba un golpe de estado, que haría que Austria siguiese el destino de sus vecinos. Pío XII le dijo a un sacerdote austríaco: “Viena es la última muralla de Europa. Si Viena cae, Europa caerá. Si Viena queda en pie, Europa quedará en pie. Los católicos de Viena no tienen derecho a ser mediocres. Decidlo a los vieneses y repetidlo. Y decidles que el papa reza mucho; él reza mucho por Viena".

El Padre Pavliceck organizó más oraciones públicas, tres días en Viena, a finalizar el 12 de septiembre, fiesta del santo Nombre de María y aniversario de la victoria en la batalla de Kahlenberg. Finalmente el Padre organizó una gran procesión del rosario en la ciudad. Ante las reticencias de la jerarquía eclesiástica, el canciller Figl respondió: “Si no somos más que dos, yo voy. Por la patria, vale la pena”. Hubo 35.000 personas, con el rosario y un cirio en la mano.


Los comunistas no podían tolerarlo, decretaron una huelga general y hubo un intento de ocupar la cancillería, pero los sindicatos anticomunistas se lanzaron a la acción. Lograron quebrar la huelga y el golpe de estado fracasó. En ese entonces ya 200.000 personas formaban parte de la cruzada del rosario. El ministro de asuntos extranjeros de Moscú, Molotov, lanzó amenazas. El canciller austríaco pidió entonces al Padre hacer rezar más que nunca. Ya en abril de 1955 la cruzada de Rosarios había alcanzado las 500.000 almas. Entonces el nuevo canciller de ese entonces, fue llamado a Moscú. Fue recibido un día 13. Esa noche anotó en su agenda: “Hoy, día de Fátima, los rusos se han endurecido aún más. Oración a la Madre de Dios para que Ella ayude al pueblo austríaco”. Humanamente no había nada que hacer. Los rusos no cedían. Sin embargo, en mayo de 1955, se produjo el milagro. El ministro Molotov concedía de pronto la independencia a Austria. Después de 10 años de combates y de luchas sin cesar, sin aprestos diplomáticos o diálogos comprometedores, sino contando con las oraciones y sobre todo el Rosario de María, la amenaza comunista desaparecía como por arte de magia. El 26 de octubre de 1955, mes del santo Rosario, el último soldado ruso dejaba Austria. La Virgen del Rosario había sido la causa de la victoria.

--El 26 de marzo de 1964 (Jueves santo), Brasil se vio liberado de una revolución comunista, gracias a millones de mujeres que recorrieron las calles de las ciudades rezando con confianza y entusiasmo el santo rosario.

En 1961 había renunciado el Presidente Quadros, quedando el Brasil en una situación de caos y peligro de guerra civil. Todo parecía indicar que se trataba de un autogolpe, con intenciones de hacer que el comunismo, a través de Goulart –muy apoyado por su cuñado Leonel Brizola, gobernador de Rio Grande do Sul-, se estableciese “democráticamente” en Brasil. Un Comité Central do Movimiento de Resistencia Democrática, pantalla de los comunistas, contaba con 45.000 hombres armados, que presionaron para que pudiese regresar al país Joao Goulart, el vicepresidente, que se hallaba en misión diplomática en China comunista, y luego pasó al Uruguay. Tanto Goulart como el presidente renunciante eran del Partido Trabalhista, fundado por Getulio Vargas, un tipo de populismo parecido al de entonces en Argentina con Perón, que más tarde le abrió las puertas a la izquierda. Goulart era un hacendado que se hizo cargo del gobierno y ni bien pudo empezó a realizar reformas de tipo socialista, a la manera de las que haría más tarde Salvador Allende en Chile. Recordemos que en aquellos años el comunismo ya se había instalado en nuestro continente: se había producido la Revolución cubana y Fidel Castro llevaba adelante un plan de insurrección en el resto de los países. La guerrilla guevarista se extendía por Bolivia, Argentina, Colombia, Uruguay, etc. Había una movida continental para sumergir al continente entero en las garras comunistas, a instancias de las logias masónicas y los políticos liberales. Escuelas y universidades estaban infiltradas por los marxistas. Goulart se decidió a iniciar un acercamiento más estrecho al bloque soviético (países del Pacto de Varsovia). Pero Dios estaba obrando en contra, y esperaba la respuesta de los católicos brasileños. El año 1963 el Padre Patrick Peyton, de la Congregación de la Santa Cruz, había estado predicando una Cruzada del Rosario por todo el país. Las mujeres brasileñas fueron las primeras en responder con firmeza. Se trataba de una campaña de ofensiva espiritual contra el comunismo, pero manifestada públicamente, en las calles. El 13 de marzo de 1964 Goulart decretó el cambio de la Constitución, abolición del Congreso y confiscación de granjas e industrias. Nuevas y masivas oraciones y marchas públicas se organizaron en todo el país. Los gobernadores, políticos y militares, al ver la presión ejercida contra el gobernante, empezaron a abandonarlo. Una gran reunión de 600.000 mujeres marchó por el centro de São Paulo el 19 de marzo de 1964, rezando el rosario durante tres horas. 'Madre de Dios', gritaban, 'sálvanos del destino y el martirio de las mujeres de Cuba, Polonia, Hungría y otras naciones esclavizadas'. En otras ciudades sucedieron cosas similares.

Finalmente, el 26 de marzo los militares tomaron el poder. Goulart y los líderes sindicales comunistas que le eran adictos, huyeron como ratas. El 2 de abril la población de Río salió a las calles en una inmensa y alegre manifestación de acción de gracias. Por cierto que, aún sin el huracán del Vaticano II, la Iglesia por entonces se mantuvo firme. El arzobispo de Río de Janeiro, cardenal Dom Jaime de Barros Câmara (no confundir con el hereje marxista el arzobispo Helder Cámara, “maestro” del actual conspirador utopista Klaus Schawb), hablaba en la radio todas las semanas para advertir a la gente que el gobierno estaba a punto de llevar a los comunistas al poder. El Cardenal pidió al pueblo de Brasil que rezara e hiciera penitencia, como había pedido Nuestra Señora de Fátima. Dijo que esta era la única forma de salvar a Brasil. Varios otros obispos brasileños hicieron cosas similares. Los católicos brasileños respondieron como debían.

En julio, el Padre Valério Alberton S.J., Promotor de la Cofradía Mariana de Brasil, viajó a Fátima para agradecer a la Santísima Virgen por salvaguardar su país. “Ganamos gracias a Nuestra Señora del Rosario”, declaró. “Es el mensaje de Fátima, puesto en práctica en Brasil, lo que nos salvó”. […] Los repetidos llamamientos a la oración y la penitencia, en el espíritu de Fátima, reavivan la fe que mueve montañas, y lo imposible se hace realidad: el milagro de una guerra ganada sin una gota de sangre. El mando contrarrevolucionario preveía al menos tres meses de intensa lucha. Ahora, una fuerza, humanamente hablando inexplicable, hace que todo el dispositivo militar, construido paciente y diabólicamente durante muchos años, se derrumbe como un castillo de naipes. La evidencia de la gracia es tal que todos están convencidos de que todo esto no tenía explicación humana. Los líderes militares y civiles de la contrarrevolución son casi unánimes en atribuir esta victoria a una gracia especial de la Santísima Virgen. Muchos declaran que el Rosario fue el arma decisiva” (Voz de Fátima, octubre de 1964)

Como en Francia, como en Austria, también en Brasil, sin disparos, sin derramamiento de sangre, sin explosiones, y sin negociaciones, el comunismo debió retirarse, sin obtener nada a cambio.

--En Chile siguieron el ejemplo de los anteriores países, librándose del comunismo gracias a la intervención de la Virgen a través de las campañas del Rosario. En 1970 había accedido a la presidencia Salvador Allende Gossens, médico socialista, millonario y masón (que, como Goulart en Brasil, también acabó suicidándose). Ni bien asumió comenzó una serie de reformas socialistas que empezaron a perjudicar al pueblo. Se alineó claramente con el régimen cubano, llegando a recibir al tirano caribeño en Chile, a fin de seguir sus directivas. Las mujeres tomaron entonces protagonismo en la reacción. Tras un año de una Cruzada del Rosario lanzada por una mujer a la cual adhirieron ocho sacerdotes y dos obispos, sumado a una procesión multitudinaria de la estatua de Ntra. Sra. de Fátima a través del país, se produjo finalmente el derrocamiento por parte de las Fuerzas Armadas del dictador “democrático”, el 11 de septiembre de 1973. Nuevamente el comunismo era derrotado. 

--Un caso que no tiene explicación natural, se dio en Argentina, durante la Guerra de las Malvinas –otra guerra contra los impíos ingleses-, en 1982. Recordemos antes que nada que el operativo de recuperación de las islas se llamó Operación del Rosario, que su comandante el Cnel. Seineldín (de familia sirio-libanesa) era un ferviente católico, y que muchos soldados portaban sus rosarios junto con sus armas de fuego. El hecho es que en Puerto Argentino, el lugar de acceso de los aviones argentinos a la isla desde el continente, desde el 1° de mayo hasta el 14 de junio de 1982, es decir durante toda la guerra (que más que ganarla los ingleses, la perdieron los generales argentinos, que eran liberales y traidores), “la aviación británica, -explica el historiador Díaz Araujo- con bombarderos que partían de la isla Ascensión, repetidamente intentaron destruir la pista de la aeroestación, sin conseguirlo. ¿Cómo, por qué? El Coronel Mohamed Alí Seineldín, a quien alguien le había contado lo de Liniers en 1807, enterró también un rosario bajo la pista, cuya acción defensiva quedó acreditada en los hechos”.

-Otro hecho de la Guerra de Malvinas contra el invasor inglés: el 26 de mayo de 1982, un mes y medio después de comenzada la guerra, la Compañía de Comandos 602 se alistaba para desplazarse a las islas y entrar en combate. Esa mañana el Capitán Eduardo Villarruel (2do. Jefe de la Cía.) llamó a la Escuela de Infantería a los sacerdotes Mattet y Faure (de la FSSPX, este último hoy obispo continuador de Mons. Lefebvre en la SAJM), para que brindaran asistencia espiritual a los comandos. Desde las 9 hs. confesaron y luego el Padre Faure celebró la Santa Misa. A continuación les entregaron un rosario a cada comando y entronizaron una imagen de la Sma. Virgen del Valle de Catamarca. Luego de esto los combatientes partieron rumbo a su destino, llegando a las islas al día siguiente a las 19 hs.

En la madrugada del 10 al 11 de junio, la Compañía tuvo un fuerte enfrentamiento con una patrulla inglesa. Una gran explosión provocó la muerte del Sargento Mario Cisneros, quedando herido de bala el Tte. 1ro. Jorge Manuel Vizoso Posse. Los soldados ingleses fueron a dar el tiro de remate a los caídos, uno se acercó a Vizoso, que estaba caído, y le disparó a la altura del cuello, dándolo por muerto. Pero ante la sorpresa de los enemigos, Vizoso se recuperó y abatió por lo menos a tres integrantes de la patrulla del SAS inglesa. Luego fue rescatado por el resto de la patrulla. ¿Qué había pasado?

Vizoso se salvó milagrosamente cuando el tiro de gracia fue detenido por una cuenta del rosario, donde impactó la bala. La cuenta de plástico del rosario quedó fundida y adosada al acero. Los médicos aseguraron que el rosario le salvó la vida o, al menos, de quedar cuadripléjico. El Tte. Vizoso Posse fue evacuado de Malvinas al continente en el último avión Hércules, el 13 de junio (fecha de una de las apariciones de la Virgen en Fátima), un día antes de la caída de Puerto Argentino. Por eso aseguró que él nunca se rindió ante los ingleses. Se sabe además que Vizoso desde muchos años atrás manifestaba una gran devoción católica y usaba siempre el rosario al cuello. Fue condecorado con la Cruz al Heroico Valor en Combate.

 

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Como hemos visto en todos los ejemplos de esta serie de artículos, el santo Rosario no es, como lo quieren presentar los enemigos de la Iglesia y lo interpretan los liberales y modernistas (sean de izquierda o de derecha) una devocioncilla piadosa de mujeres, ancianas y hombrecitos pusilánimes que se refugian en la Iglesia “fuera de la realidad”, sino un arma de combate, un medio poderosísimo que obtiene las más difíciles victorias (no solo en los campos de batalla, sino en la vida cotidiana), a la vez que forja un espíritu humilde y acometedor, sereno y viril, en quien lo reza. El Padre Pío de Pietrelcina lo llamaba su “arma”. Todos los santos se han valido de él y sabemos bien los combates diarios en todos los ámbitos donde el Rosario nos ayuda poderosamente. Los demonios son atormentados por el rezo del santo Rosario. Los modernistas lo detestan y todo el mundo sabe que los sacerdotes de la iglesia conciliar no lo rezan ni lo predican. Hasta el papa Juan Pablo II tuvo la osadía de modificarlo agregando cinco misterios, con lo que para obedecer el pedido de la Virgen de Fátima a los niños, “rezad un terÇo todos los días”, hay que rezar 6,66 Avemarías (¡¡¡!!!).

Los católicos todavía no creemos lo suficiente en esta arma poderosísima (verdadera “arma de destrucción masiva” contra el Diablo), con la cual debemos iniciar el contraataque contra el “omnipotente” mundo moderno.  Particularmente eficaz contra el comunismo, que se parapeta detrás del apoyo de la multitud, nosotros tenemos una multitud de oraciones, de cuentas del rosario, para oponer. Y una fuerza unitiva, porque una multitud orante es como una sola voz. Debemos creer que todo puede ser vencido mediante la fuerza espiritual de la Oración, de la Palabra de Dios, del Santo Sacrificio de la Misa, y del Rosario de María. El mundo moderno parece imbatible, pero, como decía Gómez Dávila:

“El mundo moderno parece invencible.

Como los saurios desaparecidos”.

Y bien, tenemos toda una tarea de milicia por delante, empezando por saber abandonarnos a la Providencia de Dios con entera confianza, para ser instrumentos de su Voluntad salvífica. Difundamos la devoción de los cinco primeros sábados al Corazón Inmaculado, con el rezo del Santo Rosario, nuestra arma para ganar todas las batallas, haciendo lo posible por rezar los quince misterios cada día (los lectores pueden unirse a esta Cruzada de Rosarios por la consagración de Rusia: https://fatimaurgente.com/). Aunque puedan faltarnos la Santa Misa o el confesor, pues hoy estamos en situación virtual de guerra y sobre todo de inmensa apostasía del clero, sobre todo de la Jerarquía, convertida en una cáfila de emasculados sinodales que se ha vuelto nuestro peor enemigo, Dios sabrá darnos las gracias necesarias y sobreabundantes (cfr. Ez. 11,16), en cuanto nuestros corazones sean sinceramente fieles, ardientemente deseosos de la gloria de Dios y la salvación de las almas y de nuestras patrias, devotos sencillos e intransigentes dispuestos a  mantener la fe de siempre cueste lo que cueste. Usemos también el santo Escapulario y recemos con todas nuestras fuerzas por la Consagración de Rusia al Doloroso e Inmaculado Corazón de María. Hagamos rezar por esta intención, que todos los católicos que aman a la Iglesia y sufren por verla postrada ante los satánicos poderes de este mundo, que los que guardan el celo, separados y distanciados de los católicos liberales y los pusilánimes acomplejados que debilitan nuestras fuerzas (ese es el verdadero y necesario “distanciamiento social”), y distanciados también de los orgullosos y presumidos, se apliquen a unirse en esta cruzada mariana, en esta cruzada santa, en esta resistencia heroica y combate glorioso del pequeño rebaño contra las huestes de Satanás que desespera pues sabe le queda poco tiempo, porque la Virgen ha hecho una promesa, y nada podrá cambiar sus palabras y el futuro donde el gozo prometido de la paz de Cristo nos sea concedido: “Al fin mi Corazón Inmaculado triunfará”.

 

¡Viva el Sagrado Corazón de Jesús y el Corazón Inmaculado de María!

 

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