VICTORIAS
DEL SANTO ROSARIO – y III
Por FLAVIO MATEOS
Seguimos reportando algunas
de las grandes victorias públicas del santo Rosario.
--En 1947, y esto es algo de lo que nunca se habla, Francia fue
salvada del comunismo, puesto que estaba en preparación un golpe de estado
donde se hallaba involucrada la misma Unión Soviética (URSS), que había enviado
1.500 cuadros clandestinos para apoyarla. Pero entre el 8 y 14 de diciembre, la
Virgen se apareció en L’Ile-Bouchard, localidad próxima a Tours, a cuatro niñas en la
iglesia de su escuela, mientras rezaban el santo Rosario. La Sma. Virgen se
presentó como la Inmaculada Concepción y enfatizó la necesidad imperiosa de la
oración para salvar a Francia del gran peligro que corría. Para entonces todo parecía
perdido, los actos de sabotaje comunistas se multiplicaban hasta que…
súbitamente –sin dudas por orden de Moscú- los comunistas abandonaron su
propósito, las huelgas cesaron y los obreros complotados volvieron a sus
trabajos. Veinte años más tarde podemos encontrar en Francia un hecho en
contrario: el 13 de mayo de 1967 la Virgen peregrina de Fátima arribó a Paris
pero las autoridades religiosas se negaron a recibirla. Exactamente un año
después (13 de mayo) estalló el famoso “Mayo francés del 68”, donde las fuerzas
comunistas trastornaron a la nación. Desde entonces todo ha ido para peor en
una Francia que se ha alejado de Dios para volverse mayoritariamente laicista y
masónica.
--El 13 de mayo de 1955, Austria fue salvada del yugo comunista, gracias a la
iniciativa de un sacerdote seguida de 700.000 austríacos que prometieron rezar
el rosario cada día para obtener la liberación de su patria de la dominación
soviética. Las oraciones fueron atendidas.
Austria
había sido dividida, al final de la Segunda Guerra mundial, en cuatro zonas ocupadas
por los aliados: rusos, norteamericanos, franceses e ingleses. Moscú se instaló
en Viena, con numerosas tropas. Hubo elecciones el 25 de noviembre de 1945 que mostraron
que la casi totalidad de la población estaba en contra de los comunistas,
quienes no obstante amenazaron al pueblo local. Rusia quería anexarse el país a
como dé lugar, multiplicando el caos, el pillaje y los muertos. Surgió entonces
un sacerdote franciscano, el padre Petrus Pavliceck (1901-1982), que hizo unja
peregrinación de acción de gracias (había sido librado de la cautividad) al
santuario mariano de Mariazell. Allí pidió a la Virgen ayuda para liberar el
país, y escuchó una voz interior que le dijo: “Haz lo que te digo: reza todos
los días el rosario, y habrá la paz”.
Después
de un año de pensar en cómo hacer, el sacerdote decidió lanzar el 2 de febrero
de 1947 una cruzada reparadora del Rosario siguiendo el espíritu de Fátima,
teniendo por objetivo reparar las ofensas contra Dios, la conversión de los
pecadores, la paz y salvación del mundo y especialmente para Austria. Un año después,
10.000 personas estaban comprometidas en la cruzada, haciendo rezos públicos
del rosario en las iglesias y procesiones en las calles. En 1949 la situación se
tornó preocupante, pues Checoslovaquia y Hungría habían caído en las garras de
los comunistas y la Iglesia ferozmente era perseguida. Como se acercaban nuevas
elecciones en Austria, el P. Pavliceck decidió intensificar la cruzada, mediante
cinco días públicos de oraciones. Los comunistas volvieron a ser derrotados en
las elecciones, por lo que se esperaba un golpe de estado, que haría que
Austria siguiese el destino de sus vecinos. Pío XII le dijo a un sacerdote
austríaco: “Viena es la última muralla de Europa. Si Viena cae, Europa caerá.
Si Viena queda en pie, Europa quedará en pie. Los católicos de Viena no tienen derecho
a ser mediocres. Decidlo a los vieneses y repetidlo. Y decidles que el papa
reza mucho; él reza mucho por Viena".
El
Padre Pavliceck organizó más oraciones públicas, tres días en Viena, a
finalizar el 12 de septiembre, fiesta del santo Nombre de María y aniversario
de la victoria en la batalla de Kahlenberg. Finalmente el Padre organizó una
gran procesión del rosario en la ciudad. Ante las reticencias de la jerarquía
eclesiástica, el canciller Figl respondió: “Si no somos más que dos, yo voy.
Por la patria, vale la pena”. Hubo 35.000 personas, con el rosario y un cirio
en la mano.
Los
comunistas no podían tolerarlo, decretaron una huelga general y hubo un intento
de ocupar la cancillería, pero los sindicatos anticomunistas se lanzaron a la
acción. Lograron quebrar la huelga y el golpe de estado fracasó. En ese
entonces ya 200.000 personas formaban parte de la cruzada del rosario. El ministro
de asuntos extranjeros de Moscú, Molotov, lanzó amenazas. El canciller
austríaco pidió entonces al Padre hacer rezar más que nunca. Ya en abril de
1955 la cruzada de Rosarios había alcanzado las 500.000 almas. Entonces el
nuevo canciller de ese entonces, fue llamado a Moscú. Fue recibido un día 13. Esa
noche anotó en su agenda: “Hoy, día de Fátima, los rusos se han endurecido aún
más. Oración a la Madre de Dios para que Ella ayude al pueblo austríaco”.
Humanamente no había nada que hacer. Los rusos no cedían. Sin embargo, en mayo
de 1955, se produjo el milagro. El ministro Molotov concedía de pronto la
independencia a Austria. Después de 10 años de combates y de luchas sin cesar,
sin aprestos diplomáticos o diálogos comprometedores, sino contando con las
oraciones y sobre todo el Rosario de María, la amenaza comunista desaparecía
como por arte de magia. El 26 de octubre de 1955, mes del santo Rosario, el
último soldado ruso dejaba Austria. La Virgen del Rosario había sido la causa
de la victoria.
--El 26
de marzo de 1964 (Jueves santo), Brasil
se vio liberado de una revolución comunista, gracias a millones de mujeres
que recorrieron las calles de las ciudades rezando con confianza y entusiasmo
el santo rosario.
En 1961
había renunciado el Presidente Quadros, quedando el Brasil en una situación de
caos y peligro de guerra civil. Todo parecía indicar que se trataba de un
autogolpe, con intenciones de hacer que el comunismo, a través de Goulart –muy
apoyado por su cuñado Leonel Brizola, gobernador de Rio Grande do Sul-, se
estableciese “democráticamente” en Brasil. Un Comité Central do Movimiento de
Resistencia Democrática, pantalla de los comunistas, contaba con 45.000 hombres
armados, que presionaron para que pudiese regresar al país Joao Goulart, el
vicepresidente, que se hallaba en misión diplomática en China comunista, y
luego pasó al Uruguay. Tanto Goulart como el presidente renunciante eran del
Partido Trabalhista, fundado por Getulio Vargas, un tipo de populismo parecido
al de entonces en Argentina con Perón, que más tarde le abrió las puertas a la
izquierda. Goulart era un hacendado que se hizo cargo del gobierno y ni bien
pudo empezó a realizar reformas de tipo socialista, a la manera de las que
haría más tarde Salvador Allende en Chile. Recordemos que en aquellos años el
comunismo ya se había instalado en nuestro continente: se había producido la
Revolución cubana y Fidel Castro llevaba adelante un plan de insurrección en el
resto de los países. La guerrilla guevarista se extendía por Bolivia, Argentina,
Colombia, Uruguay, etc. Había una movida continental para sumergir al
continente entero en las garras comunistas, a instancias de las logias
masónicas y los políticos liberales. Escuelas y universidades estaban
infiltradas por los marxistas. Goulart se decidió a iniciar un acercamiento más
estrecho al bloque soviético (países del Pacto de Varsovia). Pero Dios estaba
obrando en contra, y esperaba la respuesta de los católicos brasileños. El año
1963 el Padre Patrick Peyton, de la Congregación de la Santa Cruz, había estado
predicando una Cruzada del Rosario por todo el país. Las mujeres brasileñas
fueron las primeras en responder con firmeza. Se trataba de una campaña de
ofensiva espiritual contra el comunismo, pero manifestada públicamente, en las
calles. El 13 de marzo de 1964 Goulart decretó el cambio de la Constitución,
abolición del Congreso y confiscación de granjas e industrias. Nuevas y masivas
oraciones y marchas públicas se organizaron en todo el país. Los gobernadores,
políticos y militares, al ver la presión ejercida contra el gobernante,
empezaron a abandonarlo. Una gran reunión de 600.000 mujeres marchó por el
centro de São Paulo el 19 de marzo de 1964, rezando el rosario durante tres
horas. 'Madre de Dios', gritaban, 'sálvanos del destino y el martirio de las
mujeres de Cuba, Polonia, Hungría y otras naciones esclavizadas'. En otras
ciudades sucedieron cosas similares.
Finalmente,
el 26 de marzo los militares tomaron el poder. Goulart y los líderes sindicales
comunistas que le eran adictos, huyeron como ratas. El 2 de abril la población
de Río salió a las calles en una inmensa y alegre manifestación de acción de
gracias. Por cierto que, aún sin el huracán del Vaticano II, la Iglesia por
entonces se mantuvo firme. El arzobispo de Río de Janeiro, cardenal Dom Jaime
de Barros Câmara (no confundir con el hereje marxista el arzobispo Helder
Cámara, “maestro” del actual conspirador utopista Klaus Schawb), hablaba en la
radio todas las semanas para advertir a la gente que el gobierno estaba a punto
de llevar a los comunistas al poder. El Cardenal pidió al pueblo de Brasil que
rezara e hiciera penitencia, como había pedido Nuestra Señora de Fátima. Dijo
que esta era la única forma de salvar a Brasil. Varios otros obispos brasileños
hicieron cosas similares. Los católicos brasileños respondieron como debían.
En
julio, el Padre Valério Alberton S.J., Promotor de la Cofradía Mariana de
Brasil, viajó a Fátima para agradecer a la Santísima Virgen por salvaguardar su
país. “Ganamos gracias a Nuestra Señora del Rosario”, declaró. “Es el mensaje
de Fátima, puesto en práctica en Brasil, lo que nos salvó”. […] Los repetidos
llamamientos a la oración y la penitencia, en el espíritu de Fátima, reavivan
la fe que mueve montañas, y lo imposible se hace realidad: el milagro de una
guerra ganada sin una gota de sangre. El mando contrarrevolucionario preveía al
menos tres meses de intensa lucha. Ahora, una fuerza, humanamente hablando
inexplicable, hace que todo el dispositivo militar, construido paciente y
diabólicamente durante muchos años, se derrumbe como un castillo de naipes. La
evidencia de la gracia es tal que todos están convencidos de que todo esto no
tenía explicación humana. Los líderes militares y civiles de la
contrarrevolución son casi unánimes en atribuir esta victoria a una gracia
especial de la Santísima Virgen. Muchos declaran que el Rosario fue el arma
decisiva” (Voz de Fátima, octubre de 1964)
Como en
Francia, como en Austria, también en Brasil, sin disparos, sin derramamiento de
sangre, sin explosiones, y sin negociaciones, el comunismo debió retirarse, sin
obtener nada a cambio.
--En
Chile siguieron el ejemplo de los anteriores países, librándose del comunismo
gracias a la intervención de la Virgen a través de las campañas del Rosario.
En 1970 había accedido a la presidencia Salvador Allende Gossens, médico
socialista, millonario y masón (que, como Goulart en Brasil, también acabó
suicidándose). Ni bien asumió comenzó una serie de reformas socialistas que
empezaron a perjudicar al pueblo. Se alineó claramente con el régimen cubano, llegando
a recibir al tirano caribeño en Chile, a fin de seguir sus directivas. Las
mujeres tomaron entonces protagonismo en la reacción. Tras un año de una
Cruzada del Rosario lanzada por una mujer a la cual adhirieron ocho sacerdotes
y dos obispos, sumado a una procesión multitudinaria de la estatua de Ntra.
Sra. de Fátima a través del país, se produjo finalmente el derrocamiento por
parte de las Fuerzas Armadas del dictador “democrático”, el 11 de septiembre de
1973. Nuevamente el comunismo era
derrotado.
--Un
caso que no tiene explicación natural, se dio en Argentina, durante la Guerra
de las Malvinas –otra guerra contra los impíos ingleses-, en 1982. Recordemos antes que nada que el
operativo de recuperación de las islas se llamó Operación del Rosario, que su comandante el Cnel. Seineldín (de
familia sirio-libanesa) era un ferviente católico, y que muchos soldados
portaban sus rosarios junto con sus armas de fuego. El hecho es que en Puerto
Argentino, el lugar de acceso de los aviones argentinos a la isla desde el
continente, desde el 1° de mayo hasta el 14 de junio de 1982, es decir durante
toda la guerra (que más que ganarla los ingleses, la perdieron los generales
argentinos, que eran liberales y traidores), “la aviación británica, -explica el historiador Díaz Araujo- con bombarderos que partían de la isla
Ascensión, repetidamente intentaron destruir la pista de la aeroestación, sin
conseguirlo. ¿Cómo, por qué? El Coronel Mohamed Alí Seineldín, a quien alguien
le había contado lo de Liniers en 1807, enterró también un rosario bajo la
pista, cuya acción defensiva quedó acreditada en los hechos”.
-Otro
hecho de la Guerra de Malvinas contra el invasor inglés: el 26 de mayo de 1982,
un mes y medio después de comenzada la guerra, la Compañía de Comandos 602 se
alistaba para desplazarse a las islas y entrar en combate. Esa mañana el
Capitán Eduardo Villarruel (2do. Jefe de la Cía.) llamó a la Escuela de
Infantería a los sacerdotes Mattet y Faure (de la FSSPX, este último hoy obispo
continuador de Mons. Lefebvre en la SAJM), para que brindaran asistencia
espiritual a los comandos. Desde las 9 hs. confesaron y luego el Padre Faure
celebró la Santa Misa. A continuación les entregaron un rosario a cada comando
y entronizaron una imagen de la Sma. Virgen del Valle de Catamarca. Luego de
esto los combatientes partieron rumbo a su destino, llegando a las islas al día
siguiente a las 19 hs.
En la
madrugada del 10 al 11 de junio, la Compañía tuvo un fuerte enfrentamiento con
una patrulla inglesa. Una gran explosión provocó la muerte del Sargento Mario
Cisneros, quedando herido de bala el Tte. 1ro. Jorge Manuel Vizoso Posse. Los
soldados ingleses fueron a dar el tiro de remate a los caídos, uno se acercó a
Vizoso, que estaba caído, y le disparó a la altura del cuello, dándolo por
muerto. Pero ante la sorpresa de los enemigos, Vizoso se recuperó y abatió por
lo menos a tres integrantes de la patrulla del SAS inglesa. Luego fue rescatado
por el resto de la patrulla. ¿Qué había pasado?
Vizoso
se salvó milagrosamente cuando el tiro de gracia fue detenido por una cuenta
del rosario, donde impactó la bala. La cuenta de plástico del rosario quedó
fundida y adosada al acero. Los médicos aseguraron que el rosario le salvó la
vida o, al menos, de quedar cuadripléjico. El Tte. Vizoso Posse fue evacuado de
Malvinas al continente en el último avión Hércules, el 13 de junio (fecha de
una de las apariciones de la Virgen en Fátima), un día antes de la caída de
Puerto Argentino. Por eso aseguró que él nunca se rindió ante los ingleses. Se
sabe además que Vizoso desde muchos años atrás manifestaba una gran devoción
católica y usaba siempre el rosario al cuello. Fue condecorado con la Cruz al Heroico
Valor en Combate.
***
Como hemos
visto en todos los ejemplos de esta serie de artículos, el santo Rosario no es,
como lo quieren presentar los enemigos de la Iglesia y lo interpretan los
liberales y modernistas (sean de izquierda o de derecha) una devocioncilla
piadosa de mujeres, ancianas y hombrecitos pusilánimes que se refugian en la
Iglesia “fuera de la realidad”, sino un arma de combate, un medio poderosísimo
que obtiene las más difíciles victorias (no solo en los campos de batalla, sino
en la vida cotidiana), a la vez que forja un espíritu humilde y acometedor, sereno
y viril, en quien lo reza. El Padre Pío de Pietrelcina lo llamaba su “arma”.
Todos los santos se han valido de él y sabemos bien los combates diarios en
todos los ámbitos donde el Rosario nos ayuda poderosamente. Los demonios son
atormentados por el rezo del santo Rosario. Los modernistas lo detestan y todo
el mundo sabe que los sacerdotes de la iglesia conciliar no lo rezan ni lo
predican. Hasta el papa Juan Pablo II tuvo la osadía de modificarlo agregando
cinco misterios, con lo que para obedecer el pedido de la Virgen de Fátima a
los niños, “rezad un terÇo todos los días”, hay que rezar 6,66 Avemarías (¡¡¡!!!).
Los
católicos todavía no creemos lo suficiente en esta arma poderosísima (verdadera
“arma de destrucción masiva” contra el Diablo), con la cual debemos iniciar el
contraataque contra el “omnipotente” mundo moderno. Particularmente eficaz contra el comunismo,
que se parapeta detrás del apoyo de la multitud, nosotros tenemos una multitud
de oraciones, de cuentas del rosario, para oponer. Y una fuerza unitiva, porque
una multitud orante es como una sola voz. Debemos creer que todo puede ser
vencido mediante la fuerza espiritual de la Oración, de la Palabra de Dios, del
Santo Sacrificio de la Misa, y del Rosario de María. El mundo moderno parece
imbatible, pero, como decía Gómez Dávila:
“El
mundo moderno parece invencible.
Como
los saurios desaparecidos”.
Y bien,
tenemos toda una tarea de milicia por delante, empezando por saber abandonarnos
a la Providencia de Dios con entera confianza, para ser instrumentos de su
Voluntad salvífica. Difundamos la devoción de los cinco
primeros sábados al Corazón Inmaculado, con el rezo del Santo Rosario, nuestra
arma para ganar todas las batallas, haciendo lo posible por rezar los quince
misterios cada día (los lectores pueden unirse a esta Cruzada de Rosarios por
la consagración de Rusia: https://fatimaurgente.com/). Aunque puedan faltarnos la Santa Misa o el
confesor, pues hoy estamos en situación virtual de guerra y sobre todo de
inmensa apostasía del clero, sobre todo de la Jerarquía, convertida en una
cáfila de emasculados sinodales que se ha vuelto nuestro peor enemigo, Dios
sabrá darnos las gracias necesarias y sobreabundantes (cfr. Ez. 11,16), en
cuanto nuestros corazones sean sinceramente fieles, ardientemente deseosos de
la gloria de Dios y la salvación de las almas y de nuestras patrias, devotos
sencillos e intransigentes dispuestos a
mantener la fe de siempre cueste lo que cueste. Usemos también el santo
Escapulario y recemos con todas
nuestras fuerzas por la Consagración de Rusia al Doloroso e Inmaculado Corazón
de María. Hagamos rezar por esta intención, que todos los católicos que aman a
la Iglesia y sufren por verla postrada ante los satánicos poderes de este
mundo, que los que guardan el celo, separados y distanciados de los católicos
liberales y los pusilánimes acomplejados que debilitan nuestras fuerzas (ese es
el verdadero y necesario “distanciamiento social”), y distanciados también de
los orgullosos y presumidos, se apliquen a unirse en esta cruzada mariana, en
esta cruzada santa, en esta resistencia heroica y combate glorioso del pequeño
rebaño contra las huestes de Satanás que desespera pues sabe le queda poco
tiempo, porque la Virgen ha hecho una promesa, y nada podrá cambiar sus
palabras y el futuro donde el gozo prometido de la paz de Cristo nos sea
concedido: “Al fin mi Corazón
Inmaculado triunfará”.
¡Viva
el Sagrado Corazón de Jesús y el Corazón Inmaculado de María!