“Y
con el objetivo de poner fin a este asalto infernal, ¿no convendría obedecer el
deseo explícito de la Virgen María en Fátima, de consagrar nominalmente a Rusia
a su Corazón Inmaculado?”
Monseñor Marcel Lefebvre (1905-1991)
Carta al Cardenal Ratzinger, 17 de abril de 1985.