Por
PADRE JEAN JACQUES MARZIAC
Y colaboradores. Del
libro PRÉCIS DE LA DOCTRINE SOCIALE DE L’ÉGLISE A L’USAGE DES CHEFS D’ÉTAT, Les
éditions pontificales suppléantes, France, 1991.
Ningún jefe de Estado puede ignorar que el problema
judío es mundial, que tendrá repercusiones en todos los países del mundo. Vean
los hechos bíblicos, históricos.
La cuestión judía existe desde la Pasión de Cristo,
en el año 33 de nuestra era.
Todo hombre sabe, en efecto, que la Santísima
Virgen María y su hijo JESÚS, Dios hecho Hombre, eran de pura raza judía. Que
esta raza había sido preparada desde la Antigüedad para su misión de traer a la
humanidad al Mesías Redentor y que había recibido para ello dones de
inteligencia, de celo y de corazón.
Pero este pueblo que debe traernos al CRISTO, lo
repudia. «Pilato, habiendo convocado a
los sumos sacerdotes, a los notables y al pueblo, les dijo: "Ustedes me
han presentado a este hombre como incitando al pueblo a la sedición. He
instruido el asunto delante de ustedes, y no lo he encontrado culpable de
ninguno de los crímenes de los que lo acusan. Herodes tampoco, puesto que lo ha
enviado de vuelta. Lo ven, no hay nada que merezca la muerte. Voy pues a
soltarlo después de haberlo hecho azotar."» (San Lucas XXIII, 13).
Los judíos, a pesar de esta negativa de condena a
muerte de Pilato, «insistían a grandes
gritos reclamando que fuese crucificado y sus clamores iban en aumento.»
(San Lucas XXIII, 23) «Entonces Pilato,
viendo sus esfuerzos inútiles y que el tumulto no hacía más que aumentar, tomó
agua, se lavó las manos en presencia de la multitud y dijo: "Yo soy
inocente de esta sangre. ¡Es asunto de ustedes!"» (Mateo XXVII, 24).
Sigue la frase que explica todo el misterio de
Israel en la historia desde la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo: «Todo el pueblo respondió: ¡QUE SU SANGRE
CAIGA SOBRE NOSOTROS Y SOBRE NUESTROS HIJOS!» (Mateo XXVII, 25).
Esto es lo que explica por qué uno de los grandes
rabinos de PARÍS escribió en 1989 con ocasión del rechazo de la cruz erigida en
el Carmelo de Auschwitz: «¡Pero esta querella tiene 2000 años!»
En efecto, habiendo sido roto el pacto de alianza por
Israel, la gracia de Dios se transfirió directamente a las naciones. Es lo que
San Pablo explica a los Romanos cuando dice que «por la caída de Israel, la salvación ha llegado a las naciones y que
esta caída ha sido la riqueza del mundo» (Rom. XI, 11-12). La Santa Iglesia
Católica Romana, que se ha desarrollado maravillosamente en el curso de estos
dos últimos milenios, sin duda no habría tenido la misma forma si Israel no
hubiera traicionado su misión y hubiera permanecido «un reino de sacerdotes,
una nación santa» destinada a iluminar e instruir a la humanidad.
Pero Israel, habiendo rechazado al verdadero
Mesías, se dará otro Mesianismo, temporal y terrestre: la dominación del mundo
por el dinero, por la francmasonería, por la revolución, por la democracia
socialista.
No debemos olvidar sin embargo que son judíos, discípulos del verdadero Mesías, quienes fundarán el verdadero Israel, la Iglesia, reino espiritual, preparando un Reino Celeste.
Las miras mundialistas de los judíos se realizan en
nuestra época, desde la fundación de la masonería y de la revolución que
decapitó a la Iglesia e instauró la democracia socialista mundial. EL NUEVO
ORDEN MUNDIAL.
Dejemos hablar a este historiador del comienzo del
siglo XX que es Monseñor DELASSUS, Director de la Semaine Religieuse de
Cambrai:
«Es gracias a inmensos y pacientes trabajos, que
los Israelitas han podido adquirir la situación preponderante que ocupan hoy. Es
por intrigas sabias y sutiles que trabajan por su triunfo definitivo. La
dominación financiera y política del judío no podrá establecerse
definitivamente más que después de la destrucción, en todos los países, por las
logias, por la prensa, por los medios diversos que corroen todas las
instituciones, todas las fuerzas, todas las tradiciones, que forman como la
osamenta de cada patria.»
Y más adelante: «Los judíos no podrán completar, en
el futuro, la obra de expoliación y de des-nacionalización, sino por medio de
los agrupamientos llamados republicanos, tales como la Liga de los Derechos del
Hombre o el Comité radical y radical-socialista y sobre todo de la masonería.
Gracias a su oro y a su astucia, dirigen, de una manera secreta, estas
sociedades políticas hacia el fin que persiguen con una incansable energía: la
dominación universal del pueblo de Israel.» (Mons. Henri Delassus, La
conjuration antichrétienne, tomo II, pág. 577).
Los jefes de Estado son evidentemente los primeros
concernidos en esta empresa destructora de todos los valores espirituales,
humanos y materiales.
Por eso tienen una elección capital que hacer: se
les pide entrar en la masonería y abrazar los designios de la judería
internacional: democracia socialista, pluralismo ideológico, ateísmo, laicismo
y todos los desórdenes morales de los que se hablará más adelante. Es a este
precio que los mercados internacionales se abrirán a sus productos.
Pero estos capitalistas desenfrenados que son los
judíos les darán con una mano, para quitarles con la otra, todos los productos
preciosos, mineros y otros, y así tendrán la alta mano sobre la economía del
país, lo que conducirá a la pobreza integral, a la inflación galopante, al
endeudamiento, etc... Solo los jefes de Estado capaces de decir no a esta
empresa salvarán a su país y lo mantendrán en el orden cristiano, en una
holgura relativa, y guardarán, explotando prudentemente, el tesoro nacional de
las riquezas naturales y de los productos agrícolas y sacarán de ello el máximo
de ingresos.
Es más que tiempo de reaccionar, de lo contrario
sus países estarán pronto definitivamente arruinados. Los rapaces capitalistas
judíos y masones habrán saqueado las riquezas del país y lo abandonarán a las
llamadas deudas.
Es necesario que los jefes de Estado, de espíritu cristiano, hagan uniones,
acuerdos entre ellos para ayudarse contra estos invasores. Es necesario que los
jefes de Estado, de espíritu cristiano, hagan uniones económicas.
Veamos la manera judía de hacer anticatolicismo.
Está dirigida por Marx: «El judío se ha emancipado a la manera judía, no
solamente haciéndose dueño del mercado financiero, sino porque, gracias a él y
por él, el dinero se ha convertido en una potencia mundial, y el espíritu
práctico judío, el espíritu práctico de los pueblos cristianos. Los judíos se
han emancipado en la medida en que los cristianos se han vuelto judíos.» (Obras
filosóficas).
Y la revista judía Jewish World de febrero
de 1883 reconoce que:
«El gran ideal del judaísmo no es que los judíos se reúnan un día en algún
rincón de la tierra con fines separatistas, sino que el mundo entero esté
impregnado de la enseñanza judía y que en la fraternidad universal de las
naciones, (un judaísmo más grande en realidad) todas las razas y religiones
desaparezcan. Por su actividad en la literatura y en la ciencia, por su
posición dominante en todas las ramas de la actividad pública, están haciendo
pasar gradualmente los pensamientos y sistemas no-judíos en los moldes judíos.»
En cuanto a los desórdenes morales, veamos el
proceso empleado desde hace un siglo en Francia, hija primogénita de la
Iglesia, para destruir allí la moral, hacer solapadamente el anticatolicismo.
Habiéndose vuelto mayoritarios, ya no se martiriza
a los católicos como en tiempo del Sanedrín, de Diocleciano, de Robespierre; se
intenta corromperlos moralmente.
Los hechos:
·
Alfred
NAQUET logra hacer adoptar por el Senado su ley sobre el restablecimiento del
divorcio (mayo 1884);
·
Alfred
NEUWIRTH hace adoptar la ley sobre la contracepción (diciembre 1967);
·
Pierre SIMON
emprende en los años 50 una verdadera cruzada a favor de la contracepción y del
derecho al aborto;
·
Simone VEIL
hace votar, con el apoyo de los votos de la izquierda (PC y PS), la ley del 17
de enero de 1975 para el derecho al aborto;
·
Jack LANG,
ministro de cultura, favorece en exceso la pornografía.
¿Por qué el profesor BAULIEU, de su verdadero
nombre Etienne-Félix-Aron BLUM, inventor de la píldora R.U. 486, que hace
abortar a la madre envenenando a su hijo, cambió de nombre (decreto del J.O.
con fecha del 17 de noviembre de 1947)? ¿No es acaso el profesor SCHWARTZENBERG
el que impulsa la legislación de la eutanasia, lo que proscribe absolutamente
la ley de Moisés? Todos estos personajes son judíos.
Pierre SIMON, verdadero jefe de fila en la campaña
del aborto, dos veces Gran Maestre de la Gran Logia de Francia, nos revela sus
orígenes y la maniobra en su libro De la vie avant toute chose.
Figaro-Magazine del 24 de noviembre de 1979 subraya así la inspiración fundamental de esta
obra:
«A lo largo de un libro muy denso... El antiguo
Gran Maestre de la Gran Logia de Francia, masón y radical apasionado, cuenta la
historia de una cruzada. La moral de los masones, la del libre examen (es
decir, de Lutero) ilumina el libro. Y las logias aparecen allí fuera del tiempo
o más bien con una extraordinaria presciencia como verdaderos laboratorios de
ideas.»
A propósito de sus orígenes, Pierre SIMON nos dice
esto:
«Mi madre tenía una fe (judía) profunda que
contrastaba con el ateísmo vigoroso de mi padre. Así se encontraban en mí dos
corrientes: judaísmo y racionalismo, tradición (judía) y libre pensamiento.
Mido la potencia de esta aleación fundamental. Mi entrada en la masonería será
un día una manera de asumirla como herencia» (p. 27).
En cuanto a la maniobra anticatólica, he aquí: se
hacen algunos artículos en la prensa, en nombre de la ciencia, de la medicina;
se corrompe la situación con la pornografía, con las leyes citadas más arriba;
se publica un libro como el mencionado; se presenta un debate televisivo. Así,
la opinión pública, lentamente sensibilizada, Pierre SIMON osa escribir esto:
«Las soluciones que nos proporciona la moral
tradicional (por lo tanto católica) no pueden ya (...) satisfacernos. Reposan
sobre una sacralización del principio de vida cuya esencia es supersticiosa y
el procedimiento fetichista» (p. 233).
Finalmente, Pierre SIMON se quita la máscara y
muestra muy explícitamente su anticatolicismo en la página 243:
«La sexualidad y el erotismo exigiendo tiempo
libre, este tiempo será otorgado a cada uno. La felicidad sin Marx y sin Jesús».
Esta vez la masonería ya no tiene secretos.
Ningún jefe de Estado puede ya tener dudas sobre
las intenciones de la religión judía y de la masonería, «aleación fundamental»
según Pierre SIMON (p. 27).
En cuanto a la cultura, ¿no fue Edgar FAURE,
ministro de Educación Nacional en 1968, quien hábilmente comenzó a suprimir el
latín en 6º, y al año siguiente en 5º? Así, pocos se dieron cuenta de que se
arrancaba a los jóvenes franceses la lengua de la Iglesia y que forma parte de
su cultura.
Todo esto ayuda a comprender perfectamente bien las
encíclicas de los papas sobre la masonería, y los escritos de Monseñor DELASSUS
y de tantos otros, que los medios actuales, en manos de los masones, ocultan
tanto como pueden. Se comprende mejor por qué es una sociedad llamada secreta.
Por qué invita regularmente a los embajadores, a los consejeros de Embajada, a
los personajes influyentes cerca de los palacios presidenciales a entrar en
ella. En caso necesario, mediante un juego de influencias, se hará desplazar
lejos a tal consejero de Embajada, a tal general, a tal profesor que comienza a
documentarse y a ver claro.
Que todos los que tienen cargos políticos en su
país, piensen en el tribunal de la Historia y en el juicio del Todopoderoso.
Los Jefes de Estado en particular no pueden
desentenderse de estos graves problemas, si realmente tienen amor por su patria
y por sus conciudadanos, y el sentido de los deberes de su cargo recibido de
Dios.
Obras
complementarias:
· Copin ALBANCELLI: La conjuration juive. Em. Vitte, Lyon, 1909.
D.P.F.
·
Mgr Henri
DELASSUS: La conjuration antichrétienne. D.D.B. - Lille.
·
P. Julio
MEINVIELLE: Le judaïsme dans le mystère de l’histoire. Éditions Sainte
Jeanne d’Arc, 1983.
·
Léon de PONCINS: Christianisme et Franc-Maçonnerie. D.P.F., 1975.
·
Jacques
BORDIOT: Une main cachée dirige. La librairie française, 1974-76. D.P.F.
·
Jean-Daniel
GRANVILLE: Le mystère d’Israël et la tentative de judaïsation du
catholicisme. Éditions A.F.S.
NOTA COMPLEMENTARIA DEL BLOG:
En
consonancia con lo que se informa en el artículo, añadamos:
--La píldora
anticonceptiva, que revolucionó el mundo en los años 1960, y se aprobó en EEUU bajo
el nombre Enovid (combinación de
estrógeno y progestina), fue concebida por el biólogo judío Gregory Pincus, el
químico judío Carl Djerassi y el ginecólogo norteamericano John Rock, mientras
que fue financiada y promovida por Margaret Sanger, también judía.
--Ese mismo año explosivo
los Beatles lanzaron su primer simple. Su productor era el judío Brian Epstein.
--También ese año el judío
Billy Wilder lanzaba su provocadoramente sexual película “El apartamento” y un
año antes “Una Eva y dos Adanes”.
--Ese mismo año, el 13 de
junio, el activista judío Jules Isaac era recibido con beneplácito por el papa
Juan XXIII, que prometía apoyar su proyecto de modificar la doctrina de la
Iglesia sobre los judíos y el deicidio.
--La primera película tras
el levantamiento de código de censura en Hollywood en 1964 fue la escandalosa The
Pawnbroker (El prestamista, 1964), dirigida por el judío Sidney Lumet. A partir
de entonces empezaron a destacarse mucho más que antes los directores judíos:
Sidney Lumet, Norman Jewison, Woody Allen, Mike Nichols, Roman Polanski, John
Schlesinger, Steven Spielberg, etc.
--La famosa y moralmente
corrosiva película El Graduado (1967), con premio Oscar incluida, fue dirigida
por el judío Mike Nichols, protagonizada por el judío Dustin Hoffman,
musicalizada por los judíos Simon and Garfunkel.
--En Argentina: la
acelerada desmalvinización en nuestro país fue operada gracias a la gran
influencia de la prensa y los medios artísticos en manos judías. El productor
judío Daniel Grinbank fue un peso pesado que se dedicó a la producción de
espectáculos de rock and roll corrosivos de la juventud. Mientras que se dio
masiva difusión a la película “Los chicos de la guerra”, producida por Kiko
Tenenbaum, escrita por Daniel Kon y Bebe Kamin y dirigida por este último:
todos judíos.