Por
MONSEÑOR WILLIAMSON
Los verdaderos católicos deben comprender el
Nuevo Orden Mundial,
Para ver cómo el diablo lo
tiene todo en sus garras.
La gran parte del «Comentario» que sigue a
continuación proviene de la larga entrevista concedida por el Arzobispo Viganò
el 13 de mayo, accesible en ingles en The Remnant Newspaper – The Remnant
Newspaper – Archbishop Vigano interviewed on Russian TV.
La
crisis ucraniana fue planeada durante años, mucho antes del Euromaidán o
«revolución de colores» de 2014. El régimen corrupto de Ucrania se sometió a la
élite globalista hace mucho tiempo, por lo que ahora el pueblo ucraniano está
siendo masacrado en una guerra que podría haberse evitado simplemente haciendo
cumplir los acuerdos de Minsk de 2015. La verdad es que la OTAN se había
comprometido a no expandirse hacia el este; que la revolución Euromaidán se
llevó a cabo con el apoyo del Estado profundo estadounidense; que el Protocolo
de Minsk no fue respetado, y hemos oído a la propia Ángela Merkel admitir que
el propósito de ese acuerdo era dar a tiempo a Ucrania para armarse. Si en 2022
el presidente Putin decidió defender a los rusoparlantes dentro de Ucrania de
las continuas agresiones del gobierno de Kiev, esto no ocurrió de repente. Al
contrario, esto era exactamente lo que la OTAN quería conseguir, tras más de
una década provocando a Rusia.
Los
que querían esta guerra tenían dos objetivos paralelos. El primero era impedir
una alianza entre las naciones europeas y la Federación Rusa, a fin de aislar a
Rusia para su destrucción. El segundo era la destrucción también del tejido
económico de Europa, porque por supuesto hubo alguien que sabía que las
sanciones contra Rusia se volverían en contra de los países de la UE, y los
obligarían a aceptar la llamada transición verde, basada en el fraude del
cambio climático. Para lograr este objetivo, para el ensayo general con la
farsa del covid de 2020 a 2022, tenía que haber un títere del Estado profundo
en la Casa Blanca, y por lo tanto era necesario derrocar al presidente Trump en
2020 mediante un fraude electoral.
Pero
para doblegar a los ucranianos a la voluntad de los globalistas para una guerra
por poderes con Rusia, su religión también tenía que ser desestabilizada.
¿Cómo? En la Iglesia Ortodoxa hay dos patriarcados principales, el de Moscú y
el de Constantinopla. La mayoría de los ucranianos ortodoxos solían pertenecer
a Moscú. En 2018, para separarlos de Moscú y hacerlos independientes de la
Iglesia rusa, el Departamento de Estado de EE UU asignó 25 millones de dólares
al patriarca de Constantinopla para que reconociera la escisión de la Iglesia
ucraniana del Patriarcado ortodoxo de Moscú.
Pero,
¿por qué los globalistas pasaron por el patriarcado ortodoxo de Constantinopla?
Porque ha estado durante mucho tiempo en manos de la masonería, y la masonería
es un instrumento importante de los «globalistas» en su búsqueda bimilenaria de
la dominación global. Por ejemplo, tanto el patriarca Atenágoras de
Constantinopla y su predecesor eran francmasones de grado 33, y el patriarca
Bartolomeo de Constantinopla ha sido durante mucho tiempo servil al plan de los
globalistas. No es de extrañar si él está en tan buenos términos con el papa
Bergoglio, quien, a juzgar por sus frutos, es un jugador importante en la
destrucción masónica de la Iglesia Católica.
Así,
la Revolución «globalista» se esfuerza por quebrantar la fe y la religión de
los cristianos, como quebranta sus naciones seculares a través del cangrejo de
dos pinzas del liberalismo masónico y el comunismo ateo. En una sociedad sana,
los intereses del individuo y de la sociedad están naturalmente equilibrados.
El liberalismo y el comunismo rompen ese equilibrio, el liberalismo deificando
al individuo, el comunismo deificando a la sociedad. Hoy somos testigos del
aplastamiento tanto del individuo como de la sociedad por el error teológico,
filosófico y político de la globalización, endiosando en su lugar a la élite
del Nuevo Orden Mundial, que combina el desafío a Dios con la putrefacción de
las mentes de la gente y con el vaciamiento de todas las instituciones
establecidas. ¿Hace falta decir cómo esta combinación infernal está destinada a
destruir el tejido social y religioso de las naciones, al negar la fe en Dios,
al negar la realeza de Cristo sobre las sociedades y los individuos por igual?
Kyrie
eleison