Por MONS.
VIGANO
La Iglesia Católica Apostólica
Romana está fundada sobre la Roca: no sobre las arenas movedizas del Vaticano
II, no sobre el pantano de la sinodalidad, no sobre el hielo del “pacto verde”
y de la “conversión ecológica”.
El fin
inexorable de las sectas —no menos el de los anglicanos, con su “arzobispa”
abortista y favorable a los homosexuales, y su rey, “cabeza de la Iglesia de
Inglaterra”, que se postra ante los mahometanos y promueve el Nuevo Orden
Mundial— comienza en el momento en que Nuestro Señor Jesucristo, la piedra
angular, es rechazado por los constructores y reemplazado por grotescos
sustitutos inspirados por Satanás.
Si el Vaticano cree que está
exento del mismo trágico destino de perdición, al continuar por el mismo camino
que otros herejes, pronto descubrirá que con Dios no se juega.
https://x.com/CarloMVigano/status/1974770765598806143