Por MONSEÑOR WILLIAMSON
Comentario Eleison DCCCV #805
17 de diciembre de 2022
Entonces, ¿de
quién es la casa que puede resistir todas las tormentas?
Sólo la de Él, construida sobre Dios y no sobre arena.
Al
acercarse la Navidad, el panorama mundial se ensombrece. ¿Qué dice Nuestro
Señor a sus Apóstoles? “En el mundo tendréis tribulación, pero confiad, yo he
vencido al mundo” (Jn XVI, 33). Recordemos qué es lo que Él ha vencido con
el resumen a continuación de un diálogo del pasado mes de septiembre con uno de
los mejores comentaristas que aparecen ahora regularmente en Internet, Gonzalo
Lira, disponible en End of abundance w/Gonzalo Lira (live) – YouTube:—
Occidente
se tambalea al borde del colapso de la civilización. Estamos entrando en
territorio oscuro, con lo que se anuncia para nuestro futuro próximo, como la
moneda digital que viene y el sistema de crédito social. El presidente Macron
de Francia ha declarado el fin de la “era de la abundancia”, y se nos dice que
cada crisis será “peor que la anterior”, y que tampoco habrá vuelta a la
“antigua normalidad”.
A
la crisis de Covid de 2020 le ha sucedido la crisis de Ucrania de 2022, en la
que los líderes occidentales prácticamente han declarado la guerra a Rusia,
utilizando a Ucrania como víctima. Las sanciones se diseñaron para perjudicar
al pueblo ruso y derrocar al gobierno del Kremlin. Sin embargo, en su
arrogancia, estos líderes juzgaron mal la economía rusa. Rusia no necesita a
Occidente. Ahora hay otros compradores de gas ruso. Occidente ha perdido su
posición dominante en la economía mundial. Las exportaciones de crudo ruso
sancionadas por Occidente se han reorientado hacia China, India y Brasil.
Las
sanciones contra Rusia han acelerado el inevitable desplome económico de
Occidente. La base industrial de Occidente se ha vaciado. Los ingresos de la
población están implosionando. El coste del combustible y de los alimentos
aumenta. Estamos a punto de sufrir otra Gran Depresión, como la de los años 30,
una depresión inflacionista no vista en Europa desde la Alemania de Weimar.
Esta gran depresión económica irá acompañada de escasez de energía y alimentos.
¿Hay
alguna salida humana al inminente colapso de las economías occidentales? Sólo
poniendo fin a las sanciones. Sin embargo, Occidente está preso de la locura y
la psicosis en relación con Rusia. La histeria se ha apoderado de todo. En
Occidente existe un odio y una desconfianza arraigados hacia Rusia, alimentados
por un constante bombardeo de propaganda y mentiras. El embuste del “Rusiagate”
convirtió a Trump en un “agente ruso” y una “marioneta de Putin”. ¿Cómo puede
Occidente volver de la psicosis a la política racional?
Y
¿cuál es la respuesta de la clase política occidental al colapso social y
económico de Europa? Culpar a Putin. La crisis energética es “culpa de Rusia”.
Sin embargo, fue Occidente quien convirtió la energía en un arma y comenzó la
guerra de sanciones. Incluso si ahora las potencias occidentales quisieran
llegar a un acuerdo, ¿por qué iba a hacerlo Rusia? Rusia no negociará con el
régimen de Zelensky, una marioneta de Occidente. No se puede confiar en la
palabra de Occidente tras el fracaso de los acuerdos de Minsk. El destino de
Europa es pasar hambre, frío y oscuridad. El daño durará generaciones.(Desde aquella
entrevista en otoño, nadie menos que una antigua dirigente occidental como
Angela Merkel, canciller de Alemania de 2005 a 2021, ha admitido en público que
los dos acuerdos de Minsk de 2014 y 2015 fueron firmados por dirigentes occidentales
simplemente para obtener tiempo para que Ucrania se preparare para la guerra.
¿Por qué debería Rusia confiar ahora en cualquier intento de negociación por su
parte)?
Volvamos
a Nuestro Señor: “Por tanto, no os afanéis” por el alimento, ni por la bebida,
ni por el vestido (ni por la luz, ni por la calefacción), ya que “vuestro Padre
celestial sabe que tenéis necesidad de todo ello, sino buscad primero
el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os darán por añadidura”
(Mt. VI, 32–33). Pero si, queridos lectores, la humanidad desprecia Su
existencia misma, por no hablar de Su reino y Su justicia, ¿qué puede esperar?
Véase Mt VII, 26–27.
Kyrie
eleison