Por GABRIEL
CAMILLI
"Declaramos,
pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen
María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y
privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús,
Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original,
ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída
por todos los fieles". Dogma proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de
1854, en la Bula Ineffabilis Deus.
Santa
María, la Virgen, en esta solemnidad de su Purísima Concepción, tan arraigada
en España e Iberoamérica es parte de nuestras raíces como nación. El 8 de
diciembre es el Día de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen
María, conocida también como la Purísima Concepción. Este día, fue incorporado
a la nómina de feriados nacionales con la sanción de la ley 24.445 el 23 de
diciembre de 1994 respetando nuestra tradición.
LA RAICES
Las raíces de un pueblo están en suelo de la Patria y en la Historia de aquellos que hicieron de esa tierra una Patria. Las raíces de un pueblo están en la tradición, es decir en aquello que se transmite de generación en generación: la Fe, la lengua, la cultura, el heroísmo del pasado, el esfuerzo del trabajo, las costumbres, etc., todas aquellas cosas que nos marcan y nos distinguen con características propias y nos hacen ocupar un lugar propio en el concierto de las naciones. ¿Qué pasa si un árbol no tiene una tierra donde clavar sus raíces y no tiene agua que lo alimente? El árbol se seca, queda como una plantita raquítica. Lo mismo le pasa a la Nación que se desentiende, rechaza, olvida o niega sus raíces.
La Bandera
Nacional se caracteriza por unir a los hombres de una nación: debajo de ella
desaparecen las rivalidades, las diferencias, lo que enfrenta a los hombres,
para convertirlos en una sola Nación, que se identifica, precisamente, con su
Bandera. Por eso, la Bandera Nacional es sagrada. Y mucho más en nuestro caso,
la República Argentina, porque la Bandera Nacional, por designio divino y no
por deseo humano, lleva los colores celeste y blanco del Manto de la Inmaculada
Concepción de Luján.
Esto es así
porque el creador de la Bandera Nacional, el General Belgrano quiso,
por un acto de devoción suya a la Virgen Inmaculada, de la cual era devoto,
homenajearla y darle a la bandera los colores celeste y blanco de su Manto
Inmaculado. Así lo atestigua el hermano del General Belgrano: "Mi
hermano quiso darle a la Bandera los colores celeste y blanco de la Inmaculada
de Luján, de la cual era muy devoto".
Y así lo
creen los patriotas de todos los tiempos en nuestra patria. Conocida es la
devoción de San Martín y Belgrano por la Virgen, a quien ambos nombraron Generala
de los Ejércitos.
CORONEL
DOMINGO FRENCH
Hoy
recordando este día de la Inmaculada, queremos señalar un pasaje de nuestra
historia menos conocido, pero no menos importante. Tomamos conocimiento de este
episodio hace unos años mientras tuvimos el honor de comandar este bicentenario
Regimiento de la Virgen de Luján, de La Inmaculada, el histórico Regimiento
de Arribeños, el 3 de Oro, hoy Regimiento de Infantería Mecanizado 3
"General Belgrano".
El Coronel
Domingo French eligió a la Santísima Virgen de Luján como patrona de su
Regimiento, y depositó a los pies de la Soberana Señora, uno de los trofeos
arrebatados a los españoles en la rendición de Montevideo.
El
Regimiento comandado por French, era el número 3 de Infantería, el que aprobó
la elección de su jefe, y reconoció a la Virgen de Luján por su Capitana.
El 24 de
septiembre de 1812, hallándose en Luján de paso para las provincias del norte,
para concurrir al llamado del General Belgrano, fue reconocido oficialmente
dicho patronazgo, y después de una misa solemne celebrada en el Santuario, se
juraron las banderas en la plaza que se extiende enfrente del mismo.
"...debiendo
el Coronel Domingo French incorporarse al Ejército del Norte con el Regimiento
de Infantería Nº 3, quiso ponerse bajo el patrocinio de la Sma. Virgen de
Luján, a quien eligió por Patrona conforme ofició al cura del santuario el 24
de septiembre de 1812; decía el despacho: `Señor Cura: El Regimiento Nº 3 a mi
cargo, parte en esta hora a acampar del otro lado del puente de esa villa, con
destino a las provincias del norte; mañana, pienso allí jurar sus banderas,
celebrando antes una misa solemne a la Sma. Virgen de ese título que he elegido
por Patrona; será como a las diez del día y creo que con asistencia del ilustre
Cabildo".
El
Regimiento de Infantería 3, apodado el Regimiento de la Virgen de Luján, tuvo
una destacada actuación en las Provincias del Norte y el Sitio de Montevideo.
Refiriéndose
a Luján, dijo Pío XII: "...al entrar en aquellas espaciosas naves, al ver las
banderas que Belgrano ganó en Salta, o la espada que San Martín blandió en el
Perú; al leer los mármoles que recuerdan la solemne coronación de 1887, la
primera de América, o el reconocimiento de su patrocinio sobre las tierras del
Plata, en 1930; al subir a aquél camarín, tan rico como devoto, entonces, sólo
entonces, nos pareció que había llegado al fondo del alma grande del pueblo
argentino".
También
relata el hecho el Padre Cayetano Bruno: "...debiendo
el Coronel Domingo French incorporarse al Ejército del Norte con el Regimiento
de Infantería Nro 3, quiso ponerse bajo el patrocinio de la Sma. Virgen de
Luján, a quien eligió por Patrona conforme ofició al cura del santuario el 24
de septiembre de 1812; decía el despacho: `Señor Cura: El Regimiento Nro 3 de
mi cargo parte en esta hora a acampar del otro lado del puente de esa villa,
con destino a las provincias del norte; mañana, pienso allí jurar sus banderas,
celebrando antes una misa solemne a la Sma. Virgen de ese título que he elegido
por Patrona; será como a las diez del día y creo que con asistencia del ilustre
Cabildo'".
GESTA DE
MALVINAS
Este sentir
del pueblo argentino, no es del pasado. Es actual y presente. Lo testimoniaron
nuestros soldados de tierra, mar y aire en la gesta de Malvinas.
Testigo
permanente y heroico es el padre Vicente Martínez Torrens, capellán
del Ejército Argentino, quien entró en las islas el 3 de abril y se fue luego
de la rendición. Llegó a celebrar ocho misas diarias y veló porque la bandera
del Regimiento Infantería 4 de Monte Caseros no cayera en manos enemigas.
Así lo
recuerda el Capellán entrevistado por Vía país "fue muy duro
evangelizar en Malvinas: `ocho misas diarias, así lo requerían las necesidades
pastorales para cubrir el diagrama. Era una necesidad de toda persona que vive
una situación límite. La necesidad de aferrarse a Dios. En una oportunidad me
crucé con una Unidad de Artillería que cambiaba de posición y en medio de una
torrencial lluvia me exigieron que les celebrara la Santa Misa y les diera la
Comunión. Se sabía que esa noche iban a ser atacados con cañoneo naval y no
habían tenido tiempo de cavar los pozos de zorro como refugio. Debían descansar
a campo abierto. Me decían: `si morimos queremos morir en Gracia de Dios'. Más
que un tema, les daba los principios rectores de nuestra fe: `Dios no se deja
ganar en generosidad. Si nosotros lo adoramos como merece El cuidaría de
nosotros y la Virgen nos protegería. No nos salvamos por ser bautizados sino
por llevar una vida de bautizados'. Demás está decir que en la zona del
aeropuerto, confiada a la defensa del Regimiento 25, tiraron más de 120.000 kg.
de explosivos y no tuvimos una sola muerte. Los valores de Dios, de Patria y de
familia fueron los factores que mantuvieron al máximo los actos heroicos tanto
de cuadros como de soldados. Uno de ellos al rezar el rosario puso esta
intención: Para que mis padres comprendan el por qué muero".
Feliz día
del Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María!!!
Pidamos por
nuestra Patria.
Gabriel Camilli, Cnl My (R) - Director de Elevan.