Flavio Mateos
analiza su libro sobre la relación entre el mensaje de Fátima y Rusia
Por JAVIER
NAVASCUÉS
Flavio Mateos es
un seminarista argentino (SAJM) que estudia en Francia y además es escritor.
Habiendo dejado atrás un largo pasado en el ateísmo y la militancia comunista,
tras su conversión a la fe católica empezó a ajustar cuentas con aquello que
había ocupado su vida en el pasado: el periodismo y el cine. Con libros como
“El Libro Negro del Periodismo” (Ediciones Bella Vista, 2012) o su blog
“Videoteca Reduco” y los libros “La Pasión de Cristo de Mel Gibson. El triunfo
de la cruz”, “El mirar del cine”, “Lo esencial de Alfred Hitchcock”, “Vértigo.
El enigma vertical”, “Videoteca Reduco” y “Avatar y el cine anticristiano de
james Cameron” (casi todos editados por Ediciones Reacción), se ocupó de
desnudar el liberalismo y el gnosticismo presentes en los medios de
comunicación, a la vez que de rescatar los valores cristianos en el llamado
“arte del siglo XX”. Difusor del mensaje de Fátima a través de su blog “Agenda
Fátima”, en la presente entrevista nos habla de su libro “Fátima y Rusia”,
disponible en la tienda de Amazon.
-¿Por qué un libro
sobre “Fátima y Rusia”?
Quizás se pueda explicar mejor el porqué del libro teniendo en cuenta el contexto en que surgió. Que no es otro que el del insoportable tiempo de confinamiento impuesto a raíz de la oficialmente llamada “Pandemia de coronavirus” que luego pasó a llamarse “Covid-19”. De un día para el otro el mundo se vio envuelto en una revolución que parecía poner en marcha acelerada el camino final hacia lo que la élite ha venido llamando “Nuevo Orden Mundial”, ahora rebautizado como “The Great Reset”. Vimos entonces a nuestro alrededor, no sólo a la gente habitualmente desnortada, sino a personas aparentemente lúcidas, sumirse en la mayor de las perplejidades, el desaliento y la desesperanza. Algunos parecieron despertar y darse cuenta que los enemigos del Cristianismo (y por tanto de lo que aún resta débilmente de la Cristiandad) controlan prácticamente todas las instancias y resortes del poder mundial y están dispuestos a aniquilarnos sin miramientos.
Cuando llegaron a
la prohibición de las misas públicas, o a la imposición de la comunión en la
mano y al cierre de santuarios –como el de Fátima, entre otros, por primera vez
en su historia- y demás medidas vejatorias contra la Iglesia (con la
complicidad de sus más altas autoridades, hay que decirlo), quedó más claro el
terrible panorama ante el cual nos encontrábamos. Pero a la vez que surgían
incontables analistas de la situación –muchos verdaderamente serios y valiosos,
pero otros francamente poco fundados y “conspiranoicos”- había un tema que
nadie mencionaba, y que para nosotros tiene que ver con todo lo que pasó, con
lo que pasa y seguirá pasando. Nos referimos al mensaje que vino a traernos en
1917 una Señora que sí cree en las conspiraciones, porque vino para advertirnos
contra ellas. Estoy hablando de la Virgen de Fátima. La salvación vendrá de su
Corazón Inmaculado, y lejos de ser este un deseo piadoso, es algo que se
sustenta en su mensaje, en sus propias palabras.
-¿Cuál sería la
relación entre Fátima y Rusia?
Es la misma
Santísima Virgen quien hace la relación, desde su mensaje del 13 de julio de
1917 hasta el mensaje en la manifestación de la Teofanía trinitaria el 13 de
junio de 1929. El mensaje de la Madre de Dios, por otra parte, no se
circunscribe a advertir contra el comunismo soviético, y ya. Las apariciones y
el mensaje total son la última manifestación del Cielo que forma parte del
combate que desde el inicio se da entre la Serpiente y la Mujer del
Apocalipsis, entre el Dragón y la Virgen, entre la Sinagoga de Satanás y la
Iglesia de Cristo, entre la Masonería con las sociedades secretas que conforman
el naturalismo organizado y el orden sobrenatural que defiende la Iglesia
católica. Y ese combate es cada vez más claro, más encarnizado, más duro, a
medida que se acerca a su final. Usted recuerda que San Ignacio habla en los
Ejercicios Espirituales de “las dos banderas”. Pues bien: hay solo dos
banderas, la de Cristo y la del Anticristo, no hay más.
-Usted dice en su
libro que Rusia tendría un papel que cumplir en esta guerra.
Exacto. Partamos
de las palabras mismas de la Virgen en el referido mensaje: “Al fin mi
Corazón Inmaculado triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia que se
convertirá y será concedido al mundo un cierto tiempo de paz”. Nuestro Señor ha
dicho a sor Lucía que quería que el papa junto con los obispos consagrasen
Rusia al Corazón Inmaculado porque la paz que de allí vendría –que no sería una
paz “milenaria”, atención- sería un reconocimiento del Corazón Inmaculado de
María, a quien quiere ver exaltada como se debe, y colocada su devoción junto a
la de su Sagrado Corazón. La misma Virgen dijo, en la aparición del 13 de
junio, que Dios quería establecer en el mundo la devoción a su Corazón
Inmaculado. Y agregó: “A quien practique esta devoción yo le prometo la
salvación”. En la siguiente aparición, del 13 de julio, tras haberles mostrado
el Infierno, les dijo: “Habéis visto el Infierno, adonde van las almas de los
pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la
devoción a mi Inmaculado Corazón”.
Es decir y en
definitiva, lo que está en juego es la salvación de las almas, y éstas dependen
de los medios que les da la Iglesia para ello. Pero, a su vez, la Iglesia está
condicionada por el poder político de las naciones, que puede favorecer o
entorpecer o incluso corromper e impedir su apostolado. De allí la necesidad de
un sostén político al servicio de la Iglesia, puesto que la Iglesia vive en
este mundo para conducir las almas a Dios. Fue lo que suscitó la Providencia
cuando la conversión de Constantino y el Imperio romano. Ahora, fíjese usted
esta notable coincidencia (puede pensar que es una casualidad, si quiere): la
fecha de data del famoso Edicto de Milán es el 13 de junio de 313. Y fue
también un 13 de junio, en 1929, cuando la Virgen pidió, en medio de una
aparición solemne de la Trinidad, la consagración de Rusia. Le agrego más: fue
un 13 de junio, en 2019, cuando el Foro Económico Mundial y la ONU firmaron un
acuerdo a fin de acelerar la “Agenda 2030”. Pocos meses después surgió la
pandemia.
-Por lo visto
parece haber algún sentido simbólico en lo de las fechas.
Desde luego, ¿o
fue por azar que la Santísima Virgen quiso aparecer siempre en días 13 de cada
mes? Este tema está ampliamente desarrollado en el libro, pero para ser breve:
¿Sabe usted que desde la primera hasta la última aparición de Fátima
transcurrieron exactamente 153 días? Sabido es que 153 es el número de
Avemarías del Salterio, el Rosario con sus 15 misterios, y la Virgen en cada
una de sus apariciones en Fátima dijo a los pastorcitos que rezaran el Rosario,
más aún, en la aparición del 13 de julio les pidió que continuasen rezando el
rosario todos los días “en honor de Nuestra Señora del Rosario, para obtener el
fin de la guerra y la paz en el mundo, porque sólo ella os puede socorrer”. Es
decir, sólo Nuestra Señora del Rosario nos puede traer la paz, la verdadera
paz, no la paz masónica que pregona hoy la ONU.
Siguiendo con lo
de las fechas y los números, tenemos en los Evangelios el episodio de Juan
21,11, que nos relata la pesca milagrosa de los Apóstoles, donde la red se
llenó con 153 peces, lo que por un lado simboliza la totalidad de las especies
contenidas en aquel mar, pero a la vez a Pedro obedeciendo al Divino Maestro,
confiado de la invocación de la Reina del Cielo que con el Santo Rosario hace exitosa
la pesca. Por otra parte, cuando se formó la Organización de las Naciones
Unidas, fueron 153 los países que la integraron. Es decir, una “totalidad” en
una nueva “red de pesca” que ya no era la Iglesia de Cristo. Pero nos desviamos
del tema de la misión de Rusia, que en el libro está introducida y que, desde
mi punto de vista, y en relación al mensaje de Fátima, la operación militar que
Rusia comenzó en Ucrania el 24 de febrero de este año vuelve a poner en la
consideración. Es un tema de candente actualidad que merece ser considerado con
mucha atención, pero muy especialmente desde un punto de vista de la teología
de la historia.
-Usted dedica tres
capítulos de su libro al tema de Rusia.
Así es, en primer
lugar de manera sucinta en relación a su historia, rica y compleja, con su
particular propensión al misticismo y su inveterada alergia al liberalismo
democrático occidental; también dedico un largo capítulo a reportar sobre la
Rusia actual. Aclaremos que la realidad compleja y contradictoria de aquel tan
vasto y multiétnico país, no se agota ni mucho menos en lo que decimos o muchos
perciben desde Occidente, pero aportamos datos que generalmente no se conocen o
no se tienen en cuenta, especialmente por los que aún sostienen absurdamente
que Rusia sigue siendo comunista. Luego nos ocupamos de pesquisar en relación a
la misión que podría tener en la actualidad y en los próximos tiempos Rusia,
dentro del panorama mundial, y que en este caso, pienso personalmente que así
como hubo países dotados por Dios de una gran misión en favor de la Iglesia y
la Cristiandad, como España y Francia, por ejemplo, así sería luego de su
conversión la misión a cumplir por Rusia. Diversos y destacados autores no
piensan otra cosa. Déjeme recordar apenas unos pocos testimonios, de autores
veramente católicos. Decía Monseñor Fulton Sheen: “Cuando Rusia reciba el don
de la fe, su misión será la de un apóstol para el resto del mundo. Convendrá
dar fe al resto del mundo.
¿Por qué tenemos
tanta esperanza en Rusia? ¿Por qué ha de ser el medio de evangelizar a las
naciones de la tierra? Porque Rusia tiene fuego, Rusia tiene celo. Dios pudo
hacer algo con el odio de Saulo transformándolo en amor; pudo hacer algo con la
pasión de Magdalena convirtiéndola en celo; pero Dios no puede hacer nada con
los que no son ni ardientes ni fríos. A éstos los vomitará de su Boca”. Tenemos
también las palabras de Monseñor Cristiani, el autor del famoso libro
“Presencia de Satán en el mundo moderno”: “Por su paciencia, por su fidelidad,
por su apego a las viejas tradiciones nacionales, Rusia no sólo resiste a los
ataques del Demonio, sino que se prepara, tal vez, por gracia de la Virgen
María, la Panagia, Toda-Santa, a una resurrección que asombrará al
universo. En todo caso, en un conflicto que abarcara al universo todo, no es
seguro que avanzara con los enemigos de Dios y de su Cristo, ¡que obedeciera a
la voz de orden de Satán!”. Le recuerdo que esas palabras las dijo muchos años
antes de que siquiera alguien pensase que iba a terminarse el comunismo en Rusia.
El destacado estudioso franco-argentino Alberto Falcionelli, sovietólogo
de renombre mundial, decía una década antes de la caída de la Unión Soviética:
“De suerte que –y esto lo sostengo desde hace muchos años-, cuando queremos
hablar de “civilización cristiana”, tomemos a Rusia como punto de partida para
nuestra resurrección por cuanto, mientras los cristianos, los católicos que
seguimos resueltos en nuestra fe en el Oeste, estamos reducidos a luchar a la
defensiva aun, a veces, contra la impaciencia irritada de quienes deberían ser
nuestros pastores; nuestros hermanos del Este han optado por dar batalla y por
darla atacando”.
El profesor
argentino Jordán Bruno Genta, asesinado por la guerrilla marxista, dejó
asentado: “Creemos en la profunda devoción mariana del pueblo ruso que el Poder
Soviético, brutal en la negación y en el exterminio, no ha podido destruir en
las almas porque es indestructible. Esta inconmovible certidumbre es el
fundamento de nuestra esperanza del retorno de Rusia a Cristo, negado también
en un Occidente que ha renegado de la Verdad, y que, como Rusia, tiene un único
camino de salvación que es el retorno al que es principio y fin último, Creador
y Redentor del mundo”. Usted conocerá al Padre Gruner, que fue un infatigable
apóstol de Fátima. Él decía: “Rusia es como San Pablo. Es un vaso elegido
para evangelizar y convertir el mundo, lo que sucederá después de que Rusia sea
consagrada al Inmaculado Corazón de María. No sabemos cuándo esto sucederá,
pero sabemos que sucederá. La pregunta que tenemos ante nosotros es: ¿Haremos
lo que podemos y lo que debemos hacer para alcanzar la Consagración de Rusia
antes de la aniquilación de naciones, antes que los enemigos de Dios se
apoderen de todas las naciones, para mandar sobre nosotros como si fuésemos sus
esclavos, para mandar sobre nosotros de una manera que será muy dolorosa para
nosotros?”. Cierro los testimonios con el gran benedictino Dom Prosper
Guéranger, que también se ocupó del tema: “La Rusia Católica es el fin del
Islam y el triunfo final de la Cruz en el Bósforo sin ningún peligro para
Europa; es el Imperio cristiano de Oriente elevado con un brillo y un poder que
nunca tuvo; es Asia evangelizada, no sólo por unos pocos sacerdotes pobres y
aislados, sino con el concurso de una autoridad más fuerte que la de
Carlomagno. Es, en fin, la gran familia eslava reconciliada en la unidad de fe
y de las aspiraciones de su propia grandeza. Esta transformación será el mayor
acontecimiento del siglo que la verá cumplir, y cambiará la faz del mundo”.
-Suena muy bien,
pero, ¿no son sólo conjeturas?
Lo que sabemos
seguro es que la Virgen aseguró que Rusia se convertiría, y debemos creerlo
así. Y si así será, no será para que este país, el más grande del mundo, guarde
para sí de forma egoísta la fe recibida. Un país consagrado a la Virgen
significa un país que sirve a los intereses de Ella. ¿Imagina usted todo lo que
podría hacer un país como Rusia, oficialmente católico y devoto del Corazón
Inmaculado? Sería lo contrario de lo que hizo cuando fue comunista. Piense
usted en eso. En la actual coyuntura, donde vemos las fuerzas infernales
apoderarse sin resistencias del Occidente apóstata, donde la Iglesia parece a
punto de caer totalmente en su coyunda con masones y comunistas “reseteadores”,
para imponer el panteísta culto de la “Pachamama” y la sodomía universal, es de
creer que Dios tenga “un as en la manga” antes del final de esta historia. Lo
decimos teniendo especialmente en cuenta lo que está ocurriendo ahora. ¿Será
casualidad que el único país del mundo que resiste con todas sus fuerzas a la
avanzada sodomita, a la infernal ideología LGBT, y contra la cual tienen
apuntados todos sus cañones los utópicos forjadores de la “Agenda 2030”, los
neo-comunistas que están llevando hasta sus últimas consecuencias los errores
que comenzaron a esparcirse desde la Rusia soviética en 1917, es un país donde
se venera públicamente a la Virgen María?
En todos nuestros
países católicos, tan marianos como especialmente son España y Argentina y toda
Iberoamérica en general, el liberalismo fue un más eficaz disolvente de la
religión que el comunismo en Rusia, ya que en Rusia no penetró el
protestantismo, ese cúmulo de sectas infames que pudrieron todo el Occidente y
que además, encima, renunciaron a tener una Madre. Los masones en Argentina
hicieron de la religión católica cosa “de mujeres”, es decir, cosa de
“devociones pías” sin relación con el manejo de la cosa pública. Hoy en Rusia
se ve a sus altas autoridades inclinándose ante el icono de la Virgen y
Jesucristo. Las Fuerzas Armadas rusas tienen una espectacular catedral,
inaugurada en medio de la “pandemia”. Desde luego que su devoción no es
doctrinalmente lúcida, pero, como ya mencionamos lo que dijo Genta, el pueblo
ruso resistió a setenta años de opresión comunista gracias a su devoción, a su
inextirpable religiosidad y sobre todo su devoción a la Virgen María.
No se la pudieron
quitar por la fuerza, por eso luego quisieron implantar allí el liberalismo
democrático que impusieron los norteamericanos en Occidente, pero sin
resultados. Algo pasó. Cayó la “cortina de hierro” del comunismo
soviético, pero aún no cayó la mucho más sólida “cortina de hierro” del cisma
ruso, que se fortaleció cuando sufrieron la invasión tártara que aisló a los
rusos de Occidente, precisamente en tiempos en que prosperaba la fe con Santo
Tomás, San Francisco, Santo Domingo y otras pléyades. Por otra parte, y con
esto cierro la respuesta, la santa más grande de los tiempos modernos, en
palabras de San Pío X, esto es, Santa Teresa del Niño Jesús, es oficialmente la
protectora de Rusia, así designada por Pío XI en 1930. Por si fuera poco,
Teresita fue curada milagrosamente por la Virgen un día 13 de mayo, en 1883, y
sus reliquias recorrieron toda Rusia en 1999, hasta ser paseado su relicario frente
al mismísimo Kremlin (nueve meses después de lo cual llegó al gobierno Vladimir
Putin, bautizado el día de San Miguel Arcángel, a quien al final de la misa se
reza por la conversión de Rusia). Santa Teresita parece asociada, pues, a la
Virgen de Fátima en la magna tarea de llevar a aquel gigante país a la
comunicación con Roma.
-Cita usted en su
libro a un sacerdote dominicano que dice lo siguiente: “Las apariciones de
Fátima son la clave para entender todos los eventos del siglo XX y todo lo que
vivimos hasta hoy, sea en la esfera religiosa o política. Para estar realmente
convencidos de esto, solo se necesita leer la autorizada obra del Hno. Miguel
de la Santísima Trinidad La Verdad Completa sobre Fátima. Los
problemas, las convulsiones y la decadencia sin precedentes de nuestro tiempo
son las consecuencias directas del hecho de que los hombres de la Iglesia no
han querido cumplir con la petición de Nuestra Señora de Fátima”. Siendo esto
así, ¿por qué no se habla más sobre Fátima?
Como gusta decir sabiamente
Don Gil de la Pisa, los problemas no se resuelven hasta que no se los entiende.
El hombre moderno no entiende lo que pasa y por lo tanto no entiende la
solución. Cuando el hombre desobedece a Dios, ¿podemos esperar que no sea
arrastrado por el mundo, el demonio y la carne? El hombre moderno –esté o no
bautizado- se niega a creer que todo lo que pasa pueda resolverse mediante la
oración y la penitencia, o mediante un acto tan simple como la oración de un
anciano vestido de blanco junto a los obispos para consagrar un país. Se niega
a esperar que su salvación dependa de ser fiel en lo poco, como la recitación
diaria del Rosario. Pero vea: nuestra Redención comenzó con un acto tan simple
como el “fiat” dicho por una joven judía a un ángel, y se consumó en el “fiat”
que dijo Nuestro Señor en el huerto de Getsemaní y su Pasión. Mientras que los
hijos del diablo organizan infinitas sociedades, asambleas, logias, congresos y
foros para encerrar en su poderosa tela de araña al mundo entero. Pero esa intrincadísima
tela de araña Dios la rompe n un instante y de un solo golpe.
La Iglesia sabe
cómo responder a todos los problemas que se le plantean porque como dijo San
Pío X en “Notre charge apostolique”: “No se edificará la ciudad de modo
distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no
pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por
inventar ni la “ciudad” nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y
existe; es la civilización cristiana, es la “ciudad” católica. No se trata más
que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y
divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la
rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo”. Lamentablemente, la
desobediencia llegó hasta la cúpula de la Iglesia, por eso tendrá que venir un
gran castigo, única forma de que las almas adormecidas al fin reaccionen y
cumplan su deber de cristianos. La respuesta está en Fátima.
-Por lo que usted
ha dicho, ¿habría que entender que aún no se cumplió el pedido de la Virgen?
Así es. El Papa
Francisco no hizo la consagración con el sentido demandado por la Virgen (lo
explicamos en nuestro blog). Fue algo sobre todo político. No negamos con esto
que no haya sido una consagración, pero no fue lo que pidió la Virgen. Los
agentes del Anticristo temen que se haga esta consagración. Y no quieren que se
difunda la devoción al Corazón Inmaculado.
-Su libro abarca
más temas, he visto que se extiende por más de 900 páginas…
Así es, porque
hablamos de los proyectos de constitución de un gobierno mundial y
particularmente del comunismo y la revolución en su combate total contra la
obra de Dios. Pero además de las profecías, particularmente del Apocalipsis, y
hacemos nuestra conjetura respecto de las siete edades de la Iglesia, basados
en el venerable Holzhauser, quien se basó a su vez en el libro del Apocalipsis.
El libro nos tomó más de dos años y por el momento se consigue en edición
digital, estando a la espera de que algún corajudo editor comprometido con el
mensaje de Fatima quiera hacerse cargo de la edición en papel. En tanto hemos
podido editar –en digital y papel- un breve complemento llamado “Agenda Fátima”
donde vertimos algunos artículos de nuestro blog bajo el mismo nombre. La causa
de Fátima, el mensaje integral de la Santísima Virgen nos parece esencial en el
combate que llevamos. Dios quiera que nuestro libro contribuya a ese combate,
que San Pío X, que vivió antes de las apariciones, parece haber entendido bien
cuando dijo “Los errores modernos serán destruidos por el Rosario”.
Por Javier
Navascués
Fuente: https://www.infocatolica.com/blog/caballeropilar.php/2212120208-flavio-mateos-analiza-su-libr