La Virgen pide allí la
consagración de Rusia.
Por FLAVIO MATEOS
Una serie
interesante de fechas significativas para el Cristianismo, son coincidentes con
hechos relevantes en relación a la caída del Imperio Soviético comunista.
Veamos:
---El
Muro de Berlín, símbolo del comunismo, fue derribado un 9 de noviembre, fiesta que en la Iglesia católica recuerda la
primera dedicación pública conocida de una iglesia, la Basílica del Santísimo
Salvador o San Juan de Letrán en 324. El palacio de Letrán fue entregado por el
emperador Constantino, protector de los cristianos, al papa San Silvestre I,
que hizo de este templo la basílica más importante de Roma y de la Iglesia
universal. Allí residieron los papas durante casi mil años, hasta 1241. Constantino
se había convertido recientemente y dado la paz a los cristianos, hasta ese
entonces perseguidos.
---La
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.) fue disuelta el 8 de diciembre de 1991, es decir, en la
fecha en que la Iglesia celebra la Inmaculada Concepción de María. En efecto,
aquel día los presidentes de las repúblicas soviéticas de RSFS de Rusia, RSS de
Ucrania y RSS de Bielorrusia se reunieron en secreto firmando el Tratado de
Belavezha por el que se disolvía la Unión Soviética y se remplazaba por una
forma de unión voluntaria conocida como la Comunidad de Estados Independientes
(CEI).
---La
Unión Soviética dejó de existir formalmente el 25 de diciembre de 1991, es decir el día de la Natividad de Nuestro
Señor, cuando la bandera roja con la hoz y el martillo fue arriada del Kremlin.
---Vladímir
Putin, actual presidente de la Rusia poscomunista, nació el día 7 de octubre de 1952, es decir, en la
fiesta del Santo Rosario. La Virgen en Fátima pidió rezar el Rosario en cada
una de sus apariciones, además de pedir específicamente la consagración de
Rusia.
---Putin
fue bautizado el día de la fiesta de San
Miguel Arcángel, y su nombre de Bautismo es Miguel. Se recuerda que la Iglesia
reza al final de la Misa tradicional la oración a San Miguel Arcángel especialmente
por la conversión de Rusia.
---Vladimir
Putin asumió el gobierno de Rusia el 31
de diciembre de 1999, o sea, en la fiesta de San Silvestre, que fue el papa
que ocupó la sede petrina poco después del edicto de Milán y a quien Constantino
le entregó, como ya vimos, el palacio de Letrán para convertirlo en la sede del
papado. Digamos de paso que nueve meses antes de este hecho las reliquias de
Santa Teresita del Niño Jesús, a quien el papa Pío XI designó oficialmente la
protectora de Rusia, recorrieron todo el país e incluso cadetes de la guardia
del Kremlin pasearon su relicario frente a la sede del gobierno ruso.
---Podemos
agregar también que, coincidente con la fecha del 13 de junio, cuando en 1929 la Virgen pidió la consagración de
Rusia, el 13 de junio de 2013 Vladimir Putin hizo público el hecho de que la
revolución comunista de 1917 fue obra de judíos. Recordemos que 13 de junio es también
la fecha del edicto de Milán que liberó a los cristianos que así vencieron
oficialmente sobre el Imperio romano, a la vez que vencieron a la Sinagoga que
instaba al Imperio a aplastar a los cristianos.
De este
modo, podemos ver que hay sólo dos “internacionalismos” frente a frente, la
Iglesia Católica (como su nombre lo indica, es universal), y la Sinagoga de
Satanás, que utiliza los poderes de este mundo para tramar revoluciones y proyectos
de gobernanza mundial para hacer desaparecer el nombre de Jesucristo de la faz
de la tierra. En esta encrucijada, se encuentra Rusia a la cual la Virgen María
le ha designado un papel a cumplir tras su consagración. La Sinagoga que ha
dominado tanto tiempo aquel país, y que aún mantiene algunos de sus tentáculos
opresores, quiere impedirlo a como dé lugar. Por ello la actual guerra, entre
tantos objetivos en juego, mantiene el principal objetivo que es destruir a
Rusia, que de instrumento de universalización del comunismo judío pasó a ser
obstáculo a la hegemonía de los Estados Unidos, país que hoy más que nunca está
dominado por el poder de la Sinagoga de Satanás, el poder oculto sin rostro
pero cada vez más visible a medida que se siente victorioso.
No
tenemos dudas de que Rusia, como lo dijo la Virgen, es una nación que, una vez convertida,
está llamada a jugar un papel importantísimo para que llegue al mundo la
verdadera paz, la misma que llegó cuando la victoria de Constantino. No habrá una
Nueva Cristiandad, pero aún es tiempo de salvar lo que se pueda, antes de que
llegue la culminación del fin de los tiempos, con la Parusía.
El relicario de Santa Teresita, en Moscú, tras la caída del
comunismo.