Al expansionista Israel le interesa presionar a
Occidente para que inicie una guerra nuclear limitada contra Rusia y
China. Esto se debe a que Rusia y China están apoyando a los mayores
enemigos de Israel, es decir, la Media Luna
chiíta que casi ha rodeado a Israel y ha detenido su
expansión. Los musulmanes chiítas son una mayoría o una gran minoría en
Irán, el sur de Irak, Bahrein, Líbano (Hezbolá), Siria (alauitas), Yemen
(houthis) y las áreas ricas en petróleo del este de Arabia Saudita.
Israel tiene mucho miedo de Hezbolá, que se
encuentra en la frontera norte de Israel y está conectado con Irán a través de
Siria e Irak. Esta es la parte estratégicamente más importante del famoso
Shia Crescent. También es ahora el corazón de la geopolítica.
Una guerra nuclear limitada implicaría solo unos pocos
ataques nucleares tácticos en países proxy en Europa del Este (Ucrania,
Finlandia) y Asia (Taiwán e islas del Mar de China Meridional). La lluvia
radiactiva sería limitada y no sería una amenaza seria para los lejanos Israel
y Estados Unidos. Además, la guerra nuclear limitada ayudaría a aislar a
Rusia y China tanto política como económicamente. También facilitaría que
los oligarcas judíos
en Rusia y Hong Kong organicen revoluciones de color e
incluso dividan a Rusia y China.
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