Por GIL DE LA PISA ANTOLIN
Aunque no lo diga, la gente inteligente
vive con esta pregunta en el aire; “¿Cómo es posible que...?”..., viendo
la cantidad de “reacciones extras” vividas por la Humanidad en el último siglo.
Consideremos un ejemplo evidente:
¿Cómo es posible que, derrotado el
comunismo en todos los frentes --el militar, el moral, el
intelectual, etc., -- la Sociedad del siglo XXI viva en un clima donde
privan las conductas políticas apoyadas en la mentalidad marxista? Profundizando
más: ¿Cómo es posible que en la
única nación que derrotó y aniquiló los ejércitos “rojos” (nuestra
Patria) tengamos un Gobierno de marxistas hipotecando nuestra vida y
arruinando a España? ¿Cómo ha sido posible que los vencidos se hayan adueñado del
poder y los vencedores vivan acomplejados?
Preguntas como estas podemos hacernos por
centenares. Y muchos tratan de darnos una explicación que no ilumina ni da
la solución. Y el motivo siempre es el mismo: No van a la raíz del problema, en
sus análisis se quedan en las ramas. Cuando aquella es muy simple pero para
entenderlo se debe tener muy clara la idea del funcionamiento del mundo. Se
ignora la realidad de la Creación y todo se analiza sobre la base del peor de
los errores sobre el origen del mundo y de las leyes que lo rigen. O sea,
basamos muestro razonar sobre realidades inexistentes. No hay teoría más
falsa que un mundo fruto de “la evolución”, creencia que
se ha convertido en un dogma universal. Y todo para no admitir la
verdad de la Creación, obra de la Omnipotencia divina. La
estupidez de que la “nada” es capaz de “crear” se ha impuesto como explicación
de la existencia de cuanto conocemos. Pobre de ti si te apropias lo que estoy
afirmando, pasarás a ser un enemigo de la “ciencia”, un pobre hombre.
La fe en la evolución tiene más consecuencias de
las que saltan a la primera vista como es el hecho de vivir una política
apoyada en cimientos sin consistencia.
Volviendo al tema. Los analistas no aciertan en sus
remedios porque son incapaces de ver la enfermedad. Amigos lectores, cuanto
ocurre en nuestra sociedad actual es fruto de una planificación inteligente de
una organización de cuya existencia no quieren enterarse. Para descubrirla hay
que tener muy claro el planteamiento de San Agustín cuando nos habla de las dos
“ciudades” y que son consecuencia precisamente de esa realidad llamada
Creación del Mundo por Dios. El enfrentamiento entre la Ciudad de Dios y la de
los servidores de Lucifer es lo único que explica lo que ahora nos parece
“inexplicable”. Como no me canso de repetir, el Diablo inteligentísimo creó la
organización que hoy rige los destinos de la Humanidad al controlar la mayoría
de las riquezas de la Humanidad y sobre todo la práctica totalidad de los
Gobiernos de las naciones. Y desde cincuenta y dos años lleva las riendas
del nuestro, el de España.
Lo tengo explicado en mis escritos de este
último medio siglo. Mientras los vencedores “dormían el sueño” de los
ingenuos, la Sinagoga de Satanás, empezó el mismo 1º de abril de 1939 –día
de la Victoria—a preparar la “revancha” e ir organizando la vuelta al poder.
Durante los treinta y seis años de Franquismo, no se tomó el menor
descanso y fue colocando sus peones, comprado conciencias, aletargando la
sociedad para que no viera sus progresos. Una labor dentro y fuera de
España excelente y el 22 de noviembre de 1975 ya pudo cantar victoria.
Cambió el telón como si fuera un teatro y se inició el Gobierno de los hijos de
Satanás con la colaboración de los traidores conocidos: el Rey, Suárez, y
cía. y entramos en la nueva era del neo marxismo camuflado de liberalismo. Así
ha sido posible desandar todo lo avanzado con Franco en el camino del verdadero
progreso, incluido el económico.
No pierdo la esperanza de que los escritores verdaderamente
inteligentes acaben por convencerse que ignorando la existencia de la
bimilenaria organización sionista se explican muy pocas
cosas. Concretamente la aniquilación de España que estamos
viviendo es una plan y un proyecto perfectamente elaborado por los hijos
de Satanás y que están llevando a cabo sin que el pueblo español se entere y
menos aún reaccione.
(Fuente:
El Correo de España)