“En el obligado ocio leo libros que
caen a mis manos, desaboridamente. "Era una Señora más brillante que el
sol" compuesto por Joe de Marchi, misionero luso-italiano. Es un libro
sumamente simple, hasta por demás; que recoge literalmente testimonios de
testigos oculares de los sucesos de Fátima (Portugal) de hace ahora 50 años. La
verdad es que me ha hecho bien. Si nuestra Señora se apareció realmente a unos
niños pequeños y rústicos y se hizo ella misma pequeña y rústica, es consolador
y enternecedor. Me desconcierta a mí, desconcierta a los refinados; pero si es
verdad, hay que tragarla. Para atestiguar su verdad, hizo la Virgen un milagro
infantil y rústico, unos fuegos artificiales, cosa de circo; que vieron unas
70.000 personas. Hizo "danzar al sol", según la expresión de muchos
testigos, cosa no vista desde el tiempo de Josué de Jericó. ¡El Corazón
Inmaculado de María y el Sol! ¿Qué atadero tiene eso? Bien, no es posible negar
que sucedió. Lo estremecedor son los mensajes: penitencia, oración,
sacrificios... grandes castigos. Vino después la Segunda Gran Guerra y el
Bolchevismo. ¿Valdrán para el caso mis pequeños sacrificios, a la cola de los
de Jacinta, Francisco y Lucía? Todo puede ser. Seguir haciéndolos. Esta revista
"extravagante" es un sacrificio”.
Padre
Castellani, Revista Jauja n. 13 14 15, ene-feb-mar 1968.