Monseñor
Richard Nelson Williamson
(1940-2025)
Requiescat
in pace
Nació en Inglaterra el 8 de marzo de 1940.
En 1971 de convirtió del anglicanismo al catolicismo y
al año siguiente entró al seminario de Ecône de la Fraternidad Sacerdotal San
Pío X (FSSPX).
En 1976 fue ordenado sacerdote por Monseñor Marcel Lefebvre,
el prelado suscitado por Dios para orientarnos en la horrorosa crisis de la
Iglesia que se inició con el concilio Vaticano II.
En 1988 fue consagrado obispo por Monseñor Lefebvre.
Dirigió los seminarios de Winona (EUA) y La Reja (Argentina) de la FSSPX.
En octubre de 2012, Mons. Bernard Fellay lo expulsó de
la FSSPX porque se opuso resueltamente al intento de la cúpula de la
congregación por hacer un acuerdo práctico con Roma liberal y apóstata, contra
lo que había enseñado Monseñor Lefebvre y hasta entonces era política oficial
en la congregación.
Siguiendo el ejemplo de Mons. Lefebvre y para
continuar su obra de resistencia contra el avance neo-modernista que pretende
destruir el sacerdocio y la misa católicos, confirió el episcopado a Mons. Jean-Michel
Faure, SAJM (2015), Mons. Dom Tomás de Aquino, OSB (2016) y Mons. Gerardo Zendejas,
SAJM (2017); asegurando, por medio de estas consagraciones la continuidad de la
guerra santa en contra del liberalismo y del modernismo imperantes en la
Iglesia desde el fatídico concilio Vaticano II.
Movido por su gran amor a la Iglesia, defendió
valerosamente, hasta su muerte, los sagrados derechos de Cristo. Fue un constante promotor del Santo Rosario y las apariciones de Fátima.
"He peleado
el buen combate, he terminado la carrera, he guardado la fe." (2Tim
4,7)
De
profundis clamavi ad te, Domine ;
Domine,
exaudi vocem meam.
Fiant
aures tuæ intendentes in vocem deprecationis meæ.
Si
iniquitates observaveris, Domine,
Domine,
quis sustinebit ?
Quia apud
te propitiatio est ;
et
propter legem tuam sustinui te, Domine.
Sustinuit
anima mea in verbo ejus :
speravit
anima mea in Domino.
A
custodia matutina usque ad noctem,
speret
Israel in Domino.
Quia apud
Dominum misericordia,
et
copiosa apud eum redemptio.
Et ipse
redimet Israel
ex
omnibus iniquitatibus ejus.
Concédenos,
Señor, que el alma de tu siervo Ricardo, obispo, que has arrancado de los
recios combates de esta vida, ingrese en la sociedad de los santos.
Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del
Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amen.