LA REVELACIÓN EN RIANJO – ANIVERSARIO DE FÁTIMA (AGOSTO DE 1931)
Por THE FATIMA CENTER
La terrible
advertencia de nuestro Señor a sus ministros
En los meses posteriores al
reconocimiento y aprobación oficial de la Iglesia a las Apariciones de Fátima
por el obispo José da Silva el 13 de octubre de 1930, Sor Lucía se vio abrumada
por las consultas y la atención, al punto que su salud se vio amenazada. Para
darle el descanso que necesitaba, la enviaron a quedarse por un corto tiempo en
la casa de la hermana de sangre de su Madre Superiora en Rianjo, una pequeña
ciudad costera en España. Nadie en el pueblo o incluso en esa casa, con la
excepción de la hermana de la Madre Superiora, sabía de la identidad de la
Hermana Lucía como la vidente de Fátima.
Así sucedió que en un día no
especificado de agosto de 1931, Sor Lucía se encontraba en la capilla del
pueblo dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe, orando fervientemente por la
conversión de Rusia. Ya habían pasado dos años y dos meses desde que se
hizo el pedido formal y dramático del Cielo para que el Papa y todos los
obispos católicos del mundo consagraran Rusia al Inmaculado Corazón de María. Esto
ocurrió el 13 de junio de 1929 en la visión trinitaria de Tuy. No había
recibido prácticamente ninguna respuesta de la jerarquía de la Iglesia.
Nuestro Señor se quejó a sor
Lucía de la demora de sus ministros en ejecutar su mandato, advirtiéndoles al
mismo tiempo del terrible destino que les esperaba por su
desobediencia. La hermana Lucía informó esta importante revelación a su
obispo:
“Mi confesor me mandó poner en
conocimiento de Vuestra Excelencia lo que hace poco sucedió, entre nuestro Buen
Dios y yo: Mientras pedía a Dios por la conversión de Rusia, España y Portugal,
me pareció que Su Divina Majestad me decía:
“'Me consuelas mucho al pedirme
la conversión de aquellas pobres naciones: Pídelo también a Mi Madre,
diciéndole a menudo: Dulce Corazón de María, sé la salvación de Rusia, España,
Portugal, Europa y todo el mundo.
“'En otras ocasiones di: Por Tu
Pura e Inmaculada Concepción, oh María, obtén para mí la conversión de Rusia,
España, Portugal, Europa y el mundo entero.
“'Hazlo saber a Mis ministros,
dado que siguen el ejemplo del Rey de Francia al retrasar la ejecución de Mi
mandato, ellos también lo seguirán en la desgracia. Nunca es demasiado
tarde para recurrir a Jesús y María'”.
En otro texto ella escribió,
“Más tarde, a través de una
comunicación íntima, Nuestro Señor se quejó conmigo: '¡No quisieron atender Mi
pedido! … Como el Rey de Francia, se arrepentirán y lo harán, pero será
tarde. Rusia ya habrá esparcido sus errores en el mundo, provocando
guerras y persecuciones contra la Iglesia. El Santo Padre tendrá mucho que
sufrir'”.
Nuestro Señor estaba aquí
haciendo una referencia explícita al pedido del Sagrado Corazón dado al Rey de
Francia a través de Santa Margarita María Alacoque el 17 de junio de 1689.
Nuestro Señor le pidió a Luis XIV, el famoso “rey sol”, que consagrara Francia
a Su Sagrado Corazón, prometiendo a cambio salvar a Francia de sus
enemigos. Luis XIV, Luis XV y Luis XVI, siguiendo el desafortunado e
indigno consejo de sus confesores jesuitas, no realizaron esta consagración. Como
resultado de esta negativa de un siglo, la monarquía francesa y toda la
sociedad católica de Francia fueron derrocadas por los complots de la
Contra-Iglesia protestante y masónica en el curso del terror sangriento de la
Revolución Francesa.
En la fiesta del Sagrado Corazón
(17 de junio de 1789), exactamente cien años después del día en que a Santa
Margarita María le había sido dada aquella revelación de los grandes designios
del Cielo para Francia, el Tercer Estado se levantó y se proclamó la Asamblea
del Estado Nacional, despojando al rey Luis XVI de su autoridad
legislativa. Apenas cuatro años después, el 21 de enero de 1793, los
revolucionarios enviaron al rey a la guillotina como si fuera un delincuente
común.
En Rianjo, Jesús nos advierte que
este oscuro capítulo de la historia se repetirá, y esta vez los ministros de Su
Iglesia se destacarán entre sus desventuradas víctimas. Parecería que esta
ejecución masiva organizada del Papa, junto con otros obispos, sacerdotes,
religiosos y laicos -como si fueran delincuentes comunes- es lo que se predice
en la visión de Fátima dada a conocer el 26 de junio de 2000.
No es descabellado sospechar que
“se ha subido la apuesta”. En 1689 fue una consagración al Sagrado
Corazón, en 1929 fue una consagración al Inmaculado Corazón. En
1689, Dios pidió la consagración de Francia, el país más grande de
la cristiandad. En 1929, Dios pidió la consagración de Rusia,
la nación más grande del mundo y mucho más grande que Francia. En 1689,
Dios le pidió al rey francés que hiciera la consagración, el
monarca más poderoso de la cristiandad. En 1929, Dios pidió al Papa
junto con todos los obispos para hacer la consagración, la mayor autoridad
en el mundo y uno muy por encima de todos los reyes franceses. Si un siglo
de desobedecer al Cielo dio como resultado que la Revolución Francesa trajera
una gran destrucción a Francia y a toda Europa, ¿qué podría resultar en un
siglo de desobedecer al Cielo, ahora que se han elevado las apuestas?
Nota : gran parte de este artículo está adaptado de https://fatima.org/about/fatima-the-facts/the-apparition-at-rianjo-1931/