24 DE
OCTUBRE
Por FLAVIO MATEOS
Aportamos en este artículo una serie de fechas cuya interesante coincidencia nos ha llamado la atención.
De más está decir que octubre parece ser un mes revolucionario par excellence, y en otra serie de
fechas –que no incluimos ahora- queda demostrado. Gnósticos y masones suelen realizar
sus obras envueltos en la simbología numérica y gestual. Saque el lector sus
conclusiones.
El 24 de octubre de 1648 se firma la paz
de Westfalia. Mediante los tratados de Osnabrück y Münster, este último en la
Sala de la Paz del ayuntamiento de Münster, en la región histórica de
Westfalia, finalizó la guerra de los Treinta Años en Alemania y la guerra de
los Ochenta Años entre España y los Países Bajos. La Europa nacida de la Reforma luterana recibía, como
diría el Padre Lira, “su consagración legal, que no legítima, en Westfalia”. Fue
en evento clave en la configuración del moderno mundo anticristiano.
El 24 de octubre de 1881, el embajador de
los Estados Unidos en Francia, Levi Morton, colocó el primer remache de la
construcción de la Estatua de la Libertad, la más famosa del mundo, que iba a
simbolizar la Revolución masónica y, de algún modo, la imagen opuesta de la
Santísima Virgen, por quien vino la Luz al mundo.
El 24
de octubre de 1917, los bolcheviques desencadenaron en Rusia el golpe de
Estado final que se oficializó en la mañana del 25 de octubre, conocido
como Revolución de Octubre. En la misma semana, la Declaración Balfour otorgó
al Sionismo las tierras de Palestina, que constituiría, tras el final de la
Segunda guerra mundial, el actual Estado de Israel. Pocos días antes se había
producido la última aparición de Nuestra Señora en Fátima, cuyo milagro del Sol
es uno de los más espectaculares de todos los tiempos.
El 24 de octubre de 1929, se produjo el
colapso de la bolsa de Wall Street en Nueva York, la otra cara de la misma
Revolución llevada a cabo por los mismos conspiradores que financiaron el
Comunismo, allá en el Este. Cuatro meses antes, la Virgen había pedido la
consagración de Rusia a su Corazón Inmaculado.
El 24 de octubre de 1939, en una Carta al
Obispo de Leiria, la Hna. Lucía afirmó: “Dios
ha decidido purificar por medio de la sangre a todas las naciones que quieren
destruir su reinado en las almas; pero a pesar de esto promete ser apaciguado y
conceder el perdón, si la gente reza y hace penitencia” (citada en
Frère Michel de la Sainte Trinité, The Whole Truth About Fatima, Vol.II,
Immaculate Heart Publications,Buffalo, Nueva York, 1989, pág. 685).
El 24 de octubre de 1945 se produjo la
creación de la ONU, Organización de las Naciones Unidas, destinada a la
unificación del mundo mediante un régimen comunista, bajo el disfraz de la
“democracia” y los “derechos humanos”. El 24 de octubre se celebra entonces el
“Día de la ONU”.
El 24 de octubre de 1967, exactamente
cincuenta años después de la Revolución comunista en Rusia, durante el Sínodo
de los Obispos, en la Capilla Sixtina en el Vaticano, se celebró la primera
misa según el nuevo rito o Novus Ordo (entonces llamada misa normativa),
que sería oficialmente promulgado el 3 de abril de 1969. Era la abolición
oficial del Sacrificio de la Cruz perpetuado por la Iglesia. Tampoco se rezaría
más a San Miguel Arcángel, entre otras cosas por la conversión de Rusia. Ese
mismo año se abolió el Juramento antimodernista. Cuatro meses antes, las tropas
sionistas habían ocupado Jerusalén, durante la guerra de los seis días. El
Concilio Vaticano II se había negado a condenar el Comunismo, mientras que establecía
una nueva enseñanza oficial acerca del deicidio. Oficialmente el Vaticano se
inclinaba hacia la izquierda.
El 25 de octubre de 1971, coincidiendo con
el aniversario oficial de la proclamación de la Revolución rusa, China
comunista ingresaba triunfalmente a las Naciones Unidas (ONU).
El 27 de octubre de 1986, se vio la
manifestación pública más clara de que la Iglesia pos-conciliar estaba
comprometida de lleno con el ideal masónico de una superreligión universal, en
la Jornada mundial de oración por la paz
de todas las religiones en Asís (téngase en cuenta que la Jornada
interreligiosa no pudo realizarse el 24 ni el 25 de octubre porque caía en
viernes o sábado, lo cual era una pública afrenta a musulmanes y judíos).
El 24 de octubre de 2011, el Vaticano
emitió un importante documento titulado “Por
una reforma del sistema financiero y monetario internacional en la perspectiva
de una autoridad pública con competencia universal” donde proclama
–hasta veinte veces- la necesidad de un gobierno mundial.
El 24 de octubre de 2012, la Fraternidad
Sacerdotal San Pío X (FSSPX) anunció en un comunicado la expulsión de uno de
sus obispos, Mons. Richard Williamson, que había sido vilipendiado por haber
cuestionado públicamente el dogma del “Holocausto” judío, entorpeciendo de ese
modo las negociaciones acuerdistas de los liberales de la Fraternidad con el
Vaticano modernista. De este modo, la congregación que había fundado Mons.
Lefebvre daba un paso decisivo en su claudicación, mediante un gesto de
benevolencia hacia la Roma conciliar, en ese entonces en apuros ante el poder
de la Sinagoga de Satanás.
El 24 de octubre de 2019, en lo que se ha
considerado un ritual masónico, las autoridades socialo-comunistas del gobierno
de España profanaron la tumba y exhumaron el cuerpo del Caudillo Francisco
Franco y lo retiraron del Valle de los Caídos.
Recordemos
que tanto el número 11 como el número 13 son números “fetiche” de los
ocultistas que manejan los hilos del mundo. Pues bien, la suma de esos dos
números es 24. Benedicto XVI renunció al papado un día 11, y Francisco fue
elegido un día 13. El golpe de estado consumado entre ambos protagonistas,
proclama así también, el número 24.
¡Viva
el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María!