Por LUIS ÁLVAREZ PRIMO
En una larga e interesantísima entrevista del
Juez Napolitano en el programa “Judging Freedom”, el Coronel Douglas Macgregor
dijo que de acuerdo con diversas fuentes confiables, la Federación de Rusia ha
sufrido la pérdida de 120.000 hombres y Ucrania 1.200.000. De estas muertes son
responsables los globalistas de la judeo-masonería estadounidense y europea.
Trump, por las razones e intereses que
fueren, está empeñado en conseguir la paz en Ucrania. Los rusos también quieren
la paz, pero “no comen vidrio”: conocen y han sufrido la duplicidad, la
trapacería y la traición de los globalistas del colectivo occidental,
obsesionados con destruir Rusia. Desde los acuerdos de Minsk hasta las negociaciones
en Estambul, todas fueron ocasiones en las que se podría haber evitado esta
guerra que, sin dudas y definitivamente, provocaron los Estados Unidos y sus
aliados de la OTAN.
Después de la escandalosa reunión de Zelenski
con Trump en la Sala Oval de la Casa Blanca, el payaso ucraniano corrió a los
brazos de Keir Starmer, el primer ministro del Reino Unido. El delirante,
estúpido y aburrido primer ministro inglés junto con el no menos necio pequeño
Napoleón francés, parecían decididos a enviar tropas a Ucrania y escalar el
conflicto a una Tercera Guerra Mundial, desgañitándose en advertencias,
admoniciones, amenazas y ultimátums al presidente Putin. Así las cosas, el
ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, David Lammy se despachó con
un exabrupto diciendo que “Rusia debía aceptar el cese del fuego sin
condiciones”, sin ver que no es el gobierno de Putin quien tiene urgencia de un
alto el fuego sino Ucrania, para rearmarse y reorganizarse ante una catástrofe
total inminente. Dmitry Medvedeff, el
sagaz vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, quien
tiene carta libre para responder en términos que la diplomacia impide a Putin y
su ministro Lavrov, respondió : “Gran
Bretaña y su ministro pueden guardarse
su idea en el sumidero de mierda de donde la excogitaron”( 9: 41 pm ,
14.03.2025).
La cleptocracia de la Unión Europea es un
verdadero aquelarre liderado por dos “brujas”, a cual más tonta y petulante: la
alemana Úrsula von der Leyen y la estonia Kaya Kallas, quienes junto con el
confundido secretario general de la OTAN, Mark Rutte (quien hasta hace poco
decía que la derrota de Rusia era “¡irreversible!”), pretenden remilitarizar a
la desindustrializada Europa, con servicio militar obligatorio incluido.
Lo cierto es que en Kursk los rusos han
rodeado y tienen atrapados entre 4.000 y 6.000 soldados ucranianos, numerosos
mercenarios y más de 30 oficiales de alto rango, instructores y asesores de la
OTAN, quienes comandan a los ucranianos y administran la inteligencia satelital.
Por ellos ha intercedido Trump solicitando el perdón, sin entender que los
mismos son responsables de la muerte de numerosos civiles rusos y de atroces
actos de terrorismo en Kursk. Si se
rinden por orden de Zelenski quizá puedan salvar su pellejo. El ultimátum de
Putin vence a las 6 a. m de mañana hora rusa.
Como colofón de esta nota, nos parece
interesante mencionar un comentario reciente de Thomas Massie, quizá el único y
más valiente representante en el Congreso de los Estados Unidos. Hace un tiempo
denunció que todos los miembros del Congreso estadounidenses son controlados y
extorsionados por el lobby de Israel (AIPAC, ADL). En estos días, Massie (1971)
denunció que el Complejo Industrial Militar de los EE.UU. exige al gobierno un
gasto anual de 50 mil millones de dórales en armamentos por encima de lo
necesario para la defensa del país. Es decir, los Estados Unidos viven de y
para la guerra y sus primeros magistrados sirven a ese fin. Trump, malgré su necesidad de poner fin al
agujero negro de la guerra en Ucrania, no es una excepción. El sionista
mercader neoyorquino también es un asesino, lo acaba de demostrar una vez más
bombardeando un barrio residencial de Yemen, operativo que siguió personalmente
en vivo en transmisión satelital. Los houties yemenitas no atacan objetivos
civiles y su accionar solo busca poner límite al genocidio palestino por parte
del gobierno sionista de Netanyahu.
En cuanto al genocidio y la persecución de cristianos en Siria, remitimos a las noticias que publica el blog de Gladius hasta tanto podamos ocuparnos de tan grave asunto.